Literatura Infantil 1 : para pequeños


 Sentirse cómodo en su propia piel...


“Quisiera ser como tú”  
Stefan Gemmel – María José Sacré  
Unaluna Libro Album


Cuando el plácido sueño de Bodo, el último dragón de su especie, es interrumpido –ahí, en lo profundo del bosque Tohuwabohu- por el roce de un diminuto ratón escurridizo, empieza una historia de confidencias, anhelos por cumplir y deseos de “ser el otro”. El ratoncito –apenas se asegura de que Bodo no es ni cruel ni feroz- le confía que quisiera ser tan grande como un dragón, para alcanzar las frutas altas cuando están a punto, para que no lo asusten los leones, para… ¡Bodo no lo puede creer!: suspira por poder meter los dedos en las colmenas, porque nadie huya despavorido apenas se pone a cantar… Así que lo deciden pronto: una sociedad amistosa en que uno va a ser grande para el otro, y otro va a ser pequeño para uno.
Una aventura que termina con abrazo chiquitito de ratón y nana estentórea de dragón. Para cualquier edad, desde los tres.





Disfrazarse y ser otro...

“Juana: ¿dónde estás? Florencia Esses Valeria Cis Ed SM El Barco de Vapor Serie Blanca

Una mamá prepara la comida en la cocina. Una nena juega con papelitos, plasticota, tijeras en su pieza.
La mamá llama “¡Juana Juana!”, pero sólo encuentra a Caperucita y ambas huyen del lobo. Cuando la mamá vuelve al cuarto encuentra a una doctora que le cura la panza y y …¡a una bruja que la convierte en rana! ¡Ay, por Dios! ¡La bruja Juana Banana Banana no puede deshechizar a la mamá rana!
Cuando por fin mamá es otra vez mamá, se enoja: “¡Basta!... que quiero a Juana!” …pero encuentra a una simpática astronauta que la invita a dar un paseo espacial. ¿Habrá cena en esta casa?.
Con gracia y magia. Para los que leen solitos, desde los siete. A no perderse los disfraces de Juana, y la cara de asombro de mamá, sobre todo cuando queda hecha toda una rana



De la Libertad...

“Solgo” 
 María Teresa Andruetto – Liliana Menéndez 
 Ed. e.d. b. Col. “Flecos de Sol”

Había una vez, en la antiquísima Corea, un pintor que se llamaba Solgo. Pintaba con alegría, con hondura, con profunda sabiduría. Un día rechazó pintar el retrato del rey y éste lo expulsó de la ciudad imperial. Otro día se negó a repasar los dioses y el templo, y los monjes lo echaron de la ciudad sagrada. Salió al campo y vio niños, mujeres, ancianos con hambre y con frío… y pintó para ellos, con absoluta entrega, con toda el alma, un cerezo, tan bello, tan etéreo, tan fecundo, que se hizo verdadero y dio flores y frutos que nutrieron a su pueblo muchos muchos años.
Delicioso. Sabio. Nutricio. Un pequeño libro con un diseño de envidiable hermosura.




De la sabiduría

“Rompecabezas” 
Cecilia Pisos
 Ed. e.d.b. Col “Los flecos del sol”

Hace ya mucho tiempo vivió un gran inventor de rompecabezas. El mejor. Si armaba el rompecabezas de una montaña, era posible dejarla en pie.
Su fama llegó a oídos de un rey coleccionista. Cuando el inventor compareció ante él, el monarca le pidió el rompecabezas más grande, el más difícil. El hombre consintió y pidió un año, en el que se limitó a veces a mirar desde las ventanas altas de las torres del castillo, a veces a recorrer por días y días aquel enorme reino, a veces a pernoctar en las pobres aldeas. Cumplido el plazo el inventor dijo “¡Listo!”. “¿A ver?” –pidió el rey-. “Pide dos caballos”. Y su Majestad recorrió el reino, y al llegar al punto más alto descubrió sorprendido un gran rompecabezas. Pero vio que le faltaban piezas. Piezas sensibles: niños en la escuela, un puente para comunicar las villas, árboles en el bosque…
En esta historia hay tres sabios: el inventor, el viejo rey…¡y Cecilia Pisos!. Y una sola “gran” inventora: Cecilia (que pide un poco de ayuda a Paula Spritz, que le dibuja los rompecabezas) Este puzzle te necesita para que lo armes…¡leyendo!. Podrás solito a partir de los 9 años



 Amores...

“Cuatro sentidos” 
María Inés Balbín – Claudia  Aragonés  
Signo Editorial. Club de Lectores


Una historia diferente. No sólo por la gráfica, juguetona, llena de vientitos, arena y caracolas enruladas. No sólo porque la narra Duque, un perro. Este libro álbum lleno de colores y alegría es para tratar un tema delicado: la ceguera.
Duque es el perro lazarillo de Felipe, y en esta oportunidad cuenta una tarde diferente de Felipe, sus amigos –Nico y Lola- y las abuelas de los tres, que mientras los cuidan, tejen y secretean.
Una tarde que empieza con sol, columpios elevándose alto alto, mariposas y murmullos, y termina con truenos, susto, oscuridad y lluvia.
Para guiar el regreso, Felipe que palpa, huele, escucha y junto a Duque devuelve a los chicos a la tibieza y la seguridad de las abuelas y los hogares.
Tierno, sensible, necesario. A partir de los ocho, si lo lees solito dibujando con los dedos los trazos firuletes de las letras y las palabras enruladas.



De impaciencias comprensibles...

“¿Cuándo viene papá?” 
 Gabriela Keselman – Gusti    
Ed. Edebe. Col. Tren Azul (Primeros lectores

Osvaldo sabe que llegó la primavera porque papá Oso prepara su mochila, su mapa para no perderse, su red espanta mariposas cariñosas…¡es época de recoger freses silvestres!Es como otras primaveras, sólo que esta vez, detrás de papá que se despide, van el triciclo, los patines, la pelota… todos los juguetes y hasta el tazón de la leche y la cuchara pringosa de miel. Todo. Todo lo que Osvaldo ama se mete en la mochila de papá. Así que el osito lo extraña más que nunca: no están papá ni sus cosas queridas.
Mamá lo tranquiliza:
-volverá cunado los lobos aúllen veinte veces…Osvaldo cuenta, pero se duerme al quinto aullido
- será cuando la luna se ponga redonda redonda…pero la luna es un hilito, y no crece nunca
- cuando la primera ciruela madura te caiga sobre la nariz… pero no cae una sola, ni verde ni madura
Cuando al fin se escuchan los esperados pasos de papá Oso, empiezan a ocurrir cosas maravillosas de las que te vas a enterar si abrís este libro chiquito, presentado en manuscrita redonda y prolija, con dibujos muy muy graciosos y sugestivos. Si tenés siete, podés animarte solito



Y acá...¿quién dibuja?

“Roberta dibuja” 
 Valeria Cis.
Ed. SM. “El barco de vapor” Col “Los Piratas” (para empezar a leer)

Esta es la historia de una dulcísima abuela de colores cuando todavía era una nena pepona,  y de su gata Roberta, que no perseguía pajaritos, no jugaba con ovillos…pero los dibujaba. Roberta comenzó con crayones en las hojas que le daba generosamente la abuela nena. Pero no fue suficiente. Roberta empezó a dibujar en las paredes, en los muros, en los pasillos, en los techos. Llenó el barrio de colores, y a nadie le molestó.
Un relato calentito, con ronroneos, gratitud y muchísimas pinceladas alegres




Para domar los miedos...

“El domador de monstruos”
Ana María Machado
 Ed- SM El barco de vapor Serie Blanca

No es una historia reciente. Ana María Machado la escribió en l980. Pero las risas que provoca resuenan hasta hoy. Los dibujos de María Luisa Torcida ayudan bastante. Con risas, carcajadas y volteretas uno puede espantar los miedos. Sergio también.
Como a la noche le dan miedo las formas de las sombras de los árboles, amenaza: “mirá que llamo a un monstruo que tenga…” Y va convocando monstruos a cual más gracioso.
De paso nos enteramos de que sabe contar al menos hasta quince, para que la cosa termine con doce sonrisas, trece risas, catorce carcajadas y quince volteretas.
María Luisa colaboró con ana María dibujando toda esa cantidad de monstruos coloridos y esponjosos. Monstruos de quince variadas cualidades. Las dos te invitan a espantar tus miedos, a divertirte un rato…y a soñar con cosas re lindas.
Si tenés ocho lo podés leer solito. Antes con alguien que no tenga miedo…o no se tiente demasiado de risa






De enamorarse y esas cosas...


“El pescador de estrellas y otros cuentos”  
Fernando de Vedia ilustra Héctor Borlasca
Ed. Atlántida / Vuelta de Página

De un nene enamorado que quería pescar una estrella para una nena, de cómo termina pescándola a ella, que se enoja mucho pero le da la pista para conquistarla.
De otro nene que quiere cazar un pajarito y termina siendo el mejor amigo de mamá pájara.
Y de Gregorio, que enamoradísimo de una nena del edificio, construye un avioncito de papel para que le lleve un hermoso poema, porque todos los otros métodos fallaron… y de por qué este falla también por un inconveniente de preferencias deportivas ¡ugh!
Lo podés disfrutar desde los seis, porque está escrito con letras grandototas y mayúsculas, sobre todo si sos amigo de los pájaros, si te gustan los avioncitos de papel y más que nada si estás enamorado y necesitás que ella se entere





Para jugar con mamá...


“Juana: ¿dónde estás?" 
Florencia Esses Valeria Cis 
 Ed SM El Barco de Vapor Serie Blanca
Una mamá prepara la comida en la cocina. Una nena juega con papelitos, plasticota, tijeras en su pieza.
La mamá llama “¡Juana Juana!”, pero sólo encuentra a Caperucita y ambas huyen del lobo.
Cuando la mamá vuelve al cuarto encuentra a una doctora que le cura la panza y y …¡a una bruja que la convierte en rana! ¡Ay, por Dios! ¡La bruja Juana Banana Banana no puede deshechizar a la mamá rana!
Cuando por fin mamá es otra vez mamá, se enoja: “¡Basta!... que quiero a Juana!” …pero encuentra a una simpática astronauta que la invita a dar un paseo espacial. ¿Habrá cena en esta casa?.
Con gracia y magia. Para los que leen solitos, desde los siete. A no perderse los disfraces de Juana, y la cara de asombro de mamá, sobre todo cuando queda hecha toda una rana.




Para jugar con la abu...

“Las manos en la masa”
María Rosa Mó
 Ed. e.d.b. Col “Flecos de sol”

Si te digo que es la historia de una abuela con olor a campo y ojos de mar que hace tortas fritas con su nieta en una tarde de lluvia (porque es una abuela que amasa mientras desteje un aguacero, trae la lluvia en los zapatos y tiene remolinos y relámpagos en el rodete), casi no te cuento más que la “excusa”.
Tenés que sentir la textura de la masa, revivir con ellas recuerdos y sentimientos, hacer tortas fritas con misterio y de muchas formas añoradas (el bastón del abuelo, el caballito y su carro, los animalitos del campo, ¡el abuelo!) , poner la grasa a derretirse y chisporrotear sobre las brasas, dorar las tortas, alinearlas con dulce arrope después de cernir sobre ellas un poquito de sabor a mar… digo, una pizca de sal. Hacerlo mientras afuera sopla el viento que cuaja la leche y prepara la crema.
Tiernísima, calentita, sabrosa. Más si te la leen mamá … o la abuela






“El lápiz mágico de Bruno” 
 Margarita Mainé – Adrián Borlasca
 Ed e.d.b. Col “Flecos del sol”

Bruno fue siempre un gran dibujante. Todos le halagaban sus condiciones. Pero cuando empezó el primer grado y quiso dibujar las letras que la maestra copió en la pizarra…¡uy! le salieron unos mamarrachos zaparrastrosos y el lápiz empezó a crecer crecer y se lo llevó montado a la plaza, y por las calles dibujó árboles, sendas peatonales, mariposas… y siguió creciendo hasta que Bruno se enojó.
Y vos, que sos chiquito o alguna vez lo fuiste y tuviste que ser domador de lápices para que las letras te salieran redondas, parejitas, merecés leer o que te lean la historia completa (tiene final feliz, si eso te preocupa)



“Los viejitos de la casa” 
Iris Rivera
 Ed. e.d.b. Col “Flecos del sol”

De un viejito que sale de la casita cuando la tormenta arrecia y la lluvia le moja la rabia y los relámpagos chasquean , y de una viejita que no: que cuando llueve pone pan dulce en el horno y escribe versos para el viejo y pretende leérselos con voz de lluvia. De un viejito que entra cuando el cielo se pone azul celeste, que es cuando la viejita sale a saludar al sol. De cuando a veces coinciden y se quedan justito en las puertas –cada cual tiene la suya y no la comparten- y se retan un rato porque a ella el pan se le quemó en el horno y él no escuchó los versos llovidos… hasta que el color del cielo le destiñe a ella el enojo y a él las gotitas recién llovidas le lavan la rabia y se quieren otra vez, balanceándose en las puertitas de la casa… la casita que cuenta si va a llover, si va a haber sol o si ni fu ni fa.
¡Qué ocurrente Iris! ¡Qué graciosos y tremendos los viejitos eternos de esta casa chiquitita! ¡Y qué sugestivas y elocuentes las ilustraciones de Tania de Cristóforis!





