Literatura Infantil: los que se regalan belleza

Perder los estribos...y la compostura



“Loco por vos” 
Gabriela Keselman 
Grupo Editorial Norma Torre de papel Roja

No podía imaginar el señor Normalucho, intendente –hombre más bien convencional, ordenado, metódico, aferrado a rutinas, señor de agendar prolijamente las cosas y de organizar preventivamente sus días en pautadas “Listas de pensamientos”- la que se le venía encima a la plácida “Frentealmar” la vez esa en que Maldeamor, que venía montada en motoescoba, aterrizó sobre él. ¡Ay!, joven, bruja, poco dada a previsiones, lo vio…¡se enamoró de inmediato!.

Nada más verlo supo que sin hechizo la cosa no avanzaría. Pero, vaya, tan nerviosa, tan atolondrada, sin los ingredientes apropiados porque no se dio tiempo siquiera de hacer las compras, preparó una pócima que se desbordó y se descargó en forma de finísima lluvia sobre el pueblo. Por esas cosas del destino, el único lugar donde no llovió fue la intendencia.

Empezaron a ocurrir cosas extrañísimas. Amores estrafalarios. Incomprensibles. Inadmisibles. ¡Qué desorden! Una apacible localidad en la que ya nada funcionaba: ni el tránsito, ni el banco, ni la escuela…El diario local sólo publicaba noticias alarmantes de la rara epidemia de enamoramientos y pataletas desconcertantes.

¡Pobre Normalucho! (“Normalín” “Nórmal” “Hintendente” –Así, con h- le llamaba ella, y le enviaba insoportables poemas de amor de dudoso gusto y rima chabacana-). ¿Qué hará cuando su ordenada agenda y su impecable “Lista de pensamientos” ya no le sirvan para enfrentar la vida?.

Venite. Transitá por estas callecitas. Divertite –si podés, si el azoro de Normalucho no te paraliza- con estos habitantes que hacen cosas locas de locos enamorados, y ayudá un poco al intendente que está , digamos, un poco ¿ofuscado?. Ocurrente y divertida. Novelita para disfrutar -y un poquito para desesperar- desde los ocho.






Encontrarle la vuelta...


“La señora Zapiola” Sandra Filippi Alfaguara Infantil

La señora Zapiola es gordita, dulce, graciosa. Parece un arbustito florecido. Tiene un socio alto, envarado y atento. Ella arma

Los ramos, él los lleva al mercado en su camionetita. Jardineros los dos, a l tardecita se sientan a tomar el té y repartirse las ganancias. Ella está ahorrando ahorrando. ¡Ya está! Consiguió juntar lo necesario para ¡zapatos nuevos!. El socio deberá traerle el mejor par de zapatos del mundo. Ella se despedirá de los suyos, viejísimos…parecen una torta, tantas suelas agregadas, bigotitos y una puntera parche colorada. Cundo ve esos calzados de charol, de tacos altísimos, hebilla dorada, cree morir de emoción y tira sus tamanguitos al fondo del jardín, con gesto exagerado de hastío. Semanas pasará el buen jardinero trayendo y devolviendo zapatos, zapatillas, borcegos, sandalias, ballerinas, pantuflas, chancletas…¡botas de escalar! ¡¡¡¡patas de rana!!!. Lo último que le ofrecen son aquellos zapatitos que hicieron historia: los de Cenicienta…¡¡de cristal!!. Ya no quiere darle malas noticias a la señora Zapiola, así que se toma tiempo para respirar un poco, podar por aquí y por allá mientras piensa cómo decirle que ya no hay zap…¡uuaaaa! ¿qué ve sobre la vieja carretilla?.

Tierno hasta el cielo. Dos dulces en un inmenso jardín y dos ratoncitos agradecidos es lo que vas a encontrar en esta historia donde no hace falta que intervenga l maravilla, porque tanto amor basta. Podés sentarte con ellos, a la hora del té.




...


Para tenerlos juntos

“Diez en un barco” 
Homenaje a diez años del premio anual “Barco de Vapor”
 Antología de cuentos de los diez ganadores 2002/ 2012. 
SM Barco de Vapor Serie Roja

A los diez ganadores del premio les pidieron un relato. Uno especial que hiciera evidentes estilos, elecciones temáticas, modos particulares de la escritura. Todos fueron fieles a estas premisas, o sea, honestos con su propia obra y , sobre todo, con la premiada. Algunos cuentos son como extensiones, como apéndices de esas obras –el de Briones, el de Huidobro-; otros siguen un camino trazado por sus protagonistas en otros títulos –Vaccarini sigue acompañando a su perspicaz detective-. Para hablar del poder de la amistad a lo largo de una vida, “Piedritas del río”. Para conmoverte con el poder envolvente y salvador de las palabras, “El último viernes” de Liliana Bodoc o “En el asiento de tu silla” de Paula Bombara (indago mucho en sus haceres. No dejan de sorprenderme, cautivarme, comprometerme, ambas). Si te preocupa el futuro y sentís que tenés una obligación con lo que viene, con lo que hacemos, “Escrito en las olas”, de Sebastián Vargas, tan lejos acá del mundo de “Tres espejos”…

Un acierto ponerlos a navegar juntos. Es casi un deber de lector subirse a este barco “cargado de…”. Desde los doce, y apasionarse.







 Si no hay aventura...¡se la inventa!


“Los monstruos de Chinomarte” 
Ricardo Mariño - Leo Arias 
El gato de hojalata Col La pandilla del parque

“Es una civilización de gusanos superinteligentes” “El lomo de un monstruo de piedra”. Así opinaban desde la orilla los que veían la islita en medio del lago. “Para mí que es China o Marte” . Debemos ir!! Sí… pero si es Marte hay que construir un nave espacial…¡difícil! ¡es China y listo…o Chinomarte!.

Construyeron la embarcación con una botella cortada. Y fueron. ¡Qué travesía aburrida!. Menos para el gusano Luciano Mariano, que la pasaba genial escribiendo en su cuadernito de bitácora. No quiso desprenderse de él Se lo quitaron: ¡uh! ¡maravillados quedaron! Escribió muchas peripecias vividas. Habían capeado terribles tifones y derrotado monstruos horripilantes. Se sintieron héroes. Así por días. Llegaron. Había que esperar a Luciano Mariano. Confiar en su imaginación desbordada. Pero él se tomó su tiempo. Se tendió al sol con todos, almorzó, descansó y después… Después viene lo mejor de esta expedición pionera protagonizada por verdaderos próceres ...Cucaracha enamorada, cascarudo viejo, hormiga negra, y unos cuantos más que quedarán en la gran historia gran de la imaginería.

Acá hay Literatura y Humor, pues de Ricardo Mariño hablamos, señoras y señores. Desde los ocho a los noventa y ocho. Abordar este barquito de velas de servilleta, y lanzarse a la aventura. No se van a aburrir.






De explicar principios...


Las voces del fuego Mitos y leyendas de nuestra América”
Márgara Avervach- Liliana Bodoc- Sandra Siemens…otros

Editorial SM Col. Hilo de palabras

A cada uno de estos autores –todos conocidos por sus bellísimas producciones- se les encomendó versiones de una leyenda. Todos pudieron elegir y poner su voz peculiar, su estilo, sus gustos. Leyendas y mitos pocos conocidos –preciosos tesoros-

de distintos pueblos y culturas continentales e insulares de nuestra América. Desde historias arcanas de los Inuit –esquimales, los llamamos-; la mística cosmogonía de los pueblos mesoamericanos –preciosas las que dan cuenta del por qué del ¨Sol y de la Luna, de la misteriosa civilización maya- ; el poblamiento de la isla de Pascua y la gratitud hacia los guerreros que navegaron hacia Rapa Nui en los imponentes moais, hasta las bellas leyendas de amor de los pueblos incas y del archipiélago de Chiloé, en el filigranado sur de Chile.

Una extraña joya engarzada en lo mejor de una literatura que viene de allende los tiempos y las geografías, rescatada con voz nueva y genuina por escritores de hoy.








