“El conejo, la reina, la niña y los verdes imberbes”
Silvina Rocha O´ Kif
Dinamita Editorial
La reina es antojadiza, caprichosa, arbitraria, MUY fea. Mala, que es lo peor. Ladrona…de cosas importantes: la memoria del músico, la sonrisa del bufón, el hermoso nombre de la niña. Sus súbditos le temen. Por eso quizás la confusión de grados. No se sabe quién manda más: si el Comandante o el General. Cabos y sargentos, igual de tontos –son los verdes imberbes de esta historia- y de serviles. No pueden distinguir entre directivas que van de la cuestión de ordenar un reino –bastante desastrado- y la de someterse a vicios y a malas costumbres de la cadena de mandos.
El que sí sabe sus funciones es el Cocinero Real, que va tras el Conejo, quien a mi juicio debiera reemplazar a la Reina, para preparar conejo a la naranja.
La niña, triste desde que perdió el precioso nombre que le legara su padre, tiene un espejito que la hace desaparecer y trasladarse por el reino. Que busque un conejo relojero capaz de trasladarla en el tiempo, justo a aquel en que se dejaba acariciar y cobijar por SU nombre, dará a éste que persigue el cocinero, una MISIÓN. Él no cree ser el conejo de Alicia, la del País de las Maravillas… no tiene reloj pero sí un pequeño amuleto con forma de patita. Tiene además una inmensa voluntad y la increíble capacidad de ordenar un poco el CAOS del Reino.
No será fácil mediar donde faltan sonrisas, sobran sinrazones y razones para la tristeza… Hasta los juegos que nos hicieron felices y sagaces se ponen a prueba en esta nouvelle que es homenaje a Carroll y a la sana credulidad de la infancia.
Es justo que la arbitrariedad del poder pueda ser burlada por la tenacidad, la inteligencia –el conejo, las Artes- y el sentido de justicia de una niña cuya virtud mayor es su buena fe, su confianza en los valores aprendidos. Seguramente la brutalidad del poderoso no pueda ser abatida, pero al menos se la resiste. La combaten los débiles, los pequeños, cuando son capaces de hermanarse y compartir objetivos.
Por Alicia y el conejo, por Carroll, por los juegos de ingenio, que se pueden ganar sin trampas, nace además este pequeño Proyecto Editorial.
O´ Kif supo leer líneas y entrelíneas, para poner en valor un texto atrevido y un poco irreverente (el que cabe, cuando los temas habilitan…digo)
La reina es antojadiza, caprichosa, arbitraria, MUY fea. Mala, que es lo peor. Ladrona…de cosas importantes: la memoria del músico, la sonrisa del bufón, el hermoso nombre de la niña. Sus súbditos le temen. Por eso quizás la confusión de grados. No se sabe quién manda más: si el Comandante o el General. Cabos y sargentos, igual de tontos –son los verdes imberbes de esta historia- y de serviles. No pueden distinguir entre directivas que van de la cuestión de ordenar un reino –bastante desastrado- y la de someterse a vicios y a malas costumbres de la cadena de mandos.
El que sí sabe sus funciones es el Cocinero Real, que va tras el Conejo, quien a mi juicio debiera reemplazar a la Reina, para preparar conejo a la naranja.
La niña, triste desde que perdió el precioso nombre que le legara su padre, tiene un espejito que la hace desaparecer y trasladarse por el reino. Que busque un conejo relojero capaz de trasladarla en el tiempo, justo a aquel en que se dejaba acariciar y cobijar por SU nombre, dará a éste que persigue el cocinero, una MISIÓN. Él no cree ser el conejo de Alicia, la del País de las Maravillas… no tiene reloj pero sí un pequeño amuleto con forma de patita. Tiene además una inmensa voluntad y la increíble capacidad de ordenar un poco el CAOS del Reino.
No será fácil mediar donde faltan sonrisas, sobran sinrazones y razones para la tristeza… Hasta los juegos que nos hicieron felices y sagaces se ponen a prueba en esta nouvelle que es homenaje a Carroll y a la sana credulidad de la infancia.
Es justo que la arbitrariedad del poder pueda ser burlada por la tenacidad, la inteligencia –el conejo, las Artes- y el sentido de justicia de una niña cuya virtud mayor es su buena fe, su confianza en los valores aprendidos. Seguramente la brutalidad del poderoso no pueda ser abatida, pero al menos se la resiste. La combaten los débiles, los pequeños, cuando son capaces de hermanarse y compartir objetivos.