“Un cuento con alas” 
 Beatriz Ferro 
 Ed. e.d.b. Col “Flecos del sol”

Nadie parece sospechar que en esa ciudad tan grande va a ocurrir algo extraordinario. Un hecho pequeño, pero irreversible. Nadie, salvo las palomas que empiezan a dibujar vuelos redondos y pacientes en el cielo, y a posarse a esperar ESO. Nadie, salvo el gato que observa desde una ventana y comenta de los pequeños picos apuntando al este al loro dormilón.
Para cuando el gato comenta que algo extraordinario va a pasar, el tordo de una jaula de uno de los balcones empieza su empecinado trabajo de liberación . Para cuando lo logra y le viene el miedo, ahí están las palomas para darle ánimos y enseñarle el camino al canto y al montecito. Y está el gato, para maravillarse… “ha vuelto a nacer”. Y para sentirse amigo del tordo y desearle toda la suerte del mundo.
Un canto a la libertad para que empiecen a aprender esta bella idea los más chicos, los más sensibles, los más generosos… los niños





“Girasol al sol” 
Estela Smania – Luciana Fernández 
 Ed. e.d.b. Col “Flecos de sol”

Una vez nació un girasol en pleno aguacero. Se sorprendió. Mamá y papá le habían dicho “siempre mirando al sol”. La abuela repitió “al sol”. Y sol no había cuando llegó. Apenas dejó de llover hubo una linda vaquita de San Antonio que le hizo cosquillas, y por ahí y por allá libélulas, vacas grandotas y mariposas. Girasol se entretuvo . Cuando el sol apareció y tuvieron su primer encuentro distraído, pensó que girasol era un perfecto maleducado que no le ponía debida atención y se puso rojo de furia. Pero después lo miró bien y…Bueno, si querés saber qué pensó y qué hizo y finalmente qué hicieron todos, animate a hojear este libro con dibujos todos de plastilina de muchos colores, pero más que nada de amarillo, de dorado y de verde brotecito




“Los dientes de yacaré”
Margarita Mainé – Sandra Lavandeira 
 Ed e.d.b. Col “Flecos de sol

A yacaré se le caen los dientes cada dos por tres y todos le vuelven a crecer. Tiene muchísimos –en la boca y en su bolsa- . Cuando se entera de la historia del Ratón Pérez decide que con esa plata se muda al Caribe, que nunca se seca. Y se pone a buscar al Ratón. Lo ayudan los animales, a quienes ofrece como recompensa un “viaje en yacaré”
Pérez está aterrado: ¿querrá comérselo ese grandote con esa bocaza?. Apenas lo piensa es raptado por dos conejos, que lo ponen frente a una gran dentadura que pregunta “¿cuánto me das por cada diente”” “u u u una moneda” “bueno, contá”. Y Perez se va con una gran bolsa de enormes dientes. Los conejos pasean en yacaré. Y Yacaré ¿se mudará?. Yo no sé. Leelo, mirá las ilustraciones de Sandra y sabrás



“La sonrisa de la ballena” 
Ricardo Mariño 
 Ed. e.d.b. Col. “Flecos de sol”

Sólo estas nenas alegres y distraídas son capaces de cambiar el humor de Makarena, una ballena cascarrabias y disconforme de la Península de Valdés.
Cuando Makarena –malhumorada como siempre- descubre que en su viaje a la Antártida lleva sobre su lomo a Cecilia y a Socorro (ellas tampoco descubren nunca que el “tronco” era la misma chinche hecha ballena) debe tomar decisiones rápidas. Tan rápidas que se pasa de largo y de un solo envión lleva a las nenas al Caribe, donde a una le toca luchar con tres tiburones furibundos y a otras hacer un paseíto sorprendido y comerse unas riquísimas “bananas mágicas de la eterna sonrisa”.
Makarena no come de esas bananas, pero el tranquilo regreso a las playas de la península de Valdés es con gran sonrisa.
Una historia tan exagerada como cualquiera de las de Mariño, que bien vale una gran sonrisa…de ballena.







“Miedo” 
Graciela Beatriz Cabal – Nora Hilb 
 Ed. Primera Sudamericana Col “Los caminadores” pequeños lectores

Había una vez un nene que tenía miedo. Miedo a la oscuridad, a los ruidos fuertes, a las personas grandes que abrazan demasiado, a las bajitas que sacan los juguetes. Miedo.
El doctor sugirió jarabe amargo. El papá optó por los retos. El tío por las burlas. La mamá no. La mamá lo llevó a la plaza donde el nene, aunque tenía miedo, se acercó a un chico que golpeaba a un perro. El chico se fue. El perro se quedó. Y el nene se lo llevó a su casa, con permiso. La mamá bañó a ese cucho flaco y tristón que tenía hambre. Mucha hambre. Tanta, que además de la leche y la polenta se comió los monstruos, las pesadillas y todos los miedos del nene.
El nene no tiene miedo. Tiene perro.




“Choco encuentra una mamá” Keiko Kasza Grupo Editorial Norma Col Buenas Noches

Choco es un pajarito amarillo. Está muy solo. Así que decide buscar una mamá.
Es amarillo, pero Jirafa lo rechaza. Tiene alas, pero Pingüina le dice no. Tiene grandes cachetes como doña Morsa…
Cuando ve a mamá Osa, tan diferente a él en todo, sabe que con ella tampoco… y sin embargo…
Tenés que leerlo y sobre todo asociar la lectura con las tiernísimas ilustraciones que son también de la autora (los de Keiko son siempre libros de factura completa). Leerlo porque sí y más que nada si vos o alguno de tus amigos tiene “papás de corazón”, que es como llamamos a los padres adoptivos




Una tienda llena de magia...

“La tienda de mister Daffodil”  
Asun Balzola   
Ed. SM Barco de Vapor Serie Blanca
Tina  conoce todos los puestos de venta de su barrio, alegres, pintorescos y coloridos. Por eso se sorprende tanto cuando descubre esa tienda casi escondida tras una puerta encendida de azul con un gran narciso amarillo impreso al frente. Es la tienda de Mister Daffodil, quien entrega riquísimas moneditas de queso de luna y sabrosas estrellitas de cielo.  Este pastelero amable y diligente le confía a Tina que recibe horribles pesadillas que le trae la gente, y las envía…¡a la luna! , que las recicla convirtiéndolas en delicados bocaditos de queso .
De la amistad y las labores que comparten la niña y mister Daffodil y de otras cuestiones podés enterarte solito solito si tenés siete añitos. 




De cuando uno no sabe quién quiere ser

“Cuero negro, vaca blanca”  
Pablo Bernasconi 
 Ed La brujita de papel

Un libro álbum de esos “de diseño”, como todo lo de Pablo…
Resulta que un día la vaca de esta historia se dio cuenta de que estaba toda llena de manchas. Negras las manchas. Se las sacó y estuvo contenta un rato hasta que apareció la oveja, que le dijo que había quedado igualita a ella. y que cómo sabía que las manchas eran negras… y no blancas. ¡Puf!. Cierto. A pintarse toda de negro…¡para quedar idéntica, idéntica a su vecino chancho! ¡Ay ay ay!
¿Qué te parece que hizo esta vaca para volver a ser ella misma: bien negra, bien blanca, bien VACA?
Una historia contada con mayúsculas gorditas, que no dan tanto trabajo a los de siete, ni a las abuelas que tienen que leerlo cuando se hace muy noche. De 0 a 109 todos pueden disfrutarla (y pensar que la vaca era medio pavota también pueden , por qué no)





“Morris: ¡es mi cumpleaños!”  
Gabriela Keselman Ilustraciones de Maximiliano Luchini 
 Ed. SM El Barco de Vapor  Serie Blanca  Primeros lectores

Morris es un pequeño mapache que tiene papá, mamá,  hermanito –Rayujo, se llama- y mucha voluntad de ayudar a sus amigos. Todos lo consultan cuando tienen problemas.
Esta vez es Bondi, el oso, que no sabe cómo invitar a Osa Maru a su cumple, porque es vergonz-oso.
Todos los intentos de Morris y Bondi parecen fracasar, porque aunque el mapache averigua qué va a hacer ella ese domingo y trata de enviarle la hermosa tarjeta que en un tris y en un tras hace el oso, el pájaro-correo vuela tan alto, que Maru ni se entera qué dice la invitación.
Hay oso desconsolado y un último recurso desesperado: una larga cadena de invitados que se ofrece a pasar el mensaje “¿Querés venir a mi fiesta?”…que llega a destino –así son las cadenas de rumores- como “¿Querés algo que apesta?”. Claro: Maru se pone osa furiosa y Bondi oso lloroso.
Morris, vencido, se quita su antifaz de trabajo sólo para ver en la puerta una osa de ojos enojados y sonrisa triste que reprocha… “¿por qué no me invitaste a tu cumpleaños?”
De qué se hace en la fiesta, de qué le dicen los papás a Morris cuando por fin regresa a casa, no te cuento. Porque si tenés siete u ocho lo lees solito, o mejor, con tus hermanitos. No se vayan a pelear por mirar los dibujos, que son excelentes. Un ratito cada uno, que es como debe ser.


“Mateo conoce”  
Alberto Pez – Roberto Cubillas  
Ed La brujita de papel

Este es un libro älbum. Precioso. Tapa dura, hojas satinaditas. Diseños bellísimos, ocurrentes, graciosos. En letras mayúscula para valientes que quieren enterarse qué hace Mateo, este sapo al que le gusta conocer mundo salto a saltito, pero que vuelve a su laguna porque ahí están sus amigos, las cosas que quiere y conoce de veras…¡y las más exquisitas moscas para la cena!.
Se pueden deleitar con Mateo los bebés, los lectorcitos, las mamás, las abuelas, las maes…



De madres e hijitos

“¿Cómo es tu mamá?” 
Rosanela Alvarez Ilustraciones de Yasushi Muraki. 
Fondo de Cultura Económica Col Ojitos pajaritos
Pequeño y delicioso libro álbum para leer y jugar, y para enterarse en forma muy amena, hojeando y desplegando, cómo se comportan, qué hacen, qué enseñan las mamás cocodrilo, flamenco, koala, mono… Poco texto, letras grandotas, para que los que recién aprenden letras y lectura se atrevan solos. No hace falta medir un metro para jugar con este libro bien bien cuadradito, de hojas que se despliegan para mostrar madres y crías enternecedoras.

Burladores burlados....

“Elmer y el viento” 
Mc Kee David
Grupo Editorial Norma
Hay demasiado viento. Elmer, Wilbur y los elefantes grises se refugian en una cueva. Pájaro opina que no es día para volar. Elmer y Wilbur, que no hay viento que pueda con elefantes. Y salen… pero sólo hasta la cueva próxima, desde donde Wilbur, el que se parece a un tablero de damas y es un gran imitador de voces, crea la gran escena de la emergencia. Aún conociendo al bromista, los grandes amigos organizan un rescate, armando una gran cadena de mastodontes…Cuando todos regresan al refugio, Elmer ríe, porque no hay viento que pueda con un elefante, y sale a ponerse a prueba. ¡Ja! Acá recién empieza la aventura. Si querés ver volar a un elefante, este libro lleno de preciosas imágenes, es tu oportunidad

¡¡¡Volvió Tía Sidonia!!!

“Así, así asá” 
Devetach Laura, Alejandro Rocío  |  SM Barco de Vapor Blanco
__________________________________________________
Junto con el verano que llega anunciado por las chicharras , llegan las sandalias nuevas de tía Sidonia. Le dejan todos los dedos afuera. Se las pone y con la vista fija en el suelo, sale a dar una vuelta. ¿Qué buscará Sidonia, haciendo así--así-asá?, pensó el panadero, y la siguió, amasando el pan .¿Qué buscan esos?, curioseó el verdulero, y fue detrás, con caballo y carrito. ¡Uh! ¿qué hacen? Quiso saber el carpintero, llevando consigo la escalera. Llegaron a la plaza. Estaba la banda, que también se puso a buscar, ejecutando los instrumentos. Los vio Petronila, a medio batir de sus huevos…Buscaron ,buscaron. Las mamás con los cochecitos. Las abuelas y los abuelitos. Cuando ya todo el pueblo marchaba detrás de la tía, ella dijo el consabido TURURÚ que la acompaña desde el principio de los tiempos.
¡Ah! Si querés saber qué buscaba, sumate a la fila. Es divertido divertido. Le valió a tía Sidonia –digo, a Laura-, un lindo premio iberoamericano SM de Literatura Infantil.


