Literatura Infantil 8: los que exigen más





De los buenos recuerdos



La abuelita de arriba y la abuelita de abajo” Tomie de Paola Grupo Editorial Norma Col. Buenas Noches

Esta es una reedición de un libro de 1972. Un homenaje a la propia niñez del autor en contacto con su abuela y su maravillosa bisabuela.

Tomás visitaba los domingos su abuela, que pasaba muchas horas preparando deliciosos platos en la cocina, en el piso de abajo. Después de saludarla corría a ver a la abuelita de arriba, que estaba en la cama y le convidaba ricas pastillas de menta.

Para que la abuelita de arriba pudiera sentarse sin caer, la de abajo la ataba a la silla. Tomás también pedía ser atado, y los dos comían mentas mientras veían a los duendes hacer sus monerías.

Un día, la cama de la abuelita de arriba estuvo vacía. Unas noches más tarde el niño vio caer una estrella desde su ventana. Mamá le dijo entonces que era la abuelita, que venía a darle un beso.

Cuando Tomás creció, también se murió la abuelita de abajo. Y otra noche bajó otro astro luminoso, y el muchacho pensó “ahora los dos son abuelitas de arriba”.

Hoy que los viejos son un estorbo, no viven al ritmo que impone el mundo, detenerse en este libro con olorcito a pasteles caseros, leche tibia y caramelos de menta, es un regalo que uno puede hacerse, ojalá sin culpas. Para niños de cuatro a noventa y cuatro (la edad en la que se despidió la abuelita de arriba)





Legados...

“Una casa de secretos”
Paula Bombara | SM El Barco de Vapor Serie Roja
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La vida de los De Vitta da un vuelco el día que reciben la encomienda, la carta, los pasajes.
La encomienda es una enorme caja de madera que contiene una casa de muñecas. Es maravillosa: sus ambientes, mueblecitos, vajilla, juguetes, lencería, cortinados, ornamentación, todos réplica en miniatura de la casa de su primera dueña, invitan a jugar horas y horas, a cualquier edad. La carta –que viene de París- es un puente que une a Alejandro y familia con sus ancestros franceses. La envía –igual que la casa y los pasajes- Charlotte, última sobreviviente de la familia que formó Odile Rivet en la bonita Arlés (sí, la que eligió Van Gogh para pintar… y algo tiene que ver en esta saga). Charlotte heredó la casita, la serie de diarios y los bienes de su abuela, Odile. Cuando siente que la muerte es casi una certeza, decide vincularse con los únicos parientes vivos en Buenos Aires, después de organizar casi obsesivamente el destino de los bienes y de los secretos más hondos de su adorada abuela, una mujer valiente que sobrevivió a dos guerras, a la pérdida de esposo, amigos, un nieto cuya desgraciada muerte desencadenó el exilio de los bisabuelos de Alejandro, nieto de la prima hermana de Charlotte. Los pasajes son el último intento de un encuentro que será apenas una mirada de despedida.
Alejandro y Erica viajan para disponer del legado de la anciana, para develar- con ayuda de los viejos amigos de Charlotte, en París, y de la contribución de la tía Luz y los mellizos Julián y Magalí, que colaboran desde Buenos Aires- algunos misterios hondos de Odile, y para volver iluminados con algunos rastros –hojas sueltas de los diarios destruídos por voluntad de su autora- de la primera propietaria de esa joyita que es la “casa de secretos”.
La historia de Odile Rivet se desgrana lenta, por décadas, a partir de la lectura de sus diarios. La de los descendientes transcurre en dos ambientes: Buenos Aires y París, y también se hilvana en un registro de experiencias para un Taller de cine que está haciendo Julián, y en el diario de Magalí, que continúa la tradición familiar de dejar huellas de los eventos en esta forma de rescate tan íntima, tan tibia, tan seductora.
Qué decir: la recomiendo con encomio. Desde los doce. Con el encanto de las historias con secreto y con nostalgias.


 

Cosas de la magia  (y el humor)

“¡Ay! –dijo Filiberto” 
Siemens Sandra
Primera Sudamericana Col. Los caminadores
Filiberto le tenía miedo a todo. A veces contagiaba: “mirásitebajanarañasporlacabezaytecaminanporlacaraytetapanlanarizytemetenlaspatasenlasorejas”… y todos tenían pesadillas. Cuando llegó el circo, los amigos lo arrastraron a la última función y le levantaron el brazo flaco cuando el mago pidió un voluntario para hacerlo desaparecer. El mago esfumó primero a un auténtico león y después al auténtico Filiberto, por más que él gritara “Noquieronoquiero”.
La función terminó, pero ni al león ni a Filiberto se les volvió a ver un pelo. Había un cartel que rezaba: “el circo no se hace responsable por los objetos desaparecidos”. Y bueno. Cosas de la magia. A veces falla.
Los dos aparecieron el lunes. ¿Cómo decirles?: Filiberto era otro. Un campeón de pelo brillante y esponjoso que ganaba todas las pruebas y no le tenía miedo a nada. Alguien perseguido por fans y admiradoras. Un verdadero insoportable.
Ahora todos extrañan al otro, al auténtico Filiberto. Pero… quién sabe cuándo vuelva el circo al pueblo. 
No sé si es para reírse mucho o preocuparse un montón. Para cualquiera de los dos casos, desde los seis.

 Lo cuenta Gustavo, desde la Constelación del Dragón

“El secreto de las estrellas”
Roldán Gustavo  Lima Juan
Primera Sudamericana Los caminadores
Cuando ya se acababa el día y todos se habían divertido como locos, el yacaré salió con el enigma: ¿quién apaga las estrellas?. El sapo no lo sabía, ningún otro bicho tampoco. A todos los desvelaba la cuestión. Quisieron preguntar a la lechuza, a la vizcacha y al murciélago, que andan de noche, pero justo con esos don Sapo tenía problemas de relación.
O lo descubrían juntos o se quedaban sin saber. Por eso organizaron la velada, y para que el tiempo se les pasara más pronto, jugaron, se pusieron de novios… Cada tanto miraban para arriba y ya andaban con los ojos entornados y el cuello dolorido. ¡Pucha! El último en dormirse fue el tatú…¿Siguieron preocupándose por el secreto de las estrellas? ¡Ah! Abrir, mirar los dibujos todos con técnicas geniales y leer, total es todo en mayúsculas grandotas, y enterarse.
Genial y ocurrente. Yo se lo leí a los viejitos del hogar que visito cada semana. ¡Les gustó y se rieron un montón!

 Del goce de tener poco

“Cuento del retintín”
 Devetach Laura  Cané Raquel
Primera Sudamericana  Los caminadores
Pepone y su familia –tres alegres niños y dos dulces ancianos, además de esposa- trabajaban tanto como los otros campesinos, porque había que sostener al rey y sus riquezas. En ese lugar había pocos que comían mucho –el rey y los nobles- y muchísimos que comían poco. Al rey no le importaba. Le preocupaba el retintín de las monedas y que cada cual hiciese lo que se debía. Por eso a veces salía disfrazado, a enterarse de lo que opinaban los súbditos. Así llegó a la mesa de Pepone, en medio de la tarea, en mitad del campo. Todos le convidaron pan con queso. A la pregunta del rey Pepone respondió quese arreglaba con tres monedas: una para las necesidades del presente, otra para las del pasado, y la última para asegurarse el porvenir. El monarca no podía comprender cómo era aquello: solo tres monedas, y no de las de oro, sino de las pequeñas. Si querés saber qué hizo después su majestad y qué significaba el acertijo de Pepone (que siguió segando y descansando a mediodía con su esposa y sus padres, mientras los nenes alegraban con flauta de cañas y un pandero), abrí este libro. Los dibujos son un lujo. La aldea, pobre pero primorosa. La familia, una delicia, y el rey…bueno, así nomás son los reyes: les cuesta aprender y quieren que el retintín sea el de sus muchas monedas. No te mueras de curiosidad: mejor leelo ya.

Amigos que no abandonan... 

“Perro azul” 
Nadja
 Ediciones Continente/ Corimbo
Carlota jugaba al sol cuando se acercó ese inmenso perro azul de ojos brillantes como esmeraldas. Compartió con él el pan y chocolate y muchas noches él vino a su ventana a buscar cariño y compañía hasta que mamá dijo que no podían verse más, que era un extraño, que capaz estaba enfermo, que no lo conocían. Carlota tuvo que despedirse de Perro Azul, que no reclamó nada y desapareció en lo oscuro.
Mamá vio a la nena tan triste que organizó una merienda en el bosque. Le dio una linda canastita y la invitó a coger fresas, sin alejarse del camino. Pero Carlota se perdió y cuando la noche se cerró inhóspita sobre ella, apareció Perro Azul, que no sólo la cobijó sino que lucho con el Espíritu del bosque convertido en negra pantera, que demandaba la vida de ambos porque ahí, en la sombra, todo le pertenecía.
Cuando regresó el sol Perro Azul dejó –debilitado- la larga batalla. Sus últimas fuerzas fueron para devolver a la niña al calor de su hogar. Desde entonces, el lugar de ambos, y de mamá y papá.
Parece tan natural y preciosa la presencia de la maravilla en este relato. Magníficas las acuarelas, las tintas, el óleo de las ilustraciones que también narran y crean climas de tierno encuentro, tensión, angustia y dulce calma recobrada.

Un raro cargado de ternura... 
“Héctor, el hombre extraordinariamente fuerte”
 Le Huche Magalí
Adriana Hidalgo Editora. Pípala
¡Ay, qué dulce!. Un héroe de los “tradicionales”, que vive en un circo, en un lugar lejano, llano y ventoso. El circo “EXTRAORDINARIO”, porque ahí ofrecen su extraordinario espectáculo el hombre extraordinariamente pequeño, las extraordinarias gemelas, los payasos extraordinariamente graciosos, los domadores extraordinariamente valientes. Pero nadie tan extraordinariamente especial como Héctor, el hombre extraordinariamente fuerte. Tiene un amor –Leopoldina, la extraordinaria y pequeña trapecista- y un secreto. Es que cuando acaba su número de arrastrar una manada de elefantes con solo sus dientes, y de levantar dos lavarropas cargados con un solo brazo, se retira a su casilla. Ahí tiene un subsuelo donde practica su verdadera pasión: el tejido a crochet. Posee una colección de obras de arte, y un tejido especial para su pequeño amor.
Leonardo y Gedeón, los domadores, están hartos del fervor que despierta Héctor, y lo invitan a un desafío que él rechaza. Es raro Héctor. Habrá que vigilarlo. Así es como los envidiosos descubren el secreto, y una noche, para escarnio, exponen la colección de “Héctor, el hombre extraordinariamente perdido por el crochet y enloquecido por el tejido”. Entonces sobreviene la hecatombe: un viento que se lleva todo… carpa, carromatos, tejidos, trajes…todo todo todo.
Lo que viene después cambiará hasta el nombre del circo, vean, porque el espectáculo central será protagonizado por Leopoldina, Héctor, la fuerza, la destreza, la ternura…y los tejidos.
Saber ese después requiere que abras este libro diferente, que parece de una gráfica y una lógica de los viejos tiempos de los circos pobres. Con un encanto antiguo.

Cuando la belleza es de "adentro"

“Flori, Ataúlfo y el dragón” 
 Wolf  Ema Torres  Elena 
 AIQUE  Sopa de Libros.
Si digo Wolf digo humor, ironía, ternura. Elena Torres magnifica todo eso, con dibujos. Floripéndula es un ángel de princesa. Pero es más fea que la peste. Los papás deciden conseguir un dragón que imponga el terror en la comarca. Van los seis guerreros más valientes. Cinco vuelven con las manos vacías y muchas excusas. Ataúlfo trae uno que uno que consigue tras cruenta lucha.
Ya tenemos dragón. El bando dice que quien libere al reino de su crueldad obtendrá la mano de la princesa. Unos opinan que es demasiado honor, otros ofrecen liquidar al dragón sin casarse con la chica y los más osados que preferirían vencer mil dragones a casarse con esa bocucha. En fin. Ataúlfo no tiene nada que perder. Se parece a Floripéndula y además sospecha que el monstruo al que debe vencer es el mismo que ya cazó hace unos días… y bueno ¡está enamorado del premio hasta el caracú, así que…!
A leerlo. Altas dosis de humor, ternura en estado puro y glub…fealdad. Un final para alquilar pañuelitos. Más no puedo adelantar.



Versos que fulgen...
“Oda a una estrella” 
 Neruda Pablo    Odriozola  Elena
Libros del Zorro Rojo.  Ed. Libros del Cordel
Esta colección hermana Plástica y Literatura para acercar al público a autores clásicos en sus textos más sugerentes y más bellos. En este caso una conocida Oda de Neruda…El poeta, en un acto de amor extraordinario, atrapa, asomado a la noche en la terraza, una celeste estrella. Pablo narra en versos de hermosura plena la extraordinaria travesía del hombre con ese cristal tembloroso en el bolsillo; cómo se altera de júbilo y misterio la vida en la ciudad, y de cómo se desprende amorosamente de su tesoro. Elena Odriozola hace latir en imágenes la estrella en el cielo sorprendido, en el bolsillo oscuro, en la intimidad del edificio. De alguna manera, narra cómo es una ciudad movilizada por la hondura del misterio, y acompaña a ¿Pablo? A devolver el tesoro celeste a las aguas, convertido en pez de cuerpo de diamante…

 Cuando el amor vence a la muerte...

"Historia de la resurrección del papagayo” 
 Galeano Eduardo   Santos Antonio
Libros del Zorro Rojo   Col Libros del Cordel
De la colección que enlaza Artes Plásticas y Literatura, para que célebres orfebres de las palabras puedan ver enaltecidos su voz y su criterio por una cuidadosa elección de técnicas, colores, texturas que se brindan desde las Bellas Artes. Esta vez, una leyenda brasileña con la cadencia y la musicalidad de Galeano. Prosa poética para contar la tristeza que provoca en la niña –que llora-, en la naranja –que se desviste- , en el árbol –que estremecido se desprende de sus hojas- , en el viento –que pierde una ráfaga- , en el cielo –que se pone blanco- , en el hombre –que se queda mudo-, la muerte del papagayo.
Por eso, el alfarero de Ceará juntará la tristeza de todos para renacer al muerto. El papagayo tendrá algo de todos los que lo lloraron…
Montajes fotográficos de esculturas en madera constituyen la elección del artista plástico para narrar esta bonita leyenda




 Chiquita , ingenua, adorable
“Cuatro cuentos cándidos”
Ferro Beatriz
 Ed. Estrada  Col Los cazacosas
Historias que vive la ardilla Cándida. Le gusta su lugar. Por eso desespera cuando ratita Zafira –que acaba de estrenar consultorio de adivina- le augura larguísimo viaje. No quiere viajar y pretende que alguien más le vaticine el futuro deseado. Deberá llegar al mago Chin-chu-lin , ¡muy lejos! Para recobrar la tranquilidad. Tiernísimo.
El día que Candida empezó con sus misterios, conejo curioso consigue sonsacarle sus secretos. Qué pena que siempre resulta perjudicado. La ardillita pretende compensarlo con una bomba…¿¡¡¡¡una bombaaa!!!?. ¡Oh!¡Por Dios!. Conejo huye despavorido, y si no leen ni él ni ustedes sabrán de qué se pierde.
¡Uy!. Cándida ha extraviado su linda nuez dorada forrada de rojo. Su vecino Zorro, que estrena título de detective decide ayudarla en la búsqueda. Mientras tanto ella hace averiguaciones. ¡Vaya destino el de su querido cofrecito de sueños! (leerlo y enternecerse).
Cándida visita la “feria americana” con la que Ratón Ricachón decide desprenderse de lo mucho que le sobra. ¡Ah! ¡cuando ve las alfombras! Solita ella se convence de que son mágicas, y Ricachón aprovecha la ocasión de venderle una baratita, que vuele hasta la laguna de las garzas. Ahí está pobrecita, esperando volar con otros amigos crédulos. Menos mal que aparecen las garzas, para que nos convenzamos de que lo mágico es tener buenos amigos.
Yo que vos me consigo este librito, chiquito y luminoso, cándidamente ilustrado por Elena Torres, que supo pintar el mundo de Cándida con todos los matices que queremos que tenga.