Por Alicia y el conejo, por Carroll, por los juegos de ingenio, que se pueden ganar sin trampas, nace además este pequeño Proyecto Editorial.
O´ Kif supo leer líneas y entrelíneas, para poner en valor un texto atrevido y un poco irreverente (el que cabe, cuando los temas habilitan…digo)
“Maneki Neko – con botas”
Cecilia Pisos Katana
Primera Sudamericana
Aquel samurai empobrecido sintió cercana la muerte. Por eso llamó a sus tres hijos. A Chikaro, el mayor, le legó su katana. El joven la templó y se sumó al ejército del Emperador. A Sumi le dejó su pincel de caligrafía. El chico limpió su pincel, dispuso en su morral algunos pliegos de papel de arroz y fue escriba del palacio imperial.
Para Kokoro, el menor, no restaba sino un amuleto. Un pequeño gato-alcancía de porcelana, que saludaba con su única mano móvil, que cambiaba de color, según clima y emociones. Se lo dejó y le dijo “toma a MANEKI-NEKO, y ten confianza”.
Apenas tuvo tiempo de sacudirlo, comprobar que estaba vacío y pensar qué hacer con ese muñeco inanimado, cuando el gato le habló. Le pidió que quitara lo único hermoso que tenía: un kaban de oro, y que comprara con él un par de botas, una bolsa de arpillera, y una soga. El azorado muchacho no pudo desobedecer. El pequeño muñeco le pidió que lo dejara en el bosque, al borde del camino, cuando cambiara de color…entonces se desencadena la serie de prodigios que conocemos como “El gato con botas”
Este gato es el tradicional amuleto de la cultura nipona. Los avances de la historia estarán dados por el cambio de color del Neko (gato) que saluda (“Maneki”) con su pequeño bracito.
Gráfica impecable, emparentada casi con el manga japonés. Un relato creativo, dinámico, para vitalizar un viejo relato de la cultura universal.
Te vas a enamorar de Maneki Neko y vas a celebrar las aventuras que hace vivir a su amo
Lu, Lucy, Lucía”
¿Sabías de los limeriks? ¿no? Pues son composiciones breves que narran en cinco versos rimados –el primero, el segundo y el quinto riman entre sí, y el tercero y el cuarto comparten rima también- una historia, un evento, una secuencia, un momento MUY GRACIOSO. Los usó por estos pagos la buena de María Elena Walsh en el “Zoo loco”, por ejemplo. Bueno, te invito a leer estos limeriks super ocurrentes , divertidos, variaditos en temas y personajes de Liliana. Si no, fíjate (podés usar esta excusa, claro)
Mi mamá está muy enojada / porque yo aún no estoy bañada / yo le quise explicar /que tengo que esperar / porque el agua todavía está mojada
Al final hay un interesante “Después” que te invita a jugar con rimas, con limeriks, con “hipótesis fantásticas” al modo de Gianni Rodari.
“
Otto & Kimoti
“El gato de la vecina”
No es raro que un gato se suba a la rama más más más alta de un árbol, ni que la abuela dueña se preocupe, ni que los vecinos quieran ayudarla. Lo raro son las soluciones que buscan esos vecinos: el panadero lanza un anzuelo, pero no pesca ni gato ni nada. El verdulero vino con un salvavidas en forma de pato, lo lanzó al aire como mil veces. El barrendero ató un balde a la punta de un palo de escoba…¡tonto!
Todos fueron tan ocurrentes como poco efectivos. Hasta hubo pirámide humana: todos los vecinos y absolutamente cada servidor público de la ciudad.
El gatito volvió a los brazos de su abuela. Te queda descubrir quién y cómo logró bajarlo jaja.
En mayúsculas grandes, para que puedas seguir a cada vecino, animar al gato y consolar a la viejita.
Bombay”
La nena se refleja en los ojos dorados de Bombay, su gato que parece una pantera. Le habla y le pregunta. Es que en casa papá no deja de dar vueltas alrededor mesa de la cocina, porque piensa, Lola da vueltas en su pecera, aunque mamá dice que no piensa. Mamá llora y está ansiosa. ¿Qué es eso del hermanito? ¿para qué lo necesitan, si pueden salir a remontar barriletes solos, papá, Bombay, Melo y ella, la reinita? ¿y qué es eso de que “no va a estar en la panza de mamá”? ¿y eso de que es difícil, y que hay que esperar la PARTIDA?¿cómo la partida...no es que viene?