_____________________________________________________


Otra del Belisario de María Cristina 

“Belisario y los fantasmas” 
Ramos  María Cristina
Alfaguara Infantil
Ya conocimos del pequeño gusanito, enamorado de Belinda, amigo de Hernando, la vaquita de san Antonio. De sus aventuras en busca de agüita fresca (“Belisario y los espejos de agua”). De su afanoso periplo para recuperar el violín de las serenatas para su vecina.
Acá, Belisario se asusta de veras de los SIIII los NOOOOO que escucha en la laguna. Hernando aclara que los fantasmas no existen. No de día…¡ay! Ahí mismo se oye la voz de agua, y sale de la nada. Huyen. Están aterrados, pero se impone ayudar a Belinda, que marcha con la canasta cargada de piedras…¡a la laguna!. Solo el amor mueve las patitas asustadas del gusanito. Justo cuando cae de espaldas de puro susto, se aclara el misterio de los fantasmas. Y Belisario y Belinda vuelven a descansar sobre una alfombra tranquila, a beberse una gota de transparencia, juntos, de la misma flor.
Puro encanto. Pura belleza fresca de charquito. Llena de sonoridades de agua y monte verde.




 Versos satinados, de nube y papel  

“Pétalo de nube” 
María Cristina Ramos Lancman Ink –
Cantaro Infantil Rincón de lectura Serie “Poesía con firma”
Así. Suavecitos. Versos y versicuentos. A un botón perdido. A mamá Cebolla que tiene una hijita de verdes estelas (habrá que abrigarla con hilo de lluvia y rumor de tierra). A la divertida chacarera de los ciempiés (que llevan en un costado pañuelitos de satén y en el otro sonecitos de cascabel). A un gato ¡que vuela!. A un conejo extraviado (vuelve a casa recorriendo mundos de pradera tras las orejas de liebre abuela). A la hormiga reina enamorada de rey volador… Hasta hay poemitas de preguntas hondas. Así : “¿en qué cordel de cielo/ se ata la brisa/ por sujetarle al viento/ su loca prisa?”.
Cuadradito el libro. Y lleno de preciosos dibujos, además de las palabras todas luminosas y convidantes. Y en cada página, una sorpresa, una caricia, un temblor delicado y blandito como María Cristina y sus grandes ojos de lago sureño.



 Versos en alas de seda y deseos...

“Una maripisa risa que riza”
Ramos MaríaCristina  Legnazzi  Claudia
Ed. Océano Travesía
Sutil. Juguetón. Un libro Album en cartoné para que en sus páginas cuadradas viva esta mariposa lírica y paseandera que por eso de los juegos y las cabriolas (con las alas, sí, y con las maripestañas, y con las palabras que hacen malabares, se transforman en otras, que rizan la risa) deja que el viento le sople los colores y debe recuperarlos con danza de maribailarina sobre retamas, claveles, espinas…
Cuando los recobre a todos y hasta tenga color de cielo, será preciosa mariseda que descansará en hamaca de sombra mientras marisueña… Ah! Todo en versos, cortitos, saltarines, marirrimados, coloreados de brisa y de risa
 Versos que sanan

“Sana que sana” 
Ramos  María Cristina  Ixchel
Estrada   Ed. Océano   Travesía
Para travesurear con este sapo de remiendos, que quiere volar con las mariposas y -¡pobre!- se golpea con piedras filosas, y se llena de nanas y lagrimones.
Mamá consuela con versitos sana sana y con calmante jugo de manzana. En el totoral, hasta la arena hará para este sapito tibio nido de cristal. Hasta la noche traerá luces de rocío, para que el cabezudo pueda hasta soñar.
Tiernísimos los versos y el intrépido collage de las ilustraciones. Un despliegue de creatividad y color en un libro de cartón bien bien cuadradito. Ideal para que a los más chiquitos empiecen a sonarle como campanitas brillantes las palabras sanadoras de nuestro idioma, y para que los grandes no olvidemos el lugar de la maravilla.


 De quereres dibujados con el corazón...

“Mateo y su gato rojo” 
Rocha Silvina Mansilla Prieto Lucía
 Del Naranjo
Todo en blanco, negro y rojo. Trazos de lápiz y tintas, Mucho sugerente dibujo. Poco texto. Linda historia. A Mateo le regalan un cuaderno de tapas duras y páginas sin líneas, para dibujar. Dibuja un gato rojo y se acuesta contento. Pero cuando al otro día abre su cuaderno ve que su gato no es feliz. Le dibuja un almohadón mullido para que no tenga frío, un ovillo para que juegue, su plato de leche… Por unos días bien. Pero pronto regresa la tristeza. Por eso dibuja también un ratón y en medio de la noche despierta sobresaltado: tiene que darle al ratón un cartel: “Por favor, no me comas”.
A veces abre el cuaderno y el ratón está sobre el lomo del gato, o el gato lame al ratón y todo está perfecto. Pero de a poco ambos pierden la sonrisa. ¿Qué hará Mateo para que su amigos dibujados recuperen la alegría?.
Desde los seis. Y mientras, conservar la buena costumbre de confiar en la Fantástica

  Versos para conjurar los miedos

“¡Abajo los miedos!” 
Drennen  Olga Sanfilippo Anna
 QUIPU Col. Estrafalario
Ya se sabe. Desde “Wunderding y otros escalofríos”, Olga es especialista en miedos.Ahora ha decidido conjurarlos a puro verso.
Un lenguaje juguetón para hablar de viejos monstruos -Frankenstein, el Vampiro, la Mano Negra-, brujas de nariz de gancho, y de esos miedos un poco tontos que tienen que ver con la noche, con cuando se apaga la luz.
¿Y las ilustraciones? ¡Una delicia, un acierto, una terneza!





 Darse el gusto...¡y volver a los amigos!

“Chocolata”
  Núñez  Marisa– Bansch Helga
OQO Editora
Chocolata tomaba su baño diario cuando el mono Teófilo transmitió la noticia : ESTUPENDA CASA DE BAÑOS EN LA CIUDAD. Oh! Una hipopótama que disfrutaba del baño más que de nada en el mundo no podía dejar de probar semejante oportunidad. Ahí fue. Tuvo que adaptarse a las costumbres citadinas; comprarse ropa -eligió un equipo deportivo con cremallera- , calzado –nada le iba demasiado bien, pero optó por unas zapatillas con lucecitas-. Para el baño, una bikini, un poco ajustada por cierto. Por fin, a las cinco de la tarde pudo sumergirse en la tina un poco estrecha y gozar de excelente y educada compañía.
Hubo noche en hotel tres estrellas con cama blanda, camisón demasiado corto y sueños de selva y sabana. Antes de volver, regalo para Teófilo, ya que gracias a él hubo paseo.Al otro día Chocolata volvió con su traje de cremallera, sus deportivas luciendo lucecitas…¡y la gran alegría de poder sumergirse en su barro, con los amigos de siempre!. Las zapatillas quedaron ahí, en el árbol de Teófilo, como lindos farolitos intermitentes.




 De la tradición...¡en verso!

“La pulga y el piojo” ilustrado por Víctor Pérez Ediciones Ekaré Col. clave de sol
Un versicuento-canción, evidentemente de la tradición oral. Con rima y gracia. El piojo y la pulga se quieren casar. ¿Quién pondrá el pan, el vino, el canto, las luces?. Y cuando todo esto esté logrado ¿quién será el padrino? ¿y la madrina?. Corren mucho mucho ron y vino ¡ay!, pobre del padrino.
Para que la mae de música pueda ejecutarla y cantarla con los chicos a viva voz ¡hay partitura!



De rabietas y reflexiones
“Tomás y la goma mágica” Ricardo Alcántara – Gusti Edelvives- Aladelta Rojo
Tomás es un muñeco. De madera, diferente y libre. Comparte albedríos con una pelota gastada que salta demasiado, un tren que solo da vueltas en redondo, en su pista pequeña, una muñeca de trapo que solo dice mamá por cualquier cosa. Lo distinto de Tomás son también sus rabietas. Se enoja con los saltos de la pelota, con la marcha redonda del tren, con la única palabra de la muñeca. Muchísimo se enfada y se le hace gran arruga entre ceja y ceja. Mientras piensa una solución que lo libere de tanta furia, encuentra la goma . Sabe que es mágica y que con ella podrá borrar todo lo que le molesta. ¡Ah, no!. Todo no. La podrá emplear solo una vez. Una. ¿Qué te parece que va a borrar, si los motivos son tres… o cuatro? Capaz lo vas intuyendo. Pero atrévete, porque las témperas que pintan a Tomás, sus muy queridos amigos – porque Tomás se enoja mucho pero solo un ratito cada vez y después los sigue amando- y su mundo pequeñito, son luminosas. Desde los siete, solito, o casi.


 Del origen de las cosas (o las casas)

“Un lugar cómodo cómodo” 
Didi Grau Elba Rodríguez Edelvives PEQUEletras
Pobres los tatúes. Sin casita. Sin lugar para guarecerse, para dormir, para tender la mesa. Ni cama de hojitas como la de yacaré, ni refugio bajo los troncos, que es territorio del puma, ni mucho menos hogar de ramas y hojas para hacer piruetas como los monos. Nada, Por eso a tatucito le dieron ganas de jugar a las escondidas y los papás dijeron que sí, pero que no fuera lejos. Y tatucito fue a buscar un lugar. Y vio a la lombriz, que se escondió bajo tierra. Y le dio hambre y cavó y cavó. ¡Uy! ¡qué linda cuevita fresca se hizo!. La lombriz se escapó , a él no le importó…Cuando los papás decidieron que era tiempo de buscarlo, empezó a terminar esta historia y a comenzar la de los tatúes que conocemos, que viven todos en cuevitas que se hacen bajo tierra . Parece que tatucito hizo un gran descubrimiento. Abrí este PEQUE en letras todas mayúsculas y descubrí vos también casas de yacarés, monos, pumas. Mirá qué simpática esta casi primera familia de tatúes, llenitos de escamas y caparazones de acordeón, y comprobá qué cómoda esta primera cuevita de tierra. ¡Grande, tatucito!
Apenas te des cuenta cómo suenan las letras, lo podés leer solito solito.
 Con canto, silencios y amor de abuelas

“Los días de Guille”
 María Cristina Ramos
Ríos de Tinta Col. Huellas Primeros lectores

Pura lírica en prosa estoica. Un homenaje a la inocencia de la infancia, a las primeras aventuras fuera de casa, a la amistad temprana. Las pequeñas complicidades de Guille con la abuela que acompaña y celebra su frondosa imaginación. Despertar de Guille, convertido en bravo tigrecito (¡hay que disimular con vaquero, remera, zapatillas y pelota). Papá, que llega con regalo: una caja de colores para pintar muchísimas cosas: todo el otoño en una hoja de álamo, una mesa llena de panes recién horneados por la abuela, para que el marrón sepa que puede ser sabroso y crujiente…un pájaro imposible con plumas de todos los colores, que pueda volar y bañarse en los charcos de las orillas de la hoja, y cantar en una ramita de silencio, que también habrá que dibujar, porque sin silencio no se escuchan los cantos…
Ahuecadita. Pequeñas escenas. Literatura brillante y sonora. Cuevita tibia para la fragilidad y la terneza. Recomendadísimo. Para leerlo con la abuela, una mamá y un papá con todo el tiempo del mundo, o una seño sensible y amorosa.