Animaladas, vean

“Animalazos -salvajes, vagos, pero buenazos” 
Fernando de Vedia
 Atlántida – Vuelta de Página
Como siempre que se trata de Fernando de Vedia, tres cuentos. Esta vez de animales… animalazos.
Estaba Ponjoso el elefante de lo más pancho cuando apareció un duendecito con gorro de cuatro puntas, lo señaló con el dedo, provocó un chispazo al tiempo que le anunciaba “Tarzán se jubiló, el león está demasiado viejo y el rey de los duendes me dice que necesito un ayudante para cuidar a los animales”. Y ahí nomás, con la chispa, le ensartó una corona. Ponjoso no pudo declinar la invitación, que ya estaba el águila de las alturas ,herida, pidiendo que rescatara a su bebé recién nacido. La pobrecita había quedado a merced de los cazadores, en lo más alto de la montaña. ¡qué hará, pobre monarca, además de añorar su cómoda vida de súbdito?. No te puedo contar. Pero la trompa y un chicle, regalo de la ardilla, tienen mucho que ver.
Pajarito Azul pico amarillo encontró una camarita que alguien dejó olvidad en un picnic. Qué decir. Su vida cambió. Se enamoraron de él –galán del sitio Birdbook, primera red social de aves- todas las pajaritas. Pero él… El tuvo que prendarse de una extranjera de alitas tornasoladas y grandísimos ojos saltones, que aparecía muy muy de vez en cuando y desaparecía más rápido que ligero apenas él pretendía iniciar una charla. Es que la dueña del corazón de Azul era… era …Ni convencido de que era un amor imposible, pajarito desistió. Para sorprenderse muuuucho.
Lípido, el hipopótamo le comenta a Lunga, la jirafa que quiere celebrar con fiesta sorpresa el cumpleaños de Nuria, su mejor amiga. A Lunga se le ocurre que sería bueno organizar una fiesta a lo grande, con ayuda de todos los animales.
Todo un problema reunir a cuarenta y siete fieras, si el mono no podía ni ver al rino, si el tigre y el león ni se hablaban…pero bueno. Se formaron equipos y cuando tuvieron todo –globos, pelotero, serpentinas, torta- marcharon a casa de la agasajada. ¿Casa?…bueno, no precisamente. Meter a todos esos grandotes en el hormiguero de Nuria y que encima…¡uy! ¡se me escapó!. No tenía que decir quién era la amiga. Bueno, ahora no digo qué opinó ella, cuando volvió a casa al atardecer, y listo. Tercera intriga del libro que vale la pena develar.
Las ilustraciones de Pablo del Pino son para desternillarse de risa, de ternura, de emoción, de… lo que te inspiren.
               

Por la diversidad y el canto de semillas "distintas"

“La niña, el corazón y la casa” 
María Teresa Andruetto
Sudamericana Joven Novela
A Tina le molesta que el domingo se muera en Aldao con esa tristeza que anuncia y estira la despedida. No entiende por qué ve a mamá y a Pedro, su hermano, sólo los domingos. Porque cuando termina el domingo debe volver con papá a Cineville, donde ambos viven con la abuela Herminia.
Aunque papá cuente cuentos en el viaje de regreso. Aunque la abuela le prepare chocolatadas con caras sucias y la consuele en las noches cuando tiene miedo. Se molestará más cuando a la casa de al lado se mude Carlota, que tiene a mamá y a papá siempre, viviendo juntos todos los días de la semana.
“No se puede”, le dicen. ¿Será por Pedro, que nació diferente y hay que ayudarlo a resolver sus cosas?. Además se llama “Ernestina”, como la mamá de mamá Silvia. Ernestina es apenas un dolor y un anhelo en la vida de mamá, porque también se fue un día con un hermano recién nacido sin dejar otra cosa que un retrato borroso en la sala de la vieja casa de techos altos, jardín, hilera de paraísos, la única diferente junto al barrio “Cincuenta viviendas”.
El dolor de los quiebres familiares y también la desolación de pueblos que han perdido la alegría de sus campos diversificados, sus familias rurales, empujadas a atribulado hacinamiento en cansinos barrios uniformes, desplazadas por el poroto mágico de los ventajosos commodities que conocemos como “soja”.
Una prosa taciturna, reiterativa, para sentar postura –el sello de Andruetto cuando plantea temas sociales de esta envergadura-, que nos lleva al párrafo de cierre con Tina en proceso de recuperar la familia. Se ha mudado con mamá y con Pedro y ha decidido ovillar esa historia desgraciada de las mujeres de la familia que abandonan y son abandonadas.
Tal vez un día papá deje de venir solo los domingos, ahora que ha recuperado su trabajo en el hospital y la salita, ahora que se han reactivado la fábrica de cocinas y la procesadora de maníes, ahora que el jardín ha recuperado las risas y los juegos de Pedro –ocho años, síndrome de down- y Tina –cinco años-, la esperanzada mansedumbre de Silvia. Tal vez.

 Arriba...estrellas, destellos en el corazón

“Los gigantes de la luna” 
 Moure Gonzalo
 Edelvives Aladelta Verde
Mamá y papá proponen: “un niño del Sahara compartirá el verano con nosotros”.Pablo acepta –con gruñidos-. ¿Será como Salamo, el que vino una vez desde un campo de refugiados a casa de sus tíos, en Alicante?. Llega Naísma… es niña, y está enferma.Pablo vuelve a ser por muchos días caracol mutante. Se encierra en su observatorio de la casa de verano en Veredas y la observa de lejos, o a la hora de comer: Naísma tiene ojos luminosos, sonrisa brillante, es delicada y amable, sutil y educada.
No sabe él por qué la invita una noche a ver las estrellas. Comprueba que la niña saharui es mejor compañera que un varón, reservada y contenida. Vendrán días de playa y noches de buscar astros y nebulosas, incluída la pequeña lucecita de Naísma.
Y una tarde Naísma contará –los ojos encendidos de amor y de nostalgia- el gran secreto del Sahara, que una vez fue mar. Hablará enigmáticamente de su tía Gessena, y de la historia de los gigantes de la luna. De la gran duna que esconde el gran barco de los hilualyin, con su magnífico tesoro de plata…
Pablo sabe que lo atrae el poderoso secreto de Naísma, pero más, que ama calladamente a esa niña taciturna y débil, que ríe a pesar de la tragedia que envuelve a su pueblo.
El verano termina y la pequeña vuelve a su campamento. Cuando enferma gravemente, su familia española irá a ella. Naísma tendrá fuerzas para acompañar a Pablo a la orilla del desierto. El, llegará a la gran duna. Mientras la niña se apaga, el pequeño levantará los ojos al cielo del Sahara. Toda esa plata, Las estrellas. Comprenderá. Se desprenderá de su caparazón de caracol mutante definitivamente para luchar por la vida de Naísma, la de su pueblo, por la cultura que los mantiene vivos, a pesar de dolores, persecución y abandono.
Bellísima. Una esplendente constelación brillando en el cielo de la LITERATURA. Para quienes tienen un corazón aterido y quieren reivindicarse con el mundo. Desde los doce, para siempre siempre.


De identidades recuperadas
“Manuela en el umbral”
Pérez Sabbi Mercedes
 Edelvives Aladelta- Verde
1984. Manuela vive con su tía y su prima en Los Aromos, desde la noche del sueño negro.Entonces vivía con mamá y papá en Caballito. Los extraña. De mamá conserva algunas cartas llenas de florcitas azules donde le dice que la va a ver pronto, y un hermoso sueño en que ambas hacían rosquitas de miel, empapadas en harina.
Manuela canta como un ángel, y todos pretenden proteger su inocencia. Hasta lo de la película documental que se va a filmar en Los Aromos, porque ahí sobrevive muda y un poco ida la Filu, a quien le secuestraron la hija embarazada. Sólo entonces, por la boca dolorida de Julia, Manu sabrá que mamá no está enferma, que no puede volver, y papá tampoco. Y que las cartas con olor a chocolate las escribió ella, para que la nena viviera con ilusiones. Una lluvia de llanto –la definitiva- se derrama sobre Manu-Lunita… después estará el rico olor a guiso de la tía, y el sol, y los aromos florecidos.
Un testimonio doloroso hecho literatura, para que no olvidemos. Una novela para leer solos desde los doce.
 Cuando se lleva el pueblo adentro... 

“Cuando San Pedro viajó en tren”
Liliana Bodoc Valeria Docampo.
SM Barco de Vapor Serie Celeste
San Pedro era un pueblo con poquitas casas y mucho campo sembrado y florecido, con pocos autos y muchísimos pájaros. Un pueblo donde la gente se juntaba para celebrar casamientos y cosechas. Bodas como las de Ofelia y su compañero, que se celebraron hasta el amanecer.
Pero San Pedro estaba cerca de una ciudad de enormes dientes, que empezó a engullir campos y contaminar arroyos. Cuando estaba a punto de cumplir ciento diez, la gente supo que tenía que buscar otros lugares, porque los campos ya no le pertenecían. El compañero de Ofelia también se fue, y cuando tuvo trabajo en la ciudad convocó a su familia. Y así Nicanor hizo –a los nueve años- su primer viaje en tren, con mamá, que dijo nada más salir “El viaje va a ser largo”, y quiso decir “Va a ser triste”… “Mejor dormir” y quiso decir “mejor no llorar”.
El tren era un largo misterio. Los que se iban, dormían para no llorar. Ofelia dormía. Nicanor pensó que ya que se tenía que ir lejos, mejor caminaba hacia adelante, a la locomotora. El maquinista pensó en retarlo, pero cuando el nene le contó de su mamá y de todos los que viajaban y no querían, dijo “Con razón el tren se pone tan pesado… Todos viajan llevándose el pueblo entero como equipaje, con campos, ríos, amaneceres” También dijo “Pero no te preocupes, después olvidan. Un día dejan los sembradíos, otro el atardecer. Después se llevan solo unas pocas prendas, y al final, no vuelven”
Nicanor calló. Calló más de cincuenta años, pero siempre volvió. Ahora viaja todos los veranos con su nieto. Y es un viaje de tren cansado, porque el viejo y el niño andan llevándose el equipaje completo, con río, arroyos, árboles, pájaros y trinos.
Bellísimo alegato para que los pequeños pueblos puedan elegir un destino de sembradíos diversos y hasta de cosechas con soberanía de semillas, sin Monsanto, Nidera. Cargill, monopolios…
Si te lo lee una maestra que quiere seguir charlando sobre Nicanores y Ofelias, y sobre pueblos con pocas calles y mucho río, desde los ocho
De anhelos que son timones

“Cómo atrapar una estrella”
 Oliver Jeffers
 Fondo de Cultura Económica Los Especiales de “A la orilla del viento”
Acá, además de hojear y acariciar este bello Libro Álbum,, hay que creer y dejarse tocar por la magia. Porque se habla de un niño que quiere tener una estrella. Que hace todo por conseguirla. Que se toma su tiempo. Que no renuncia a su sueño. Y que tal vez por eso se la encuentra una mañana en la playa, dispuesta y amigable para él.
¿Querrá decirnos el genial Oliver Jeffers que de lo que se trata es de abrigar sueños, y usarlos como brújula, como mapa de ruta, como timón?. Tal vez tal vez. Para disfrutarlo desde chiquitito. Muuuchas veces. Poco texto, sugerente. Mucha imagen, sugestiva y amistosa.


 De lecturas... y mesura

El increíble niño comelibros” 
Oliver Jeffers
Fondo de Cultura Económica Los Especiales de “A la orilla del viento”
Trátase de Enrique. Que un día li-te-ral-men-te probó comerse una palabra, así, distraído. Después probó con una oración. Con una página. Con un libro. Definitivamente LE GUSTÓ.
Devoraba libros. De todo tipo. De cualquier tema. Hasta de Matemáticas. Prefería los rojos.
Se volvía cada vez más listo. Pero un día, parece que se indigestó. Y empezó a hipar letras. Y a ponerse verde. Y a dejar de ser listo.
Por consejo de uno y otro, dejó de devorar libros. Se puso tristón. ¿Qué hacer, entonces?. Como por accidente levantó un libro a medio comer… y empezó a LEER. Estuvo TAN bueno. Descubrió que podía divertirse, entretenerse… y volver a ser muy listo, aunque le llevara mucho más tiempo.
Vos decís que es pura fantasía ñoña. Ha de ser…Pensándolo bien, yo conozco alguna gente que “devora”. Y claro, se pierde la belleza de las palabras -sus colores, sus aromas, su musiquita- ; la cadencia de las frases y todas sus evocaciones de cielos, mares, cavernas, aguas profundas; la vehemencia de una página, su claridad transparente, su contundencia.
Leer es un viaje para hacer despacito…como empezó a hacer Enrique después de la indigestión. Probá vos también.
Yo ya lo hice. Creeme: me salvó los sueños, que es como salvar la vida.
Empezá con este. Que es bonito (un Libro Album) aunque -¡epa!- tiene la esquinita medio mordisqueada (prolijamente mordisqueada) y una gran advertencia en la contratapa: “Por favor NO intente COMERSE este libro en casa”



“La fábrica de serenatas”
Ferrari Andrea
Alfaguara Infantil (naranja)

A Alejo se le apagaban las palabras en cualquier situación complicada. Qué más difícil que tener justo en el balcón de enfrente a Alejandra, tan bonita, tan aburrida, con vendas en los ojos, anteojos ahumados y los auriculares eternamente en los oídos. Por eso acudió a Martín, al que se le daban tan bien las rimas y los poemas.
Alejo cree que si él no se anima, una linda serenata conmoverá a la nena de enfrente ( es de Mar del Plata, y está en el balcón reponiéndose de una operación). Y Martín, porque le brotan las palabras, tiene precisamente una “Fábrica de serenatas”.
Pero justo cuando están haciendo el trato, aparece el granuja de Cartazo, con su guardaespaldas “el Ñato”, exigiendo para ya una serenata especial para María…y bueno: ahí se complican las cosas. Habrá serenatas, persecuciones, ocultamientos, angustia, amores desencontrados … que finalmente confluyen, amores nacientes, y montones, -collares- de palabras que riman.
Al final hasta el tunante de “el Ñato” será poeta…sin dejar de ser ladrón (pero con los sonetos que deja pide disculpas elegantes por esos desfalcos).
Imperdible. Porque hay al menos dos historias de amor amoroso y una gran aventura de intrigas. No es una novela negrísima. Esta es multicolor. Si no la leés, perdés. Yo te avisé. Desde los diez.



Mirar, gozar, leer, jugar

“El árbol de las cosquillas” 
Chae Strathie Poly Bernatene
 Unaluna

Un álbum precioso que vas a atesorar, porque además de sus dibujos , sus pinturas y sus collages que son un sueño, vas a poder jugar con una lengua calentita, que aparece trazada en rulitos, olas ¡y todo con rimas llenas de cosquillas! . ¡Cómo no aventurarse, si vas a ver a un cascarrabias gruñón todo de ricas galletitas y grisines, o pasear por un pueblo de cucuruchos, paletas y pirulines! Y conocer a grandes amigos: el chiringundín, los tufosónicos , el fantasma fosforescente, el lunudo, el misifón,,,Un juego que empieza cada vez que lo abrís. Y lo vas a querer hacer a cada rato ¡te lo advierto!.


 Sepias, belleza, sutileza

“Un señor en su lugar”
 María Wernicke Edelvives
¿Qué decir? Una obra de arte en tonos pastel: sepias, ocres, grises, algo de blanco para hablar –y mostrar- de un misterioso señor que sueña un sueño con bosque, mares, colina… y una gran luna llena. Un sueño en el que el señor pasea. Mares sin peces. Colinas sin ovejas. No todo está donde debe estar. Y sin embargo, el señor se queda. ¿Por qué? ¿Para ponerlas en su lugar? ¿Porque ama la luna llena?. Nada se dice. Todo se sugiere. Con sutileza. Con tanta suavidad. Con palabras de terciopelo y pinceladas livianitas. Para atesorar. Desde los siete, si se ayuda a mirar hondo y se permiten preguntas.
 Cuentos -muchos- en verso

“La bella que no duerme” Liliana Cinetto Luciana Feito Edelvives Aladelta rojo
Hay acá muchos muchos versos agrupados en coplas, en dinámicos tercetos. Lo mejor de todo es que casi todos son versi-cuentos, porque cuentan historias: la de Bella que no duerme, la del patito feo, la del cartero, la del caracol mensajero que tuvo que adaptarse a los tiempos, comprar una compu y conectarse a la red…
Entretenidísimo. Divertido. Por ahí hasta te dan ganas de memorizar algunos. Así de lindos estos versicuentos, estas versicoplas, estos versitercetos. . Para cualquier edad, mirá

De amores eternos
“Gallego a la orilla del mar” 
Juan Farías Ilustraciones de Xosé Cobas
 Fondo de Cultura Económica. Col Los especiales de A la orilla del viento
Especial desde la dedicatoria: “A Peter Pan: como a todos, los recuerdos lo alegraban o lo entristecían”. La vida de Rapaciño -el nombre y el apellido se le cayeron de no usarlos- desde que era un niño pequeño, aprendiz de pescador, hasta el momento en que queda poco por vivir y mucho por recordar y nostalgiar. La aldea junto al mar, su pequeño cementerio, las barcas, la escuela para siete niños. El Amor -“Ella” lo acompañó cuarenta años, le dio dos hijos, pasaron juntos pesares, fatigas y alegrías… y se fue- . La vida…el nieto, los encuentros en la vieja taberna, la pesca, las despedidas, lentas e inexorables. La vejez que se acepta en un acto definitivo: quemar la añorada barca y esperar conversando con Ella, mientras cambia la aldea, se asfaltan las callejuelas, se deja de remar…
Bellísimo. Con una lengua que huele a sal, a berzas, a frutos del mar. Que tiene vientos y brisas, que se mueve delicada como las olas cuando meren lamiendo la arena. Con giros particularísimos del galaico portugués. Deliciosas tintas y acuarelas en las que también Xosé Cobas narra la vida lenta de O Rapaciño. Y un glosario ilustrado de un léxico con sabor arcano.
Un precioso libro álbum para chicos que empiezan a buscar destino y a ser conscientes de que TODO importa. Para quienes honran la vejez, un territorio sabiamente ganado.