Bombay calla, sereno y un poco distante ¿Cómo será ese hermano que llega “con partida”?, pregunto, como la nena, que pregunta y pregunta para abrirnos puertas y ventanas de su casa, para que conozcamos su familia, ahora que crece.
Tierno. Un canto a la vida, un hermoso testimonio de amor
“¿Y la luna dónde está?” Didi Grau Libros Álbum del Eclipse
Didi se encargó de todo. De pensar, de diseñar, de imaginar esta extraña luna, exótica, azulina, señorial, un poco presuntuosa que a veces deja tan oscuro, tan desnudo el cielo.
Es que cuando despierta, se despereza, se da un baño de luz de estrellas y a veces el tiempo se le escurre eligiendo atuendo. Todos sus vestidos son blancos…pero, aún así. Después, camina, camina. Se distrae con el maromero de la punta de la colina y bueno: llega cuando llega, para desovillarse toda azul antes de rayar el alba.
Así que si no la ves en tu cielo, debe andar por ahí, arreglándose con ceremonia, o haciendo cabriolas, caya a saber.
Vendrá. Asomate a este mido de Didi. Habrás visto Lunas como uñitas, lunas gordas y redondas, medias lunas, pero esta…mmmm no creo. MA JES TUO SO.
El pequeño corazón de Budo, el bufágido, tiembla de amor, y ahora de desolación. Rita, la pequeña rinoceronte de Java -¡quedan tan pocos!- está demasiado triste, sin su único cuerno.
Él quiere convencerla de que está hermosa…ella no lo escucha, No se revuelca en el barro, no nada…Es que Rita se quedó sin cuerno por precaución: demasiados rinocerontes habían perdido la vida sólo porque el cuerno parece ser tan importante para los hombres.
Así las cosas, Rita descubre frente a ella, ahí, a orillas del mar, a Dok, un rinoceronte un tanto presumido que…¡¡¡tampoco tiene cuerno!!! . ¡ Oh! Budo no parce nada contento!
Él mismo te cuenta la historia, con su linda voz de pajarito. De una inmensa ternura, y de final de película. Un álbum precioso por donde lo mires.
Aquel samurai empobrecido sintió cercana la muerte. Por eso llamó a sus tres hijos. A Chikaro, el mayor, le legó su katana. El joven la templó y se sumó al ejército del Emperador. A Sumi le dejó su pincel de caligrafía. El chico limpió su pincel, dispuso en su morral algunos pliegos de papel de arroz y fue escriba del palacio imperial.
Para Kokoro, el menor, no restaba sino un amuleto. Un pequeño gato-alcancía de porcelana, que saludaba con su única mano móvil, que cambiaba de color, según clima y emociones. Se lo dejó y le dijo “toma a MANEKI-NEKO, y ten confianza”.
Apenas tuvo tiempo de sacudirlo, comprobar que estaba vacío y pensar qué hacer con ese muñeco inanimado, cuando el gato le habló. Le pidió que quitara lo único hermoso que tenía: un kaban de oro, y que comprara con él un par de botas, una bolsa de arpillera, y una soga. El azorado muchacho no pudo desobedecer. El pequeño muñeco le pidió que lo dejara en el bosque, al borde del camino, cuando cambiara de color…entonces se desencadena la serie de prodigios que conocemos como “El gato con botas”
Este gato es el tradicional amuleto de la cultura nipona. Los avances de la historia estarán dados por el cambio de color del Neko (gato) que saluda (“Maneki”) con su pequeño bracito.
Gráfica impecable, emparentada casi con el manga japonés. Un relato creativo, dinámico, para vitalizar un viejo relato de la cultura universal.
Te vas a enamorar de Maneki Neko y vas a celebrar las aventuras que hace vivir a su amo
Lu, Lucy, Lucía”
Hinde Pomeraniec Adriana Keselman
Grupo Editorial Norma
Torre de Papel Roja
A Lu no le gusta que le digan “Lucía”, porque eso significa que hizo algo malo. Tiene un hermano diferente, que se balancea, hace ruiditos con la boca, repite las palabras que escucha…pero Tincho sabe poner la mesa y colocar el pan con gran festejo de la familia.
A Lu le encanta ir a lo de los abuelos, que viven junto al mar. A Tincho también, porque junta caracoles en la playa, aunque las olas y los ruidos lo ponen nervioso. Van todos los veranos y juntos se divierten mucho. Hasta Wilson, el perrito disfruta de los paseos y el jugueteo en el agua, con papá y Lucy.