 De conquistar la autoconfianza...


“Cereza guinda” Benjamin Lacombe Edelvives Mini Album

Cereza vive con papá, y desde que mamá los dejó, debe ayudarlo con la perrera. Es gordita y reservada. Los chicos se burlan a menudo de ella, que se refugia en los libros que ama. Adora las novelas de Julio Verne, los comics de piratas, las enciclopedias de pájaros.

Desde que descubrió una perra del país del arroz en el fondo de una jaula, ya no está sola. “Guinda”, la llama. Ella, y poder mirar desde lejos a Angelo, el niño más guapo de la clase, son motivos para la alegría. Papá promete “si en un mes nadie viene a reclamarla, Guinda será tuya.

Se cumple el mes. Cereza y Guinda regresan del paseo matutino. ¡Han venido a buscar ala perra, pero no desde el país del arroz. El desenlace no va a dejar a Cereza abroquelada otra vez en su soledad. No. Se abrirán otros senderos de amistad y comprensión. Desde los ocho o nueve, un bálsamo.



“El color de la arena”
Elena O´ Callaghan i Duch - María Jesús Santos Heredero 
Edelvives Mini Album

Una historia crecida al amparo de “Art and Life” , una Fundación que acerca ARTE y apoyo emocional a los niños del mundo en situación de vulnerabilidad, resultado de sus fecundos talleres interdisciplinarios.

El niño –que lo hace en primera persona, tan cerca tuyo- cuenta que vive lejos de su país , en un mundo de arena ,desde que la guerra los alejó del mar. Sabe por su abuelo que el mundo es inmenso y de colores, y que deberán alcanzar otra vez el mar, para recuperarlos. Mientras tanto, es del color de la arena en la que el niño dibuja sus rebaños de cabras y camellos, en la que traza y “pinta” cuando en la escuela se acaba la única caja de colores, en la que aprende a escribir cuando Maina, su maestra, que solo conserva una tiza, los invite a reproducir la pizarra en el suelo, con palitos.

A menudo el viento se roba sus dibujos, como se ha robado su nombre antes de que la familia pudiera verlo, escrito en la arena. Todo es arena hasta que Maina llega tan excitada y lo convida a ir a la escuela: ¡llegan cajas y cajas de papeles, pinturas, pinceles, lápices!. La señora rubia sonríe a Abdulá –ese era el nombre borrado por el viento- mientras lo alienta.

Podrá pintar los colores del mundo de más allá de la arena, para que se hagan ciertos los anuncios del abuelo, para que otra vez lleguen hasta el mar, recuperen su tierra y ya no se mueran camellos y cabras de sed, de hambre, hundidos en la arena de la historia. Bellísimos textos e ilustraciones, tras la bruma ventosa y amarilla del desierto






Del dolor escondido


“La niña silencio” 
Cecile Raumiguiere Benjamin Lacombe
 Edelvives Mini álbum

Potente. Metafórico. Extrañamente iluminado en bordeaux y rojos, a pesar de la melancolía, de la honda tristeza que emana de esta historia.

Niña Silencio debe volver a casa, la guarida de lobos que ama a pesar de todo. A pesar de que aúllan cuando ella moja la cama…En la escuela, la maestra, preocupada por su silencio, la manda frente a la señora amable, de luminosos ojos azules.

¿Qué va a decirle? ¿que hay demasiados días rojos furia, con cintos que azotan el aire y el cuerpo de niña Silencio, pero que también los hay azules, de guarida tibia con olor a castañas, de lobos que ronronean para que uno pueda abrazarse a ellos?

Un día, la niña, que mece letras y palabras muy adentro…A de alondra B de bebé C de cisne , dejará que broten en vuelo de alondra, en torrente…

Para leer en dos planos, o en más. Para que podamos derramar palabras alivio y abrazar a tantos niños silencio que piden auxilio desde sus miedos hondos. Desde los diez, para acceder a los planos que convida este libro maravilloso que trata con sutileza y bella cautela el maltrato infantil, en gráfica color vino tristeza.



De darse corte y de divertirse...


“Una carta para Lily…¡el unicornio!” Christian Panchon Rebecca Daumetrer Edelvives Mini Álbum

Víctor el cuervo cartero ande de lo más misterioso.. Lo enorgullece la carta que debe llevar hoy ¡nada menos que para Lily, el unicornio, el animal nuevo de la granja!. No tiene ni tiempo ni ganas de saludar a los sauces, las acacias…Tendrá que ir averiguando, con impaciencia, y sortear a Cabeza Azul, la oveja, a Sacacorchos, el cochino, A Morenita, la vaca, a la oca Gertrudis…¡Todos lo retienen con comentarios, todos esperan correspondencia cuando él tiene una misión TAN importante. Todavía tiene que pasar por la curiosidad de Mauricio, el gallo, por la sorpresa del burro artista. ¡Por fin! ¡Ay! ¡pero qué es esto?. Ja. Tenés que ver a todos los habitantes de la granja rodeando al azorado cartero, al final de esta mañana tan inusual.

Hacé este paseo por parajes llenos de sol y conocé a los habitantes desopilantes de este campo. Vas a vivir una divertida aventura. Te vas a entretener con letras que juegan a enrularse, a cambiar a cada rato, a hacerse tenuecitas o gooordas (para acompañar con los deditos, con ayuda de tu hermano mayor, la abuelita…¡quien quieras!)





El amor también se aprende (lleva tiempo, a veces)


A mi abuela no le gusta mi gato” María Inés Falconi María Lavezzi Quipu

No había caso. A la abuela el gato le daba tirria. Nada más entrar a la casa de su hija, decía “¿qué hace acá ese gato de porquería?”. Y… dormía en el sofá, las sillas, la cama del nene. Hacía cabriolas sobre los muebles, se trepaba a los techos… “ese gato de porquería va a enfermar al nene” “Ese gato de porq…” . Un día la mamá invitó “¿Michi?”, y abrió la puerta, porque llegaba la abuela. Michi se fue. No volvió. “Está de parranda” –dijo papá- y explicó “tienen novia”. No puede, está castrado, fue el aporte de mamá.

Todos se pusieron tristes. Si era más grande –no en tamaño, en edad- que el nene. Si era dueño de los rincones y las almohadas. Nene lo esperó afuera, aunque hacía frío. Mamá le dejó abierta la ventana…Nada.

Cuando la abuela llegó de visita nene la recibió “¿Sabés, abuela?, el gato se fue”. “¿Cómo que se fue, ese gato de porquería?”. Ella, en motoneta, encabezó la búsqueda, que incluyó ´*órdenes cruzadas a los vecinos *campaña agresiva de fotos y afiches….*¡¡¡abordaje a los basureros!!!!.

La miro, la huelo. Ahí está: empapada de un olor horrible, con una cáscara de banana colgada del brazo, los anteojos desacomodados y un bulto sospechoso y maloliente bajo el tapado “a ver si se nos pierde, nuestro gatito de porquería”.

Cosas de abuela. Cosas de la ternura. Acá, en la contratapa dice “desde los ocho”. Digo NO: desde que uno puede acariciar la cola de un gato, y ronronear cuando él lo hace. Desde que uno puede querer a su abuela, aunque sea rezongona





De rivalidades y compensaciones...


El mejor enemigo del mundo” 
María Fernanda Heredia 
Grupo Editorial Norma Torre de Papel Azul

Francisco Miguel –Pancho- y Efraín Velasco habían nacido el mismo día del mismo año. Compartían la misma clase y fueron buenos amigos hasta que Pancho se atrevió a murmurar “cuatro ojos”, algo que Efraín Velasco –consentido, único hijo de padres divorciados- no pudo tolerar.

Por eso, a las fiestas de cumpleaños de Pancho sólo asistían tíos, primos, abuelos. Fiestas tristonas y aburridas. A las de Efra concurría toda la escuela. Fiestas costosas, temáticas, comentadas.