Los que viven al margen

“Mientras duermen las piedras” 
María Cristina Ramos
Ed. Edelvives Col Alandar
Cuando uno lee esta entrañable novela -María Cristina Ramos no se priva de ningún tema, y a todos los toca con sensibilidad exquisita y delicada ternura- empieza a querer que la vida sea más justa y a creer que puede serlo a fuerza de trabajo, constancia, solidaridad.
Lucía cuenta la historia de su familia –sus hermanos Rafa y Lito, una mamá laboriosa, una abuela comunitaria que confía en que dentro de alguno de los peces que pesca y comparte pueda venir la semilla que lo cambie todo-, ahí, en un ranchito pobre a orillitas del Limay, donde duermen las piedras pero el dolor no calla nunca.
A orillas del Limay, y como sus vecinos, a la orilla de todo. Colgados apenas a un mundo que les da la espalda Menos mal que ahí, tan lejos, hay una maestra que sabe querer, un médico como pocos que quiere curar, un ingeniero que ayuda a hacer cantar a la tierra pobre su canción de terrones, semillas y frutas. Menos mal que a la falta de trabajo y destino se responde con organización, y a la tristeza con un silencio calentito, una palmada, un tomate maduro…
Para aprender a mirar con ojos de querer transformar un mundo que es cada vez más ancho…pero también cada vez menos ajeno a nuestras responsabilidades.
Lindo para que lo lea una maestra, y lo desgrane día a día, despacito, sin decir demasiado más, que no hace falta.
A partir de los diez años, que es cuando uno se hace preguntas a menudo.


De magia y  noches
“Cuando no llega la noche”
Poly Bernatene
Unaluna
Según Poly Bernatene –que dibuja, pinta, ilustra como un ser angelical y ahora muestra que escribe como un hombre bueno- hay un mundo fantástico y diferente donde unos seres mágicos y unos niños especiales vigilan que todo sea como debe: que salga el sol y se ponga en marcha el día, que llegue la noche con su gran luna y sus bellas estrellas para que el mundo y sobre todo los chicos puedan descansar y tener sueños dulces y aterciopelados. Se valen de artefactos muy peculiares y de actitudes que invitan a que todo se deslice, y surja, y despierte y se encienda.
Pero…¿y si la noche no llega?. De eso trata este maravilloso Libro Album todo satinadito, lleno de imágenes sugerentes y festivas…un gran pueblecito de callejas estrechas, un sol precioso, los seres que te conté, los chicos que no pueden dormir, la luna que no quiere iniciar su periplo y muy poquito texto. Solo el justo para que el conflicto avance… ¡y se resuelva!. Para hojear y acariciar, para extasiarse, para conmoverse desde que podés sostener un libro, hasta que te hagas chiquito de puro viejito.


De destinos que seenlazan
“Trenes” María Teresa Andruetto – Istvansch Alfaguara Infantil





Increíble que un poema breve, de amor y encuentro, pueda dar lugar a tantas sentidas emociones. A tanto Arte. Porque Istvansch pone ingenio -un collage policromo con fotos de trenes, andenes, estaciones, reproducciones de boletos, letreros- , belleza -A Juan y a María en sus vagones, en fino trazo de tinta, siluetas dibujadas sin levantar la punta del pincel o de la fibra ni una sola vez- y María Teresa las palabras justas para contarnos que Juan viaja al norte en un tren amarillo, y que María va al sur, en tren azul. Y que cuando sus miradas se encuentran –clara una, oscura y honda la otra- es tan fuerte el lazo que los trenes se ponen verdes –como todo lo que espera- y se van juntos, en una misma dirección.
Pequeño y sencillo. Una fiesta de palabras, arte y colores. Yo diría que desde los ocho, y sin límites.




De hadas … y revoluciones

Estándar“La durmiente” María Teresa Andruetto – Istvansch Alfaguara Infantil
Sobre un fondo sugerente y variado de recortes de reproducciones del arte pictórico de diferentes épocas, daguerrotipos, viejas fotografías y publicidades en colorido collage, Istvansch pone a vivir a la princesa de esta historia, a los reyes, las hadas que la llenan de ventura, la corte de ha de amarla, el pueblo llano y los menesterosos que la celebrarán como a nadie, todo en sutiles trazos de tinta, siluetas apenas que se dibujan sin levantar el lápiz –tal vez el pincel- ni una sola vez. María Teresa aporta la historia: una princesa amada que decide salir a recorrer su reino y ve cosas que no quisiera… y por eso elige dormir .
No vendrá un príncipe a despertarla de de su letargo. Se corromperá el reino en la espera, y lo que saque a la bella de su sueño no será un beso, ni una caricia, sino una REVOLUCIÓN.
Impactante. Diferente. Para que miremos el mundo con otros ojos, sin defenestrar la maravilla.





 Al amparo de la maravilla

“El turbante del sultán”
Rachid Madani – Angel Domínguez
Ed. Juventud
¿Cómo hacerle justicia a este gran libro, a esta magnífica historia? Y…con palabras doraditas y finas como la arena del desierto donde termina de desenrollarse el precioso turbante de seda salvaje y de lana fina del Sultán.
En un desierto tan caliente de día, tan frío por las noches y tan pero tan árido siempre, un turbante largo como un río y suave como agüita de manantial, pudo dar cobijo a muchos desamparados del Sahara. Los que fueron llegando a guarecerse -bichos grandotes y con pelos , pequeños y con alas, caparazones, pinzas…- lo hicieron porque se creían todos especiales para el Sultán. Tuvieron que aprender a convivir y preservar ese espacio de tonificante frescura, y vivieron una aventura maravillosa de la que no voy a adelantarte nada. Porque este libro álbum no tiene desperdicio. Una buena historia, ilustraciones de ensueño y una edición fantástica. Desde los 8…¡hasta los 108!

 De monstruos, brujas, ogros...

“Cuentos de monstruos, brujas y ogros”
 Fernando de Vedia Atlántida
Col Vuelta de Página
Tres cuentos. Vamos con el de Monstruos. El monstruo es Viscoso: enorme, peludo, nostálgico, tristón. Le toca despedirse de Benjamín, que se pone grande. No quiere que le pase lo que a su hermano, que no se retiró a tiempo y “su” niño, con ayuda de otros lo atrapó, lo vejó y lo mandó al Monstruológico. Como no quiere irse así como así decide pasar con Benja su última noche. No en el placard de siempre. No. Así que el nene despierta abrazado a una pata peluda y pringosa. ¡Ay, cuando descubre dónde termina esa cosa verde!. No te cuento más. Después viene lo mejor.
Ahora, el de Ogro. Joaquín está seguro de que debajo de su cama hay uno, y es así: tres ojos lagañosos, una sola oreja que le sale de una axila, una boca que es una horrible mueca. No tiene naríz pero sí cuatro patas. Verdísimo. Lo escucha por las noches. Mamá le dice que son los ronquidos de papá. Papá duerme en el suelo junto a él, para convencerlo. Corre la cama….Glub… hay una entrada al sótano justo debajo de SU cama.
Por eso llama al Colo, que es su amigo del alma, que es grande, que no cree en ogros. Van a dormir juntos y habrá incursión en el sótano. No te adelanto mucho, pero OGRO y VERDE ¡¡¡hay!!! (perdón…no puedo dejar de chusmearte: el ogro es -¿cómo decirte?- angelical en toda su fealdad).
Y por fin, el de Bruja, que es –aunque no lo creas- de Hadas. Ni sospechaba Cunegunda cómo le iba a cambiar la vida esa noche de tormenta en que le dejaron un canasto con la notita “Por favor, cuídela…”. Y crió lo que venía adentro como a una verdadera Bruja.
Gorgonia –así la llamó- sabía todos los secretos de la escoba, tenía un cuervo negro, adormecía princesas… pero en la escuela ninguna brujita quería estar con ella. Cuando Cunegunda se compró ese armario de ocasión con espejo mágico… supo por qué. ¡HORROR DE LOS HORRORES!… ¡No erar una bruja, sino un Hada!
Nada más descubrirlo y contárselo a sus desesperada madre…¡le crecieron dos alitas que fue imposible disimular!
El escándalo armado por Cunegunda atrajo a todo el consejo de brujas. Ya se sabe. No hay nada peor que un hada para una bruja. ¡¿Qué va a pasar –mi cielo- con esta historia que venía de lo más bien encaminada?!. El espejo –que era el de la madrastra de Blancanieves- me prohibió terminantemente dar una sola pista más.
Para que los miedosos dejen de temblar y duerman sin pesadillas, y con gran sonrisa. Las ilustraciones son una gran ternura, de pe a pa.
 Por mares de libertad


“La princesa y el pirata”
 Alfredo Gómez Cerdá Teo Puebla
Fondo de Cultura Económica. Los Especiales de “ A la orilla del viento”
¡Vaya con esta princesa!. Toda una vida en su torre de marfil y plata, entonando preciosas melodías y peinando sedosa cabellera al atardecer.
Al magnetismo de ese canto ,de esa melena brillante, de esa belleza, se acercaron el príncipe destinado a resucitar a Blancanieves, el que portaba zapatito de cristal -él si, en carruaje tirado por seis caballos esbeltos- y buscaba a la cenicienta, el que tenía que despertar a la Bella de cien años de sueño, el Príncipe Valiente…Todos dispuestos a renunciar a sus destinos y a quedarse en la torre para siempre.
¡Ah! Con parsimonia y delicadeza ella los fue rechazando uno tras otro. Pero la torre estaba a orillas del mar. Y por el mar apareció aquel barco con su bandera negra y su calavera ondeante. Y en el castillo de proa un ser absolutamente subyugante –un poco desaliñado y sucio, tal vez- con un parche oscuro sobre el rostro, un garfio en lugar de mano, un viejo catalejo sobre el único ojo, una pata de palo carcomida de humedad. Un verdadero sortilegio. Esta vez la curiosa, la demandante, será la princesa.
Ella invita a subir a la torre. El se niega. Ella pregunta quién es él. El responde. Ella interroga por su derrotero. El le habla de siete mares… o de cuarenta, o de…él los recorre, no los cuenta. Ella decide ayudar a contar. Deja la torre abierta para siempre, y se hace a la mar. Su primer acto es empinar gran botella de ron ardiente. ¡Desopilante! (se lo voy a regalar a mi nieta Delfina, y a su papá, que siempre descreyó de la delicadeza de las princesas de cuento ja ja)



 De pajaritos meteretes


“Pajaritos en la cabeza” 
Silvina Rocha – Mey Ed.
 La Brujita de Papel Col. Piedra Libre
Paula tenía unos rulos y una “esponjosidad” especial en la cabeza. Y era distraída y un poco babieca. Por eso la eligió el pajarito. Fue trayendo pelusas y palitos y se armó un hermoso nido. Esta vez sí era cierto: “¡tenés pajaritos en la cabeza!”.
Como novedad fue interesante. Investigar de qué clase era el pájaro también tuvo su atractivo. Pero con el paso del tiempo se hizo cada vez más patente aquello de “me lo contó un pajarito”.
Paula estaba harta, porque Buchón –qué otro nombre ponerle, si era chismoso y buche grande- le contó tanto cosas lindas como secretos horrorosos que mejor no enterarse.
La idea le vino de golpe, cuando descubrió a tía Etelvina durmiendo en el sillón…Una cabellera más vaporosa y emperifollada que la suya. Así que agregó unos palitos, unas pelusas y hasta alguna que otra cintita…
Y los vio partir. A tía Etelvina bamboleando las caderas, de lo más orgullosa, y a Buchón, otra vez de estreno, acomodando broches ,cintas y flores en el nido nuevo.
Desde los ocho, para leerlo de un tirón. Lindas las melenas, lindos los niditos…lindo todo, bah.

 De exotismos y mascotas


“Mascotas inventadas” Ana María Shua Eugenia Nobati Primera Sudamericana Col Los caminadores
Cualquiera puede tener un perro, una gatita, una tortuga o un hámster. La gracia de esta historia es este nene que se dedica a criar, observar y describir el comportamiento de mascotas muy especiales.
Los marmolios, por ejemplo, que se alimentan de metal, y lo complican todo cuando se ponen de veras gigantescos; o los minimones, que son negros, chiquititos, se pueden llevar en el bolsillo y si los tirás sobre el cuaderno te ponen todos los puntos, acentos y comas que te olvidaste de escribir.
¿Qué decir del polter, que se puede transformar en un chicle gigantesco y hacerte de puente para cruzar calles y lugares peligrosos sin riesgo alguno? ¿Y de los rebudillos, que entonan con envidiable alegría cumbias y rocks, y cuya única contra es esa inclinación a ser demasiado sociables y esa costumbre de tener un hijo cada día?
Hay más bichos inventados por este nene que es bien bicho también.
Abrir el libro, leerlo con gracia y desternillarte de risa y de ternura con estas mascotas que te miran, te miman y te dicen “elegiiiimeeee” desde las hojas sedosas puede resultar en una tarde divertidísima, como si fuera una jornada de vacaciones.
Ah, el nene te inventa y te vende a precio de ocasión la mascota que le pidas, a medida de tus anhelos.
Desde los ocho hasta los ochenta y ocho.

Que nadie se quede afuera...
“El geño de la tinta negra”
Canela Ilustraciones de Eugenia Nobati
La brujita de papel
Ceferino va como todos a la escuelita de campo. Es el más alto –y dicen algunos en voz baja “el más zonzo”-.Está repitiendo 4º en la escuela en la que se reparten todos los días hasta cinco lápices de color (él no siempre puede elegir los que le gustan: se sienta bien al fondo y le toca el último turno), en la escuela de una sola maestra adonde llegaron treinta bancos nuevos, blancos, relucientes. Ceferino es el nene treinta y uno, así que se quedó con su pupitre viejito, chillón, movedizo, lleno de rayones y raspaduras, con ranura para los cinco lápices y un agujero redondo redondo que “era para el tintero”, según contó mamá.
A Cefe todo le cuesta mucho. Así que cuando la maestra explica le da por acordarse de cosas de antes: plumas, secantes, tinteros. Por eso, cuando ese día la señorita dijo “escriban sobre algo lindo, diferente, que les ocurrió esta mañana”, miró desesperado el agujero de su banco viejo. Así fue que vio la nube negrísima que congeló a todos –sus compañeros, la maestra- antes de transformarse en un gran genio oscuro, amable y solidario.
Cefe está seguro de que el “geño” le dictó enterito el precioso trabajo que escribió –con algunos errores de ortografía, claro- sobre esa mañana diferente, sobre el “geño de la tinta negra” -la que usaba su mamá, que fue hasta 3º-, que apareció como un humito, brotado desde ese agujero misterioso, para ayudarlo sólo a él.
Ceferino terminó antes que nadie. La maestra lo felicitó y le dijo que los errores eran para corregir otro día.
Tiernísimo. Bello. Para Ceferinos y para los que no son Ceferinos y tienen que empezar a comprenderlos. Para que todos podamos ser “geños de la tinta” con los que nos necesitan. Solito, a partir de los ocho.