Un día Lu se enoja mucho porque los papás deciden pasar un día solos, en otra playa. Es que los abuelo no van nunca al mar, y seguro que ella y Tincho se van a aburrir. Un día entero es largo…pro eso toma una decisión por la que tal vez tengan que llamarla como no le gusta. ¡LUCÍA!.
Una novela como la de los grandes, para chicos. Para entretenerse con Lu. Lucy y para pensar cuántos Tinchos nos acompañan, tratando que los comprendamos porque hacen el esfuerzo por integrarse. Qué buena Hinde escribiendo para los chicos, ella, tan especial, sensata, seria, madura, universal…¡me encantó!
A Lu no le gusta que le digan “Lucía”, porque eso significa que hizo algo malo. Tiene un hermano diferente, que se balancea, hace ruiditos con la boca, repite las palabras que escucha…pero Tincho sabe poner la mesa y colocar el pan con gran festejo de la familia.
A Lu le encanta ir a lo de los abuelos, que viven junto al mar. A Tincho también, porque junta caracoles en la playa, aunque las olas y los ruidos lo ponen nervioso. Van todos los veranos y juntos se divierten mucho. Hasta Wilson, el perrito disfruta de los paseos y el jugueteo en el agua, con papá y Lucy.
Un día Lu se enoja mucho porque los papás deciden pasar un día solos, en otra playa. Es que los abuelo no van nunca al mar, y seguro que ella y Tincho se van a aburrir. Un día entero es largo…pro eso toma una decisión por la que tal vez tengan que llamarla como no le gusta. ¡LUCÍA!.
Una novela como la de los grandes, para chicos. Para entretenerse con Lu. Lucy y para pensar cuántos Tinchos nos acompañan, tratando que los comprendamos porque hacen el esfuerzo por integrarse. Qué buena Hinde escribiendo para los chicos, ella, tan especial, sensata, seria, madura, universal…¡me encantó!
“La bruja en la burbuja y otros
poemas con risa”
Liliana Cinetto
Fernando Calvi
Estrada – Macmillan
Col Azulejos
¿Sabías de los limeriks? ¿no? Pues son composiciones breves que narran en cinco versos rimados –el primero, el segundo y el quinto riman entre sí, y el tercero y el cuarto comparten rima también- una historia, un evento, una secuencia, un momento MUY GRACIOSO. Los usó por estos pagos la buena de María Elena Walsh en el “Zoo loco”, por ejemplo. Bueno, te invito a leer estos limeriks super ocurrentes , divertidos, variaditos en temas y personajes de Liliana. Si no, fíjate (podés usar esta excusa, claro)
Mi mamá está muy enojada / porque yo aún no estoy bañada / yo le quise explicar /que tengo que esperar / porque el agua todavía está mojada
Al final hay un interesante “Después” que te invita a jugar con rimas, con limeriks, con “hipótesis fantásticas” al modo de Gianni Rodari.
“¿Quién fue primero?”
Laura Devetach Claudia Deglioumini
Grupo Editorial Norma
Col Buenas Noches
Antes de poner su tercer huevo, Papanata cacareó su cacareo número mil. El enigma la hacía dar vueltas y vueltas sobre el nido: ¿quién fue primero: el huevo o la gallina?. Las señoras expertas del gallinero parecían no tener dudas. Primero LAS GALLINAS. Pero por si acaso, salieron a cerciorarse. El gato pensó que primero los gatos, que jamás pusieron huevos. El yacaré, que el HUEVO…pero de yacaré. Así que en hilerita fueron preguntando y preguntando.
Capaz se encontraron con la pulga preguntona, que también se interroga por el primer primer primer…NO SÉ. Arrimate y poné tu voto, que este libro tiene delicias de pe a pa, incluidos cacareos y desacuerdos bastante bien tolerados.
Laura Devetach Claudia Deglioumini
Grupo Editorial Norma
Col Buenas Noches
Antes de poner su tercer huevo, Papanata cacareó su cacareo número mil. El enigma la hacía dar vueltas y vueltas sobre el nido: ¿quién fue primero: el huevo o la gallina?. Las señoras expertas del gallinero parecían no tener dudas. Primero LAS GALLINAS. Pero por si acaso, salieron a cerciorarse. El gato pensó que primero los gatos, que jamás pusieron huevos. El yacaré, que el HUEVO…pero de yacaré. Así que en hilerita fueron preguntando y preguntando.