De lo que puede el amor
“El sapo Camilo” Ricardo Mariño – Marcelo Elizalde. Ed. Sigmar Col Barrilete
Graciosísimo. Recomendable para los que empiezan a leer, porque está escrito con mayúsculas bien grandotas, y las ilustraciones –geniales- también cuentan la historia de Camilo con eficacia (es que hablamos de Marcelo Elizalde, que dibuja con un humor, una chispa y una gracia envidiables).
Camilo tiene todo: charco, amigos, mosquitos, sol. Todo bien hasta que llega la noticia de la gran fiesta. ¡Ay! ¡No sabe bailar! ¡No puede sostener una charla amena!¡no sabe comer más que mosquitos!. La cigüeña le enseña pasos de baile y el lagarto algunos chistes para que se floree. Pero apenas pisa la fiesta…¡lo olvida todo!. Está a punto de volverse cuando encuentra a Tatiana, la rana. Nerviosa ella. Inexperta. El se ofrece como todo un anfitrión. Se equivocan los pasos y se pisan toda la noche. Nombran mal cada bocado de tantos manjares. Se divierten como locos…y se enamoran.
El promete visitarla todos los días, a pesar de la distancia. Recién empiezan los problemas para Camilo. Por suerte siempre hay un abuelo sabio. Este –claro- es un abuelo sapo. Si querés saber más, asómate a este charco, que hay mucho por remar en este relato.
De a dos...con mucha gracia

“La gata Galleta y Lara y el duende” Ricardo Mariño. Ed Sigmar Col Luna Grande
Te estoy hablando de una colección que es como un rico sándwich. En vez de dos “tapas” tiene dos cuentos, bien rellenos de humor, gracia y dosis justas de terneza, con ilustraciones que cuentan y ayudan a la letras y las palabras, todas grandotas y mayúsculas, para que puedas leerlos solito si recién empezás la maravillosa aventura de los libros.
En la primera historia, una gata busca dueño, porque se viene el invierno. Elige a una chica que anda con una gran maceta con planta colorada. La chica le dice “fuera gatito”. Al llegar a casa sube a la planta alta a dejar la maceta en el balcón. La gata observa al ratoncito y ve que la chica se paraliza de pavor. Entonces procede con valentía. La chica es agradecida y le tira un pedazo de queso. La gata se las arregla para que el queso le dé en medio de la cabeza. La chica baja a reanimarla…y se encariña. “Grisín”, la llama. Hasta que la gata queda embarazada y la chica le cambia el nombre: “Galleta”. Los bebés serán Grisín, Medialuna y Bizcocho. ¡Angá!

Lo que sigue es la extraña tarde de Lara, que estaba haciendo las tareas cuando entró un pajarito azul y depositó en la mesa ¡un duende!. El se paró sobre la goma de borrar y se quejó “¡Estoy harto de acunar bebés! ¿Dónde está el de esta casa?”. Lara estornudó de la sorpresa y el pajarito se voló. Lara se recompuso e informó “Acá no hay bebés”. Pobre duende. Sin remis y en la dirección equivocada. Lara fue muy solícita. Tres cuadras más allá escucharon los berridos. El duende fue a hacer su trabajo. La nena lo esperó tres horas. El vino agotado. Ella lo metió en la mochila y él se durmió.
Como seguía dormido a la hora de la cena, Lara lo llevaba en el bolsillo. La mamá exclamó “Hay un bichito enorme!!!. Exagerada. Era el pajarito azul que volvía por su pasajero. Lara apoyó al hombrecito dormido sobre su lomo, y el remis se fue. La nena no explicó nada. Sólo dijo que era una cuestión que nada que ver con adultos. Pero quiso saber “cuando de bebé yo lloraba ¿se puede saber quién me consolaba?”
 Secretos monstruosos 

“Agendas monstruosas” 
Luciano Saracino Poly Bernatene
Unaluna
La Asociación de Repulsivos, Gritones y Horrendos (ARGH), presidida por el noble Zacarías Z- Ombie está alarmadísima: los niños del mundo se toman a sus integrantes a risa. Los monstruos ya no asustan ni provocan pesadillas.
Para recuperar el prestigio perdido ha decidido motivar a sus socios con el Gran Premio a la Criatura Nocturna Más Espantosa. Para detectar a ese Campeón del Miedo deberá revisar atentamente las anotaciones de las agendas de los postulantes y ver sus tácticas de terror…¡Horror!. Vas a descubrir los secretos inconfesables, las manías, los terrores y las desopilantes “ayuda memoria” de las Agendas de La Llorona, el Conde Drácula, La Momia, Frankestein y otros lindos…
¡Para la risa! Con esa clase de criaturas espantosas… el premio deberá declararse DESIERTO.
¿A que no sabés a quiénes culpan los desacreditados? ¡¡¡¡A Luciano y a Poly, que hicieron todo por mejorar la performance de cada uno!!
Para divertirse a lo grande. Lindo para compartirlo con abuelos cancheros.

 Para aguzar la mirada...

“¿Dónde está el pingüino Pips?”
Svejtlan Junakovic
Unaluna
Para niños pequeños. Gurisitos. Libro Album. Del tipo “¿Dónde está Wally?”, pero con literatura. Se trata de encontrar al pingüinito y de ayudarlo a salir de la ciudad, después de acompañarlo en situaciones muy de urbe moderna. De devolverlo a su témpano. Si lo descubrís ahí, en su hábitat…¡entonces sos un verdadero pingüino!

Un lugar tibio para los abuelos

“¿Quién quiere adoptarme?”
 Fina Casalderrey – Margarita Menéndez
SM Barco de Vapor serie Blanca
Es común que uno quiera adoptar o dar en adopción una mascota. O que las familias que no pueden tener bebés adopten un niño. Pero el caso de Manuel es especial. Es abuelo. Vive con Sol, su gato. Tiene miles de libros y casi casi se los come. Fue maestro pero ya no. Tiene una hija que cura nenes en el África y está muy orgulloso de ella. Pero empieza a sentir que la luna se pone triste y que ya casi no brillan las estrellas. Por eso decide darse en adopción.
Pone un anuncio a la puerta de su casa. Cuesta…Cada día agrega un dato, un detalle. Hay oferentes, pero… mmm.
Cuando aparece la señora con voz de melocotón que lleva casi pegadas dos nenas y un nene de pelos rizados, que parecen uvas de un mismo racimo ya que se trata de trillizos… toma la gran decisión. Sol también se anota y con la maletita a cuestas siguen el rastro de señora y rulos.
Los reciben con gran fiesta. Papá toca el piano y el nene lo acompaña. Una de las trilli le muestra todos los secretos de su mochila naranja. La otra le cuenta un cuento.
A veces todos meriendan jugo de naranja, jamón… y un libro que casi casi se come. La luna jamás vuelve a estar triste y todas las mañanas un mirlo canta en la ventana de la nueva casa de Manuel. Sol a veces sale a buscar novia, como siempre.
Este libro es como una camita tibia. Para leer en familia. Capaz que mejor con los abuelos. Desde los seis y como digo siempre ¡hasta los ciento seis!



 Permiso para la magia...  

“Brujas y hadas”
Eva Montanari
Unaluna
Por si no se percataron: los de Unaluna son TODOS Libros-Album. O sea, belleza en estado puro. Acá Eva lo hace solita: imagina y perfila personajes con pinceles de ilusión, los contiene en un mundo de encanto, y… cuenta sus historias. Estas hadas y estas brujas conviven en un mismo mundo, pero hacen cosas diferentes. Pero está Clotilde, pobre, que no tiene estrella para ser hada y carga un sombrero demasiado puntiagudo para ser bruja. Le toca mirar, y a veces, ser árbitro de insólitas competencias. Hasta que llega su gran noche. La noche en que hace reír a los astros y los hace desprenderse de júbilo de su lugar en el cielo.
Todo cambia. Pero para saber en qué tendrás que asomarte a este universo delicado y particularmente glamoroso. Desde los 6 hasta los 106, sin escalas.
Por andar papando...¡pájaros!
“Mi perro Roberto”
 Rodrigo Folgueira (cuenta) Poly Bernatene (dibujipinta)
Unaluna
Bueno: acá se juntan dos grandes diseñadores que a veces juegan a ser escritores. Y lo hacen bien. Esta vez Rodrigo relata y Poly dibuja. El resultado es un gran libro genial donde lo que se cuenta, se cuenta dos veces: con palabras y con imágenes. La cosa es que mientras paseaban, Roberto, el perro de Matías, se tragó –él no quiso, claro- al canario Ignacio.
En realidad fue Ignacio el que se metió adrede en la panza del pobre Roberto. No quiere salir. Dice que Aurora, la gata, se lo quiere comer. Ella asegura ser vegetariana. Interviene el conejo Alejo, con saltos y amenazas, hasta que el búho Arturo informa que lo que el canario quiere evitar, es el baño que pronto va a dar mamá.
Cuando la canaria se mete en la panza de Roberto para sacar al pillo y poner las cosas en su lugar, él sabrá aquello de “tener pajaritos en la panza” ¡uau!.
Matías y Roberto seguirán paseando…eso sí, el perro cuidará de mantener la bocota cerrada. Y Adriana , la canaria, propinará a Ignacio el baño más largo de su vida.

 Para mamá...¡el mejor!

“Cachorrito es el mejor”  
Keselman Gabriela   Colombo Natalia
 EDELVIVES PequeLETRAS

Cachorrito entró al zoo con una sonrisa de oreja a oreja (grande, porque tiene las orejas separadas). Pero poco a poco se fue poniendo tristón. Sus uñas –comidas encima- , no podían compararse con las garras del león. Sus dientitos eran nada al lado de los del cocodrilo (uno se le había caído, y para más ¡lo había perdido!). ¡Qué trompa la del elefante, y él con esa naricita de morondanga, y resfriada!. ¡Oh… la elegancia del ciervo, y él tan torpe .¡Qué tersas las plumas del cisne, y él con sus rulitos …no se peinaba desde hacía dos días. En fin. El puma, valiente. La jirafa, altísima. Se sintió mal y ni siquiera las lágrimas le salían. Pero mamá puso sonrisa de oreja  a oreja, o sea una bien grandota,  para aclararle que a la hora del baño, Cachorrito era más feroz que un tiburón. Que a la de dormir, parecía un loro . Que cuando estaba contento era más divertido que un mono. Que sus abrazos  eran más grandes que los del oso. ¿Qué te parece que hace Cachorrito con esa lista interminable de sus muchas virtudes?. Una historia que parece la de cualquiera de nosotros, pero toda dibujada con animales muy graciosos, y contada con grandes mayúsculas, para que no te canses y de den ganas de seguir y seguir. Suavecita y llena de rulos  (justo como los pelos de Cachorrito).



Valentía, fuerzas...¡ganas!
“Pequeño dragón aprende a volar” 
Pérez Aguilar Graciela  Colombo Natalia
 Edelvives. PequeLETRAS
Ha llegado la hora de las lecciones de vuelo. Mamá enseña: hay que prestar atención al corazón…ahí está la valentía. Papá apunta: atender a las alas, que allí está la fuerza. Mamá aporta: a no olvidar la cola, donde está el equilibrio. Y suben a la montaña. A Dragoncito le dan ganas de hacer pis, de tomar agua. Hay mucho viento…tiene frío No ve bien con el sol de frente…¡tiene hambre!. Mamá sospecha que lo que tiene es miedo, y termina la primera clase de vuelo.
Que sí. Que tiene miedo y que se lo confiesa a su amiga mariposa. Ella como si nada lo invita a jugar a saltar sobre piedras.. de una en una. De acá a una que está lejos…¡Sorpresa! Dragoncito regresa a casa volando. Volando y convencido de que a los papás se les olvidó que además de valentía, fuerza y equilibrio… había que tener GANAS .
Una delicia llena de colas, alas y llamaradas de dragón. Para peques que quieren aprender de todo. En mayúsculas desde el primer intento hasta el más audaz de los vuelos. Y con esos dibujos que ni te cuento.


Del mar y sus secretos de  agua

“De agua no es”
María Cristina Ramos Carolina Farías
Edelvives. PequeLETRAS
¿Se acuerdan de Roberto, el cangrejito que guardaba en secreto algo así como una lunita transparente?. Bueno, sus amigos Elisa, Bruna y Sebastián lo esperan en una vereda de arena para jugar al “¿Qué es?”. Lo que es se dibuja con esa lunita. Hasta que aparece el tero con revuelo de alas y se lleva el tesoro de dibujar adivinanzas. Menos mal que el mar regala una cáscara de nuez, la casa vacía de un caracol, una alfombra de pétalos… Seguro querrás saber a qué jugaron. Y si Roberto recuperará su secretito traslúcido. Leelo. Tiene grandes mayúsculas aunque sea un pequeLETRAS. Y unos dibujitos de cangrejitos, caracolas, olitas con espuma, teros arrebatadores, cielos marinos, que son un encanto. Una joyita este libro.

 Otro paseo del piojo, con permiso de Gustavo

“Piojo caminador”
 Roldán Gustavo Deglioumini Claudia
Edelvives PequeLETRAS
Piojo decide que si camina mucho va a llegar a alguna parte. Sapo le dice que todos se van a quedar muy solos. “Todos”, son todos los bichos del monte. Un montón. Pero se va igual, cuando nadie lo ve, o cuando cree que nadie lo ve. Ese día no hay canto en el monte, sólo el del piojo, que anima su marcha con un chamamé. Hasta que llega justito frente al hocico del jaguar, que lo esperaba -a él o a cualquiera- para matarlo.Te invito yo, con permiso de Gustavo El jaguar se dice fuerte y malo, y salvaje. Pero piojo, antes de morir, le a va contar no un cuento, sino dos. ¿Querés saber cuáles? ¿Querés saber si a jaguar le gustan los relatos? ¿Sobrevivirá piojo?. ¡Ah!. Ya sabés lo que tenés que hacer. El viaje es divertido. El libro está lleno de bichos del monte chaqueño y hay un jaguar que resulta una inusitada ternura con garras y hocico fiero. En mayúsculas grandooootas.