 Por preservar latidos

El corazón y la botella”
 Oliver Jeffers
 Fondo de Cultura Económica Col “Los especiales de A la orilla del viento
Un libro Album lleno de magia. Sugerente y metafórico…pero tan cerca del universo de los chicos, quienes llegan al mundo arrastrando una nube de gloria, al decir de Wordsworth.
Una niña vivía maravillada por todo lo bello, y raro, y enorme que existía. No se dice, pero parece que alguien -el abuelo quizás- respondía a tonto asombro desde su sillón. Un día el sillón quedó vacío. La niña tuvo miedo y decidió poner a salvo su corazón dentro de una botella.
Ya nada fue igual. Y cómo pesaba la botella colgada al cuello.
La niña fue al mar y encontró otra niña pequeñita, curiosa, inquieta por todo cuanto la rodeaba. Nuestra niña no pudo responderle nada. Por eso decidió recuperar su corazón. Pero no había forma de deshacerse de la botella.
Así que regresó al mar, para que una mano diminuta y atrevida, lo rescatara para ella…
Sin ayudita, desde los ocho. Leerlo despacito, como quien se come la golosina preferida y no quiere que se le acabe pronto, para no perderse detalle ni preciosura.




  De un juguete cascado que hermana y plenifica

“Sol” 
Márgara Averbach
 Ediciones Del Naranjo Colección sub 20
Si tenés ocho o nueve años ya podés leer esta nouvelle –novela cortita o cuento largo largo- que habla de Diego, un nene tan pobre que vive en una casita de una sola pieza, se tapa con un viejo sobretodo, va a la escuela aunque jamás tiene tiempo de hacer las tareas porque lustra zapatos desde el mediodía en la peatonal y para hacerlo –su escuela es chiquita y despintada-, guarda sus carpetas en una bolsa de plástico, lo que provoca la burla de muchos chicos.
Que cuenta cómo cambia todo cuando Diego encuentra un viejo elefante de madera, rojo, con la trompa un poco cascada, un solo colmillo y la pata trasera despintada.
Que asegura que la vida de Diego se llenó de la magia de Sol: así llamó el nene al elefante, porque tenía el color del amanecer. “Sol” nombró quien vivió tantas noches oscuras.
Que relata una gran amistad pero también una nostalgia grande: Sol se aburre escondido bajo la cama o entre las sábanas, y quiere salir a conocer. Sobre todo a otros elefantes de los que habló Diego.
Que narra el encuentro fortuito con Lena –ella va a una escuela grandísima, bien pintada, en auto, con su mamá- y su cambio de nombre por “Rubí”.
Que nos deja transitar por la tristeza de Sol-Rubí y por la alegría de historias que se enlazan.
No te cuento más, porque seguro que ya querés tener entre las manos este libro con dibujos que no son rojos como Sol, ni del color de los tilos de la vereda de la escuela, sino grises, como el del agua en que el elefante mágico chapoteó un día para cambiar la historia.





Por amor a las palabras

“El oso que amaba los libros” Denis Haseley Jim La Marche Editorial Juventud (Barcelona)
Sobre el magnetismo y el sortilegio que provocan las palabras, amadas, impetuosas, clementes, balsámicas, cuando surgen prístinas del relato, o luminosas en sus signos misteriosos, en el escrito.
Un joven oso encuentra un trozo de papel, y aunque no comprende los signos que contiene, se lo lleva a su cueva, porque para él es mágico y atractivo como la luna.
Pasados unos años descubre el olor del papel, y atraído llega a una cabaña. En el enorme parque hay alguien que lee. Parece disfrutarlo tanto. A veces ese alguien cierra lo que tiene entre manos, y mira lejos. Otras, ríe. Otras se estremece y abraza el objeto.
El oso se agazapa para ver y para oír. Día tras día, hasta que la mujer, para quien no ha pasado desapercibido, lo llama. Y le lee. El cree descubrir en esa voz que a veces goza y a veces desespera, el murmullo de los arroyuelos, el rumor del bosque, la oscuridad del miedo. Lo embargan sensaciones y sentimientos nuevos que perduran aún cuando regresa a su refugio por las noches.
Un día algo cambia en el aire, en el color del follaje. Oso va hacia su amiga con su tesoro de papel en la boca. Es una carta. En ella se habla de veranos compartidos en ese bosque. Ella la lee y exclama nostálgica “¡Oh, me gustaría que pudieras leer estos libros cuando ya no esté aquí en invierno!”…
Cuando oso regrese, ella ya no estará. Pero en el lugar de los encuentros habrá un precioso tributo. Sobre la manta de siempre, todos los libros del verano.
Oso los llevará uno a uno a su guarida. Y mientras duerma el invierno, cuando los olfatee o los toque con sus garras o se recueste sobre ellos con su sedoso pelaje, la voz de ella seguirá contando historias.
Un maravilloso Libro Album. Casi no hay palabras tan delicadas, tan lacias, tan aterciopeladas para hablar de su magnífica materialidad, de la fantástica fiesta de luz de su acertada gráfica … ay…




Semillas que son futuro...

“El cartero de Bagdad”
 Marcos S. Calveiro
Edelvives Aladelta verde (XIX premio Aladelta)
Abdulwahid debería tener muchos motivos para la tristeza: su país en guerra, las escuelas cerradas, los bombardeos de los que hay que esconderse a cada rato. Ya no puede jugar con Ahmed, su mejor amigo, que pertenece a otra minoría. Ibrahim y Fatiha, sus papás, son sunnitas, y viven en el barrio “que les corresponde”. La familia de Amhed quedó en el barrio chiita. A pesar de todo, Abdulwahid es feliz; juega en el huerto cuando se puede y espera ansioso cada día el regreso de papá, que es cartero y recorre en su moto la ciudad en ruinas, porque sobre todo cuando hay guerra es importante recibir noticias
Muchas veces pensaron en huir a Jordania, pero son tan pobres. Así las cosas papá es muy malherido y Abdulwahid emprende un viaje iniciático para llevar esa correspondencia que Ibrahim guardó con celo por tantos meses, buscando la posibilidad de llegar al lejano suburbio donde seguramente aún vive Faysal, el misterioso destinatario.
El niño, con algún resquemor, acude a su amigo, que lo recibe gozoso, y juntos cumplen su cometido.
Si tenés 11 0 12, leela y sabrás qué contenía ese sobre de ruidos extraños, y si Ibrahim y Fathia tuvieron ocasión de desesperar por su hijo ausente en medio de tanta desesperanza. Para que comprendamos que mientras hay amor y familia, hay razones




Con sortilegio y magia

“Hilo de Hada”
Philliphe Lechermeier Aurelia Fronty
Edelvives
¡Ah! ¡estamos acá ante la más absoluta maravilla!. Un gran Libro Album gozoso de Fantástica. Porque “La magia, la brujería, es un poco como la poesía… aparece por aquí, por allá…”. Así, en la página que abras tendrás encuentro con la osadía y la lírica. Sólo tenés que seguir el “hilo de hada” y sabrás qué hacer para *recuperar los ojos de la infancia *entender el lenguaje de las estrellas * escuchar la lengua de los árboles *pintar con los colores del arcoíris…
Sabrás de seres que son pura esencia, etéreos, inauditos como Ele de Libélula, Pluma de Luna, Piel de Loba, los Buus y los Uus, los Cric Crac…
Con definiciones sutilísimas, con greguerías, recetas para sostener vínculos con la magia. Para espíritus niños de seis a ciento seis





Una  mirada  que incluya

“Hugo tiene hambre”  
Silvia Schujer  Mónica Weiss   
Grupo Editorial Norma  (Premio Fundalectura 2006)

Una gráfica impactante, decisiva,  lacerante, para un tema doloroso: el hambre… el hambre de un niño.

Hugo tiene hambre. Para olvidar el hueco negro del estómago sale a caminar. Sus ojos ven delicias en personas que no lo ven, ven sopas deliciosas en la fuente de una plaza, coloridas ensaladas en los parques, frescas copas de frutas en las frondas de los árboles. Cuando ve al perrito, ve una crocante salchicha. El salchicha también tiene hambre. Quizá por eso, sin decirse nada, se alejan el uno del otro. Pero cuando les parece que les pasa lo mismo, que les duelen las mismas cosas, se buscan, se encuentran… y ríen. A Hugo se le desabrochan los labios de risa. Al perrito la cola se le hace calesita, y la lengua es una fiesta de caricias.

Es que con un amigo, el hambre pesa menos. Se la puede olvidar, por un rato.

No son casualidad las primeras y últimas páginas en rotundo negro. Hojas sedosas y suaves…pero negras




De quienes atesoran orígenes



“Alma de piedra” 
 Lucía Larese Roja 
 Ed  Libresa  Col. “Mitad del mundo”


Cuentan que en ese pueblo de la sierra las cosechas eran buenas, no lo asolaban las plagas ni la sequía porque sus solidarios habitantes no necesitaban sacerdotes para charlar con los dioses. Por eso, cuando la desgracia cayó sobre otros pueblos, los que comerciaban y pujaban entre sí, éstos decidieron apoderarse de la bonanza de la aldea de la sierra. Los serranos suplicaron a sus dioses: no querían tomar las armas, pero tampoco padecer la servidumbre. La oferta de las divinidades fue convertir el pequeño poblado y a todos sus habitantes en piedra. Sus almas permanecerían vivas dentro de la materia. Un poblano que había ido a vigilar a los invasores, llegó a casa cuando todo había sido consumado. Los dioses sólo le conceden la posibilidad de transformarse en piedra  durante el día. En las noches, y por ciento veinte años, será un guardián vivo, con pesados pies de piedra, que velará por su pueblo dormido.

La pequeña Martina escucha esta y muchos otras historias. Por eso pide a su amigo Orruño que la lleve arriba, a conocer el pueblo de la leyenda. Orruño lleva a pastar a sus cabras tierra arriba y brinda a la niña la maravillosa oportunidad de conocer al guardián, quien la cautivará con mil relatos que encierra el pueblo dormido y dará a ambos la ocasión única de pedir un deseo… Los dos piden por la salud de su valle, y regresan sabedores de que tienen , allá cerca del cielo, un amigo que cuidará de todos.

Fresca, atrapante. El sabor, los aromas, la textura de lo agreste, la canción del agua pura que corre y la del viento que acaricia las lomas acompañará esta lectura lacia y agradable.  Para gozar, desde los diez. Una linda novela con una variedad de relatos incluídos para enriquecerla: los que a la lumbre el fuego narra el  hombre de pies de piedra, noche tras noche, a la insaciable Martina.



 Los chicos homenajean al gran Gabo...


“El científico” 
 Alicia Barberis 
 Ed Libresa (Ecuador)  Col. Mitad del mundo
Un claro tributo a Gabriel García Márquez –inventor de exuberantes universos- y al ignoto inventor argentino Juan Baigorri Velar y su mentada “máquina de hacer llover”.

Aureliano Buenasnotas vuelve a Llano Mustio con  flamante título de inventor y exótico equipaje del cual lo más preciado es “la máquina de hacer llover”. Nunca pudo olvidar el lejano día en que su padre lo llevó a Prado Verde, a ver por primera vez la lluvia. Prometió volver con la herramienta capaz de convertir a Llano Mustio en un vergel.

 El agua subterránea del pueblito se agota inexorablemente, por eso la recepción de don Arlés Buenasnotas  -eterno traje de lino blanco, sombrero al tono y una flor carmesí a la altura del pecho, trasparente emulación del bueno de don Gabriel- es emocionada y expectante.

Se ha declarado la crisis y la necesidad de desalojar la aldea. Muchos intereses egoístas complotarán contra Aureliano y quienes quieren evitar la muerte del pueblo: los “Argonautas”, una pandilla de cinco chicos y chicas valientes que se reúnen en una casona abandonada a practicar los “ritos del terror”, para pasar el día y sobre todo las noches en ese lugar tan desolado, Electra, la extraña niña de ojos violeta y encendida cabellera roja llegada al pueblo con su mamá -Dafne- para despertar todo tipo de rumores.

Como en una buena novela de intrigas, habrá sabotajes, espionaje por parte de unos y otros y un gran descubrimiento: el agua subterránea de Llano Mustio desaparece porque ha sido canalizada hacia un idílico parque para uso privadísimo de su intendente. Hay que desalojar el llano porque la cúpula política tiene además otros oscuros intereses .

¿Funcionará  el invento de Aureliano? ¿Qué papel cumplen estas dos extrañas de ojos violetas y cabellos escarlata?. Leerla, porque no defrauda. A partir de los diez.



Animalitos que cobijan...



Una gata con todos los nombres del mundo”  
Carlos Rodrigues Gesualdi  
 Libresa  Col. “Mitad del Mundo”


Un enorme castillo medieval, su imponente torre, sus muros almenados y un gran portal con una inscripción en latín :  “Aquí vive la felicidad, que nada malo entre”, quizá como valiente expresión de deseo. Dentro de esa vetusta cáscara, seis modernos departamentos dispuestos alrededor de  un patio. Recorreremos las historias, los sueños, los avatares de seis familias, narrados por una gatita adorable que tiene sitio y cobijo en cada casa, y en  cada una recibe un nombre diferente. Es “Sofía” en la  torre donde viven los Cinoc –búlgaros-  con los pequeños Alexis y Vitali; “Helge” en lo de los Speiss: el señor, Larissa y el bebé Konrad, austríacos todos. “Aline” en lo de la conflictiva familia Berger –de origen belga-, donde acompaña a Eric y es testigo y un poco protagonista de los cambios que ahí van a suceder. Es “Francine” en casa de unos franceses recién llegados y compartirá con Sophie las dificultades de esta para manejar el influjo de su llamativa belleza y su personalidad peculiar. En casa de la diminuta Anna Fresnel la reciben como “Máxima” : es que los simpatiquísimos Fresnel son holandeses, y en lo del señor Hutting que vive solo con su enorme biblioteca – dice haber nacido en una, así que nada sabemos de su nacionalidad- se llama “Moritz”, así, en masculino. Tal vez porque el señor Hutting está muy concentrado en sus libros, o porque quiere rendir homenaje al gran Michael Ende, de “El ponche de los deseos”.

El rinconcito de la ventana de la casa número cuatro, esa casita llena de libros y música, es el predilecto de Sofía- Helge-Aline- Francine – Máxima- Moritz. Le gusta el señor Hutting y acuerda con su “Decálogo de grandes escritores para chicos”, porque en él figuran Michael Ende, Rohald  Dal, Cornelia Funke, Pablo de Santis y la gran Graciela Montes, entre otros. O sea, desde esta deliciosa novelita, podés saltar a cualquiera de la de estos consagrados, porque la invitación está hecha.

Un bello testimonio del poder de la amistad para transformar lo no tan bueno en buenísimo, y del valor de las convicciones para producir las necesarias transformaciones.  Entrá por este portal. La gatita de los mil nombres te está esperando. Prometo que tu travesía será inolvidable. Desde los diez, una larga delicia.