Capaz se encontraron con la pulga preguntona, que también se interroga por el primer primer primer…NO SÉ. Arrimate y poné tu voto, que este libro tiene delicias de pe a pa, incluidos cacareos y desacuerdos bastante bien tolerados.
“
Caperucita de abuela”
Liliana Cinetto Poly Bernatene
Grupo Editorial Norma
Col Buenas Noches
¡Uy! Este libro está lleno de fotografías e imágenes de recuerdos entrañables. Hay una carta MUY MUY MUY TIERNA que es para morirse de amor.
Caperucita va de visita a lo de la abuela. No la encuentra. La pieza está muy desordenad, pero como la abuela es MUY lista, no se puede sospechar de ningún lobo (amigo de parrandas, por otra parte)
La abuela salió, y encontró cómo comunicarse:¡por paloma mensajera!. Carta -¡preciosa!- y fotos de recuerdo. En la misiva advierte que va a tardar, y que si no regresa…bueno, es inevitable que haya un último viaje. Aclara que hay permiso para usar collares, pulseras, sombreros, z patillas de baile y algo muy muy especial que hay en el ropero.
Qué sorpresa ESTA Caperucita y ESA abuelita. Una casita llena llena de recuerdos familiares. Tenés que tenerlo ya.
Poly ideó la Caperucita, la abuela, amigos, familiares más bonitos del mundo mundial! ¡chuchuni!!!!
“Francisco Solar Madariaga” María Cristina Ramos Istvansch SM
Un personaje bohemio, lírico, entrañable, Francisco Solar Madriga. Duerme en una taza de café -¡ay, la tacita que le armó Itsvanch, con su golondrina en un cielo azulceles!- y está lleno de música y suspiros: la hace con un cornetín… y de buenas intenciones. Por eso teje y teje, con agujitas de pino, en –santa clara y revés, mientras piensa en garzas, en hileras de pájaras de papel. Cuando tiene hambre o lo sorprende la sed, Francisco Solar va a las viñas a buscar la redonda maravilla de una uva moscatel… a veces le llueven nueces, gotas de lluvia y una lindísima luna de papel.
Versi-relatos tan tan tan bien mostrados por las joyitas de papel engarzadas, superpuestas. Amorosamente armadas por Istvansch, con tanto detalle y tanta gentil paciencia. ¡Qué bien trabajan juntos María Cristina y este genio del papel y las tijeras!
Hay más: el “después” en el que ella cuenta cómo engarza las palabras, y él fotografía los secretos de su magia con papeles, cartoncitos, tijera y pegamento.
Una joya pensada para todos nosotros
¡Uy! Este libro está lleno de fotografías e imágenes de recuerdos entrañables. Hay una carta MUY MUY MUY TIERNA que es para morirse de amor.
Caperucita va de visita a lo de la abuela. No la encuentra. La pieza está muy desordenad, pero como la abuela es MUY lista, no se puede sospechar de ningún lobo (amigo de parrandas, por otra parte)
La abuela salió, y encontró cómo comunicarse:¡por paloma mensajera!. Carta -¡preciosa!- y fotos de recuerdo. En la misiva advierte que va a tardar, y que si no regresa…bueno, es inevitable que haya un último viaje. Aclara que hay permiso para usar collares, pulseras, sombreros, z patillas de baile y algo muy muy especial que hay en el ropero.
Qué sorpresa ESTA Caperucita y ESA abuelita. Una casita llena llena de recuerdos familiares. Tenés que tenerlo ya.
Poly ideó la Caperucita, la abuela, amigos, familiares más bonitos del mundo mundial! ¡chuchuni!!!!
“Francisco Solar Madariaga” María Cristina Ramos Istvansch SM
Un personaje bohemio, lírico, entrañable, Francisco Solar Madriga. Duerme en una taza de café -¡ay, la tacita que le armó Itsvanch, con su golondrina en un cielo azulceles!- y está lleno de música y suspiros: la hace con un cornetín… y de buenas intenciones. Por eso teje y teje, con agujitas de pino, en –santa clara y revés, mientras piensa en garzas, en hileras de pájaras de papel. Cuando tiene hambre o lo sorprende la sed, Francisco Solar va a las viñas a buscar la redonda maravilla de una uva moscatel… a veces le llueven nueces, gotas de lluvia y una lindísima luna de papel.
Versi-relatos tan tan tan bien mostrados por las joyitas de papel engarzadas, superpuestas. Amorosamente armadas por Istvansch, con tanto detalle y tanta gentil paciencia. ¡Qué bien trabajan juntos María Cristina y este genio del papel y las tijeras!
