“Rueda ovillo de lana”
Did Grau Natalia Colombo
ojoreja/ pehuén
Col Charitos
Oia! Didi y Natalia ponen a rodar un ovillito de lana en el bosque. El ovillo teje…¡¡¡nanas!!! Para los pequeños bichitos…lana lena lina lona…¡Bonitos, el ovillo, los animalitos, la luz del bosque, las nanas… y que esté todo en mayúsculas grandotas para que no te pierdas el paseo un poco enredado del ovillo!
"Coco va al jardín”
Liliana Cinetto Cynthia Orensztajn
ATLÁNTIDA
Mamá la cuenta que va a sir al jardín. Le pone el delantal a cuadritos verdes, le engancha la mochila, le dice que va a jugar muchísimo, todo el tiempo, con un montón de amigos. Y sí. Hay una maestra amorosa. Lindos rincones para modelar, armar, apilar, para jugar en el barro, hamacarse. Hace todo RENDIDO A LA PATA DE MAMÁ.
Al otro día mamá levanta a Coco pata ponerle el delantal. Coco dice que NO, porque YA FUE . Mamá no entiende y él llora un montón de lágrimas de cocodrilo. Va arrastrado por mamá. La maestra lo recibe con dulzura –lágrimas de cocodrilo-, mamá se va, promete volver: montón de lágrimas gordas, de cocodrilo, pero de verdad.
Cuando mamá retorne y él esté TAN entretenido…¿qué pude pasar?
Capaz es tu historia, la mía, la de muchas mamás y papás. Así que si lloraste lágrimas de cocodrilo, es TU LIBRO. ¡Ay, qué valiente Coco, con su guardapolvos! ¡qué graciosos los compañeritos! ¡qué adorable la maestra!. Ah: Coco llora lágrimas de cocodrilo porque ES un cocodrilo .
Mamá la cuenta que va a sir al jardín. Le pone el delantal a cuadritos verdes, le engancha la mochila, le dice que va a jugar muchísimo, todo el tiempo, con un montón de amigos. Y sí. Hay una maestra amorosa. Lindos rincones para modelar, armar, apilar, para jugar en el barro, hamacarse. Hace todo RENDIDO A LA PATA DE MAMÁ.
Al otro día mamá levanta a Coco pata ponerle el delantal. Coco dice que NO, porque YA FUE . Mamá no entiende y él llora un montón de lágrimas de cocodrilo. Va arrastrado por mamá. La maestra lo recibe con dulzura –lágrimas de cocodrilo-, mamá se va, promete volver: montón de lágrimas gordas, de cocodrilo, pero de verdad.
Cuando mamá retorne y él esté TAN entretenido…¿qué pude pasar?
Capaz es tu historia, la mía, la de muchas mamás y papás. Así que si lloraste lágrimas de cocodrilo, es TU LIBRO. ¡Ay, qué valiente Coco, con su guardapolvos! ¡qué graciosos los compañeritos! ¡qué adorable la maestra!. Ah: Coco llora lágrimas de cocodrilo porque ES un cocodrilo .
“Coco muerde” Liliana Cinetto Cynthia Orensztajn ATLÁNTIDA
Es verde, mimoso, dientudo, bocón. Abraza fuerte a mamá cuando lo deja en el jardín. Pero MUERDE, fuerte. Y es peor que cuando no comparte, cuando se olvida de ir al baño enseguida. MUERDE `porque el enojo le sale como de la panza, lo deja todo colorado, y entonces NÁCATE, con ochenta dientes –cuarenta de arriba y cuarenta de abajo-. MUERDE brazos, dedos, hocicos, orejas. Después se arrepiente, enrosca la cola y llora, pero de vedad, no de cocodrilo.
Por eso nunca saca carita buena en la pizarra ni mucho menos en el cuaderno. La mam´, la maestra, le piden que respire hondo, que cuente hasta tres…nada. Solito nomás se dibuja carita mala en su casillero.
Hasta que…hasta que… Abrí este libro que NO MUERDE. A vos Coco tampoco. Capaz te enseñe algo valioso y posible.
Hay bichitos que lloran (claro, Coco los mordió), mamás preocupadas, Coco arrepentido y finalmente uuuuuuuyyyy!!!!
Gabriela Keselman Natalia Colombo
Edelvives pequeLETRAS
Cachorrito salió con los rulos secos a jugar. Pero llovió, y con los rulos mojados empezó a aburrirse… Eso que jugó a ser brujo, a ser detective (debajo de su cama había cada cosas!!!)… al mago, al cocinero (¡¡¡mmm…una milanesa con mucho PAN RALLADO). Después de aburrirse mucho, se enojó: golpeó con los puños, dio patadas. Se puso de todos los colores y fue MONSTRUO, de pura rabia. Por fin, lloró.
Entonces llegó mamá y lo abrazó “vamos a jugar a cruzar un desierto”, le dijo. Y si seguís mirando y leyendo sabrás si se desaburrieron mucho.
Cachorrito salió con los rulos secos a jugar. Pero llovió, y con los rulos mojados empezó a aburrirse… Eso que jugó a ser brujo, a ser detective (debajo de su cama había cada cosas!!!)… al mago, al cocinero (¡¡¡mmm…una milanesa con mucho PAN RALLADO). Después de aburrirse mucho, se enojó: golpeó con los puños, dio patadas. Se puso de todos los colores y fue MONSTRUO, de pura rabia. Por fin, lloró.
Entonces llegó mamá y lo abrazó “vamos a jugar a cruzar un desierto”, le dijo. Y si seguís mirando y leyendo sabrás si se desaburrieron mucho.
“Vestido nuevo”
Florencia Gattari Sabina Schürmann
Pípala
¡Ay, que hermoso libro y qué genial historia! . A la nena le regalaron un vestido en noviembre. Se lo puso enseguida y se le estamparon los soles del verano. Se lo quedó cuando llegaron los vientos lejanos de otros otoños, y las hojas secas y muchas semillas. Cuando llegó el invierno, sobre el vestido hubo bufandas, gorras, tapados…¡nena cebolla!
Cuando la primavera, volaron los abrigos. El vestido se llenó de brotes… y le creció un árbol. La nena aprendió un idioma de silbidos y le florecieron los bolsillos al vestido…hasta que un día decidió cambiarse de ropa
Inenarrablemente hermoso. Lírico, alegre, colorido, optimista, lleno de guiños y confidencias. Un álbum que vas a amar. Amar. Amar
¡Ay, que hermoso libro y qué genial historia! . A la nena le regalaron un vestido en noviembre. Se lo puso enseguida y se le estamparon los soles del verano. Se lo quedó cuando llegaron los vientos lejanos de otros otoños, y las hojas secas y muchas semillas. Cuando llegó el invierno, sobre el vestido hubo bufandas, gorras, tapados…¡nena cebolla!
Cuando la primavera, volaron los abrigos. El vestido se llenó de brotes… y le creció un árbol. La nena aprendió un idioma de silbidos y le florecieron los bolsillos al vestido…hasta que un día decidió cambiarse de ropa
Inenarrablemente hermoso. Lírico, alegre, colorido, optimista, lleno de guiños y confidencias. Un álbum que vas a amar. Amar. Amar
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