Versitos de agua para encantar sapitos

"Encantado, dijo el sapo”
Ramos María Cristina  Piñón Virginia
ComunicArte Col. Bicho Bolita
¡Ay, pupuchi, qué gozo este versicuento rimado y tejido con agua de charco con la gracia y la ternura que sólo María Cristina es capaz de obsequiarAl charquito llega un sapo que se piensa príncipe hechizado. Cree que beso de rana que nada que ver con castillos y realeza le va a devolver su condición regia. Ranita –que es de charco, con papá que navegó en hojas de hiedra, pero bien sapo él- besa una flor de agua para que ese beso… para que ese beso…oh… ella espera sentadita sobre un hongo y sobre esta linda torre de versos. El final viene enseguida. Pero yo no te lo cuento. Preciosos los sapitos, la laguna, las totoras, las florecitas frescas que para vos dibujó Virginia Piñón. Para que lo reconozcas: libro cuadrado, grande, fondo negro con sapos y título en verde fluo. No pasará desapercibido. ¡¡¡¡Hay tanto para aprender del amor!!!. Para nenes desde los seis, con ayudita de abuelos enamorados.


De cuando los amigos se abrigan y apoyan

“Tomás y las tijeras mágicas”
 Alcántara  Ricardo– Gusti
Edelvives Aladelta rojo
Tomás es un muñeco de madera. Tiene una nariz enorme pero no miente. Es amigo de una muñeca que solo dice mamá, de una pelota saltarina y de un tren. No tienen miedo, porque están juntos y duermen amuchaditos. El primero en despertar alerta a los demás a su manera: la pelota salta salta; la muñeca dice mamá insistentemente; -Tomas dice “Amigos, vamos a jugar. Y el tren…uy: un día despertó muy temprano y quedó conmovido con la luz del horizonte. Se desprendió de su pista redonda y se fue. La muñeca no quiso dejarlo solo ¡Qué desolados quedaron Tomás y la pelota! El, triste y malhumorado. Ella, quietecita y preocupada…y ocupada también. Porque se le ocurrió acercar los crayones con los que Tomás dibujó en un extremo a los viajeros, y en el otro a sí mismo y su amiguita redonda. Entonces aparecieron las tijeras mágicas y él supo qué hacer. Y además supo que las soluciones no vienen solas y los amigos tampoco. Pero que si no vienen, están ahí, en el corazón de uno
Yo no sé si las tijeras eran mágicas. No sé si el tren regresó. Sí sé que cortaron en pedacitos la tristeza de Tomás. ¡Qué bonita historia de amistad y qué fantásticas las témperas y los óleos que nos presentan a Tomás y amiguitos, ahí, al borde del río, con un horizonte luminoso detrás. Con ayudita, desde los siete

Un puente hacia el prodigio...

“El maravilloso puente de mi hermano” 
Ana María Machado
Edelvives Aladelta Rojo
Bruno quiere mucho a su Germano -her-ma-no , her-ma-no, corrige mamá-. Es apenas más grande que él. Lo justo como para alcanzar el pote de las galletas, enseñarle a atarse los cordones, silbar, andar en patineta, hacer burbujas…
Pero lo más es el maravilloso puente de Enrique. Es sencillamente tan admirable que cuando llega el cumpleaños del amigo Felipe, su mamá viene a averiguar dónde lo compraron, porque Felipe sólo quiere un igual, y no saben dónde conseguirlo.
¡La extrañeza de mamá!. Distraída como toda mamá solo vio siempre una tabla lijada. No sabe que un Germano fantástico convierte la tabla en…¡¡¡leeelo!!!. Atravesá este puente tendido y cruzalo camino al prodigio. Desde los ocho, solito. Pero si te lo leen, desde los seis, seguro.


 Aprender con imaginación
“Pequeño dragón aprende a echar fuego” 
Graciela Pérez Aguilar- Natalia Colombo
Edelvives. Pequeletra
Pequeño dragón está preocupado. No puede echar fuego por la nariz, como todos. Mamá dragona lo tranquiliza: todo tiene su tiempo. Algunos necesitan estar muy enojados, otros muy asustados cuando lanzan su primera llamarada.
Pero dragoncito no tiene tanta paciencia. Así que mientras espera juega al coletazo, al aletazo… hasta que se le ocurre lo de la guerra de dragones. ¡Ja!. Capitanea un ejército de dragones verdes –como él, contra los tremebundos dragones rojos. ¡Uuhhh!.¡Poderosos los dragones rojos!…¡Activar cola, alas, cabeza para luchar contra ellos, que son un montón!. Y así, peleando peleando por defender su cueva, fue que sucedió: una enorme llamarada capaz de espantar un ejército, por muy rojo que fuera…¡y la lanzó él, con su naricita!. ¡Ya! –opinó mamá- Unos necesitan estar asustados, otros muy enojados. Y muy muy pocos –mi dragoncito sí- usan la imaginación.
¡Delicioso!. Vieras qué tiernos mamá y dragoncito verde, y la montaña y el ejército imaginado. A todo color y a toda magia. Letras grandotas, para los que en la lectura hacen sus primeros pininos.
 

De alas y gratitudes: otro de Elmer

“Elmer y la mariposa”
 David Mc Kee Grupo
Editorial Norma
Ya te contamos de Elmer, el elefante a cuadros de colores, famoso por sus bromas, y de su primo Wilbur, también a cuadros, pero blancos y negros, experto en imitar las voces de todos los animales. Acá Elmer, nada más salir de paseo, tiene que rescatar a Mariposa de una trampa. Mariposa, agradecida y aliviada se compromete a devolver gentilezas, cosa que a Elmer causa infinita gracia…¡Una mariposa salvando a un elefante: ESA SI QUE ES UNA BUENA BROMA!. Uh. Ni sospecha cuán pronto dejará de reír y cuánta gratitud deberá devolver a la pequeña amiga. Claro que sí: intervienen Wilbur y los grandes elefantes grises. Impagable. Colorido. Sabio.
 De solidaridad y esperanza

Elmer y los hipopótamos”
David Mc Kee Grupo Editorial Norma
Los elefantes están indignados. Todos los hipopótamos han ocupado su río. Envían a Elmer para que los expulse. Pero Elmer, conciliador como nadie, escucha las razones de los hipos y les da permiso para quedarse. Es que el río de los hipopótamos se ha secado de improviso. El elefante a cuadros decide investigar, y recorriendo las orillas del cauce seco descubre que una gran muralla de piedras es lo que impide la circulación del agua
– Que vayan y muevan las rocas – opinaron algunos.
El conciliador de la historia aseveró – no tienen trompas. Les llevará años.
Toda una invitación para hacerlo juntos. Partieron alegres, unos con sus trompas y su entusiasmo, otros con sus fuerzas y la esperanza de recuperar su sitio…
¿Imaginás un final para este desafío y esta aventura con tanto ingrediente de tolerancia y solidaridad?

 Cuando las diferencias hacen la ventaja

“El pingüino que se volvió rosa ¡Pink!”
 Lynne Rickards Margaret Phamberlaun
 Trapella books
Cierto día, Patrick se levantó todo rosa. Mamá opinó que no era grave, y que la doctora Black solucionaría el problema. La doctora consultó grandes enciclopedias… y no encontró antecedentes. Patrick se sentía mal: un niño (un pingüino niño) rosa. Sus amigos en la escuela lo miraban raro. Papá ofreció soluciones; hay aves todas rosas, sean niños o niñas: los flamencos.
Así que un día en que se sentía particularmente desolado y diferente, Patrick nadó y nadó hasta que sintió las aguas cálidas del Africa y se propuso vivir con los pájaros rosas.
¿Querés saber cómo le fue?. Bueno…aprendió bastante sobre las diferencias. Pero tenés que leerlo de pe a pa para saber si regresó o no, si lo extrañaron… en fin. Además ¡qué lindo libro: grandote, sedoso, lleno de astutas ilustraciones de pingüis, flamencos y buenos amigos
De nanas para monstruitos

“Groppopol”
Sandra Siemens Carlus Rodríguez
Primera Sudamericana Col Puercoespín
Groppopol es un monstruito verde, de grandes ojos colorados, enormes garras y un problema gigantesco: cuando se acuesta en su cueva sucía y fría…¡tiene dulces sueños!.Entonces despierta asustadísimo: ¿cómo puede un monstruo que se prepara para ser enorme, horrendo y terrible soñar que su mamá, que ya es todo lo que él espera ser, le cante ¡¡¡¡canciones de cuna!!!?. Mamá lo consuela: rasguños y pellizcones, un vaso de agua podrida, una rica golosina (una gran araña peluda y unas cuantas cucarachas)
El –que no se atreve a contar qué lo aflige- se va poniendo amarillento, se le caen las uñas, los ojos le lloran como dos tardes de lluvia. Cuando ya no se levanta, mamá se sienta amorosamente a su lado, lo pellizca por aquí y por allá y canta “Duérmase mi monstruo, duérmase mi sol, duérmase mi tierno y amado Groppopol” ¡¡¡COOOMOO!!!! …¡SHHH! ESE SERA NUESTRO PEQUEÑO SECRETO.
Y Groppopol siguió soñando dulces sueños hasta que se hizo un monstruo enorme, horrendo y terrible. Cómo debía ser.
Para desternillarse de risa y de terneza. Acá, en los dibujos que miro y miro Groppopol todavía usa pañales –de tela, como los de mi nietita- y chupete. Es pequeñito de veras.
A


 Mirar, gozar, leer, jugar

“El árbol de las cosquillas” 
Chae Strathie Poly Bernatene 
Unaluna

Un álbum precioso que vas a atesorar, porque además de sus dibujos , sus pinturas y sus collages que son un sueño, vas a poder jugar con una lengua calentita, que aparece trazada en rulitos, olas ¡y todo con rimas llenas de cosquillas! . ¡Cómo no aventurarse, si vas a ver a un cascarrabias gruñón todo de ricas galletitas y grisines, o pasear por un pueblo de cucuruchos, paletas y pirulines! Y conocer a grandes amigos: el chiringundín, los tufosónicos , el fantasma fosforescente, el lunudo, el misifón,,,Un juego que empieza cada vez que lo abrís. Y lo vas a querer hacer a cada rato ¡te lo advierto!.



De abuelos y nietos
“Elmer y el abuelo Eldo” 
David Mc Kee
 Grupo Editorial Norma

Elmer recoge las frutas preferidas del abuelo Eldo –el elefante dorado- y le propone recordar juntos los juegos compartidos
– ¿te acordás de cuando jugábamos a las escondidas, y vos me perseguías?
– ¿ah sí?
– También íbamos al río, a caminar sobre las piedras
– ¿Eso hacíamos?…
– ¡Sí!… y lanzábamos piedras que rebotaban en el lago
– -¿Así? –y el abuelo lanzaba y la piedra rebotaba siete, ocho ¡nueve veces!
– ¡Uau! ¡Una tormenta de verano, abuelo!…Nos refugiábamos en esta caverna y vos me contabas “Blanca Nieves” “Cenicienta”
– Y “Hansel y Gretel” “Pulgarcito”…
– Abuelo: ¡me estuviste engañando! ¡lo recordabas todo!
Claro que sí, y no solo porque “los elefantes nunca olvidan”, sino porque tanta ternura no puede borrarse ni de la mente ni del corazón. Ah: Eldo es dorado… y arrugadito y sabio…




 Aventuras de un elefante peculiar

“Elmer en la nieve”
David Mc Kee
Grupo Editorial Norma
Los elefantes grises están incómodos. Les molesta mucho el frío, así que Elmer, abrigado por la tibieza de sus colores, propone una caminata para entrar en calor. Al rato todos advierten que la vegetación es diferente. “Es que estamos muy arriba…¡y miren!”. Y lo que ven es ¡mucha nieve!. Bien pronto ignoran el frío y juegan, retozan, se deslizan en el lago. Hasta olvidan a Elmer, que debe asustarlos un poco y jugarles una broma para iniciar el regreso. Todos vuelven alegres y ven el valle con otros ojos, y lo sienten con otra piel. El frío a veces tiene que ver con el estado de ánimo ¿no?. Elmer no es tan sabio como Eldo, el abuelo dorado… pero casi.
Otra delicia, llena de copitos blancos, espejos de agua congelada, elefantes jubilosos y nuestro generoso amigo a cuadros.