Cuando cumplieron ocho, papá contrató un mago para la celebración de Pancho. Un mago pobretón y torpe –Zintra-, que sin embargo se convirtió en el confidente de este niño boicoteado por su archienemigo, que ese año organizó una fiesta con nieve artificial, focas, un domador…

Para cuando cumplan nueve, a Zintra se le ocurre que podrían enviar cartas a celebridades. Supo de gente que la pasaba mal y se le ocurrió convocar a Shakira, al Papa, a Beyoncé, a la reina de Inglaterra… alguno venía.

Así que Pancho García –que además estaba enamorado de Rittva, la chica finlandesa de su grado, invitó otra vez, diciendo que acudirían Johny Deep, Juanes, Cristiano Ronaldo… Efraín se rió, argumentando que él solo invitaba al Pájaro Robles, ídolo de la selección nacional de fútbol, pero que é SI vendría.

A la fiesta de nueve de Pancho no llegó ninguno de los destinatarios de la carta de Zintra. Cuando se sentó desilusionado al borde de la vereda, a esperar a que por lo menos llegaran las pizzas , en una motoneta, atribulado y confundido llegó ¡¡¡¡el Pájaro Robles!!!. Seguro por los globos que mamá había puesto a la entrada. Pancho podría haberse desquitado, pero justo esa mañana papá había recordado eso de ser bueno así que…¡Ya sé!: no soportás que te deje con la intriga. No es la única,. Hay muchas historias escondidas en esta novela preciosa, de amistades que se pierden por tonteras… y vuelven a recuperarse por hidalguía y renuncia (¡ah! Zintra también carga los suyo…es fuerte lo que viene). Desde los diez, imperdible  






De canciones, misterios y amores que no saben de distancias...


“Canciones en el agua” Márgara Averbach Alejandra Karageorgiu

Una ballena azul nadaba sola desde hacía dos años, desde que había escapado de los barcos que se llevaron a su pareja. Estaba triste, en el inmenso y helado mar de Groenlandia. Tanto, que cantó una canción celeste, lacia, dolida.

La canción caracoleó, azul y líquida, y se enamoró del mar. Tanto, que quiso conocerlo. Viajó entre las olas, acarició corales, anémonas, algas y peces. Llegó a la cintura caliente del Trópico y la escuchó una niña negra de ojos asombrados. Rumbeó

Al sur y sintió algo que no eran pájaros, ni delfines, ni viento… Otra canción. La oyó con mirada transparente, la abordó, se hermanó con ella. Era pálida y débil. Desmayaba de cansancio.

A las canciones no les gusta la tristeza. Por eso la celeste le contó a la clarita de su travesía, y de la ballena que esperaba, en el norte. Entonces se arrinconó ahí, azul y expectante, mientras la canción pálida iniciaba la búsqueda, rumbo al norte.

Espejeó tenue junto a la niña y se dejó oír…Cuando llegó, encontró tan ermitaña a la dueña de la canción azul. Se le enroscó en las aletas, la convidó, marcharon…

Esta historia de canciones dolientes sigue llamándote desde este gran libro azul celeste de belleza de neblina, lleno de olas, corales, gaviotas, playas de arenas blancas. Aventurate para saber de ballenas que luchan por su vida y sus sones; de barcos que no se quedan quietos, de hombres que aprendieron la lengua y los modos de la ferocidad, de otros que se hermanaron con los remos y la espuma que lamelas orillas.

Qué decirte. Cautivante, rumoroso. En algunas páginas se encrespa con la bravura de la denuncia. En otras se espiga y canta para enseñar a los niños el idioma del amor.

Desde los nueve o diez. Para volver siempre a su profundidad luminosa 




De saber elegir...


“La princesa que escogía” Ana María Machado – Graça Lima Grupo Editorial Norma Col buenas Noches

Había una vez una princesa que fue castigada por decir “disculpen…pero creo que no”. Su papá ,el rey, la confinó en una torre altísima, en la que alguno vez habitó el más grande mago. Ahí la princesa veía lejos y cerca, leía para ser tan sabia y justa como el mago, y salía al jardín para jugar con los hijos del jardinero.

Un día hubo una terrible epidemia y como la princesa tenía la solución el papá no solo le levantó la sanción, sino que decidió premiarla. Ella dijo “quiero escoger”. Y escogió siempre. Por eso, cuando fue tiempo de elegir esposo escuchó a los príncipes, y para cada uno eligió la pareja ideal: a uno lo hizo casar con Rapunzel, a otro con Cenicienta..al más ruidoso lo mandó con la Bella Durmiente. A Barbazul lo envió a la cárcel, y no fue mala decisión.

Y volvió a decidir “por ahora no me caso, quiero viajar y aprender”.

Un día se encontró con un arquitecto que debía ayudarla a rediseñar un reino mejor para todos…¡era el hijo del jardinero!. Lo escogió a él y fueron dos reyes sabios. Tanto, que la siguiente elección de la reina fue que también el pueblo pudiera escoger. El reino se transformó en un estado parlamentario en el que los hombres y mujeres pudieron elegir a sus gobernantes, o decidir que ese no convenía y escoger otro..,

Si le preguntaban a la princesa decía “sé que no escogí a un príncipe… opté por un PRIN-CI-PIO, y está bien”.

Opino igual: que los principios son el mejor punto de partida. Si los principios son buenos, los destinos y los finales siempre pueden mejorarse. Ana María Machado fue más sabia que el mago de la torre al regalarnos este relato. Yo escojo leerla una y otra vez. Desde los diez.




De los buenos recuerdos



La abuelita de arriba y la abuelita de abajo” 
Tomie de Paola 
Grupo Editorial Norma Col. Buenas Noches

Esta es una reedición de un libro de 1972. Un homenaje a la propia niñez del autor en contacto con su abuela y su maravillosa bisabuela.

Tomás visitaba los domingos su abuela, que pasaba muchas horas preparando deliciosos platos en la cocina, en el piso de abajo. Después de saludarla corría a ver a la abuelita de arriba, que estaba en la cama y le convidaba ricas pastillas de menta.

Para que la abuelita de arriba pudiera sentarse sin caer, la de abajo la ataba a la silla. Tomás también pedía ser atado, y los dos comían mentas mientras veían a los duendes hacer sus monerías.

Un día, la cama de la abuelita de arriba estuvo vacía. Unas noches más tarde el niño vio caer una estrella desde su ventana. Mamá le dijo entonces que era la abuelita, que venía a darle un beso.

Cuando Tomás creció, también se murió la abuelita de abajo. Y otra noche bajó otro astro luminoso, y el muchacho pensó “ahora los dos son abuelitas de arriba”.

Hoy que los viejos son un estorbo, no viven al ritmo que impone el mundo, detenerse en este libro con olorcito a pasteles caseros, leche tibia y caramelos de menta, es un regalo que uno puede hacerse, ojalá sin culpas. Para niños de cuatro a noventa y cuatro (la edad en la que se despidió la abuelita de arriba)






De los que solo se aman a sí mismos


“¡Ay, cuánto me quiero!” 
Mauricio Paredes 
Alfaguara Infantil

El de esta historia es un nene presumido, egoísta y muy autoreferente. Se quiere mucho, tanto que no tiene tiempo ni lugar para nadie más. Hasta que conoce a “esa niña”. Curiosa: tiene un amigo imaginario, además de amigos reales. Y monstruos que la asustan, que se ha inventado ella misma.

Así, el nene decide inventarse un amigo, no vulgar como el de la niña. Cuando vuelve a verla, ella está sola y asustada, y en el primer gesto generoso de su vida, él ofrece prestarle su amigo recién inventado.

Al día siguiente se encuentran: ella le dice que los dos amigos imaginarios se han ido de viaje, así que si no quieren estar solos, ambos deberán compartir el tiempo. Se entretienen escribiendo a los viajeros, escribiéndose el uno al otro… Al fin se retratan y deciden crear un lindo álbum. Con fotos de los monstruos, que se pueden dibujar porque ya no asustan.

El nene se sigue queriendo demasiado a sí mismo…pero ya le queda lugar para querer también a “Esa niña”.

Si te animás, sabrás qué cosas interesantísimas hicieron cuando él aprendió a mirar algo más que su propio ombligo.