 De reyes y de blebeyos

“¡¿Adónde está la corona?!” y otras historias reales 
Silvia Schujer Roberto Cubillas
Atlántida


Cuatro cuentos “de la realeza”. Empiezan con el peor de los humores, el peor de los desasosiegos…pero van mejorando.
“El reino de Malumort”. Imaginate un rey con semejante nombre. Gritón. Guarango. Inaguantable. Una reina sufriente y tres herederos que tenían prohibido llorar reír saltar jugar andar descalzos… Un día se cansaron de tanto NO y se fueron. Cada cual por su lado. Hasta los sirvientes abandonaron a su majestad.
Carlo se hizo amigo de hadas, brujas y lobos, aprendió a lavar ropa en los arroyos y a montar unicornios.
Carliño se hizo guerrero. Aprendió a soportar hambre , frío, calor, sed, olas y viento.
Carlón se fue a vivir a una aldea y se hizo zapatero. Se casó con una joven hermosa y tuvo un hijito .
La reina pidió asilo en lo de una prima lejana.
Pero un día y al mismo tiempo todos recordaron el reino y les dieron ganas de reencontrarse, de volver. Un poco los detenía el recuerdo negro del mal humor. Pero se dieron maña. ¿Qué encontraron?: un rey con la capa como delantal, fregando alegremente los pisos. Ni rastros del mal carácter. Así que todos felices. El monarca nunca cedió el trono, porque es el lugar más cómodo para leer cuentos a ¡seis nietos!. Pero a los asuntos de estado ¡colorín colorado!
“Príncipe de otro pozo” ¡Ay! ¡Pobre! Tres problemas: la cara, el cuerpo, la forma de ser.
Demasiado ojos para poca cara. Piernas flacas para tanta barriga. Y esos modales: andar a saltos, rebotando, comer mosquitos en vez de mocos. “Cacerola con patas” lo llamaban. Por sabio consejo, los papás lo mandaron a la guerra. ¡Ni prisionero lo quisieron, porque cantaba sus penas con voz pastosa a la luz de la luna.
Devuelto a palacio, el propio príncipe decidió exilarse. Preso de soledad y tristeza no pudo más que echarse a llorar todo un charco. Lo rodeó el bicherío de la noche. Apareció su majestad la Rana Dorada. Se abrió paso y le dio al joven un beso rechoncho. La luna envió un chispazo…¡adivinaste!: se rompió el hechizo. No. La rana no se convirtió en princesa. NO y NO.
Después habrá “Un regalo para dos”. Porque es el cumpleaños de la princesa, y este año la fiesta será PARA TODOS. Nobleza y súbditos. Grandes mesas llenas de manjares, dulces irresistibles, fanfarria, gran piñata. Para participar HAY QUE LLEVAR REGALO. Es condición.
Pasado el jolgorio –y la resaca- se procede a abrir regalos. De todo, hasta dar con una cajita feúcha y hermética, sin papel de regalo siquiera. Indignación de rey, reina y nobleza. ¡A la basura!
– ¡No! Quiero conocer a quien lo trajo –dijo la princesa
– ¡Eso! Tráiganlo para que dé con sus huesos en la cárcel
Y trajeron un viejito. La cajita era fea, pero mágica. Concedía a cada quién UN deseo. El del viejito era ir a la fiesta
¡Mamita, la que resulta del deseo de la princesa!. Final con bello príncipe, cabalgata, mucho humito, mucho ronrón mmm
Y para el final “cierre” para la historia del principio. Habíamos dejado al rey jugando con sus nietos, a la reina preparando manjares. Una vida de simples plebeyos. Pero llega una Embajada de Lejoslandia, presidida por sus monarcas. Habrá que retomar hábitos y atuendos reales.
El rey no baja de su recámara. No puede…
“¡¡¿DÓNDE ESTÁ MI CORONA?!!”
Seis infantes jugando a acertar piñas en un aro en el bosque ¿te dicen algo?


 



 De mentiritas y exageraciones


“Los fantásticos viajes del pequeño león”  Udo Weigelt  Julia Gukova. Ed  Unaluna
Los animales se reúnen en ronda en el desierto para contar sus vacaciones. Al pequeño león le toca el último turno. En el verano fue pirata de un barco, escaló las montañas más altas, luchó con caballeros y dragones que todos pensaban extinguidos (claro, él terminó con todos), rescató un enormísimo tesoro y lo regaló, no recordaba a quién…¡Viajó en globo!. Demasiadas aventuras. Demasiado sospechosas. Pero el leoncito no se amilanaba…¡si hasta había llegado a la luna!.

Vieran ustedes las miradas primero desconcertadas, después irónicas y finalmente cínicas de los amigos que terminaron por descreer de semejantes peripecias.
¿Castigarán al mentiroso o lo considerarán un eximio relator? ¿Querrán tener de amigo a semejante farsante?. Leerlo para  saber. Además es un volumen precioso, un libro álbum de hojas lustrosas y bellísimas ilustraciones




 De cuando la calle es cruda


“Cuentos callejeros”  Natalia Schapiro  Ed. e.d.b. Col Flecos de Sol  (incluido en el Proyecto “Mejoramiento de la Educación Rural”  Ministerio de Educación de la Nación)

De cómo Frankestein  le pidió a su inventor una novia y de cómo lo pensó mejor y reemplazó novia por perrito. De cómo con su mascota Pesadilla se enteró de las fiestas de disfraces , Internet mediante. De los amigos monstruos que tuvo, que creían que él también era sólo un muy buen disfraz. Y de su apasionado romance con Gatúbela, que resultó no ser disfraz. Simple entretenimiento.

Pero el segundo cuento del libro –fundamental como mirada a la vez que crítica amorosa a una realidad que duele- es la historia de Nina, niña de la calle, la de su inocente alegría cuando vende flores, rebusca tesoros en los tachos, junta moneditas para comer y lleva su precioso aporte a la ronda de amigos de la noche, a un desnudo baldío protector





 Puertas a la maravilla


“Llaves”  
Iris Rivera. Ediciones e.d.b. Col Flecos de sol

Iris Rivera es maestra. Y es una Cuentacuentos sin remedio. Y es muy graciosa. Y sabe  jugar con el lenguaje para que las historias te atrapen. Y sobre todo sabe involucrarte –más que nada en este libro- como interlocutor en sus genialidades.

De cuando Josefina encontró una llave de abrir cualquier cosa (hasta de abrirse a sí misma para conocerse bien).De cómo Candela –que tenía dos lucecitas que se incendiaban o se casi extinguían en sus pupilas- pudo aprender a leer, a pesar de que las letras le resultaban más grandes y complicadas que montañas. De las siete vidas de Aristóbulo, un gato muy atolondrado. De la lengua atrevida de Marcos y de otras cosas ocurrentes.

Vos elegís. Solito desde los ocho o nueve años. Lindo para leerlo haciendo las morisquetas que le salen a la lengua de Marcos, o los ademanes de Candela o… Vos sabrás.




 Palabras que nutren...


“Un cesto lleno de palabras”  Juan Farías. Ed Anaya Col Sopa de Libros  Serie Verde

De veras que de haber escrito un libro me hubiera gustado que fuera este. Delicioso, fecundo, sabio. Juan Farías –que es español, ex marino aventurero y casi viejito- inventó un mundo muy singular para que en él vivan, destellen, sugieran las palabras.

Pedro tiene una amiga del alma, Paula, y un abuelo especial que trabaja en una vieja imprenta.

Un día el abuelo trae un cesto lleno de palabras. De todas clases: livianas y pesadas, colorinches y oscuras, suavecitas y ásperas. Cuando Pedro las saca del cesto empiezan estos ¿cuentos? ¿aventuras? ¿ilusiones?. No se llaman cuentos ni capítulos. Se llaman “Cuadernos”, y en ellos viven las palabras historias  sugestivas y sabrosas.

Hay poesía y una sutileza especial que sugiere leerlo con mamá, papá o esa maestra que todo lo mejora: cuando lee, cuando invita, cuando aclara. Yo diría que solito a partir de los once. Antes si es con alguien que sabe encender palabras.

Un lindo paseo con un nene sensible, la amiga ideal y un abuelo de esos que son impagables





Un lugar en el mundo...



“El país de Juan”  
María Teresa Andruetto. Ed. Anaya.
 Col Sopa de letras Serie Verde


La historia del desbarrancarse de un país noble que supo cantar la canción del trabajo pleno y tejer hermosas rondas solidarias. La historia de la familia de Juan, desde los abuelos dueños de unas  vacas y un campito, hasta los papás peones de campo ajeno, hasta Juancito, cartonero de Villa Carón.

El devenir de la familia de Anarina desde abuelos dueños de unas ruecas en una bonita ciudad, hasta el de papá trabajador de fábrica que cierra, papá que se muere de tristeza y frustración y deja a mamá y a Anarina dueñas sólo del largo camino que las lleva al lugar donde viven “los del margen”, bajo un puente primero y bajo la protección de las frías chapas de Villa Cartón.

La historia del encuentro de Juan y Anarina. Del largo camino de conocerse – a él la voz de ella se le ovilló en el oído mucho tiempo, a ella los ojos de noche de Juan y sus largas pestañas la estremecieron-. De su hacerse hombre y mujer, y amarse. Y luchar por los derechos de todoslos que quieren cantar la canción del trabajo.  De su empezar a destejer el destino de injusticias. De recuperar el campo y las noches de luna y aire limpio, la música del hilado y de la greda, de la majadita y del agua fresca.

Todo con el lirismo que tiñe la literatura comprometida de María Teresa Andruetto.

De lectura imprescindible para chicos de más de once y docentes que quieren seguir haciendo lo que deben





 Más hadas, más princesas...



“Cuentos de hadas y princesas 3”
Fernando de Vedia
Atlántida Mini Col Vuelta de Página

Para Fernando el repertorio de hadas, princesas y duendes es inagotable. Por eso, Volumen 3.
Acá tenemos al príncipe Geroncio empeñado en cautivar a una princesa que encuentra bajo un manzano, en las praderas de su reino. Hace de todo para seducirla: piropos de dudoso vuelo literario (el último referido al dolor de sus propios juanetes, vean), pruebas inauditas sobre su caballo, peripecias increíbles... sólo para enterarse de que en el reino de Cirenia lo principal para conocerse es mirarse y callar (glub).
Geroncio termina cayéndole simpático a la princesa… pero ella sólo espera bajo el manzano a que sus pajes terminen de reparar su carruaje-nave: es Majestad galáctica, del reino de Tesifón.
Al joven se le irá la vida en contemplar el cielo por las noches –ella le enseñó cuál es su pequeña estrella naranja- y en seguir día tras día las instrucciones del mago de la corte para construirse una nave que lo lleve a Tesifón.
También disfrutaremos de una historia de verdadero amor: el que se profesan la princesa Liduvina y Evrulfo, el hijo del cocinero. Todo bien. Liduvina encuentra en la comida preciosos mensajes en verso : “Cuando miro tu pelo color remolacha/ o huelo tu piel con olor a limón/ no puedo evitarlo, me pongo nervioso/ y me hago pis en el pantalón…” (en rigor de verdad debo confesar que las primeras declaraciones no llegó a leerlas: se las tragó en una porción de salmón rosado y en un suculento plato de tallarines).
Pero el rey tiene sus planes: convoca a un gran torneo por la mano de la princesa. Pronto llega un poderoso caballero de negra armadura, que uno tras otro derriba a sus contendientes.
Cuando la suerte parece echada y Evrulfo se consuela pensando que al menos será responsable del banquete de la boda, aparece un pequeño caballero de armadura gris, montado en un pony chiquito y menudo, que reta a duelo al fortachón. A pesar de los murmullos y las estruendosas carcajadas, el jinetito burla y vence a su adversario con un solo golpe de lanza.
El asombrado rey reclama por la identidad del que será esposo de su amada hija… y “¡oh! ¡AH!” y luego silencio y desconcierto: el pequeño retador es nada mas y nada menos que Liduvina, decidida a luchar por su amor…
- ¡¡¡¡ ¿TE CASARÁS CON EL HIJO DEL COCINERO?!!!!!
- todavía no, que somos pequeños…
Y si leés esta deliciosa aventura sabrás qué cosas ricas comieron a lo largo de larguísima vida estos vehementes enamorados, siempre adorados por su pueblo.

Para el final un relato de hadas y sirenas. Preciosas sirenas de larga melena y cola brillante, y hadas marinas chiquititas del tamaño de polillas, un poco molestas por la fama de sus vecinas.
Sólo cuando “Sinforosa la miedosa”, desterrada por cobarde del reino marino logra –solita ella, venciendo vahídos, miedos y temblequeras varias- la proeza de salvar a una sirena encallada, terminan las rivalidades, los comentarios malintencionados, las disputas. Desde entonces trabajan juntas para salvar náufragos, resucitar príncipes, proteger a los débiles. Todo lo que sabemos que hacen las sirenas y –ejem- las hadas del tamaño de mosquitas.






De monstruos y sus parientes

“Cuentos disparatados de monstruos”   Gabriela Keselman- Ilustraciones de Marcelo Elizalde
Ed Timun Mas Planeta  y ahora  Alfaguara Infantil  Serie Celeste

Todo este libro es un disparate…delicioso y a la vez deliciosamente repugnante. Los cuatro cuentos, la Enciclopedia Monstruosa y el “Test”
Apenas lo empezás podés enterarte de lo que puede pasar cuando el mejor monstruo, el que más asusta, el que con gran seriedad siembra el terror en el barrio se pone en huelga por mejores condiciones de vida y moviliza con su actitud hasta al mismo Director de la Organización Mundial de monstruos, que no es poca cosa.
Después podés saber qué pasa –y este confieso es mi cuento preferido- cuando un nene en casa pide a sus atribulados papás una mascota. No un perrito. No un gatito. No un pececito. No una tortuga. Ni siquiera un hamster: quiere un MONSTRUO. Uno de verdad.
Si no tuviste bastante y te animás a seguir avanzando vas a conocer las proezas del pequeño monstruo de la charca. Es chiquitito, pero ya quiere empezar a ejercer su profesión. Asustar aunque sea a los bichitos pequeños del charco: los caracolitos, las ranas, la culebrita verde…Y no te cuento más. Si querés saber qué pasa zambullite vos mismo en esa charca (si no te da miedo, claro)
El cuento que sigue – “Miedo sin final” pone al desnudo el intelecto de algunos monstruos. Es que algunos son un poco brutos, aunque no dejan por eso de gustarles las historias de terror y los enigmas. A este le pasa que por un accidente se queda sin saber el final de un cuento de miedo que le interesó y lo intrigó muchísimo. A vos te dejo con la intriga de enterarte de este final.
Lo que viene antes del fin es una “Enciclopedia monstruosa”, donde se clasifican y se describen algunos monstruos. Por si te toca toparte con uno, sabrás características, defectos y virtudes de los más conocidos.
Todo ordenado por orden alfabético, que después de todo estamos ante un libro serio.
Y para el final un test interesantísimo para que vos sepas si sos medio monstruo o cuánto de monstruo hay en tu humanidad.
Yo misma someto periódicamente a este test a los chicos con los que trabajo, y ellos la contestan muy en serio. Si me olvido de hacerlo, ellos solitos se la hacen unos a otros, de a pares y por riguroso turno. Es la parte del libro que más les gusta y administran esta tarea con absoluta disciplina y con toda prudencia ¡oh!. Es que se trata de una prueba muy bien organizada por sección , sin descuidar ningún aspecto.



 Detectives que se las traen

“Las nuevas aventuras del profesor Lalo Lalupa” 
Fernando de Vedia Ilustraciones de Rodrigo Folgueira
Ed Atlántida / Vuelta de Pagina Col “Luna de mediodía”

No te podés perder la oportunidad de conocer al famoso arqueólogo Lalo Lalupa, que trabaja afanosamente – a los ojos del colegio de arqueólogos con resultados patéticos, por eso lo mandan a misiones imposibles lo más lejos que se pueda… a contar los granitos de arena del desierto del Sahara, por ejemplo- para conseguir sus objetivos , que siempre tienen que ver con proclamar el valor inestimable de los afectos.
No trabaja solo. Lo ayudan –más bien lo complican todo- su pequeño asistente japonés Bonsai (es tan japonés que solo saluda en ese idioma) y su fiel –eso sí, un poco sordo, un tanto desordenado, bastante sucio pero de olfato infalible- perrito Fósil.
En este libro los tres emprenden tres aventuras con las que te vas a desarmar de risa… y de ternura. Te vas a entusiasmar tanto que vas a querer conseguir pronto “Los increíbles descubrimientos del profesor “Lalo Lalupa”. Mucho humor y mucho ingenio, para chicos amantes de aventuras que tengan algo así como ocho años o más.




 De seres estrafalarios...

“Excesos y exageraciones: relatos ilustrados”
Pablo Bernasconi .
Primera Sudamericana

Gente atildada y sin sentido del humor, favor, abstenerse. Este libro de relatos breves muy pero muy locos es para gente atrevida, dispuesta a creer en cosas desopilantes y a dejarse llevar por la sorpresa. Cada relato con su “relato gráfico”: el ingenio de Pablo Bernasconi se despliega ahí sin privarse de nada. Vieras las máquinas y los seres que ya ha inventado este hombre.
Si te animás vas a saber del señor Monono y su motoneta celeste, del niño bocina, del coleccionista piadoso, de Sifoniático el repartidor de sifones…
En fin, te puede pasar de todo en este libro, menos que te aburras, menos que la cara se te ponga avinagrada Sobre todo si ya cumpliste como nueve, lo podés disfrutar… a menos que seas un chinchudo consuetudinario y hacerte reír sea una utopía de esas bien utópicas.




 Horribles adorables

“El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos”

Pablo Bernasconi  Primera Sudamericana



Pablo Bernasconi ilustró para Clarín y para periódicos y publicaciones de otros países. Puso color –y también blanco y negro-  y personajes estrambóticos a libros de otros autores, pero acá –es diseñador gráfico e ilustrador y de a poquito un muy buen autor- hace de todo: es también el escritor.

Y es tan ocurrente escribiendo como trabajando con tijeras, papeles, objetos y su compu. Es decir que no podés perderte el relato de este brujo bueno y confiado. su gran libro rojo que guarda todos los hechizos del mundo y su feísimo asistente que tiene nombre pero al que sólo llaman “El horrible”.





De hadas y princesas...


