“Lo que hace el abuelo, bien hecho está”
Adaptación de Gonzalo Luna (Cuento de Hans C. Anderssen) Javier Olivares.
Ed La Galera popular
Adoro estos albumcitos cartoné, telados, lindísimos, bellamente ilustrados y tan cuidadosamente adaptados sobre clásicos para ponerlos al alcance de los chicos conservando su frescura, su gracia, su originalidad. Objetos hermosos, muy económicos, para “dar de leer” con altura y con criterio.
Vivían en un carromato. Habían sido payaso él, y trapecista ella, en un viejo circo ambulante. Ya no podían trabajar y solo les quedaba el viejo caballo de tiro que arrastraba el carro.
Lo decidieron juntos: vendemos el caballo para no ir a dormir sin cenar. Ella lo despidió confiada y alegre.
Alegre marchó él, con el jumento. Cuando vio la vaca, pensó en leche. El cordero, le mostró lana; la oca, plumas para la almohadas; la gallina vieja…¡huevos para el desayuno!...¡Ay!, antes de llegar al pueblo sólo tenía un pequeño zurrón con manzanas lustrosas y aromáticas.
El rico comerciante le hizo saber al viejecito que era un tonto, y que en casa lo iban a reprender. Y sin embargo… ¡¡¡¡Muero por contártelo y por mostrarte el semblante de este comerciante calculador!!!!. Pero resisto…
Adoro estos albumcitos cartoné, telados, lindísimos, bellamente ilustrados y tan cuidadosamente adaptados sobre clásicos para ponerlos al alcance de los chicos conservando su frescura, su gracia, su originalidad. Objetos hermosos, muy económicos, para “dar de leer” con altura y con criterio.
Vivían en un carromato. Habían sido payaso él, y trapecista ella, en un viejo circo ambulante. Ya no podían trabajar y solo les quedaba el viejo caballo de tiro que arrastraba el carro.
Lo decidieron juntos: vendemos el caballo para no ir a dormir sin cenar. Ella lo despidió confiada y alegre.
Alegre marchó él, con el jumento. Cuando vio la vaca, pensó en leche. El cordero, le mostró lana; la oca, plumas para la almohadas; la gallina vieja…¡huevos para el desayuno!...¡Ay!, antes de llegar al pueblo sólo tenía un pequeño zurrón con manzanas lustrosas y aromáticas.
El rico comerciante le hizo saber al viejecito que era un tonto, y que en casa lo iban a reprender. Y sin embargo… ¡¡¡¡Muero por contártelo y por mostrarte el semblante de este comerciante calculador!!!!. Pero resisto…

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