¡Genial! Desde los ocho.



De restañar dolores

“Mi hermana Aixa” 
Mery Torras Mikel Valverde
 Ed. La Galera Col Peripecias

Una historia muy especial. La cuenta este nene barcelonés, blanco, el día que tiene que hacer una redacción. Se le ocurre narrar sobre Aixa, su hermanita, que no nació como él, de la panza grandota de su mamá, sino que vino desde Africa, en un avión, con sus lindas motitas, su piel oscura y su gran sonrisa. Solo le faltaba una pierna, pero no la extrañaba, porque tenía mejor puntería que cualquier niño del cole, metía unos goles que ni te cuento, y se hacía de ricas meriendas cuando dejaba que los nenes miraran su herida a cambio de lo que trajeran para el recreo.

El nene adora a su hermana. Está un poco preocupado de que le vayan a poner una pierna –de hierro, claro- con un pie de color idéntico al pie que Aixa conservó después de que le estallara la mina. Aixa sin embargo espera el momento de tenerla, porque podrá deshacerse de las muletas y correr libre, y sobre todo, andar en bicicleta. Arnau le ha prometido que será azul, como la sueña.

Impagable. Las guerras laceran y desgarran. Pero no pueden con el amor y el optimismo. Pueden faltar piernas o brazos… pero si sobra corazón, la felicidad es un destino posible.





 De superar los temores


“Papá tiene novia” 
Blanca Alvarez 
Edelvives Aladelta Azul

Clara se siente acorralada. Siempre niña buena. Tratando de que nadie se moleste, se enoje o se violente. Ahora Lupe y Jaime ya no viven juntos. Y ella se esfuerza por sentirse bien con uno y con otro. De no contar a Lupe que la pasó genial con Jaime. De no decirle a papá que no le gusta que le diga “princesa”.

En la escuela ya es del grupo “chicos problema de padres divorciados” . Como Paz, que trata de sacar provecho de su situación extorsionando a uno y otro de sus papás. Como Javier, que se ha convertido en un matón que maltrata o insulta a Clara, y a todos los demás.

Cuando Adriana, la novia de papá, le regala esa intimidante muñeca antigua de delicada porcelana, la nena llega al más profundo túnel de la angustia. Cuando todos duermen en casa de papá –que es donde la espera Keka, los fines de semana- la muñeca se transforma en una bruja bestial, que la agrede, la llena de culpas, le dice tonta, floja, pelota. ¿Cómo seguir transitando los días, para no lastimar a mamá, para no hacer sentir mal a Adriana, para seguir pagando con regalitos el derecho a no ser víctima del bullyng en el cole? ¿Cómo enfrentarse al pavor que le produce la muñeca mutante?

Elisa, la amiga de mamá que la viene a cuidar una noche, le dará una pista. El resto correrá por cuenta de la abuela Ernestina –Clara dice que es un hada- . La nena descubrirá que puede plantear deseos, querer a Adriana –reconoce que toca maravillosamente el chelo-, y que los afectos suman. Tiene dos familias, dos casas… hasta dos nuevos buenos amigos: Javier y Paz. Ustedes dirán qué lugar tuvo Keka en esta bienhechora transformación de Clara.

Yo diría, desde los diez. Y leerlo con adultos, porque a veces ser niño es una labor demasiado costosa. Hay niños que merecen ser acariciados con manos de hada. Vaya si lo sé.





De cuando nacía la patria


“El fantasma del aljibe” 
Laura Avila
 Edelvives Aladelta Verde

Buenos Aires, mayo de 1810. Inés y Calixto son hermanos de leche. Ella, hija de un notable comerciante blanco. El, hijo de Ezequiela, la negra esclava que amamantó a ambos cuando la niña perdió a su madre al nacer. Juntos, descubren al “fantasma del aljibe”, y en esa búsqueda persistente encontrarán también a los dioses africanos , y los secretos esperanzados y briosos de una Revolución que se está gestando , y que para crecer usará sótanos, túneles, pasadizos, antiguos templos de dolientes esclavos… aljibes abandonados.

Nada podrá romper el vínculo que los une. Ni los azotes despiadados y la puesta en venta de Calixto, ni el encierro y las amenazas a Inés. Nada podrá detener el proceso libertario del que participa hasta Eduardo, hermano mayor de la familia que pretende conducir con mano de hierro don Ramiro Molina, amigo personal de Cornelio Saavedra.

Tanto conmovedor empecinamiento –el de Inés por rescatar a Calixto, el de Eduardo por ayudar a crecer a la patria que nace- podrá finalmente con la férrea obcecación del padre, quien termina adhiriendo a la causa de mayo, casi sin reservas.

Para aprender de la historia desde una entrañable novela, desde la ficción. Desde los doce.




 Historias de bichos...


“Cuentos de la pradera” Silvia Schujer – Gerardo Baró Editoril Guadal

Unas cuantas historias de bichos de la pradera. Todas raras y ocurrentes (¡esta Silvia!)

El día de la primera cacería de Pablo el león, sus amigos supieron que algo no funcionaba. Veía dientes y orejas descomunales, monstruos que lo atacaban…Hubo solución. Usa anteojos de ver menos, para que las cosas no se le hagan escandalosas. Eso sí: no caza. Como Aserrín y Aserrán, come lo que le dan.

Graciela, la avestruza, quiere que semejantes alas sirvan para volar como pajarito. Y ahí anda, viendo cómo. ¿La tranquilizará la noticia de que jamás podrá volar?

Abuelo Canguro se siente morir. Le duele todo. Así no podrá saltar. El conejo, que algo sabe porque trabajó con un mago, da su veredicto: “gripe”. Necesita abrigo. ¿Abrigo? ¿cómo cuál?. Uno requeté especial. Calentito y todo tejido con con… ay que se me escapa…con ray…itos, y no digo más.

Cuando Lupe la cebra abrió la boca para bostezar, se tragó una mariposa y le empezaron a pasar cosas. Los rayos se le retorcieron y se hicieron rulos…se le volvieron puntos y rayas, se transformaron en redondeles. ¡Un escándalo para la familia? ¿La aceptarán algún día? ¿se le enderezarán las rayas?

¡Uau! ¡carnaval en la pradera!. Todos acuden disfrazados. Pero ¿Elefante disfrazado de elefante? Noooo….cuando la luna se apagó un poquito, lo descubrieron. Llenito de luciérnagas, se transformó en ¡parque de diversiones!!

Y siguen los relatos. La jirafa enjabonada, la abejita expulsada de la colmena por vagoneta y piola. Conejo podrá ser mago por un día ¿sabrá aprovecharlos?

Relatos para ronronear como gatos, muchos días.






De gente angelical...

“Mi hermana es un poco bruja” 
Carlos Puerto 
Edelvives Aladelta Azul

Luisa tiene que hacer un trabajo especial de redacción, y hablar de alguien con quien conviva. Elegirá a Julia, y el relato será notable, porque hablará de Julia, del pueblito a orillas del mar en el que viven, de las cosas especiales que le pasan a su hermana…Tendrá más ganas, y hablará de mamá, que recupera libros únicos, de tío Lorenzo, bombero, de la abuela y sus achaques pero también de su buena disposición… pero sobre todo de Julia, que es diferente, que como las orugas necesita marchar en procesión, porque casi nada hay que pueda resolver sola, que tiene una sensibilidad especial y puede anticipar cosas, que ilumina con sus ojazos azules, que cansa con sus caprichos y berrinches, pero que moviliza tanto amor y desde su condición de aparente desventaja enseña lecciones tan valiosas.

Luisa confía –porque mamá abriga esperanzas con todo su empeño- que Julia se hará mariposa, y podrán volar juntas, más allá de desazones y desconciertos. Preciosa. El amor no pide perfección ni aptitudes especiales. Solo quiere más amor y tiende una manta calentita de comprensión y confianza.