Cuentos de hadas y princesas”

Fernando de Vedia   Ilustraciones de Paula de la Cruz

Ed. Atlántida / Vuelta de Página  Col. Atlántida Mini



Tres cuentos. Dos de hadas y uno de princesa.

La historia de Gwemblina, un hada chiquitita que vívía en un panadero y no sabía si era bichíto o qué y por supuesto ni sospechaba que era hada hasta que un nene pecoso sopló el panadero para pedir un gran deseo y a ella le crecieron alitas y una varita brillante en las manos.

Y se dedicó a eso: a cumplir los buenos deseos de los niños y conseguirse amiguitos de su tamaño y condición.

Lo que pasó con el hada Mercedes, que no solo no tenía poderes sino que encima era miope, y el centro de las burlas en la escuela de las hadas. Y de cómo sus papás buscaron la solución en la Isla de los peluches, el lugar en que el único remedio –la miel de cinco sabores- estaba custodiado por un tremendo oso rabioso. Y de cómo Mercedes descubre que el poder más extraordinario es el ordinario poder de hacer amigos y comprender al otro  --por ejemplo a uno oso rabioso-, sin usar varita, sin espolvorear mejunjes mágicos, sin batir alitas.

Y la triste vida de Teresa, la princesa a la que nada le interesa hasta que descubre el amor, la mejor medicina para recuperar el sentido de la vida.

Y eso porque la ayudaron el doctor Asdrúbal –que de médico y a lomos del viejo caballo Percival se transformó en gentil enamorado-, y Cupido, el geniecillo, un poquitito.

Ver la imagen de Gwemblina volando en su panadero, el mundo de los peluches protegiendo la miel de cinco sabores,  a Teresa aburrida en su castillo, a Asdrúbal cabalgando en Percival, es una delicia extra  de este libro que no te podés perder si alcanzaste el metro de altura y contás tu edad con una mano y un dedito –el pulgar- de la otra.

Fernando escribe con gracia, desparpajo y ternura… y Paula no tiene nada que envidiarle con sus dibujos.



De destinos que se enlazan
“Trenes”
María Teresa Andruetto – Istvansch
Alfaguara Infantil





Increíble que un poema breve, de amor y encuentro, pueda dar lugar a tantas sentidas emociones. A tanto Arte. Porque Istvansch pone ingenio -un collage policromo con fotos de trenes, andenes, estaciones, reproducciones de boletos, letreros- , belleza -A Juan y a María en sus vagones, en fino trazo de tinta, siluetas dibujadas sin levantar la punta del pincel o de la fibra ni una sola vez- y María Teresa las palabras justas para contarnos que Juan viaja al norte en un tren amarillo, y que María va al sur, en tren azul. Y que cuando sus miradas se encuentran –clara una, oscura y honda la otra- es tan fuerte el lazo que los trenes se ponen verdes –como todo lo que espera- y se van juntos, en una misma dirección.
Pequeño y sencillo. Una fiesta de palabras, arte y colores. Yo diría que desde los ocho, y sin límites.

De hadas … y revoluciones

“La durmiente” María Teresa Andruetto – Istvansch Alfaguara Infantil
Sobre un fondo sugerente y variado de recortes de reproducciones del arte pictórico de diferentes épocas, daguerrotipos, viejas fotografías y publicidades en colorido collage, Istvansch pone a vivir a la princesa de esta historia, a los reyes, las hadas que la llenan de ventura, la corte de ha de amarla, el pueblo llano y los menesterosos que la celebrarán como a nadie, todo en sutiles trazos de tinta, siluetas apenas que se dibujan sin levantar el lápiz –tal vez el pincel- ni una sola vez. María Teresa aporta la historia: una princesa amada que decide salir a recorrer su reino y ve cosas que no quisiera… y por eso elige dormir .
No vendrá un príncipe a despertarla de de su letargo. Se corromperá el reino en la espera, y lo que saque a la bella de su sueño no será un beso, ni una caricia, sino una REVOLUCIÓN.
Impactante. Diferente. Para que miremos el mundo con otros ojos, sin defenestrar la maravilla.


 Al amparo de la maravilla

“El turbante del sultán”
Rachid Madani – Angel Domínguez
Ed. Juventud
¿Cómo hacerle justicia a este gran libro, a esta magnífica historia? Y…con palabras doraditas y finas como la arena del desierto donde termina de desenrollarse el precioso turbante de seda salvaje y de lana fina del Sultán.
En un desierto tan caliente de día, tan frío por las noches y tan pero tan árido siempre, un turbante largo como un río y suave como agüita de manantial, pudo dar cobijo a muchos desamparados del Sahara. Los que fueron llegando a guarecerse -bichos grandotes y con pelos , pequeños y con alas, caparazones, pinzas…- lo hicieron porque se creían todos especiales para el Sultán. Tuvieron que aprender a convivir y preservar ese espacio de tonificante frescura, y vivieron una aventura maravillosa de la que no voy a adelantarte nada. Porque este libro álbum no tiene desperdicio. Una buena historia, ilustraciones de ensueño y una edición fantástica. Desde los 8…¡hasta los 108!

 De monstruos, brujas, ogros...

“Cuentos de monstruos, brujas y ogros” 
Fernando de Vedia
Atlántida Col Vuelta de Página
Tres cuentos. Vamos con el de Monstruos. El monstruo es Viscoso: enorme, peludo, nostálgico, tristón. Le toca despedirse de Benjamín, que se pone grande. No quiere que le pase lo que a su hermano, que no se retiró a tiempo y “su” niño, con ayuda de otros lo atrapó, lo vejó y lo mandó al Monstruológico. Como no quiere irse así como así decide pasar con Benja su última noche. No en el placard de siempre. No. Así que el nene despierta abrazado a una pata peluda y pringosa. ¡Ay, cuando descubre dónde termina esa cosa verde!. No te cuento más. Después viene lo mejor.
Ahora, el de Ogro. Joaquín está seguro de que debajo de su cama hay uno, y es así: tres ojos lagañosos, una sola oreja que le sale de una axila, una boca que es una horrible mueca. No tiene naríz pero sí cuatro patas. Verdísimo. Lo escucha por las noches. Mamá le dice que son los ronquidos de papá. Papá duerme en el suelo junto a él, para convencerlo. Corre la cama….Glub… hay una entrada al sótano justo debajo de SU cama.
Por eso llama al Colo, que es su amigo del alma, que es grande, que no cree en ogros. Van a dormir juntos y habrá incursión en el sótano. No te adelanto mucho, pero OGRO y VERDE ¡¡¡hay!!! (perdón…no puedo dejar de chusmearte: el ogro es -¿cómo decirte?- angelical en toda su fealdad).
Y por fin, el de Bruja, que es –aunque no lo creas- de Hadas. Ni sospechaba Cunegunda cómo le iba a cambiar la vida esa noche de tormenta en que le dejaron un canasto con la notita “Por favor, cuídela…”. Y crió lo que venía adentro como a una verdadera Bruja.
Gorgonia –así la llamó- sabía todos los secretos de la escoba, tenía un cuervo negro, adormecía princesas… pero en la escuela ninguna brujita quería estar con ella. Cuando Cunegunda se compró ese armario de ocasión con espejo mágico… supo por qué. ¡HORROR DE LOS HORRORES!… ¡No erar una bruja, sino un Hada!
Nada más descubrirlo y contárselo a sus desesperada madre…¡le crecieron dos alitas que fue imposible disimular!
El escándalo armado por Cunegunda atrajo a todo el consejo de brujas. Ya se sabe. No hay nada peor que un hada para una bruja. ¡¿Qué va a pasar –mi cielo- con esta historia que venía de lo más bien encaminada?!. El espejo –que era el de la madrastra de Blancanieves- me prohibió terminantemente dar una sola pista más.
Para que los miedosos dejen de temblar y duerman sin pesadillas, y con gran sonrisa. Las ilustraciones son una gran ternura, de pe a pa.

 Por mares de libertad


“La princesa y el pirata” 
Alfredo Gómez Cerdá Teo Puebla
Fondo de Cultura Económica. Los Especiales de “ A la orilla del viento”
¡Vaya con esta princesa!. Toda una vida en su torre de marfil y plata, entonando preciosas melodías y peinando sedosa cabellera al atardecer.
Al magnetismo de ese canto ,de esa melena brillante, de esa belleza, se acercaron el príncipe destinado a resucitar a Blancanieves, el que portaba zapatito de cristal -él si, en carruaje tirado por seis caballos esbeltos- y buscaba a la cenicienta, el que tenía que despertar a la Bella de cien años de sueño, el Príncipe Valiente…Todos dispuestos a renunciar a sus destinos y a quedarse en la torre para siempre.
¡Ah! Con parsimonia y delicadeza ella los fue rechazando uno tras otro. Pero la torre estaba a orillas del mar. Y por el mar apareció aquel barco con su bandera negra y su calavera ondeante. Y en el castillo de proa un ser absolutamente subyugante –un poco desaliñado y sucio, tal vez- con un parche oscuro sobre el rostro, un garfio en lugar de mano, un viejo catalejo sobre el único ojo, una pata de palo carcomida de humedad. Un verdadero sortilegio. Esta vez la curiosa, la demandante, será la princesa.
Ella invita a subir a la torre. El se niega. Ella pregunta quién es él. El responde. Ella interroga por su derrotero. El le habla de siete mares… o de cuarenta, o de…él los recorre, no los cuenta. Ella decide ayudar a contar. Deja la torre abierta para siempre, y se hace a la mar. Su primer acto es empinar gran botella de ron ardiente. ¡Desopilante! (se lo voy a regalar a mi nieta Delfina, y a su papá, que siempre descreyó de la delicadeza de las princesas de cuento ja ja)


 De pajaritos meteretes


“Pajaritos en la cabeza” 
Silvina Rocha – Mey Ed.
La Brujita de Papel Col. Piedra Libre
Paula tenía unos rulos y una “esponjosidad” especial en la cabeza. Y era distraída y un poco babieca. Por eso la eligió el pajarito. Fue trayendo pelusas y palitos y se armó un hermoso nido. Esta vez sí era cierto: “¡tenés pajaritos en la cabeza!”.
Como novedad fue interesante. Investigar de qué clase era el pájaro también tuvo su atractivo. Pero con el paso del tiempo se hizo cada vez más patente aquello de “me lo contó un pajarito”.
Paula estaba harta, porque Buchón –qué otro nombre ponerle, si era chismoso y buche grande- le contó tanto cosas lindas como secretos horrorosos que mejor no enterarse.
La idea le vino de golpe, cuando descubrió a tía Etelvina durmiendo en el sillón…Una cabellera más vaporosa y emperifollada que la suya. Así que agregó unos palitos, unas pelusas y hasta alguna que otra cintita…
Y los vio partir. A tía Etelvina bamboleando las caderas, de lo más orgullosa, y a Buchón, otra vez de estreno, acomodando broches ,cintas y flores en el nido nuevo.
Desde los ocho, para leerlo de un tirón. Lindas las melenas, lindos los niditos…lindo todo, bah.
 De exotismos y mascotas


“Mascotas inventadas”
Ana María Shua Eugenia Nobati
Primera Sudamericana Col Los caminadores
Cualquiera puede tener un perro, una gatita, una tortuga o un hámster. La gracia de esta historia es este nene que se dedica a criar, observar y describir el comportamiento de mascotas muy especiales.
Los marmolios, por ejemplo, que se alimentan de metal, y lo complican todo cuando se ponen de veras gigantescos; o los minimones, que son negros, chiquititos, se pueden llevar en el bolsillo y si los tirás sobre el cuaderno te ponen todos los puntos, acentos y comas que te olvidaste de escribir.
¿Qué decir del polter, que se puede transformar en un chicle gigantesco y hacerte de puente para cruzar calles y lugares peligrosos sin riesgo alguno? ¿Y de los rebudillos, que entonan con envidiable alegría cumbias y rocks, y cuya única contra es esa inclinación a ser demasiado sociables y esa costumbre de tener un hijo cada día?
Hay más bichos inventados por este nene que es bien bicho también.
Abrir el libro, leerlo con gracia y desternillarte de risa y de ternura con estas mascotas que te miran, te miman y te dicen “elegiiiimeeee” desde las hojas sedosas puede resultar en una tarde divertidísima, como si fuera una jornada de vacaciones.
Ah, el nene te inventa y te vende a precio de ocasión la mascota que le pidas, a medida de tus anhelos.
Desde los ocho hasta los ochenta y ocho.

Que nadie se quede afuera...
“El geño de la tinta negra”
Canela Ilustraciones de Eugenia Nobati
La brujita de papel
Ceferino va como todos a la escuelita de campo. Es el más alto –y dicen algunos en voz baja “el más zonzo”-.Está repitiendo 4º en la escuela en la que se reparten todos los días hasta cinco lápices de color (él no siempre puede elegir los que le gustan: se sienta bien al fondo y le toca el último turno), en la escuela de una sola maestra adonde llegaron treinta bancos nuevos, blancos, relucientes. Ceferino es el nene treinta y uno, así que se quedó con su pupitre viejito, chillón, movedizo, lleno de rayones y raspaduras, con ranura para los cinco lápices y un agujero redondo redondo que “era para el tintero”, según contó mamá.
A Cefe todo le cuesta mucho. Así que cuando la maestra explica le da por acordarse de cosas de antes: plumas, secantes, tinteros. Por eso, cuando ese día la señorita dijo “escriban sobre algo lindo, diferente, que les ocurrió esta mañana”, miró desesperado el agujero de su banco viejo. Así fue que vio la nube negrísima que congeló a todos –sus compañeros, la maestra- antes de transformarse en un gran genio oscuro, amable y solidario.
Cefe está seguro de que el “geño” le dictó enterito el precioso trabajo que escribió –con algunos errores de ortografía, claro- sobre esa mañana diferente, sobre el “geño de la tinta negra” -la que usaba su mamá, que fue hasta 3º-, que apareció como un humito, brotado desde ese agujero misterioso, para ayudarlo sólo a él.
Ceferino terminó antes que nadie. La maestra lo felicitó y le dijo que los errores eran para corregir otro día.
Tiernísimo. Bello. Para Ceferinos y para los que no son Ceferinos y tienen que empezar a comprenderlos. Para que todos podamos ser “geños de la tinta” con los que nos necesitan. Solito, a partir de los ocho.

 Por preservar latidos

El corazón y la botella” 
Oliver Jeffers Fondo de Cultura Económica
Col “Los especiales de A la orilla del viento
Un libro Album lleno de magia. Sugerente y metafórico…pero tan cerca del universo de los chicos, quienes llegan al mundo arrastrando una nube de gloria, al decir de Wordsworth.
Una niña vivía maravillada por todo lo bello, y raro, y enorme que existía. No se dice, pero parece que alguien -el abuelo quizás- respondía a tonto asombro desde su sillón. Un día el sillón quedó vacío. La niña tuvo miedo y decidió poner a salvo su corazón dentro de una botella.
Ya nada fue igual. Y cómo pesaba la botella colgada al cuello.
La niña fue al mar y encontró otra niña pequeñita, curiosa, inquieta por todo cuanto la rodeaba. Nuestra niña no pudo responderle nada. Por eso decidió recuperar su corazón. Pero no había forma de deshacerse de la botella.
Así que regresó al mar, para que una mano diminuta y atrevida, lo rescatara para ella…
Sin ayudita, desde los ocho. Leerlo despacito, como quien se come la golosina preferida y no quiere que se le acabe pronto, para no perderse detalle ni preciosura.




  De un juguete cascado que hermana y plenifica

“Sol” 
Márgara Averbach 
Ediciones Del Naranjo Colección sub 20
Si tenés ocho o nueve años ya podés leer esta nouvelle –novela cortita o cuento largo largo- que habla de Diego, un nene tan pobre que vive en una casita de una sola pieza, se tapa con un viejo sobretodo, va a la escuela aunque jamás tiene tiempo de hacer las tareas porque lustra zapatos desde el mediodía en la peatonal y para hacerlo –su escuela es chiquita y despintada-, guarda sus carpetas en una bolsa de plástico, lo que provoca la burla de muchos chicos.
Que cuenta cómo cambia todo cuando Diego encuentra un viejo elefante de madera, rojo, con la trompa un poco cascada, un solo colmillo y la pata trasera despintada.
Que asegura que la vida de Diego se llenó de la magia de Sol: así llamó el nene al elefante, porque tenía el color del amanecer. “Sol” nombró quien vivió tantas noches oscuras.
Que relata una gran amistad pero también una nostalgia grande: Sol se aburre escondido bajo la cama o entre las sábanas, y quiere salir a conocer. Sobre todo a otros elefantes de los que habló Diego.
Que narra el encuentro fortuito con Lena –ella va a una escuela grandísima, bien pintada, en auto, con su mamá- y su cambio de nombre por “Rubí”.
Que nos deja transitar por la tristeza de Sol-Rubí y por la alegría de historias que se enlazan.
No te cuento más, porque seguro que ya querés tener entre las manos este libro con dibujos que no son rojos como Sol, ni del color de los tilos de la vereda de la escuela, sino grises, como el del agua en que el elefante mágico chapoteó un día para cambiar la historia.