Más amigos para    Elmer, el elefante a cuadros

“Elmer y Rosita” 
David Mc Kee
Grupo Editorial Norma
Elmer, el elefante a cuadros, recibe un mensaje del abuelo Eldo, el elefante dorado. Deberá ayudar a Rosita, una elefantita deliciosamente rosa, a encontrar a su manada. A Rosita no le extraña viajar con un elefante a cuadros de colores, ni con Wilbur, que es a cuadros, pero en blanco y negro como un tablero de ajedrez. Pero…¡cómo la sorprenden los elefantes grises que encuentran durante la travesía!.
Elmer muy pronto descubre la razón de tan enorme asombro: cuando por fin dan con la manada de Rosita…¡todos sus miembros son rosados!
Un delicioso canto a la diversidad. Un testimonio festivo del respeto de las diferencias. Y un libro precioso y colorido, profusa y bellamente ilustrado por su autor, además.




Todo en azul
“Azul” 
Graciela Cabal Nora Hilb
Cuentos de cuatro colores Primera Sudamericana
Precioso. Con pictogramas para hacerlo fácil de leer, divertido y lindo lindo de mirar y acariciar. Una nena elige un lápiz muy azul de su caja de colores (nuevitos, los colores). El hermanito toma otro, pero ella dice “los tuyos son estos”, y le da un montón de trocitos de crayones . La nena dibuja una casa, en la casa una puerta y los dos se van a un mundo todo todo azul, que es bonitísimo.
Ahí se entretienen mucho. Pero llega la noche y quieren volver. La casa no está. La puerta tampoco. Y en un mundo azul no se puede dibujar puertas con azul…¡Menos mal que el hermanito conservaba sus crayones de muchos colores en un bolsillo!.
Los que apenas deletrean ya lo pueden leer solitos, porque los deditos acompañan…y los dibujos lo hacen todo muy llevadero. Como un paseo



 Mar de puro cuento

“Un mar muy mojado”
Margarita Mainé María rojas
Col Cuentos de cuatro colores Primera Sudamericana

Otro con pictogramas, facilísimo de leer. Manuel no quiere dormir. Remolonea mientras se prepara para ir a la cama. Finalmente saca de la biblioteca un libro sobre el fondo del mar. Mirando mirando se acuerda del pulpo que compró la abuela en el mercado. Los ojos quieren cerrársele, pero él insiste, hasta que un enorme tentáculo se lo lleva…¡al fondo del mar!. Ahí ve pececitos de colores, hipocampos, cangrejos que caminan de costado, cuevitas…¡pero aparece un pez enorme con una boca grandota llena de dientes!. Todos se esconden. Entonces Manuel ve que un buzo viene a rescatarlo. Cara conocida la que ve dentro de la escafandra
-¡Ay, Manuel, te hiciste pis en la cama!, dice mamá, la de la escafandra
¿Qué le dirá el nene?. Leerlo y sabrás (lo que dijo Manuel y cómo es de hermoso el fondo del mar, claro)

Más de princesas...

La princesa de largos cabellos” 
Annemarie Van Haeringer
Fondo de Cultura Económica

En realidad, no se trata de una “novedad”, porque la primera edición en español es de 2007. Pero hay que ver el orgullo del rey cuando nace esta princesa de cabellera tan extrañamente fuerte y abundante.
A ella este raro privilegio la tiene molesta. Hay que lavar los cabellos en una gran piscina, con ayuda de nueve damas que limpian, desenredan, peinan. Y como el rey prohíbe cortar eso que “es el tesoro más valioso de una mujer”, no hay más remedio que estarse quietecita y aburrida.
La prodigiosa melena crece y crece. La princesa halla la solución de las maletas : una en cada brazo. Pero las maletas son también cada vez más grandes. Pesan demasiado.
Lo del hombre fuerte del circo parece ser una buena idea: siempre detrás, portando las famosas maletas. Además resulta ser un personaje de lo más interesante, que cuenta a la joven increíbles historias sobre acróbatas, caballos, tierras lejanas, circos famosos.
Un día el rey decide que su niña debe casarse. ¿Quién querrá llevarse princesa, maletas y hombre fuerte por añadidura?. Al monarca se le ocurre hacer correr el rumor de que en las maletas se esconde un gran tesoro. ¡Ja!. ¡Cuántos príncipes y emperadores en larga fila!…
La princesa piensa que toda la riqueza que ella anhela está justo detrás de ella. Por eso una noche, sin hacer ruido, huye del palacio, con maletas y hombre fuerte. Así atraviesan montañas y colinas, y por las noches abren las maletas y se arropan con la abigarrada cabellera.
Cuando por fin llegan al circo, el hombre fuerte le deja cortarse el pelo. Lo que le queda, es para que ella pueda balancearse en los trapecios y andar lo más campante –cón él- por la vida. Sencillamente gracioso e irreverente. Libro grandooote, de tapas rojas, hojas todas de seda y con ilustraciones que mejores no pueden ser. Desde los siete y para siempre.


Contar, cantar...¡dormir!!!

Colección “Un cuento, un canto y a dormir” 
Silvia Schujer – Rodrigo Folgueira – Poly Bernatene
Ed. Atlántida

Esta colección, que ya reúne doce títulos, es particularísima. Cada ejemplar es una historia, bellamente ilustrada en Libro-Album de tapa dura, que al final tiene una canción, por lo general una tierna nana referida el personaje del cuento con su correspondiente partitura para ejecutarla en flauta, órgano, guitarra.

Todos son de Silvia Schujer, lo cual garantiza gracia, juegos verbales, ternura infinita y complicidad con los chicos.

Para ayudarla los diseñadores gráficos Poly Bernatene o Rodrigo Folgueira, en un despliegue increíble de creatividad, talento y alegría.

¿Hablo del primer escaloncito? 1 – “La araña madrina”

Una araña igualita a las demás… pero que teje a dos agujas, prendas de punto. Acá la vemos urdiendo larguísimas bufandas, guante, gorras extrañas…¿Para quiénes? ¡Ah!. Si les cuento que hay cubre trompas de elefante, polainas para flamencos, es casi demasiada pista ¿no?
¡No saben cómo disfrutan los chicos del Taller de Títeres que cada vez que devuelven un título elegido Vero les canta la canción del epílogo, aunque las más de las veces invente nomás la partitura… que para eso sirve ser maestra: para ser
cant-ora invent-ora!




Cronistas que se las traen

2 – “Noticias de un mono”

¡Desopilante!. Un mono que tiene cara, cola, orejas y toda la pinta de mono que pueda esperarse. Pero que no come bananas, ni galletitas de esas que tiran los chicos –él vive en el zoo-. ¡Le encanta la pizza pero más que nada adora leer periódicos!. Se convierte en atracción mundial. Todos vienen a verlo leer, dejarle una pizza o una revista, sacarle una foto.
Leyendo se entera de un mono poco mono que no hace piruetas ni come bananas. ¡Se siente tocado!. Por eso escribe a la redacción del diario:
“Hay personas que comen bananas y no leen el diario y sin embargo siguen siendo muy pero muy personas”
… y patatín y patatán.
¡Uh!. Conmoción. El mono es contratado como periodista. Ahora no solo lee: ¡escribe!… sobre la gripe de la jirafa, el nacimiento de una cebra. Noticias importantes ¡bah!.
La nana del final es para monos nonos y monitos nietos.





Pura ternura

3 – “La vaca de esta historia”

Una vaca que muge, que come toneladas de pasto, que espanta bichos con la cola y la menea como un plumero y es bien parecida en casi a todo a las demás. Su dueño la cree rara y soñadora. Cree que jamás dará leche… pero la sigue mimando y queriendo. No sabe que sí, que ¡da leche a la luz de la luna!. Algunos dicen que a la misma luna, o a las hadas, o a los duendes de la oscuridad… Puede ser. Pero hay algo más: todas las noches hay larga fila de nenes, mamás, papás, abuelitos y gatitos vagabundos. Tiene más hambre que comida, y por eso se llevan a casa jarritos, o a veces ollas, depende, de leche que parece leche de luna. Sí. Todas las noches. Para que todos se vayan a dormir con la pancita tibia, y la tierra sea un poco más justa y amigable ,como la vaca, digo.
La nana es para vaca con ruleros, chancletas, batón y medias de algodón. Suena… porque además la vaquita que duerme sobre la colchita de pasto y almohada de clavel…¡lleva puesto gorro con cascabel!




Pucheros y lagrimones

4 – “Lágrimas de cocodrilo”

Trátase de un cocodrilo parecido a otros: fiero, bocón, de cuerpo poderoso y escamas durísimas. Lo que tiene de particular es que llora verdaderas lágrimas tibias de cocodrilo todo el rato. Porque está triste, porque está alegre. De culpa . De pura emoción. Asó no hay laguna que aguante. Se transforma en un río de lágrimas que crece y crece. Lo que estaba cerca ahora está cada vez más lejos. ¿ Cómo cruzar? ¡¡¡Qué problemontón!!!
Bueno, el coco mismo encuentra solución: se ata la gran bocaza con un cordel grueso … y se ofrece de embarcación. Con boca cerrada apenas puede lagrimear lagrimitas de emoción.
La canción del final es una nana de muchos sueños deliciosos, que ya hubo suficiente zafarrancho y coletazos durante todo el cuento





De viajes

5 – “El elefante y el mar”

Igual de grandote, trompudo y patón que los demás. ¿Qué tiene pues de diferente este elefante?. Pues que le gusta viajar.
En tren se arma la batahola. En moto ¡uh! Deja sin vehículo al ciclista y tiene que ofrecerse como transporte , para compensar la pérdida.¿¡El destino? ¡El mar!. Ahí, después de aplastar con una pata un gran castillo de arena y con la otra una linda sombrilla…descubre esa azul inmensidad, y por primera vez ya no se siente mastodonte. En el mar hay lugar pata todos y sus orejas pueden flamear en plenitud.
La nana del final es un poco salada, con colchón de oleaje y noche de viento marino que abraza con delicadeza. Un verdadero arrorró elefante





Sorpresitas

6 – “Sorpresa en el gallinero”

Acá hay una gallina que sería igualita a las demás –plumas, alas, crestita, pico y cantito cacareado- si no fuera por los huevos que pone cada día: ¡huevos con sorpresa!. La ha descubierto la nena más chica de la granja. Los hermanos no saben de dónde tiene regalos tan maravillosos. La mamá no se explica cuál de las gallinas es la perezosa, porque todos los días le falta un huevo. Las madamas emplumadas callan que callan, no dicen nada. ¿Para qué, si la nena las premia a toditas por igual con el maíz más amarillo y más pupipú ( como diría Laura Devetach) del mundo?.
Y la nana del final es una nana de granja, con cabritos y chiqueros, con caballos y con gallos, un arrorró de pollito y luna y peces dormiditos en la laguna





Cuando se tiene un sueño

7 – “Lana de perro”

Muy perro el de esta historia. Ladra, mueve la cola y hace pis como les gusta a los perros. Pero…¡el quiere ser oveja!. No tener ese pelo largo y llovido sobre el lomo. Quiere rulos. Las ovejas comprensivas lo someten a sesión de lavado y enrulado. ¡Queda precioso!. Pero la operación termina justito cuando llega el tiempo de esquila. Qué poco duraron rulos y alegría. Pero…qué fresco el verano. Y para cuando llega el invierno que sigue…el perro ovejero descubre sus pelos -¡toda su linda melena!- en los pulóveres abrigaditos delos nenes del pueblo. Ya lo decía el perro: su anhelo resultó beneficioso para todos. ¿Quieren saber el final? A leer también este volumen, tan precioso como los otros.
La nana de cierre es abrigadita, se enrula tibiamente como una madeja. Si no basta para que te duermas…¡ contar UN perro
Y muuuuchas ovejas!.



Hip hip

8 – “El hipo del tucán”

Un tucán, sí. Negro. De pechito claro. De gran pico de colores. Como todos. No. Como todos, no. Este es un tucán que sufre largos y frecuentes ataques de hipo. Y cuando hipa Tucán ¡llueve y llueve!. Acá estamos. Todos inundados en este cuento. Un hipo de dos semanas, tan agotador y tan lluvioso… que tucán ni siquiera puede despertar, y sueña que es ¡HIP!-opótamo. Con la laguna crecida y todos los bichos mojados pasa que aparece don Tigre con furiosos ojos de aguja y con filosos dientes enojados; con las garras bien dispuestas y el rugido ¡espeluznante!. Todos creen que se va a comer al pajarraco hipador. Pero no. Porque para curar el hipo, nada mejor que un buen susto. Y este fue bien grandote y bien ruidoso.
Los animales felicitan a Don Tigre, que se deja mimar con gusto , y todos se alegran por Tucán, que tendrá –por fin- una vida normal.
La nana que sigue por suerte no es hipada, porque parece que la canta –lacia, suavecita y amarilla- el mismo tucán, ya curado







A puro salto

9 – “Carrera de canguros”

Bebé canguro vive en la bolsa de su mamá. Es curioso como todos los bebés. Mamá es de esas que andan “a salto de canguro”. Por eso se anota en la gran competencia de los animales y advierte : “no te asomes por nada del mundo”, y se lanza. Bebé piensa asomar apenas los ojitos, apenas el hocico, apenas…¡YUUUUUMMMM!: en medio de gran salto sale despedido. Lo abarajan los monos, que animan desde lo alto a los de su especie. Pero se ponen nerviosos y a su vez lo tiran. ¡Pobre cangurito! Va a parar justito a la entrada del nuevo nido de los hormeros, ahí mismo, en el poste que señalaLLEGADA.. Pide por mamá. Mientras mamá y papá hornero se disponen a agrandar la residencia para semejante bebé, llegan los primeros competidores… ¡pero ya hay un ganador!. Sí: bebé canguro. Mamá orgullosa lo llena de besos y abrazos. Habrá fiesta para todos a la luz de la luna. Menos para bebé, que eligió irse a dormir¡ dentro del trofeo!.
Para él y para todos los cachorros es la nana que sigue, chorreadita de luz de luna, que suena hasta en la marsupia de mamá Canguro.