Cuando el tener separa y segrega


“Fuera de mi mundo” 
 Lydia Carreras 
 Grupo Editorial Norma  Torre Amarilla

Pilar espera un encuentro especial. Deshilvana la historia que propicia esta cita ante su nieta Odile, que la escucha embelesada, grabador en mano. Un mundo separaba a Pilar –clase acomodada, vivienda en country cerrado, colegio y club exclusivos- y Svetlana  -cartonera- la noche de la tormenta que devastó Rosario, cuando ambas eran niñas. La resolución de  Svetlana, la simpleza de su papá, Domingo Pereyra –correntino buscando mejor suerte en la ciudad- salvaron la vida de la chica esa noche fatídica.
Hubo esbozo de reconocimiento por parte de la familia de Pilar en un almuerzo extraño en el que nadie se sintió cómodo, y nada más. Los padres de la familia de barrio cerrado cortaron toda posibilidad de  vínculos. La vida hizo lo demás. Hasta que el destino las volvió a cruzar otra noche, en Barcelona. Pilar, esposa y madre, Svetlana, afamada directora de orquesta.
Pilar narra, asume culpas, habla de pruritos de clase, recuerda. Llega el auto que conduce a Svetlana, elegante, soberbia, digna, como antes, como siempre.
Un relato medido, cauteloso y desprejuiciado sobre las diferencias de clase, las exclusiones consentidas, la “dignidad de los nadies”, como diría Solanas. Para leer, emocionarse y reflexionar.



Un mundo de alas y sueños

“Cuentos del bosque” María Cristina Ramos Marcela Calderón Ed. Ruedamares

Invito a visitar este bosque, con sus árboles poblados de pájaros, de murmullo de vientos entre las hojas y de cantos de pichones en los nidos, de caminitos de hormigas y sutiles telas de araña… y del insistente acordeón de Evaristo, el búho, que tiene una escuela de música a la que asisten un montón de pajaritos aprendices.

Si llegás –insisto, en la lengua blandita y juguetona de María Cristina- vas a saber de cuando Evaristo perdió toda la cola y muchas plumitas que se repararon con lo que llevaba Irene, la pájara recolectora, en su lindo abanico de plumas. De Maclovia, el águila blanca que adopta pichoncitos abandonados y por eso tiene hijos de todo color, aspecto y trino. De la muerte triste del vuelo del cóndor; de cuando Evaristo se enamoró, y para siempre de Cracrá. De cuando Yarará organizó el rescate de las garzas abuelas… y de cuando todos construyeron un refugio enorme para estar a salvo de inundaciones y vendavales, porque este es un libro de relatos que hacen una novelita de solidaridad cantadita con arrullo de aves y bichitos.

Una joyita que me llegó de las propias manos y el corazón de María Cristina, tan llena de luz cuando me lo dio, después de compartir un taller donde revolotearon palabras y sintagmas plenos de belleza.

Desde los diez.

Más mundos de alas...

“Patitas y alas” María Cristina Ramos Ed. Ruedamares.

Seis cuentos de bichitos con patitas y alas. Lindos. Para creer en ellos y en la posibilidad de que lo que cuentan sea la pura verdad.

Don Cascarudo andaba por ahí vendiendo sombreros sorprendentes. Eran pesado para él solo y se acostó a descansar un ratito…¡uy! Cangrejo se los llevó. Toditos. Sólo Lagartijita lo vio, pero fue suficiente. El monte entero fue una cadena de cantos, patitas, telas de araña para que la solidaridad se transformara en una gran rede de atrapar sombreros.

Sofía era demasiado traviesa. Por eso se perdió. En la búsqueda, la mamá halló a todas las compañeras de juego: langostita, luciernaguita. Pero…¿quién encontrará a tiempo a esta abejita, antes de que caiga presa en una tela de araña?

Florinda, abeja también, era aventurera. Claro que no quiso caerse al río justo en lo peor de la correntada. Todos lloraron mucho cuando a pesar de ingentes intentos de salvataje, la pobrecita desapreció de la superficie. Y sin embargo… es que a veces el río oculta y muestra misterios.

Efraín es chiquito todavía. Pero decidido. Así que cuando sus pinzas de cangrejito casi lo asustan a él mismo, se marcha para hacer su torre de piedrecitas, en la orilla. Muchos intentos hará. Le sale una, sin puertas y sin ventanas, porque al final lo ayuda el saltamontes. ¿Cómo harán para entrar? ¿Cómo cómo para que los alumbre un poquito el sol y otro poquito la luna?.

Grillo Silbador encontró una piedrecita luminosa con la que alumbró su cuevita y su vida. Quienes lo veían con su farolito creían que había bajado una estrella. Ocupado como anduvo en ayudar a las hormigas y en tratar de ver el cortejos que portaba a la reina que salía una sola vez al año…¡tardó en darse cuenta de que su piedrita de iluminar había desaparecido!

¡Qué desazón!. Pero pero, ahí viene otro cortejo ¡con luz!., ¿Te animás a descubrir el misterio?.

No te comenté uno, para que haya un secreto maravilloso. Cuentos con paseos, vuelos ¡y cuántos sueños que se cumplen!






 Hacerlo con los otros


“Las aventuras de Tonino el invisible” 
Gianni Rodari 
La Galera Cl. Grumetes

Una pequeña delicia con la lengua, el espíritu, la vitalidad envidiable de la infancia de los sesenta o setenta, o de antes. No había play station, ni tablets. Uno se comunicaba ventana a ventana, o todos coincidían en un patio o camino a la escuela, y la unión era sólida y conmovedora. Nadie se aburría nunca y las barras tenían códigos y principios que no se violaban jamás.

Tres historias en capítulos, porque son largas.

· La primera, toda una hipótesis. Tonino quiso volverse invisible, para no dar lección de historia y salvarse de la mala nota. Se le cumplió…¡ay, Tonino!.

· Cuatro niños y una niña han creado un alfabeto y un idioma para comunicarse en Saponia, adonde llegan nomás desearlo. Cuando encuentran la gruta en la que realizan los cónclaves creen tenerlo todo para concretar el sueño de viajar por el mundo “real”. Pero alguien más descubre y quiere usar todo lo que la guarida ofrece, incluso los ahorros de los saponianos, y entonces todo todo se conmueve.

· “Los Tres Bravos” vivirán grandes acontecimientos. Tendrán una banda de música internacional en tiempo de simple correo postal, ayudarán a su amigo Moro a recuperar a Totó, su bonita motoneta, compartirán el hallazgo, el amor y la pérdida trágica de “Buenos días Tristeza”, esa gata esquiva que en diez días les enseñó un sentimiento inenarrablemente hermoso. Descubrirán que la historia y la geografía pueden ser de lo más entretenidas si se estudian ventana a ventana…Tres chicos italianos, que podrían ser de cualquier lugar y de cualquier tiempo que prenden y enseñan el valor de los vínculos.

Detrás, la mano maestra y el enorme corazón de Gianni Rodari, aquel que soñó una infancia libre y respetada, y bregó por ella contra la estolidez y los pruritos, y nos dejó cosas tan bellas como esta, a pesar de persecución y prohibiciones. Sí: el de la “Gramática de la fantasía”, ese manual inagotable en el que abrevamos los que anhelamos ser buenos maestros.




Cuando la solidaridad se impone...


“Salute y la gaviota” 
Lydia Carreras María Wernicke 
La brujita de papel

Salute es enorme, hermoso, color azafrán. Eso sí: tan chinchudo que ya no le quedan amigos en Mar Azul, donde vive.

Caminando por la playa escucha: el llanto de una gaviota chiquita que no sabe volar. El quiere pasar de largo, porque es la hora de la siesta…pero bueno. Se detiene y le dice cosas feas como tonta y llorona. Igual ella quiere que él le enseñe

a volar. Impertinente y atrevida. Ella ya ni llora. Y eso sí que es difícil de soportar. Tanta tristeza, digo.