 Por amor a las palabras

“El oso que amaba los libros” 
Denis Haseley Jim La Marche
Editorial Juventud (Barcelona)

Sobre el magnetismo y el sortilegio que provocan las palabras, amadas, impetuosas, clementes, balsámicas, cuando surgen prístinas del relato, o luminosas en sus signos misteriosos, en el escrito.
Un joven oso encuentra un trozo de papel, y aunque no comprende los signos que contiene, se lo lleva a su cueva, porque para él es mágico y atractivo como la luna.
Pasados unos años descubre el olor del papel, y atraído llega a una cabaña. En el enorme parque hay alguien que lee. Parece disfrutarlo tanto. A veces ese alguien cierra lo que tiene entre manos, y mira lejos. Otras, ríe. Otras se estremece y abraza el objeto.
El oso se agazapa para ver y para oír. Día tras día, hasta que la mujer, para quien no ha pasado desapercibido, lo llama. Y le lee. El cree descubrir en esa voz que a veces goza y a veces desespera, el murmullo de los arroyuelos, el rumor del bosque, la oscuridad del miedo. Lo embargan sensaciones y sentimientos nuevos que perduran aún cuando regresa a su refugio por las noches.
Un día algo cambia en el aire, en el color del follaje. Oso va hacia su amiga con su tesoro de papel en la boca. Es una carta. En ella se habla de veranos compartidos en ese bosque. Ella la lee y exclama nostálgica “¡Oh, me gustaría que pudieras leer estos libros cuando ya no esté aquí en invierno!”…
Cuando oso regrese, ella ya no estará. Pero en el lugar de los encuentros habrá un precioso tributo. Sobre la manta de siempre, todos los libros del verano.
Oso los llevará uno a uno a su guarida. Y mientras duerma el invierno, cuando los olfatee o los toque con sus garras o se recueste sobre ellos con su sedoso pelaje, la voz de ella seguirá contando historias.
Un maravilloso Libro Album. Casi no hay palabras tan delicadas, tan lacias, tan aterciopeladas para hablar de su magnífica materialidad, de la fantástica fiesta de luz de su acertada gráfica … ay…

Semillas que son futuro...

“El cartero de Bagdad” 
Marcos S. Calveiro 
Edelvives Aladelta verde (XIX premio Aladelta)
Abdulwahid debería tener muchos motivos para la tristeza: su país en guerra, las escuelas cerradas, los bombardeos de los que hay que esconderse a cada rato. Ya no puede jugar con Ahmed, su mejor amigo, que pertenece a otra minoría. Ibrahim y Fatiha, sus papás, son sunnitas, y viven en el barrio “que les corresponde”. La familia de Amhed quedó en el barrio chiita. A pesar de todo, Abdulwahid es feliz; juega en el huerto cuando se puede y espera ansioso cada día el regreso de papá, que es cartero y recorre en su moto la ciudad en ruinas, porque sobre todo cuando hay guerra es importante recibir noticias
Muchas veces pensaron en huir a Jordania, pero son tan pobres. Así las cosas papá es muy malherido y Abdulwahid emprende un viaje iniciático para llevar esa correspondencia que Ibrahim guardó con celo por tantos meses, buscando la posibilidad de llegar al lejano suburbio donde seguramente aún vive Faysal, el misterioso destinatario.
El niño, con algún resquemor, acude a su amigo, que lo recibe gozoso, y juntos cumplen su cometido.
Si tenés 11 0 12, leela y sabrás qué contenía ese sobre de ruidos extraños, y si Ibrahim y Fathia tuvieron ocasión de desesperar por su hijo ausente en medio de tanta desesperanza. Para que comprendamos que mientras hay amor y familia, hay razones






Con sortilegio y magia

“Hilo de Hada”
Philliphe Lechermeier Aurelia Fronty Edelvives
¡Ah! ¡estamos acá ante la más absoluta maravilla!. Un gran Libro Album gozoso de Fantástica. Porque “La magia, la brujería, es un poco como la poesía… aparece por aquí, por allá…”. Así, en la página que abras tendrás encuentro con la osadía y la lírica. Sólo tenés que seguir el “hilo de hada” y sabrás qué hacer para *recuperar los ojos de la infancia *entender el lenguaje de las estrellas * escuchar la lengua de los árboles *pintar con los colores del arcoíris…
Sabrás de seres que son pura esencia, etéreos, inauditos como Ele de Libélula, Pluma de Luna, Piel de Loba, los Buus y los Uus, los Cric Crac…
Con definiciones sutilísimas, con greguerías, recetas para sostener vínculos con la magia. Para espíritus niños de seis a ciento seis



Una  mirada  que incluya

“Hugo tiene hambre” 
Silvia Schujer  Mónica Weiss   
Grupo Editorial Norma  (Premio Fundalectura 2006)

Una gráfica impactante, decisiva,  lacerante, para un tema doloroso: el hambre… el hambre de un niño.

Hugo tiene hambre. Para olvidar el hueco negro del estómago sale a caminar. Sus ojos ven delicias en personas que no lo ven, ven sopas deliciosas en la fuente de una plaza, coloridas ensaladas en los parques, frescas copas de frutas en las frondas de los árboles. Cuando ve al perrito, ve una crocante salchicha. El salchicha también tiene hambre. Quizá por eso, sin decirse nada, se alejan el uno del otro. Pero cuando les parece que les pasa lo mismo, que les duelen las mismas cosas, se buscan, se encuentran… y ríen. A Hugo se le desabrochan los labios de risa. Al perrito la cola se le hace calesita, y la lengua es una fiesta de caricias.

Es que con un amigo, el hambre pesa menos. Se la puede olvidar, por un rato.

No son casualidad las primeras y últimas páginas en rotundo negro. Hojas sedosas y suaves…pero negras



De quienes atesoran orígenes

“Alma de piedra” 
Lucía Larese Roja 
 Ed  Libresa  Col. “Mitad del mundo”


Cuentan que en ese pueblo de la sierra las cosechas eran buenas, no lo asolaban las plagas ni la sequía porque sus solidarios habitantes no necesitaban sacerdotes para charlar con los dioses. Por eso, cuando la desgracia cayó sobre otros pueblos, los que comerciaban y pujaban entre sí, éstos decidieron apoderarse de la bonanza de la aldea de la sierra. Los serranos suplicaron a sus dioses: no querían tomar las armas, pero tampoco padecer la servidumbre. La oferta de las divinidades fue convertir el pequeño poblado y a todos sus habitantes en piedra. Sus almas permanecerían vivas dentro de la materia. Un poblano que había ido a vigilar a los invasores, llegó a casa cuando todo había sido consumado. Los dioses sólo le conceden la posibilidad de transformarse en piedra  durante el día. En las noches, y por ciento veinte años, será un guardián vivo, con pesados pies de piedra, que velará por su pueblo dormido.

La pequeña Martina escucha esta y muchos otras historias. Por eso pide a su amigo Orruño que la lleve arriba, a conocer el pueblo de la leyenda. Orruño lleva a pastar a sus cabras tierra arriba y brinda a la niña la maravillosa oportunidad de conocer al guardián, quien la cautivará con mil relatos que encierra el pueblo dormido y dará a ambos la ocasión única de pedir un deseo… Los dos piden por la salud de su valle, y regresan sabedores de que tienen , allá cerca del cielo, un amigo que cuidará de todos.

Fresca, atrapante. El sabor, los aromas, la textura de lo agreste, la canción del agua pura que corre y la del viento que acaricia las lomas acompañará esta lectura lacia y agradable.  Para gozar, desde los diez. Una linda novela con una variedad de relatos incluídos para enriquecerla: los que a la lumbre el fuego narra el  hombre de pies de piedra, noche tras noche, a la insaciable Martina.




 Los chicos homenajean al gran Gabo...


“El científico”  
Alicia Barberis  
Ed Libresa (Ecuador)  Col. Mitad del mundo

Un claro tributo a Gabriel García Márquez –inventor de exuberantes universos- y al ignoto inventor argentino Juan Baigorri Velar y su mentada “máquina de hacer llover”.

Aureliano Buenasnotas vuelve a Llano Mustio con  flamante título de inventor y exótico equipaje del cual lo más preciado es “la máquina de hacer llover”. Nunca pudo olvidar el lejano día en que su padre lo llevó a Prado Verde, a ver por primera vez la lluvia. Prometió volver con la herramienta capaz de convertir a Llano Mustio en un vergel.

 El agua subterránea del pueblito se agota inexorablemente, por eso la recepción de don Arlés Buenasnotas  -eterno traje de lino blanco, sombrero al tono y una flor carmesí a la altura del pecho, trasparente emulación del bueno de don Gabriel- es emocionada y expectante.

Se ha declarado la crisis y la necesidad de desalojar la aldea. Muchos intereses egoístas complotarán contra Aureliano y quienes quieren evitar la muerte del pueblo: los “Argonautas”, una pandilla de cinco chicos y chicas valientes que se reúnen en una casona abandonada a practicar los “ritos del terror”, para pasar el día y sobre todo las noches en ese lugar tan desolado, Electra, la extraña niña de ojos violeta y encendida cabellera roja llegada al pueblo con su mamá -Dafne- para despertar todo tipo de rumores.

Como en una buena novela de intrigas, habrá sabotajes, espionaje por parte de unos y otros y un gran descubrimiento: el agua subterránea de Llano Mustio desaparece porque ha sido canalizada hacia un idílico parque para uso privadísimo de su intendente. Hay que desalojar el llano porque la cúpula política tiene además otros oscuros intereses .

¿Funcionará  el invento de Aureliano? ¿Qué papel cumplen estas dos extrañas de ojos violetas y cabellos escarlata?. Leerla, porque no defrauda. A partir de los diez.



Animalitos que cobijan...


“Una gata con todos los nombres del mundo”  
Carlos Rodrigues Gesualdi  
 Libresa  Col. “Mitad del Mundo”
Un enorme castillo medieval, su imponente torre, sus muros almenados y un gran portal con una inscripción en latín :  “Aquí vive la felicidad, que nada malo entre”, quizá como valiente expresión de deseo. Dentro de esa vetusta cáscara, seis modernos departamentos dispuestos alrededor de  un patio. Recorreremos las historias, los sueños, los avatares de seis familias, narrados por una gatita adorable que tiene sitio y cobijo en cada casa, y en  cada una recibe un nombre diferente. Es “Sofía” en la  torre donde viven los Cinoc –búlgaros-  con los pequeños Alexis y Vitali; “Helge” en lo de los Speiss: el señor, Larissa y el bebé Konrad, austríacos todos. “Aline” en lo de la conflictiva familia Berger –de origen belga-, donde acompaña a Eric y es testigo y un poco protagonista de los cambios que ahí van a suceder. Es “Francine” en casa de unos franceses recién llegados y compartirá con Sophie las dificultades de esta para manejar el influjo de su llamativa belleza y su personalidad peculiar. En casa de la diminuta Anna Fresnel la reciben como “Máxima” : es que los simpatiquísimos Fresnel son holandeses, y en lo del señor Hutting que vive solo con su enorme biblioteca – dice haber nacido en una, así que nada sabemos de su nacionalidad- se llama “Moritz”, así, en masculino. Tal vez porque el señor Hutting está muy concentrado en sus libros, o porque quiere rendir homenaje al gran Michael Ende, de “El ponche de los deseos”.

El rinconcito de la ventana de la casa número cuatro, esa casita llena de libros y música, es el predilecto de Sofía- Helge-Aline- Francine – Máxima- Moritz. Le gusta el señor Hutting y acuerda con su “Decálogo de grandes escritores para chicos”, porque en él figuran Michael Ende, Rohald  Dal, Cornelia Funke, Pablo de Santis y la gran Graciela Montes, entre otros. O sea, desde esta deliciosa novelita, podés saltar a cualquiera de la de estos consagrados, porque la invitación está hecha.

Un bello testimonio del poder de la amistad para transformar lo no tan bueno en buenísimo, y del valor de las convicciones para producir las necesarias transformaciones.  Entrá por este portal. La gatita de los mil nombres te está esperando. Prometo que tu travesía será inolvidable. Desde los diez, una larga delicia.



 De reyes y de blebeyos

“¡¿Adónde está la corona?!” y otras historias reales 
Silvia Schujer Roberto Cubillas Atlántida


Cuatro cuentos “de la realeza”. Empiezan con el peor de los humores, el peor de los desasosiegos…pero van mejorando.
“El reino de Malumort”. Imaginate un rey con semejante nombre. Gritón. Guarango. Inaguantable. Una reina sufriente y tres herederos que tenían prohibido llorar reír saltar jugar andar descalzos… Un día se cansaron de tanto NO y se fueron. Cada cual por su lado. Hasta los sirvientes abandonaron a su majestad.
Carlo se hizo amigo de hadas, brujas y lobos, aprendió a lavar ropa en los arroyos y a montar unicornios.
Carliño se hizo guerrero. Aprendió a soportar hambre , frío, calor, sed, olas y viento.
Carlón se fue a vivir a una aldea y se hizo zapatero. Se casó con una joven hermosa y tuvo un hijito .
La reina pidió asilo en lo de una prima lejana.
Pero un día y al mismo tiempo todos recordaron el reino y les dieron ganas de reencontrarse, de volver. Un poco los detenía el recuerdo negro del mal humor. Pero se dieron maña. ¿Qué encontraron?: un rey con la capa como delantal, fregando alegremente los pisos. Ni rastros del mal carácter. Así que todos felices. El monarca nunca cedió el trono, porque es el lugar más cómodo para leer cuentos a ¡seis nietos!. Pero a los asuntos de estado ¡colorín colorado!
“Príncipe de otro pozo” ¡Ay! ¡Pobre! Tres problemas: la cara, el cuerpo, la forma de ser.
Demasiado ojos para poca cara. Piernas flacas para tanta barriga. Y esos modales: andar a saltos, rebotando, comer mosquitos en vez de mocos. “Cacerola con patas” lo llamaban. Por sabio consejo, los papás lo mandaron a la guerra. ¡Ni prisionero lo quisieron, porque cantaba sus penas con voz pastosa a la luz de la luna.
Devuelto a palacio, el propio príncipe decidió exilarse. Preso de soledad y tristeza no pudo más que echarse a llorar todo un charco. Lo rodeó el bicherío de la noche. Apareció su majestad la Rana Dorada. Se abrió paso y le dio al joven un beso rechoncho. La luna envió un chispazo…¡adivinaste!: se rompió el hechizo. No. La rana no se convirtió en princesa. NO y NO.
Después habrá “Un regalo para dos”. Porque es el cumpleaños de la princesa, y este año la fiesta será PARA TODOS. Nobleza y súbditos. Grandes mesas llenas de manjares, dulces irresistibles, fanfarria, gran piñata. Para participar HAY QUE LLEVAR REGALO. Es condición.
Pasado el jolgorio –y la resaca- se procede a abrir regalos. De todo, hasta dar con una cajita feúcha y hermética, sin papel de regalo siquiera. Indignación de rey, reina y nobleza. ¡A la basura!
– ¡No! Quiero conocer a quien lo trajo –dijo la princesa
– ¡Eso! Tráiganlo para que dé con sus huesos en la cárcel
Y trajeron un viejito. La cajita era fea, pero mágica. Concedía a cada quién UN deseo. El del viejito era ir a la fiesta
¡Mamita, la que resulta del deseo de la princesa!. Final con bello príncipe, cabalgata, mucho humito, mucho ronrón mmm
Y para el final “cierre” para la historia del principio. Habíamos dejado al rey jugando con sus nietos, a la reina preparando manjares. Una vida de simples plebeyos. Pero llega una Embajada de Lejoslandia, presidida por sus monarcas. Habrá que retomar hábitos y atuendos reales.
El rey no baja de su recámara. No puede…
“¡¡¿DÓNDE ESTÁ MI CORONA?!!”
Seis infantes jugando a acertar piñas en un aro en el bosque ¿te dicen algo?