Risas que salvan

10 – “El terror de los pulpos”
Un pulpo parecido a todos. Con su gran ojo avisor, sus ocho tentáculos que a veces son brazos y a veces patas. Un pulpo que un día fue héroe. Fue cuando divisó a la gran anguila morena y supo que los bebés no podrían escapar. Con sus ocho brazos fue enredando los tentáculos de los pulpitos y encontró protección para todos en una vieja nave hundida.
Pasado el peligro…¡a desenredar!. ¡Imposible!. Los adultos ayudan…¡oh no! ¡qué gran embrollo!. Cuando llega anguila morena dispuesta a comérselos de a montón, se encuentra con un monstruo horroroso, inmenso, movedizo…Huye despavorida.
El gran nido-nudo festeja. Pulpos y pulpitos ríen y ríen. Ríen un día entero de carcajadas. Risas van, risas se mecen…los pulpitos se van desenredando. Ahora saben que la unión hace la fuerza.
La nana del final es toda azul y mojadita. Está llena de muuuchos abrazos de tentáculos cargados de ternura. La cantan el coral, la arena y las algas. Y la repiten la espuma y la sal. Es honda honda honda.





11 – “Enojo de conejo”

¿Qué pasa con este conejo que lo hace singular? ¿Orejas? No. Igualitas a las de cualquiera de los de su especie. ¿Bigotes? ¿Dientes? ¿Hocico busca-zanahorias?. No. No. NO. Que este conejo cuando se enoja se convierte en otra cosa.
Un día fue gato y de pura rabia por no encontrar ratones, de pronto se hizo violín. Y ahí le cambió el destino. Alguien llevó el violín a una orquesta, y lo dejó ahí. La música empezó a sonar, suavecita y afinada. El trompetista casi muere de sorpresa cuando el violín se transforma en gato, y el gato ¡en conejito blanco!
El conejito intuye pronto que la música sana y encanta, y que ya no va a tener rabia nunca más. Aplaude al fascinado director y con su mejor cara –de conejo- pide quedarse. Y si pata de conejo trae suerte…¡qué no será conejo entero!.
La nana del final es de conejo que no quiere dormir, con orejas y bigotes tiesos tiesos… menos mal que una abuela viene a adormecer con una canción de zanahoria anaranjada






Vuelos insólitos...


12 – “De los chanchos que vuelan”

Cuando el chanchito -glotón, rechoncho y tan chancho como sus compañeros de chiquero- dejó de hacer cosas de chancho, pasó lo que pasó.
Se puso a perseguir mariposas. Se perdió. Con la panza vacía y haciendo pucheros llegó ¿al bosque?. Vio una especie de plato de paja con cositas adentro y se lo tragó. Le gustó tanto que buscó y rebuscó. ¡Cuántos niditos se comió antes de echarse una siestita!.
Calentitos en la panza , los huevitos se hicieron pajaritos, que un buen día empezaron a romper cascarones y a mover las alitas. Eran tantas las alitas…que el chancho echó a volar. Primero tuvo miedo pero después le encantó. Voló voló hasta que descubrió su granja, sus parientes, y quiso avisarles. Abrió el hocico…y aquello fue una fiesta de pajaritos en el aire.
Claro. El chanchito se fue de bruces. Pero no le importó. Porque todos lo recibieron con alegría y mamá de la emoción, ni lo retó por su travesura. ¡Desopilante! ¡De no creer!
La nana de cierre es nana de chancho que vuela,,, amparado por tecito de la abuela. Chancho que vuela… y duerme en la luna.





Versitos para reír

“Barbillas y cosquillas” 
Laurence Afano 
Edelvives Col Luciérnagas
Cartoné. Multicolor. Tierno. Para empezar un largo romance con los libros. “Nos tocamos las barbillas y nos hacemos cosquillas, al primero que se ría…” y caballeros, y reyes, y brujas, y gigantes, dinos y dragones que aparecen divinamente ilustrados -grandoootes todos- responden al desafío, para que todo rime y al que lee y mira la musiquita le suene en las orejas y en el corazón. Para nenes chiquitos y señoras y señores que guardan su nene de ayer en un lugar especial


 


 Escaleritas de versos

“La escalera”
María Cristina Ramos Natalia Colombo.
 Edelvives. Aladelta Rojo
Poesía para chicos de 6 a 99 y nueve. Tan tan bello que mereció un Premio Destacado Alija.
Poesías con versos que crecen y crecen en escalera, para que te enteres tacadentro tacafuera por qué el ciempiés no se anima a subir por la escalera, de las cosas que hace el el reflejo de un gigante, de lo que se ve desde la ventanita abierta que dejó un diente que se cayó, de por qué gusanita teje y teje dos alitas, de cuando la ranita tropezó y se le rompió el huesito de la esperanza y tanto tantísimo más.
Versitos de seda, de terciopelo, de cola de luna de…¡leelo! Despacito y en voz alta, con ganas de rana


Tributo al amor


“La mejor luna” 
 Liliana Bodoc  
Grupo Editorial Norma  Col  Torre de Papel  Serie Naranja

Este pequeño libro que cuenta una historia muy simple, está lleno de magia y de encanto: la que logran los grandes escritores comprometidos con el lenguaje y con la sensibilidad de los lectores. Liliana Bodoc cuenta que Juan es un niño muy niño, que Melina es una gata que se muere de amor por la luna y que Pedro es un viejo pintor que tiene una luna color de agua con azúcar… así que para cuando Melina se pone triste porque la luna desaparece del cielo, Juan y Pedro cuelgan en el balcón del pintor la luna color de agua con azúcar y una mar sin pececitos.

 Melina no es zonza. Sabe que la luna no es de verdad. Pero sabe que es la luna del amor, y por eso se enamora también de ella.

Lindo para que te lo lea la seño, que lee con magia. Pero vos podés hacerte tu propia magia. Te van a ayudar las preciosas ilustraciones de Eugenia Nobati, que dibujó Melinas, Juanes y Pedros muy tiernos y que no se olvidó de ninguna luna, ni de la del cielo ni de la del cuadro, color de agua con azúcar…




De gente caprichosa....


“Mientras dure el hechizo”   
Cecilia Pisos 
 Grupo Editorial Norma Col Torre de Papel Serie Naranja  2007

Frida es una gigante demandante. Desde que nació sus grandes papás ya no pueden jugar al Ta Te Tu. Hoy quiere una montaña, mañana un mar con pececitos y sirenas….y así. Y se aburre enseguida con un aburrimiento enorme.

Para su cumpleaños papá gigante contrata a gigante carpintero, a gigante soplador de vidrios y a gigante mago. Le preparan a Frida una hermosa sorpresa con hechizo. Y papá y mamá pueden terminar el partido de Ta Te Tu interrumpido por el escandaloso nacimiento de la gigantita.

¿Tenés siete?: lo podés leer solito. Antes con ayudita de algún mayor y de las ilustraciones graciosísimas de Gerardo Baró




“El secreto de la tortuga”  
Anna Obiols – Subi  
d. Beascoa

¿Por qué los animalitos ven a Huga, la tortuga, ir y venir, día y noche, llevando cosas tan extrañas sobre su caparazón? Días y días de transportar tablas, cubiertos, regaderas…¡flores!. ¡Vaya intriga!

Un día todos reciben una invitación que promete sorpresa: Huga los invita a conocer…¡la casa que ha armado y amueblado para poder convidarlos a merendar, a cenar, adormir!. Es que en su caparazón cabe ella solita. Ella y su enorme y generoso corazón.

Bellísimo. Tapas duras. Satinadito y lleno de animalitos curiosos que miran a una Huga adorable que surca y surca este libro bonito de pe a pa y que termina con gran fiesta de todos. Para peques (aunque a mí que soy grandota también me encantó)



  










¿Es nuestro hijito?

"Cuac"  
Carmen Posadas  Jesús Gaban 
Destino



 Mamá y papá Cuervo están empollando su primer huevo. Son padres primerizos, y están ansiosos. Saben que un huevo no se puede tocar, pero éste ya tiene una grieta, así que espían  para ver cómo va a ser el bebé. ¡Inaudito!: el bebé parece no tener nada que ver con ellos. Deciden que seguramente alguien se lo habrá cambiado. Raro, con lo lejos que viven y lo poco sociables que suelen ser. Así que salen a recorrer nidos, a ver dónde está bebé cuervo.

No. Todos están cuidando sus propios huevos. Como el bebé que empollan se parece a un pato, van a visitar a mamá Pata. ¡Genial! Mamá Pata está rodeada de patitos…que no se parecen en nada a ella. Mamá Pata explica a los azorados papás que los bebés al principio son extraños y que…¡horror!: los papás cuervos se dan cuenta de que abandonaron a su hijito a punto de nacer, justo cuando más necesitaba su calor.

Llegan a tiempo para ver nacer un polluelo feo y arrugado. Acuerdan llamarlo “Cuac”, en honor a mamá Pata, que les había dado una gran lección. ¡Ah! Y empiezan a aprender a decir pio, cloc, cu-cu, quiquiriqui, y no sólo “urj”, porque desde ahora van a ser amigables buenos vecinos. Que qué opina bebé de todo esto….¡dice “Cuac”!
 


 Detrás de un olorcito amigable...



“El lobo Rodolfo” 
 Vera, Claudia y Nora Hilb  
Ed. Alfaguara Infantil

Un día Rodolfo decidió irse  del bosque. Siguió el sendero del olor a mandarinas… ahí tendría mandarinas –que le encantaban- y seguramente un montón de amigos.

Lo de las mandarinas bien. Un montón. Pero con los amigos algo falló. Todos sabían que “Lobo no es una buena noticia”. Si ponés en tus manos este hermoso librito sabrás qué hizo Rodolfo la semana subsiguiente a su afincarse en ese bonito lugar, para tratar de ganarse amigos. Y sobre todo te enterarás de qué pasó el domingo, cuando el pobre se sentó solito a berrear delante de su pastel de cumpleaños… un sabrosísimo pastel de mandarinas.

Imperdible. Gracioso, tierno, y con gran final a toda fiesta jugando a “¿Lobo estás?”


De magos y brujos


“El mago Bambini, la bruja, el hechicero y el moscardón”

Fernando de Vedia con bellas ilustraciones de Paula de la Cruz

Ed. Atlántida/Vuelta de Página  Col. Atlántida Mini



Bambini fue mago desde antes de nacer. Desde siempre y en todo momento. Lo adoraban vecinos y amigos.

 Piojera, la bruja hechicera , no pudo soportar siquiera la idea de su existencia. Así que aunque era un mago chiquitito, apenas un maguitito…¡lo hechizó!. Y ahí comenzaron los enredos.

Si querés des hechizar esta historia y saber qué pasó con Bambini, con Piojera, con el Consejo de Magos que también se enojó con Bambini por cuestiones que vienen a cuento en el cuento…LEELO.

Aparte las ilustraciones de esta buena de Paula de la Cruz convierten esta historia en una verdadera delicia.

Un lujo por partida doble: literario  -de Fernando de Vedia tenés que leer TODO- y plástico. Y viene a prueba de embates y hechizos varios, en tapa dura.

Para chicos de 6 a 106 años.






 El mejor de los regalos
 


Título:  “UN REGALO DELICIOSO”

Autores:  Alberto Pez  Texto   Roberto Cubillas  Ilustraciones

Editorial: Primera Sudamericana. Col. Los caminadores (primeros lectores)

1º Edición Bs. As. 2005



La abuela tiene cumpleaños, y Guguk le dará el mejor regalo: un enorme dinosaurio –lo buscará él mismo en su cueva en la montaña- para que pueda comer muchos bifes, hacerse mil vestidos y ampliar el corralito de las cabras…con huesitos de dinosaurio.

¿Qué pasa en el trayecto que hace que Guguk regrese con tres sorpresas y un GRAN amigo?