Hay más: el “después” en el que ella cuenta cómo engarza las palabras, y él fotografía los secretos de su magia con papeles, cartoncitos, tijera y pegamento.
Una joya pensada para todos nosotros
Otto & Kimoti
Sandra Siemens Cecilia Varela
del Naranjo
Otto fue arrastrado cuando jugaba con su familia en el mar. Jugaban a flotar como globos, como juegan los hipopótamos, cuando vino la gran ola.
Los grandes fueron rescatados, pero Otto siguió flotando. Lo sacaron del agua muy muy lejos. Solito.
No quería comer, ni beber. Ni mover siquiera una pata. Por eso lo llevaron junto a Kimoti, la tortuga gigante. Pero ella ni lo miró.
El lugar era una precios alfombra verde, llena de sombras, pero ninguna mamá lo quiso. Los guardias desesperaron… Al día siguiente de la noche más desolada, Kimoti se acercó. Otto retro0cedió un paso, ella insistió y le dejó un tesoro, que el pequeño empezó a conocer y amar
Un álbum divino que no refleja sino la historia de Owen y Mzec. Sucedió en Kenya, después del tsunami de diciembre de 2004. Sandra y Cecilia te invitan a visitarlo, y ver a los protagonistas “de verdad”, retratados juntos en una hermosa escena.
Otto fue arrastrado cuando jugaba con su familia en el mar. Jugaban a flotar como globos, como juegan los hipopótamos, cuando vino la gran ola.
Los grandes fueron rescatados, pero Otto siguió flotando. Lo sacaron del agua muy muy lejos. Solito.
No quería comer, ni beber. Ni mover siquiera una pata. Por eso lo llevaron junto a Kimoti, la tortuga gigante. Pero ella ni lo miró.
El lugar era una precios alfombra verde, llena de sombras, pero ninguna mamá lo quiso. Los guardias desesperaron… Al día siguiente de la noche más desolada, Kimoti se acercó. Otto retro0cedió un paso, ella insistió y le dejó un tesoro, que el pequeño empezó a conocer y amar
Un álbum divino que no refleja sino la historia de Owen y Mzec. Sucedió en Kenya, después del tsunami de diciembre de 2004. Sandra y Cecilia te invitan a visitarlo, y ver a los protagonistas “de verdad”, retratados juntos en una hermosa escena.
“El gato de la vecina”
Liliana Cinetto Alina Calzadilla
ongseller
No es raro que un gato se suba a la rama más más más alta de un árbol, ni que la abuela dueña se preocupe, ni que los vecinos quieran ayudarla. Lo raro son las soluciones que buscan esos vecinos: el panadero lanza un anzuelo, pero no pesca ni gato ni nada. El verdulero vino con un salvavidas en forma de pato, lo lanzó al aire como mil veces. El barrendero ató un balde a la punta de un palo de escoba…¡tonto!
Todos fueron tan ocurrentes como poco efectivos. Hasta hubo pirámide humana: todos los vecinos y absolutamente cada servidor público de la ciudad.
El gatito volvió a los brazos de su abuela. Te queda descubrir quién y cómo logró bajarlo jaja.
En mayúsculas grandes, para que puedas seguir a cada vecino, animar al gato y consolar a la viejita.
Bombay”
Sandra Siemens Isol
SM El Barco de Vapor Celeste
(Premio Barco de Vapor)
La nena se refleja en los ojos dorados de Bombay, su gato que parece una pantera. Le habla y le pregunta. Es que en casa papá no deja de dar vueltas alrededor mesa de la cocina, porque piensa, Lola da vueltas en su pecera, aunque mamá dice que no piensa. Mamá llora y está ansiosa. ¿Qué es eso del hermanito? ¿para qué lo necesitan, si pueden salir a remontar barriletes solos, papá, Bombay, Melo y ella, la reinita? ¿y qué es eso de que “no va a estar en la panza de mamá”? ¿y eso de que es difícil, y que hay que esperar la PARTIDA?¿cómo la partida...no es que viene?
Bombay calla, sereno y un poco distante ¿Cómo será ese hermano que llega “con partida”?, pregunto, como la nena, que pregunta y pregunta para abrirnos puertas y ventanas de su casa, para que conozcamos su familia, ahora que crece.
Tierno. Un canto a la vida, un hermoso testimonio de amor
“¿Y la luna dónde está?” Didi Grau Libros Álbum del Eclipse
Didi se encargó de todo. De pensar, de diseñar, de imaginar esta extraña luna, exótica, azulina, señorial, un poco presuntuosa que a veces deja tan oscuro, tan desnudo el cielo.