 De mentiritas y exageraciones


“Los fantásticos viajes del pequeño león” 
 Udo Weigelt  Julia Gukova. 
Ed  Unaluna

Los animales se reúnen en ronda en el desierto para contar sus vacaciones. Al pequeño león le toca el último turno. En el verano fue pirata de un barco, escaló las montañas más altas, luchó con caballeros y dragones que todos pensaban extinguidos (claro, él terminó con todos), rescató un enormísimo tesoro y lo regaló, no recordaba a quién…¡Viajó en globo!. Demasiadas aventuras. Demasiado sospechosas. Pero el leoncito no se amilanaba…¡si hasta había llegado a la luna!.

Vieran ustedes las miradas primero desconcertadas, después irónicas y finalmente cínicas de los amigos que terminaron por descreer de semejantes peripecias.
¿Castigarán al mentiroso o lo considerarán un eximio relator? ¿Querrán tener de amigo a semejante farsante?. Leerlo para  saber. Además es un volumen precioso, un libro álbum de hojas lustrosas y bellísimas ilustraciones




 De cuando la calle es cruda


“Cuentos callejeros”  
Natalia Schapiro  
Ed. e.d.b. Col Flecos de Sol  (incluido en el Proyecto “Mejoramiento de la Educación Rural”  Ministerio de Educación de la Nación)

De cómo Frankestein  le pidió a su inventor una novia y de cómo lo pensó mejor y reemplazó novia por perrito. De cómo con su mascota Pesadilla se enteró de las fiestas de disfraces , Internet mediante. De los amigos monstruos que tuvo, que creían que él también era sólo un muy buen disfraz. Y de su apasionado romance con Gatúbela, que resultó no ser disfraz. Simple entretenimiento.

Pero el segundo cuento del libro –fundamental como mirada a la vez que crítica amorosa a una realidad que duele- es la historia de Nina, niña de la calle, la de su inocente alegría cuando vende flores, rebusca tesoros en los tachos, junta moneditas para comer y lleva su precioso aporte a la ronda de amigos de la noche, a un desnudo baldío protector




 Puertas a la maravilla


“Llaves” 
 Iris Rivera. Ediciones e.d.b. Col Flecos de sol (incluído en el Proyecto Mejoramiento de la Educación Rural- Ministerio de Educación de la Nación)

Iris Rivera es maestra. Y es una Cuentacuentos sin remedio. Y es muy graciosa. Y sabe  jugar con el lenguaje para que las historias te atrapen. Y sobre todo sabe involucrarte –más que nada en este libro- como interlocutor en sus genialidades.

De cuando Josefina encontró una llave de abrir cualquier cosa (hasta de abrirse a sí misma para conocerse bien).De cómo Candela –que tenía dos lucecitas que se incendiaban o se casi extinguían en sus pupilas- pudo aprender a leer, a pesar de que las letras le resultaban más grandes y complicadas que montañas. De las siete vidas de Aristóbulo, un gato muy atolondrado. De la lengua atrevida de Marcos y de otras cosas ocurrentes.

Vos elegís. Solito desde los ocho o nueve años. Lindo para leerlo haciendo las morisquetas que le salen a la lengua de Marcos, o los ademanes de Candela o… Vos sabrás.



 Palabras que nutren...


“Un cesto lleno de palabras” 
Juan Farías. 
Ed Anaya Col Sopa de Libros  Serie Verde

De veras que de haber escrito un libro me hubiera gustado que fuera este. Delicioso, fecundo, sabio. Juan Farías –que es español, ex marino aventurero y casi viejito- inventó un mundo muy singular para que en él vivan, destellen, sugieran las palabras.

Pedro tiene una amiga del alma, Paula, y un abuelo especial que trabaja en una vieja imprenta.

Un día el abuelo trae un cesto lleno de palabras. De todas clases: livianas y pesadas, colorinches y oscuras, suavecitas y ásperas. Cuando Pedro las saca del cesto empiezan estos ¿cuentos? ¿aventuras? ¿ilusiones?. No se llaman cuentos ni capítulos. Se llaman “Cuadernos”, y en ellos viven las palabras historias  sugestivas y sabrosas.

Hay poesía y una sutileza especial que sugiere leerlo con mamá, papá o esa maestra que todo lo mejora: cuando lee, cuando invita, cuando aclara. Yo diría que solito a partir de los once. Antes si es con alguien que sabe encender palabras.

Un lindo paseo con un nene sensible, la amiga ideal y un abuelo de esos que son impagables



Un lugar en el mundo...


“El país de Juan”  
María Teresa Andruetto.
 Ed. Anaya. Col Sopa de letras Serie Verde
La historia del desbarrancarse de un país noble que supo cantar la canción del trabajo pleno y tejer hermosas rondas solidarias. La historia de la familia de Juan, desde los abuelos dueños de unas  vacas y un campito, hasta los papás peones de campo ajeno, hasta Juancito, cartonero de Villa Carón.

El devenir de la familia de Anarina desde abuelos dueños de unas ruecas en una bonita ciudad, hasta el de papá trabajador de fábrica que cierra, papá que se muere de tristeza y frustración y deja a mamá y a Anarina dueñas sólo del largo camino que las lleva al lugar donde viven “los del margen”, bajo un puente primero y bajo la protección de las frías chapas de Villa Cartón.

La historia del encuentro de Juan y Anarina. Del largo camino de conocerse – a él la voz de ella se le ovilló en el oído mucho tiempo, a ella los ojos de noche de Juan y sus largas pestañas la estremecieron-. De su hacerse hombre y mujer, y amarse. Y luchar por los derechos de todoslos que quieren cantar la canción del trabajo.  De su empezar a destejer el destino de injusticias. De recuperar el campo y las noches de luna y aire limpio, la música del hilado y de la greda, de la majadita y del agua fresca.

Todo con el lirismo que tiñe la literatura comprometida de María Teresa Andruetto.

De lectura imprescindible para chicos de más de once y docentes que quieren seguir haciendo lo que deben


 Más hadas, más princesas...



“Cuentos de hadas y princesas 3”
Fernando de Vedia
Atlántida Mini Col Vuelta de Página

Para Fernando el repertorio de hadas, princesas y duendes es inagotable. Por eso, Volumen 3.
Acá tenemos al príncipe Geroncio empeñado en cautivar a una princesa que encuentra bajo un manzano, en las praderas de su reino. Hace de todo para seducirla: piropos de dudoso vuelo literario (el último referido al dolor de sus propios juanetes, vean), pruebas inauditas sobre su caballo, peripecias increíbles... sólo para enterarse de que en el reino de Cirenia lo principal para conocerse es mirarse y callar (glub).
Geroncio termina cayéndole simpático a la princesa… pero ella sólo espera bajo el manzano a que sus pajes terminen de reparar su carruaje-nave: es Majestad galáctica, del reino de Tesifón.
Al joven se le irá la vida en contemplar el cielo por las noches –ella le enseñó cuál es su pequeña estrella naranja- y en seguir día tras día las instrucciones del mago de la corte para construirse una nave que lo lleve a Tesifón.
También disfrutaremos de una historia de verdadero amor: el que se profesan la princesa Liduvina y Evrulfo, el hijo del cocinero. Todo bien. Liduvina encuentra en la comida preciosos mensajes en verso : “Cuando miro tu pelo color remolacha/ o huelo tu piel con olor a limón/ no puedo evitarlo, me pongo nervioso/ y me hago pis en el pantalón…” (en rigor de verdad debo confesar que las primeras declaraciones no llegó a leerlas: se las tragó en una porción de salmón rosado y en un suculento plato de tallarines).
Pero el rey tiene sus planes: convoca a un gran torneo por la mano de la princesa. Pronto llega un poderoso caballero de negra armadura, que uno tras otro derriba a sus contendientes.
Cuando la suerte parece echada y Evrulfo se consuela pensando que al menos será responsable del banquete de la boda, aparece un pequeño caballero de armadura gris, montado en un pony chiquito y menudo, que reta a duelo al fortachón. A pesar de los murmullos y las estruendosas carcajadas, el jinetito burla y vence a su adversario con un solo golpe de lanza.
El asombrado rey reclama por la identidad del que será esposo de su amada hija… y “¡oh! ¡AH!” y luego silencio y desconcierto: el pequeño retador es nada mas y nada menos que Liduvina, decidida a luchar por su amor…
- ¡¡¡¡ ¿TE CASARÁS CON EL HIJO DEL COCINERO?!!!!!
- todavía no, que somos pequeños…
Y si leés esta deliciosa aventura sabrás qué cosas ricas comieron a lo largo de larguísima vida estos vehementes enamorados, siempre adorados por su pueblo.

Para el final un relato de hadas y sirenas. Preciosas sirenas de larga melena y cola brillante, y hadas marinas chiquititas del tamaño de polillas, un poco molestas por la fama de sus vecinas.
Sólo cuando “Sinforosa la miedosa”, desterrada por cobarde del reino marino logra –solita ella, venciendo vahídos, miedos y temblequeras varias- la proeza de salvar a una sirena encallada, terminan las rivalidades, los comentarios malintencionados, las disputas. Desde entonces trabajan juntas para salvar náufragos, resucitar príncipes, proteger a los débiles. Todo lo que sabemos que hacen las sirenas y –ejem- las hadas del tamaño de mosquitas.




De monstruos y sus parientes

“Cuentos disparatados de monstruos”
 Gabriela Keselman- Ilustraciones de Marcelo Elizalde
Ed Timun Mas Planeta  y ahora  Alfaguara Infantil  Serie Celeste

Todo este libro es un disparate…delicioso y a la vez deliciosamente repugnante. Los cuatro cuentos, la Enciclopedia Monstruosa y el “Test”
Apenas lo empezás podés enterarte de lo que puede pasar cuando el mejor monstruo, el que más asusta, el que con gran seriedad siembra el terror en el barrio se pone en huelga por mejores condiciones de vida y moviliza con su actitud hasta al mismo Director de la Organización Mundial de monstruos, que no es poca cosa.
Después podés saber qué pasa –y este confieso es mi cuento preferido- cuando un nene en casa pide a sus atribulados papás una mascota. No un perrito. No un gatito. No un pececito. No una tortuga. Ni siquiera un hamster: quiere un MONSTRUO. Uno de verdad.
Si no tuviste bastante y te animás a seguir avanzando vas a conocer las proezas del pequeño monstruo de la charca. Es chiquitito, pero ya quiere empezar a ejercer su profesión. Asustar aunque sea a los bichitos pequeños del charco: los caracolitos, las ranas, la culebrita verde…Y no te cuento más. Si querés saber qué pasa zambullite vos mismo en esa charca (si no te da miedo, claro)
El cuento que sigue – “Miedo sin final” pone al desnudo el intelecto de algunos monstruos. Es que algunos son un poco brutos, aunque no dejan por eso de gustarles las historias de terror y los enigmas. A este le pasa que por un accidente se queda sin saber el final de un cuento de miedo que le interesó y lo intrigó muchísimo. A vos te dejo con la intriga de enterarte de este final.
Lo que viene antes del fin es una “Enciclopedia monstruosa”, donde se clasifican y se describen algunos monstruos. Por si te toca toparte con uno, sabrás características, defectos y virtudes de los más conocidos.
Todo ordenado por orden alfabético, que después de todo estamos ante un libro serio.
Y para el final un test interesantísimo para que vos sepas si sos medio monstruo o cuánto de monstruo hay en tu humanidad.
Yo misma someto periódicamente a este test a los chicos con los que trabajo, y ellos la contestan muy en serio. Si me olvido de hacerlo, ellos solitos se la hacen unos a otros, de a pares y por riguroso turno. Es la parte del libro que más les gusta y administran esta tarea con absoluta disciplina y con toda prudencia ¡oh!. Es que se trata de una prueba muy bien organizada por sección , sin descuidar ningún aspecto.




 Detectives que se las traen

“Las nuevas aventuras del profesor Lalo Lalupa” 
 Fernando de Vedia Ilustraciones de Rodrigo Folgueira
Ed Atlántida / Vuelta de Pagina Col “Luna de mediodía”

No te podés perder la oportunidad de conocer al famoso arqueólogo Lalo Lalupa, que trabaja afanosamente – a los ojos del colegio de arqueólogos con resultados patéticos, por eso lo mandan a misiones imposibles lo más lejos que se pueda… a contar los granitos de arena del desierto del Sahara, por ejemplo- para conseguir sus objetivos , que siempre tienen que ver con proclamar el valor inestimable de los afectos.
No trabaja solo. Lo ayudan –más bien lo complican todo- su pequeño asistente japonés Bonsai (es tan japonés que solo saluda en ese idioma) y su fiel –eso sí, un poco sordo, un tanto desordenado, bastante sucio pero de olfato infalible- perrito Fósil.
En este libro los tres emprenden tres aventuras con las que te vas a desarmar de risa… y de ternura. Te vas a entusiasmar tanto que vas a querer conseguir pronto “Los increíbles descubrimientos del profesor “Lalo Lalupa”. Mucho humor y mucho ingenio, para chicos amantes de aventuras que tengan algo así como ocho años o más.




  De seres estrafalarios...

“Excesos y exageraciones: relatos ilustrados”
Pablo Bernasconi .
Primera Sudamericana

Gente atildada y sin sentido del humor, favor, abstenerse. Este libro de relatos breves muy pero muy locos es para gente atrevida, dispuesta a creer en cosas desopilantes y a dejarse llevar por la sorpresa. Cada relato con su “relato gráfico”: el ingenio de Pablo Bernasconi se despliega ahí sin privarse de nada. Vieras las máquinas y los seres que ya ha inventado este hombre.
Si te animás vas a saber del señor Monono y su motoneta celeste, del niño bocina, del coleccionista piadoso, de Sifoniático el repartidor de sifones…
En fin, te puede pasar de todo en este libro, menos que te aburras, menos que la cara se te ponga avinagrada Sobre todo si ya cumpliste como nueve, lo podés disfrutar… a menos que seas un chinchudo consuetudinario y hacerte reír sea una utopía de esas bien utópicas.




 Horribles adorables

“El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos”

Pablo Bernasconi 
 Primera Sudamericana



Pablo Bernasconi ilustró para Clarín y para periódicos y publicaciones de otros países. Puso color –y también blanco y negro-  y personajes estrambóticos a libros de otros autores, pero acá –es diseñador gráfico e ilustrador y de a poquito un muy buen autor- hace de todo: es también el escritor.

Y es tan ocurrente escribiendo como trabajando con tijeras, papeles, objetos y su compu. Es decir que no podés perderte el relato de este brujo bueno y confiado. su gran libro rojo que guarda todos los hechizos del mundo y su feísimo asistente que tiene nombre pero al que sólo llaman “El horrible”.





De hadas y princesas...


"Cuentos de hadas y princesas”

Fernando de Vedia   Ilustraciones de Paula de la Cruz

Ed. Atlántida / Vuelta de Página  Col. Atlántida Mini



Tres cuentos. Dos de hadas y uno de princesa.

La historia de Gwemblina, un hada chiquitita que vívía en un panadero y no sabía si era bichíto o qué y por supuesto ni sospechaba que era hada hasta que un nene pecoso sopló el panadero para pedir un gran deseo y a ella le crecieron alitas y una varita brillante en las manos.

Y se dedicó a eso: a cumplir los buenos deseos de los niños y conseguirse amiguitos de su tamaño y condición.

Lo que pasó con el hada Mercedes, que no solo no tenía poderes sino que encima era miope, y el centro de las burlas en la escuela de las hadas. Y de cómo sus papás buscaron la solución en la Isla de los peluches, el lugar en que el único remedio –la miel de cinco sabores- estaba custodiado por un tremendo oso rabioso. Y de cómo Mercedes descubre que el poder más extraordinario es el ordinario poder de hacer amigos y comprender al otro  --por ejemplo a uno oso rabioso-, sin usar varita, sin espolvorear mejunjes mágicos, sin batir alitas.

Y la triste vida de Teresa, la princesa a la que nada le interesa hasta que descubre el amor, la mejor medicina para recuperar el sentido de la vida.

Y eso porque la ayudaron el doctor Asdrúbal –que de médico y a lomos del viejo caballo Percival se transformó en gentil enamorado-, y Cupido, el geniecillo, un poquitito.

Ver la imagen de Gwemblina volando en su panadero, el mundo de los peluches protegiendo la miel de cinco sabores,  a Teresa aburrida en su castillo, a Asdrúbal cabalgando en Percival, es una delicia extra  de este libro que no te podés perder si alcanzaste el metro de altura y contás tu edad con una mano y un dedito –el pulgar- de la otra.

Fernando escribe con gracia, desparpajo y ternura… y Paula no tiene nada que envidiarle con sus dibujos.



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