Bellísima historia escrita por Pez –presentada a los chicos en grandes letras mayúsculas imprenta: lo que transcurre en letras negras, lo que piensa Guguk en rojo encendido- sugerida con trazos y dibujos por el genio de Cubillas (collage, tijeras, pinceles…)

Un cuento con gracia , misterio. tensiones y sorpresas, ideal para niños de entre 4 y 99 años





 jugar y volar...



Título“DRAGONES O PAJARITOS

Autor:   Cecilia Pisos-  Ilustraciones de Katana

EditorialSM  Colección  “El barco de vapor” Serie “Los piratas” (primeros lectores---   1º Edición – Buenos Aires – Argentina  2007

Edición original en español



Poesía –juegos verbales- para niños que se inician en la lectura, razón por la cual se elige la imprenta mayúscula (Fuente times new roman), tipografía con la que los pequeños inician el proceso de lectoescritura.

La autora juega con las “semejanzas” que atribuimos a dragones (los de la mitología cultural y literaria) y pajaritos:  alas – vuelo – aventuras y piruetas en el aire, para proponer versos con rima, apelar a la gracia de las confusiones, tensar la cuerda de la imaginación.

Interesantes disparadores para talleres de iniciación  a la lírica con los chicos.

La ilustración –apropiada y juguetona- y el diseño contribuyen a redondear un libro recomendable para niños de cualquier edad 




De papás y de nenas (de viejitos, también)

La oficina de los besos perdidos” 
Fernando de Vedia con ilustraciones de María Paula Dufour
Ed. Atlántida / Vuelta de Página Col Atlántida Mini

Ana es una nena amorosa. Su papá es un señor demasiado ocupado. Siempre está apurado y claro: no tiene tiempo de jugar con ella. Un día Ana le da un beso de despedida. Papá está tan apurado que el beso se le cae en la vereda, para desesperación de la nena, que lo ve.
Y ahí el cuento se hace dos: el del beso paseandero que anda de lo más campante por acá y por allá, y el del papá de Ana, que pronto descubre ese vacío que le duele en la mejilla…¿Dónde recuperar el beso de su nena?
Si querés saber qué pasa con los besos perdidos, andá con el papá de Ana y con don Atilio Smack a este lindo paseo.
No te va a costar nada, porque además los collages –con telitas, lanas, carreteles de hilo, botones, cartoncitos y papeles de color- de María Paula Dufour hacen de hojear, leer y tocar con los deditos a ver si es cierto , una aventura extraordinaria.
Para chicos a partir de 5 años. Muy recomendado para papás que dicen no tener tiempo para jugar. Viene en tapa dura, para jugar con él y con los nenes.



 Cuando la magia enternece


“Un cuento por donde pasa el viento” 
Cecilia Pisos Ilustraciones de Pablo Bernasconi.
 Primera Sudamericana Col. Puercoespín

En realidad dos cuentos: por uno pasa el viento y por otro el mago y su hijito.
Por el “Cuento por donde pasa el viento” pasan también un ogro malísimo que tiene secuestrada a una princesa en una torre alta, alta, alta y un príncipe enamorado capaz de hacer cualquier cosa por disolver el hechizo que selló las puertas que llevan a la torre. Capaz por ejemplo de responder un enigma…de viento. En el cuento “El hijo del mago” hay dos funciones de pura magia: la que ofrece el papá en el escenario, y la que se regala el nene, sólo para entretenerse, que yo digo que es la mejor, la verdadera función de verdadera magia.
Leelo y miralo –porque es un cuento para mirar y leer: es que tiene esas genialidades de Pablo Bernasconi diseñador- a ver si opinás como yo.
Dicen los autores y editores que es para nenes a partir de 8 años. Pienso igual. Pero si te lo leen la abuela, los papis o un tío o tía piola, una maestra inspirada, lo podés paladear aunque no midas ni un metro.




De hacer cosas diferentes 


“Hipo no nada” 
Pablo Bernasconi- 
Ed. La brujita de papel
Te vas a enamorar de este hipopotamito que no quiere nadar, y que por eso sale a dar una vueltita por el mundo, a ver qué puede hacer. Todo un viaje de iniciación que podés disfrutar si tenés tres añitos, porque las ilustraciones de Pablo Bernasconi casi cuentan este cuento. Si tenés seis o siete, lo leés solito y lo compartís con tu hermanito o hermanita. No te prives de deleitarte con Hipo y los amigos que conoce en su paseo si sos un poco más grande. Mirá que los chicos del Taller de Títeres de Montecarlo –los del Grupo “D”, que tienen todos entre once y trece- lo convirtieron en una preciosa obra de títeres. Se divirtieron un montón y terminaron enamorados del protagonista y de todos sus amiguitos. 




Con ayudita de la Fantástica

“La fiesta de los lagartos”

María Granata Ilustraciones de Viviana Garófoli.
Ed Alfaguara Infantil Serie Amarilla

Un cuento para llenarse las pupilas de estrellitas y luces y el corazón de inaudita ternura. Para leerlo solito, solita… ¡pero mejor para leerlo con la maestra, que lees tan bien los cuentos, o con una mamá o una tía o una abuela inspirada (pueden ser todos estos, en género masculino también) que mientras lee y comenta te muestra los dibujos, que son imperdibles.

Ah!. El cuento es la historia rara y mágica de unos lagartos que sólo sabían dormir y tomar sol hasta que a uno se le ocurrió hacer una fiesta.

Como no sabían qué es una fiesta juntaron luces, chispas, plumas, chistes, cantitos, nueces. Hicieron un montoncito bastante redondo y después ya no supieron qué hacer… y se echaron a dormir.

Y la fiesta siguió solita, girando y elevándose para alegrar en su viaje fantástico a los animalitos, al bosque… y para terminar estallando en las manos de un nene pastor que tenía muchas ovejitas que cuidar pero ningún juguete.

Este cuento es un tesoro que puede durar muchísimo más que la fiesta más larga del mundo. Porque uno puede volver a leerlo y no se cansa nunca nunca





 Una mochila fantástica...

“La mochila de Uki” 
Silvia Schujer Victoria Assanelli
 Barco de Vapor Col Los Piratas 

Es el primer día de clases del primer año de jardín para Uki. Prepara su mochila: hay un vasito, una toalla, un cuaderno…¡uh! ¡no! Mejor también las pinturitas, la gorra, ¡a Pacheco cómo no llevarlo si duerme con él todas las noches!... la patineta, el hámster, la tortuga… mil cosas. A Luna la perra “¡¡¡UKI!!! ¡SE HACE TARDE!!! Bueno, a Luna no. 
 Arrastrar la mochila por el pasillo. Que mamá se asombre. Que llame a papá que llame al vecino. Que cargar la mole, digo, la mochila en el portaequipaje del auto de Cacho… que empezar a empujar porque el auto con mochila y todos adentro no puede. Que llegar y encontrarse con la seño y los mejores amigos…¡¡¡UKI!!! ¡LA MOCHIIIIILAAA!...  
Divertidísimo para mamás y nenes de jardín. Hasta para nenes de 2º y3º, que recuerdan con nostalgia el pintorcito y las manos de seda de la maestra de jardín.  




 Para conjurar miedos...


“Cuando Ana tiene miedo” 
Heinz Janisch Bárbara Jung
 Edelvives 

Tapa dura. Colorido. De hojas suavecitas y dibujos de ensueño. Para hojear desde los tres y que te lo lean mil veces. Así te enterás de que cuando Ana tiene miedo llama a sus amigos especiales… el gigante bueno, la pluma voladora que hace unas cosquillas estupendas, el pintor de fantasmas, la rugiente catarata, el pájaro de la luz…¡a todos!. Solo entonces Ana se llama a sí misma y dice fuerte “¡Ana no tiene miedo a nada!” 

Los de seis lo pueden leer solitos, para regalar un cuento pipicucú a los hermanitos. 




  A gozar...¡se aprende!


“Un libro para Bruno”
Nikolaus Heidelbach
 Grupo Editorial Norma “Libro fuera de serie”

Ula Corazón puede pasarse el día en la biblioteca de su padre, quien incluso puso un anaquel especial para los libros de la niña, y le ha dado permiso para abrir, tocar, leer los ejemplares que quiera. La biblioteca es enorme y acogedora.
 Bruno Dado en cambio no siente por los libros interés alguno. Es más. Tampoco aprecia demasiado a Ula. Viene a su casa sólo por un momento para mostrarle las cosas que se compra o le regalan. Ula quiere mucho a Bruno. y decide que él merece vivir una aventura que modifique para siempre el pobre concepto que tiene de los libros. Va de a poquito. Primero lo invita a la biblioteca. Le muestra los volúmenes…”¡Psss!...¡Ajj!...¡Bah!”…hasta que abre uno único, atractivo. Apenas ponerlo en el suelo, el libro se hace enorme, surge una inmensa escalera, ambos se introducen y Bruno tiene la magnífica ocasión de transformarse en un héroe.
 Desde ahí, vos escribís la historia, que se “cuenta” en bellísimas imágenes, Habrá monstruos tenebrosos que se llevan a Ula, el desafío de surcar un río lleno de rápidos en una pequeña barca a remos cuyo timonel es un extraño pájaro…¡Tenés que tenerlo en tus manos!. Es un libro Album, para leer, para jugar, para maravillarse.
 Ula querría llevarte a vos también.



Crecer es cosa seria...


Serie “Babou” : “Babou quisiera ser grande” “Babou no quiere dormir” “Babou está ocupada” – Stefan Gemmel y Marie José Sacré
 E. Cántaro Rincón de lectura

Estos tres primeros títulos de la serie no pueden ser acusados de “libros pavos” al decir del gran Gustavo Roldán, de esos que tontamente se editan para “enseñar” cosas utilísimas de la vida. No no. Acá –papás, maestras , gurrumines- hay literatura, fantasía, vuelo y gracia. Babou –que es una linda osita, que cuida a Tina su muñeca y a Zanahoria y Osito, sus peluches preferidos; que tiene una mamá bastante ocupada siempre pero con el tiempo especial y necesario para jugar con su nena- no sólo aprende de mamá osa las ventajas que a veces otorga ser pequeña, sino que le enseña a ser paciente para ir a jugar, y a contar fantásticos cuentos voladores para ir a dormir. Para leer, mirar detenidamente las lindas ilustraciones, volver a leer mil veces…y pedir más títulos para la Serie. ¡Ah!: es para nenes chiquitos, pero yo que soy grandísima hice todo todo lo recomendado en el párrafo anterior y lo gocé intensamente.













 De misterio, para chiquis. chiquitos...

“Juanita y el conejo perdido”
 Norma Huidobro -
 rupo Editorial Norma - Torre de Papel Roja

Una novelita de intriga tan recomendable como cualquiera de las de esta autora, pero para nenes chiquitos (yo diría 8 años). Hay: * dos Juanitas: una nena protagonista y la gata de la vecina
* celos y disputas: con Valentín, el hermanito, con Agustina, la prima
* una abuela que manda regalos para todos desde Mendoza, pero con las etiquetas confundidas, y unos obsequios antes y otros después… y aviva conflictos
 * un MISTERIO: el conejo lila que llegó de Mendoza desaparece junto a otras cosas queridas y especiales de Juanita y Valentín
* una INVESTIGACIÓN que convierte a una Juanita en detective y a la otra en “culpable disculpada”
 * soluciones y reconciliaciones que esperábamos todos, después de tanta tensión.





 La ternura a la vuelta de la esquina...

“El globo azul”
Julia Rossi ilustraciones de Jorge Cuello
Comunic-Arte Infantil Col. Bicho Bolita Córdoba

Es perturbador para Luisa -viejita, abuela, arrugadita, distraída, solitaria- encontrarse en la vereda con ese precioso globo azul que la sigue como una mascota. Cuando el señor grande y canoso pregunta “¿es suyo?” , ella dice “no” y él decide llevárselo a los nietos, el tiempo parece detenerse. Ella olvida las compras ese día y el otro también. El globo la espera cada mañana. El señor agradable pide permiso y se lo lleva.
Hasta el día tres. Luisa en la vereda, el globo aguardándola y el señor que consulta: “¿es suya esta abuelita?” (al globo azul, claro).
Y el día se pone en movimiento. Con una abuelita para los nietos del señor y un gran globo azul que cierra un relato de amor. Para gente capaz de decir “¡Oooohhh!” y enternecerse, de 8 a 108 años.






3 comentarios:

  1. Oh...¿nadie nadie tiene una inquietud para plantear, algo para decir, una sugerencia, un aporte que enriquezca?. Hago nidito y espero...

    ResponderEliminar
  2. No sabíamos tenías este blog. Lo leímos en el Facebook de la Escuela de Títeres. Ya lo investigaremos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ajá...una guía para elegir lectura para los chicos. Y podés ver la edad también

      Eliminar