Sin dejar de retarla ni un solo rato, le da lecciones y lecciones. Ahí lo veo, en pose de volar (A salute, claro) La gaviotita vuela….¡vuela!. El piensa que sigue siendo tonta, nada más que él es extraordinario enseñando. Ella, que ya se iba, vuelve para nombrarlo “mejor instructor de vuelo del mundo”. El que no, que sería el hazmereír, que se vaya (ah, pero estuvo diciéndole “¡si, señorita! ¡MI gaviota!”… Para saber de las últimas cosas que le dijo ella, que le contestó él, venita a Mar Azul a verlo con tus propios ojos, que se van a quedar A-ZO-RA-DOS…encendidos de azafrán, blanco y azul, gracias a la extraordinaria María Wernicke




Del desgarro de la guerra


“Los zapatos” 
Gigi Bigot – Pépito Máteo- Isabelle Chatellard 
Edelvives Miniálbum

Desgarrante y glorioso. Dos pequeños zapatos de niño que fueron al colegio, brincaron y jugaron, tuvieron que aprender a andar lo necesario y de puntillas, silenciosos y furtivos. Debieron esconderse en un sótano oscuro, y a su tiempo, huir desordenadamente junto a otros cientos de pares. Una explosión los dejó encogidos y solos en medio de la nieve.

Una majestuosa mañana de primavera los despertó el canto de un pájaro empecinados que eligió uno de ellos para construir el nido del que nacería un pichón desgreñado con una pluma amarilla que pronto se elevó por los aires. Entonces los zapatitos, contagiados de vida, iniciaron la marcha. Titubeante al principio, persistente y jubilosa después, hacia el horizonte…

Cuando llegan a la ciudad que renace del horror, los tonos sepias, los malvas, los violetas tristones se encienden en naranjas, en rojos, en bordeaux luminosos. Las amorosas manos del zapatero renovarán la piel, colocarán cordones sedosos, y en una calle blanca, los zapatitos volverán bailar.

Una mirada misericorde y peculiar para testimoniar la crueldad de la guerra y la dureza de la reconstrucción, en un pequeño álbum de belleza sobria, silenciosa, cautivante. Desde los nueve.




 Volver a encontrar el lugar de uno   

“El jardín de Lili”  
Cristina Macjus  
Grupo Editorial Norma  Torre de papel  amarilla

La familia se muda desde la exuberante Misiones, a Buenos Aires. Lili, la mamá, traslada todo su jardín. Los hermanos están contentos, porque en  la ciudad también pueden enchufar la tele y la compu. Pero ella…¿cómo reemplazará a Berta, esa viejita sabedora de yuyos y curas a quien adoptó como abuela? ¿dónde se pondrá a cobijo, si ya no estará su ibirá-pytá amigo, si no habrá confidencias con Iván?
Por eso, cuando cuenta este doloroso acomodarse en el chat –única manera de acercar a sus amigas, y de saber de Berat e Iván-, se identifica como “Trasplantada”.
Pronto, mientras se adapta a nuevos compañeros y se las arregla para seguir cultivando su pasión, la horticultura, empieza a recibir extraños sobres con pequeños tesoros: un trébol de cuatro hojas, una hoja de fresno… En el chat el tema es descubrir quién los envía, quien habla la misma lengua verde de Trasplantada.
Sólo después del trabajo en grupo, cuando Octavio, que pasa casi desapercibido , que es una presencia calladita en el curso lo invita a su cuarto, ella comprende. Un cuarto que  es un pequeño monte, un jardín precioso, un vergel umbrío donde refugiarse y soñar…
Cuando papá dice “lo ha traído un nene normal: jeans, zapatillas…” y Lili  desfallezca de gozo, porque lo único que no le crecen son las orquídeas, y ahí esa esa, blanca y maravillosa, “Trasplantada” sabe que puede dejar de serlo, que tiene un lugar en el mundo y en él,  alguien con quien compartir pasiones, silencios y desafiantes días por vivir.




Ventanas para una historia



“Una ventana para Cecilia”
An Alfaya 
Edelvives Aladelta Verde

Cecilia es perspicaz. Irreverente, atrevida, muy intuitiva. Detrás de esa criatura que arremete contra el mundo, hay un ser sensible y sufriente. Piensa. Mucho. Pone esos pensamientos, bellamente engarzados en un cuaderno especial. Tiene obsesión con las ventanas, tal vez porque su cuarto solo conserva huellas de una que fue tapiada. Mamá le obsequió el último cuadro pintado por el abuelo: el paisaje que se veía desde esa ventana, antes de la tapia…un tobogán rojo, una hamaca azul, el cielo.

Justo cuando todo empeora en casa con esa carta, llega Olga, salvadora. Fotógrafa, independiente, reflexiva, aventurera, segura, medida. Se transforma por decisión y capricho de Cecilia en un referente obligado, hasta que pactan una relación que pronto se transforma en bellos momentos de comunión. Los comparten con Farol, el viejo perro de la fotógrafa

Podrán compartir pasiones –ventanas, parques abandonados, farolas- y paseos. Revisar los días y las conductas.

Cecilia se ablandará y estará preparada para escuchar la historia del cuadro de su cuarto cerrado, que la liga a otra niña que sufre, la verdadera destinataria de la pintura “tobogán bambám”. Mamá y papá podrán dar buenas noticias. Habrá ventanas en el futuro. Cecilia entregará su precioso cuaderno de Pensamientos con índice, a la amiga grande que le mostró la vida, y el cuadró que hizo de ventana a la pequeña Nubia, que lo esperó por años.

En primera persona: la voz de Cecilia. Desde los doce.  





 Una nena con ángel...



“Ana Zap” 
Virginia Brown Viviana Garofoli 
SM Barco de Vapor Serie Celeste

Uno diría que un libro taaan ordenado, con capítulos que van prolijamente de A a Z debe ser muy aburrido. ¡Noooo! O de ocurrente D de divertido, T de tierno… Ana tiene nueve y transita a los diez. Es bruja y sus papás también. Invierten tiempo y energías en disimularlo, a veces. La nena se siente solita hasta que al barrio se muda Fede, pronto su mejor y único amigo , además de Berto, su gato negro hechizado de gris.

Mamá diseña ropas sin usar magia. Todo en rosa y sin demasiada suerte hasta que interviene Ana, que –sin prodigios- convierte el negocio en un éxito descomunal. Papá traduce, trabaja en casa, es cómplice de Ana porque la adora aunque sea un nena “difícil”…que sobrevive en la escuela y en la vida sin emplear sus poderes porque es sensible y perceptiva, a pesar de lo cual se sorprende tanto al descubrir que ¡Fede es también un brujo chiquito hecho y derecho!.

Juntos van a ayudar mucho a su señorita, a alguna compañera, a su heroína preferida de la tv. Quizá por eso papá autoriza magia para celebrar los diez años de su brujita. En la playa. Magia, pero no tanta… apenas convertir la gran torta de arena de los juegos de Fede y Ana en una “de verdad”, decorada con delfines de caramelo azul y caracolas de riquísimo chocolate…

Si tenés nueve, es justo el momento. Empezá por “A”, que vas a llegar a “Z” de lo más entretenido.





De miedos que paralizan...


“La cuarta pata”   
Paula Bombara  
Grupo Editorial Norma  Torre de Papel  Amarilla


Luciana debe enfrentar muchos desafíos: ya tiene una hermanita “normal”, no renguea como ella, no debe ayudarse con un bastón. Y ahora uno de sus papás va a darle otro hermanito.
Va a pasar las vacaciones con sus primos a una isla del Brasil, cerca de una playa turística.  A la casa del tío Ezequiel y sus hijas Mica y Vero –viven solos porque su mamá se murió muy joven- con otros primos.
Pronto olvidará pesares. Hay misterios por develar:  ese jaguar de tres patas, Jansi, el mono –tres patas también- que fue compañero de Joao, un médico –veterinario- místico, gran defensor del ambiente virgen de la isla y amigo de Ezequiel, también protector de la belleza primitiva del lugar.
Joao vivía aislado en la selva. Ha muerto y ha dejado un legado y un secreto que muchos hombres quieren mantener oculto. ¿Por qué no nacen niños en la isla? ¿por qué los animales nacen con las extremidades mutadas?. De develarlo con la seriedad de personas de corazón puro y espíritu inquieto se encargarán los chicos. Y Luciana está ahí, participando, a pesar de su terror al agua y su andar desparejo, contándonos este verano diferente.
Enigmas, denuncia, aventura. Desde los doce. Entretenimiento y aprendizaje garantizados.