Es que cuando despierta, se despereza, se da un baño de luz de estrellas y a veces el tiempo se le escurre eligiendo atuendo. Todos sus vestidos son blancos…pero, aún así. Después, camina, camina. Se distrae con el maromero de la punta de la colina y bueno: llega cuando llega, para desovillarse toda azul antes de rayar el alba.
Así que si no la ves en tu cielo, debe andar por ahí, arreglándose con ceremonia, o haciendo cabriolas, caya a saber.
Vendrá. Asomate a este mido de Didi. Habrás visto Lunas como uñitas, lunas gordas y redondas, medias lunas, pero esta…mmmm no creo. MA JES TUO SO.
“El enigma del barquero” Laura Devetach Viviana Brass Alfaguara
Acá Laura toma para sí historias que son de todos, les pone su sellito inconfundible de gracia y ternura, e inventa otras, jugando a que no…
El nene es barquero. Ese día un turista le dejó un enigma: “hay que transportar tres cosas que no pueden estar juntas, no pueden desaparecer y tienen que ir de a uno por vez”. Está cansado. A su lado duermen sus hermanitos, y a sus pies, su perro… Navega el nene. En un zapato. De pronto lo llama la señorita Sonia, su maestra de primero. Él suspira y suspira un lobo ¡ay!. Entre los tréboles aparece un canasto lleno de manzanas rojas. Una sola es verde y una -¿cuál?- está envenenada. ¿Cómo va a llevar el niño en su botín navegador por el río de la cama a la señorita, que no debe comer manzanas, porque quién sabe cuál está envenenada, pues que son las de la canasta de la bruja de Blancanieves, al lobo, que no debe comerse a la maestra, y a la canasta, para que nadie se tiente?...
La nena tiene que inventar algo para que la abuela no se vaya, que no la deje. por eso, y porque no puede dormir es que cuenta.. tantas ovejas taponan las calles, las plazas, la terminal a la que tiene que llegar la abuela . ¿O me lo creí yo nomás? ¡no sé! ¡asomate!
¡Ay, qué bonita Blanca con su canasta de chipas!. Las lleva para venderla en la plaza. ¡UUhhh…cuántos polizontes se suben a ese extraño sombrero aromado y cubierto con una servilleta blanca!. Lo eligieron un pájaro y una pájara que bajaron del sol, para empollar su primoroso huevo; dos langostas que están de casamiento; un montón de alguaciles livianitos y casi transparentes y hasta un Pomberito tamaño gorrión. ¡Ay, Blanquita! ¿llegará a la plaza con sus chipas y todos su pasajeros?
Oh, cuando el niño descubra qué son los tubitos que prepara el “Brujo” que se instaló en la azotea de la casita blanqueada de cal!!!
¿Vos sabés quién inventó las margaritas para decir “me quiere mucho, poquito, nada? ¿ah, no?. Bueno: entérate
Narrar a veces te salva la vida. Así le pasó al niño que nada tenía y aprendió a leer y escribir, porque escuchó narrar. Aprendió a contar historias y a escribir parte de ellas en la arena. Por eso, cuando fue condenado a muerte por robar un pan, y pendía colgado de los pulgares, esperando la muerte, se estiró y se estiró, y con la punta de un dedo del pie escribió…”Había un vez un ratón, y otro ratón, y otro ratón…” Habría que sembrar cuento en la arena
El nene es barquero. Ese día un turista le dejó un enigma: “hay que transportar tres cosas que no pueden estar juntas, no pueden desaparecer y tienen que ir de a uno por vez”. Está cansado. A su lado duermen sus hermanitos, y a sus pies, su perro… Navega el nene. En un zapato. De pronto lo llama la señorita Sonia, su maestra de primero. Él suspira y suspira un lobo ¡ay!. Entre los tréboles aparece un canasto lleno de manzanas rojas. Una sola es verde y una -¿cuál?- está envenenada. ¿Cómo va a llevar el niño en su botín navegador por el río de la cama a la señorita, que no debe comer manzanas, porque quién sabe cuál está envenenada, pues que son las de la canasta de la bruja de Blancanieves, al lobo, que no debe comerse a la maestra, y a la canasta, para que nadie se tiente?...
La nena tiene que inventar algo para que la abuela no se vaya, que no la deje. por eso, y porque no puede dormir es que cuenta.. tantas ovejas taponan las calles, las plazas, la terminal a la que tiene que llegar la abuela . ¿O me lo creí yo nomás? ¡no sé! ¡asomate!
¡Ay, qué bonita Blanca con su canasta de chipas!. Las lleva para venderla en la plaza. ¡UUhhh…cuántos polizontes se suben a ese extraño sombrero aromado y cubierto con una servilleta blanca!. Lo eligieron un pájaro y una pájara que bajaron del sol, para empollar su primoroso huevo; dos langostas que están de casamiento; un montón de alguaciles livianitos y casi transparentes y hasta un Pomberito tamaño gorrión. ¡Ay, Blanquita! ¿llegará a la plaza con sus chipas y todos su pasajeros?
Oh, cuando el niño descubra qué son los tubitos que prepara el “Brujo” que se instaló en la azotea de la casita blanqueada de cal!!!
¿Vos sabés quién inventó las margaritas para decir “me quiere mucho, poquito, nada? ¿ah, no?. Bueno: entérate
Narrar a veces te salva la vida. Así le pasó al niño que nada tenía y aprendió a leer y escribir, porque escuchó narrar. Aprendió a contar historias y a escribir parte de ellas en la arena. Por eso, cuando fue condenado a muerte por robar un pan, y pendía colgado de los pulgares, esperando la muerte, se estiró y se estiró, y con la punta de un dedo del pie escribió…”Había un vez un ratón, y otro ratón, y otro ratón…” Habría que sembrar cuento en la arena
“Azu” Didi Grau - textos e ilustraciones Libros Álbum del Eclipse
Había nacido de una flor del desierto. Cuando la corola la despidió, se puso en marcha. Sin mirarse. Buscó amigos… la piedra lisa, los dos cipreses altos de la loma, los tres pájaros del barranco, que volaban como el viento. Siempre intentó parecerse…a piedra lisa, a los cipreses engolados, a los pájaros de las extendidas. Pero no.
Llegó al agua para mirarla: era delgada, azul, de larga cabellera de seda. Le gustó, el agua…pro cuando quiso hablarle vio una nena bajita vestida de rojo, con un sapo, un lobo y un pájaro. Cuando giró la cabeza estaban a su lado, tan diferentes. Tenía que aprender todo, y primero, a reconocerse. Se miró en el agua, y se gustó…
Preciosa y extraña. Qué linda manera de hablar de identidades, de descubrimientos, de conocerse, quererse, aceptarse, de no intentar ser “otro”. Sugerente, delicado, envolvente, respetuoso y suavemente azul azul azul
Había nacido de una flor del desierto. Cuando la corola la despidió, se puso en marcha. Sin mirarse. Buscó amigos… la piedra lisa, los dos cipreses altos de la loma, los tres pájaros del barranco, que volaban como el viento. Siempre intentó parecerse…a piedra lisa, a los cipreses engolados, a los pájaros de las extendidas. Pero no.
Llegó al agua para mirarla: era delgada, azul, de larga cabellera de seda. Le gustó, el agua…pro cuando quiso hablarle vio una nena bajita vestida de rojo, con un sapo, un lobo y un pájaro. Cuando giró la cabeza estaban a su lado, tan diferentes. Tenía que aprender todo, y primero, a reconocerse. Se miró en el agua, y se gustó…
Preciosa y extraña. Qué linda manera de hablar de identidades, de descubrimientos, de conocerse, quererse, aceptarse, de no intentar ser “otro”. Sugerente, delicado, envolvente, respetuoso y suavemente azul azul azul
“Rita bonita”
Sandra Siemens Cecilia Varela
del Naranjo
Col ungatogris
El pequeño corazón de Budo, el bufágido, tiembla de amor, y ahora de desolación. Rita, la pequeña rinoceronte de Java -¡quedan tan pocos!- está demasiado triste, sin su único cuerno.
Él quiere convencerla de que está hermosa…ella no lo escucha, No se revuelca en el barro, no nada…Es que Rita se quedó sin cuerno por precaución: demasiados rinocerontes habían perdido la vida sólo porque el cuerno parece ser tan importante para los hombres.
Así las cosas, Rita descubre frente a ella, ahí, a orillas del mar, a Dok, un rinoceronte un tanto presumido que…¡¡¡tampoco tiene cuerno!!! . ¡ Oh! Budo no parce nada contento!
Él mismo te cuenta la historia, con su linda voz de pajarito. De una inmensa ternura, y de final de película. Un álbum precioso por donde lo mires.
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