De crecer y aprender...


“Hasta el domingo” 
María Inés Falconi 
Grupo Editorial Norma Torre de Papel Amarillo

Cuando Lucía tenía cinco, sus papás se separaron. ¡Qué difícil aprender a vivir en dos casas y tener a mano lo necesario para sentirse “Lucía” en ambas. Ahora tiene doce, está enamorada de Gustavo, se ha hecho “señorita” y papá –que en estos años tuvo su casa con sus cosas y una novia que después fue esposa- tiene que aprender a mirarla como lo que va siendo: una adolescente un poco caprichosa, pero segura de lo que quiere.

Esta novelita –llevadera y en la que muchos se van a sentir reflejados- cuenta la vida de su protagonista en dos momentos: los cinco, cuando hubo que aprender a vivir una realidad nueva, y los doce, con dos familias ensambladas porque ambos papás tienen nuevas parejas que concilian entre sí para que la nena crezca sin carencias y con los necesarios límites.

Linda. Con muchos guiños y un lenguaje cercano a las vivencias de los que están dejando de ser niños.



De un ser especial...


El vidente” 
Pilar Mateos 
Edelvives Aladelta Serie verde

Todo en La Ribera, la granja que el abuelo Juan ha cedido a sus hijos que han construido viviendas y cabañas para gozarla con sus familias, es jolgorio y alegría. Una bandada de hermanos y primos disfrutan de las vacaciones a pleno, excepto Regina la blanca, tan diferente y tristona.

El verano en que aparece Paulo será distinto por muchos motivos. Es hijo de Marta, la única hija de Juan que no forma parte de la tribu: es actriz y se ha casado con un príncipe hindú, realidades ambas mal vistas por esta familia tan tradicional. Viene a la granja porque está atravesando un momento difícil. Nomás llegar se alborotan los ánimos cuando los guardeses descubren que “tiene el don”.

Es que Paulo, pequeño, delicado, bien dispuesto, es un niño clarividente. Puede anticipar eventos y pronto se va a ver envuelto en situaciones que nadie en la familia puede manejar. En consecuencia todos –incluida la prima que mejor conectó con él desde la llegada a La Ribera- creen que ha perdido el don que le significó dolor y un peso difícil de sostener.

Pero cuando vuelvan a reencontrarse cuatro años después, en Madrid…

Leela. Misterios. Mucha aventura y unos personajes deliciosos y enigmáticos. Desde los doce.





Para enternecerte...



“Suerte de colibrí” 
Germán Machado 
Edelvives Aladelta Verde

El ala herida de un pequeño colibrí fulgurante unirá primero la vitalidad de estreno de Mateo, un niño sin papá a quien mamá –médica del hospital de esa isla del delta- obliga a nadar, jugar al futbol, para que no esté todo el día enganchado en la laptop, con Roberto, un anciano solitario y enfermo con un pasado de gloria: fue un gran jugador de futbol, querido y recordado en Puerto Bidondo.

Cuando el pajarillo cae abatido en el patio de la casa de Roberto, Mateo burlará la prohibición de pisar el terreno de su vecino. Olvidan viejos rencores tontos y mientras tejen estrategias de cura, el viejo –están a la vista trofeos, testimonios, artículos periodísticos- desgrana su historia. Fue ídolo local, pero perdió a su esposa en un accidente y su hijo lo creyó responsable. Nunca más quiso verlo. Entonces se hundió en el infierno del alcohol.

A su vez, el anciano –aunque Mateo calle demasiado.- aprende las dificultades que ese niño tiene para defender sus afectos y enfrentar a quienes se burlan del “nerd”.

Habrá manos de niña también amparando al pajarito, y la historia del rescate circulará en las redes sociales.

Cuando se enciende el vuelo del colibrí… se apaga la llama de Roberto. Pero Mateo logrará contactarlo con Rafael, el hijo, y ambos tendrán tiempo de reconciliarse y reconocerse.

La ceremonia del adiós a orillas del río es apenas nostálgica, porque todos sienten que hicieron lo que debían, y pueden ensayar, como el avecilla, nuevos vuelos.

Plena de fresca sabiduría. Para hermanar generaciones. Desde los once.





Amores enooormes...


“Amor dragón” 
Patricia Suarez 
Alfaguara Infantil Serie Naranja

Tres historias con dragones, príncipes y vasallos fieles.

1- La princesa Rosalinda fue hechizada por el cruel conde Coralino, que la convirtió en dragona y la obligó a vivir en una cueva. Eso de ser dragona a ella le encantó. A rescatarla y romper el embrujo va Alex, el tonto, príncipe enamoradizo, un poco lelo, que sólo logra convencerla de la ventaja de volver a su forma original contándole todos los cuentos que conoce, que descansan en la enorme biblioteca del reino. Es que lo único que extraña Rosalinda es eso, la posibilidad de sumergirse en la lectura, que al final es mucho mejor que volar y quemar reino con su aliento de dragona.

2- Enrique el fiel era un zapatero remendón bueno y sabio. El único que se animó a ayudar al príncipe, enamorado hasta los tuétanos de la cruel Aretusa, que además de no darle artículo era realmente fea y desagradable. El rey pidió a Enrique que marchara a buscarla piel de dragón capaz de quitar el hechizo de amor que obnubilaba a su hijo. Fue. Tuvo que cumplirle al dragón el deseo de conocer la nieve y así enterarse de que Aretusa no era sino su hija, que había nacido lagartija.

Volvió como un héroe, para ligar hija y padre, y medio que lo logró, porque Aretusa se convirtió en bicho volador y desapareció por los aires, después de liberar al príncipe, que pudo enamorarse de quien quisiera. Igual que él, que siguió mando a Margarita, a quien enseñó a leer, que no hay en el mundo mejor muestra de amor.

3- Un enorme dragón estaba asolando el reino , quemando cosechas enteras. El rey envía al príncipe Andrés a negociar, pero el joven no vuelve. Solo Wendolina, una pequeña lavandera, se anima a ir al rescate.

Llega a la montaña y ve que el dragón mantiene prisionero a Andrés, a quien le ha ganado toda su fortuna jugando a las cartas. Lo va a liberar si ella le consigue el amor de una dragona. Así que Wendolina va en busca de su hermana Cloe, a la sazón pequeña princesa, para que la ayude a convencer a la dragona Esmeralda de la conveniencia de conseguir consorte a su medida. La valiente celestina no solo logra su cometido: Esmeralda espolvorea arroz sobre la cabeza de Andrés y de inmediato él deja de ver a una lavandera del común, y ve en Wendolina todas las ventaja de una princesa de verdad: gracia, coraje, astucia…

Encantador. A veces Patricia se va por las ramas, ramas con escamas, con alas, desquicios, embrujos. Pero siempre vuelve al hueso de las historias, para divertirnos. Desde los doce, porque tienen sus vericuetos estos cuentos laaaargos





Historias para conmoverte...



“Sin carozos no hay duraznos” 
Márgara Averbach 
Delnaranjo Col La puerta blanca

Un libro sesgado de melancolía. De tristeza. Dos cuentos breves y dos largos o mininovelas para hablar de la infancia cuando está atravesada por la ausencia de papá, porque simplemente nada se sabe de él, o porque ha tenido que irse lejos, en busca de pan y trabajo para la familia. De la infancia cuando los días se hacen largos de miedo, de soledad y de espera.

Leo vive preocupado. Le preguntan “¿qué vas a ser cuando seas grande?”, -el no tiene ni idea. Eso, hasta que cree entender la charla de Manzana, la yegua, su potrillo Patas Largas y la urraca acerca de los carozos… y empieza a coleccionarlos y quererlos, porque llevan la esencia de la vida y tal vez colaboren en las decisiones que haya que tomar…

A Tina la intrigan las palabras que salen del aparato que empeñosamente escucha mamá apenas regresa del trabajo. Por eso un día decide usar las herramientas que dejó papá , para ver de dónde salen. Pero la radio se cae, se desarma y cuando mamá retorna y la encuentra en el suelo, el grito es tan desesperado que la nena huye. Se esconde junto al tanque australiano hasta las últimas luces. No entiende demasiado bien que mamá venga a buscarla con una sonrisa. La radio –sin tapa- está sobre la mesa, y sigue emitiendo mensajes…”El señor Juan Ramos avisa a su mujer y a su hija que llega hoy, en el tren de las ocho”… “Vamos, no sé si llegamos a tiempo. Vamos a buscar a papá”.

Lo que viene después es el carozo mejor, pero también el más duro de abrir de este libro especial que busca tu comprensión y tu paciencia.

En “Recuerdos de una escalera” la familia Danel vuelve a la vieja casa de la abuela, deshabitada por tanto tiempo, ubicada tan cerca del olvido. Al menos no habrá que pagar alquiler, ahora que hasta papá tuvo que irse tan lejos a buscar sustento.

La casa tiene dos plantas: un abajo inhóspito y derruído y un arriba acogedor al que se accede por una escalera de madera veteada que recuerda al bosque.

El empecinamiento y el dolor d Violeta harán que la escalera –preciosa y en curva- recuerde su pasado de árbol fundador y volcará la historia en favor del bosque y de la vida. Habrá un “broteconojo” que logrará que Viole ablande posturas, mamá pueda volver a abrazarla, diego recobre el candor de su hermana, papá encuentre ayuda y los árboles retornen, para poblar yuyales infértiles.

En “Las palabras perdidas” sabremos de Darío. Que no tiene amigos, que debe volver solita a la casa de chapa achaparrada al borde de los yuyales, esperar a mamá que siempre tarda tanto en retornar. La historia contará que alarga el tiempo de trasponer la puerta de lata, y que se entretiene “perdiendo palabras” que le gustan… palabras largas, abiertas, sonoras. Las deja caer suavecito después de pronunciarlas con placer… hasta que descubre las esferitas que se llevan sus vocablos lindos de nene solo. El no lo sabe, son elantos…

¿Podrá compartir el misterio con alguien más y hablar de sus secretos y sus miedos con mamá, que ama a ese nene solitario y temeroso que la espera en el ranchito de adobe?.

Testimonio de una niñez que nos mira con ojos interrogantes, desde la orilla de nuestras incomprensiones. Bella, punzante, dolorosa. Para niños grandes y sobre todo para maestros que seguramente se encuentran con miradas y destinos tan parecidos a los de estos chicos. Desde los once o doce.




 Amores que matan...


“Cupido es un murciélago” 
María Fernanda Heredia 
Grupo Editorial Norma Torre de Papel Amarilla

Javier es “nuevo” a menudo a causa del trabajo de papá. Ahora, en el Colegio 1º de Marzo, es nuevo otra vez. Tiene que presentarse y decir sus ambiciones. Por suerte está Isabel Martínez, nueva también , que le facilita las cosas con su practicidad solidaria. Pero además está Angeles, embaucadora, perversa, bella. Después del portazo en la nariz seguirán muchos desplantes y demasiada crueldad, y sin embargo, ahí, esas mariposas en la panza, ese rubor molesto encendiendo mejillas en este Javier ingenuo y bondadoso. No. Cupido no puede ser un angelito de alas suaves. Debe ser un murciélago negro y feroz, que dispara flechas caprichosas, arbitrarias.

Cobijadora, Isabel, confidente, salvadora, perspicaz. El tiempo y los eventos lavarán la herida del flechazo y Javier podrá ver la luz en los ojos, en la vitalidad de su compañera de banco, de Taller, de sufrimientos.

Cuando los dos confluyan en la enfermería, contusos y doloridos, brillará una estrellita nueva. Habrá encuentro de labios y nariz partida, suave, luminoso, hermanador.

Una novelita con mucho humor, bastante crítica a la escuela anquilosada e hipócrita, ternura y una gracia infinita para contar desgracias y ventura. Un guiño comprensivo par quienes empiezan a atravesar la “atrabiliaria adolescencia” . Diría que desde los doce, o sea, desde que empezás a sentir muy a menudo mariposas en la panza





Para gente malhumorada...


“Emily en el país de la mufa” 
O’ Kif / Höhn 
Libros del Eclipse

Cuando a Emily las cosas le salen mal –los dibujos sobre todo- se pone de pésimo humor. Se va a su cuarto…que se transforma en el País de la Mufa. Lleno de mufados, como ella. Ahí nadie puede ser amable, ni cariñoso, ni puede hacer chistes, ni mucho menos reír con franqueza. Se puede llorar de rabioso, de caprichoso, de egoísta. Por eso, cuando Emily escucha al niño que trepado a un árbol llora CON TRISTEZA, se extraña mucho. Eso no está permitido. Le dan ganas de abrazarlo, de ser solícita, de tenerle paciencia, como hace su familia con ella. De contarle un bonita historia…todas cosas prohibidas en el País de la Mufa.

Cuando recuerda las cosquillas de papá, las caricias de mamá… deja de importarle lo mal visto que está el amor en el país de los mufados. Ayuda al niño a bajar del árbol, lo toma de la mano y se van juntos…¿al país de la ternura, tal vez?

Especial para chinchudos. Para recuperar el buen ánimo y la alegría.






Hay mascotas y mascotas...



“Finn Herman” 
Mats Letén – Hanne Bartholin
 Libros del Zorro Rojo Ed. La Magnolia

No sé si para morirse de risa o para temblar de terror. La señora tiene una mascota especial, su muy querido cocodrilo Finn Herman. Va a la carnicería, a comprarle algo rico para la cena. El no quiere quedarse solo -¡es tan regalón!- y ella le advierte sobre los muchos peligros de la calle: ese pato ÑAM… aquel gato ÑAM. ¡Uy! Un perro peligroso. Menos mal que ya no está. La señora Andersen con su pequeño Tommy…oh ¿dónde se metió ese niño? ¿Y ese señor paseando una elefanta? ¡qué peligro!... ÑAM :solo el señor acepta tomarse un cafecito, pero cuando se pone a buscar a Betty, su elefanta ÑAM. El señor ha dejado un bonito sombrero. Por fin llegan a la carnicería. Finn puede finalmente comerse sus dos pollos, tres filetes y veintiseis salchichas. Eso sí. El cocodrilo ha triplicado su tamaño en el trayecto, y el libro, además de solapitas, necesita dobles páginas prolijamente dobladas para contenerlo.

¿Irónico? Y..sí. Al final la ilustradora te deja tijeras, hilo y agujas de cocodrilo, para que vos decidas qué hacer con todo lo que desapareció en el transcurso de este breve paseo. Distraída la señora…pero ¡qué fina!. El libro, apaisado, desopilante de principio a fin. Finn Herman? Grandulón, claro.








El rastro del cariño...


“Amigo se escribe con H” 
María Fernanda Heredia 
Grupo Editorial Norma Torre de papel Azul

H fue parte de la vida de Ant en el jardín y el primer trayecto del primer grado. Desapareció un día para volver al barrio y a la escuela en 5º . Es especial. Bueno en Geografía e Historia, excelente en el futbol. Habla poco –a veces parece una tumba- y es genial con los colores. Ant –sólo él la llama así- hizo lo posible para dejarlo fuera de su vida y ahora sabe que fue bueno dejarlo ser parte, y guardar el secreto del amigo: su miedo a ser olvidado. Ahora lo comparten.

Después de un año de muchos momentos compartidos, de enojos, discusiones, reconciliaciones, H viaja por un tiempo a los Estados Unidos. Ant –María Antonia, Tony para los demás- trabaja para que el miedo de H no se haga realidad… y para no ser olvidada por él, mientras espera su regreso.

Un tributo maravilloso a la amistad en la infancia. Te va a encantar. Más: vas a mirar con ojos diferentes , amorosos y tolerantes a tus amigos especiales. Desde los diez.




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