Leído en 2017, para peques



“El viento de furia” 
 Gustavo Roldán   Claudia Deglioumini
 Comunicarte
 Col. Cola de Ratón
Lo primero fue ese viento de furia, y que el zorzal cantara tres veces, y que la iguana caminara de otra manera. Por eso la sospecha de la lechuza, y de la vizcacha. Es que esas señales, justo cuando desaparecieron el piojo, la pulga y el bicho colorado…De ahí a colegir que tramaban un incendio, una inundación…y a sentirlos…un solo paso. Por eso, solitos la lechuza, el carancho, la vizcacha y el murciélago organizaron la huida, cuando percibieron ese viento de fuego que los iba alcanzando. Solitos ellos.

Mientras tanto, mientras ese viento y ese sol quemaban hasta las penas, ¿en qué andaban los minúsculos bichos chamameseros, eh?

Una irónica y divertida delicia. ¡Qué fea la intriga! ¡qué poco pudoroso el chisme! ¡qué escándalo las exageraciones!! ¡Bah!.

Acá veo al bicherío, simpático, locuaz, desconfiado, juguetón. Desde que uno puede distinguir gracia y ternura, o sea , desde temprano.






“La niña y la gata” 
 Lilia Lardone Claudia Legnazzi. 
 ComunicArte 
 Col Bicho Bolita

Las aventuras, juegos, conflictos de una niña -Julia- y su gata –Humi-, en verso rimado y juguetón, porque según cuadra los versos son bigotes, saltos…se ovillan en una canasta, ronronean, maúllan, susurran, se deshacen como cuentas de un collar… y finalmente se deslizan por el lomo aterciopelado de la gata, por la piel blanca de la niña.

Versos que cuentan, curiosos y breves, desde la mirada cómplice de una abuela enternecida y locuaz. Lindísimos, nena, gata, mundo que comparten …y versos.





“Conejos de etiqueta” 
 Gabriela Keselman Teresa Novoa
 SM El Barco de Vapor
 Serie Blanca

Mamá y papá Conejo son invitados a un concurso. Los veinte hijitos deberán quedar con una abuela SUPER DES-PIS-TA-DA. Mamá y papá describen: este es remolón, este, travieso, esta, genia, esta, miedosa, este mandón…Para no equivocarse la abuela va colocando etiquetas. A los veinte. Pero apenas se despiden los papás, arrecia la tormenta. Se vuela todo…incluídas las etiquetas.

¡Ufff! ¿Cómo hará la abuela para tratar con todos, para saber quién es quién? ¿cómo pasarán los días estos veinte conejos inquietos, particulares, remolones, quejicas …eh?. Vieras…cuando la abuela se despide ¡¡¡¡lleva veinte etiquetas puestas por los nietos!!!! ¿qué dirán?. Hay muchas orejas, muchas patas, bastante confusión…y un montón de diversión!







“Algo raro en casa del abuelo” 
 David Legge
 Calibroscopio
Fuuuaaaaa!!!! Juguetón. Atrevido. Tiernísimo. David nos introduce en un mundo con una lógica extrañísima y seductora. Acompañamos a una nieta que- visita a su abuelo, como todas las semanas. Siente que algo no está bien. No como siempre, aunque veamos que la mesita de la sala se asienta sobre una patineta, y la reproducción de La Gioconda cuelgue del revés y ella tenga nariz y risa de payaso. A la nena le resulta trivial que las estatuas se cincelen a sí mismas, que de los retratos los personajes se descuelguen un poco para oír la conversa, o para sorber jugo con una pajita. Completamente natural que en cada ambiente jueguen vaqueros e indios, que haya elefantes, canguros, tigres…que el abuelo sirva el té en una regadera, que la nena lo beba en una maceta, que corte el pastel con una sierra de arco…

Hay ALGO DISTINTO que llama la atención, y no precisamente eso de sembrar focos en los canteros… no no. Lo descubrirá al final de la visita…¡OHHHH!

Y que David Legge convide a ver cómo gestó esta genialidad, y nos meta en su estudio, nos muestre generosamente sus bocetos, las fotos de sus modelos…¡su propio retrato! Es de un altruismo que se agradece mucho. Entrar a la fábrica de la maravilla es tan atractivo como recorrer la historia…para mirar detenidamente página por página, con asombro de estreno en cada una…




“Los niños no existen y otros cuentos con monstruos” 
 Gabriela Keselman Claudia Ranucci 
 Grupo Editorial Norma 
 Torre de papel Roja

Desopilante y tierno. Casi un cuento para cada día de la semana, o para diferentes estados de ánimo. Hay monstruos, fantasmas, bichos…y niños, claro.

A la fantasmita su mamá le aclaró “¡Los niños no existen!”. A la niñita la suya le aclaró hasta el cansancio: “Los fantasmas NO existen”

Pasó que la fantasmita vivía con su mamá –tan fantasma como ella- en el fondo de un placard, junto a un montón de polillas que ya no tenían qué comer, que colocándose las servilletas, empezaron a mirarlas con ganas…

Se mudaron. “Alquilaron” un lugarcito debajo de una cama. Sabían que podía haber peliusas, medias sucias, piernas de muñecas. No había nada. Limpito todo hasta que asomaron una pantuflas chiquitas, y dos ojazos. ¡Qué susto!. La nena se asustó de la fantasma, y la fantasmita de la nena. Es que estaban segurísimas de que la otra no existía… Hicieron buenas migas y mucho ruido, parece. Por eso la historia fue rumbeando para donde rumbeó…¡divertido!

Después, la historia del Monstruo de la Laguna, que era chiquitito y no asustaba a nadie, y tuvo que esmerarse para hacerse temer.

¡Ah, la de los brujitos hermanos que no se peleaban nunca y tenían tan preocupados a papás, tíos, abuelos, porque así TAAAAAN AMIGABLES ¡cómo iban a hacer brujerías? ¿eh?!

¿Qué te digo del ogro hipocondríaco que siempre temía estar al borde de la muerte…que no tengo cara de ogro, que mi ombligo es rosadito, que no tengo pelos ni verrugas, que sueño sueños demasiado lindos…¡Pobre su doctor! ¿Cada receta que tuvo que escribir de puño y letra!

¿Y del gigante miedoso miedoso?. No quería salir del castillo por nada del mundo. Padecía agorafobia y fobias de todas clases. Se quedó solito solito porque la familia estaba harta de nunca poder ir de vacaciones. Solito y solo hasta que el castillo, de puro viejo, amenazó con venirse abajo, de tanto uso. Entonces pasó lo que tenía que pasar…



¡Ups!. El papá estaba seguro de que su dragoncito no podía escupir fuego porque vino con un nombre MUY inapropiado. Es que a los dragoncitos no les ponen nombres los papás. Vienen con el cartelito correspondiente. Y este vino con el nombre NONI. No había caso. Lo aterrorizaban las llamas, aunque fueran de fósforo. Y sin embargo, pudo ser el orgullo de la familia. Si llegás hasta el final del libro –no cuesta nada, es TAN DIVERTIDO-, vas a saber por qué





“Eso que Lucas se trajo de un sueño”
 Silvia Schujer     HUADI 
 Primera Sudamericana
 Col Los caminadores

Sí. El que perdió la A, y un día tuvo una torta andariega. Ese al que le nació un hermanito y tuvo que aprender a compartir. Ese. No sabía qué era soñar hasta que se lo explicaron. Le parecía que jamás había soñado, hasta que le tocó . Extraño: soñó que circulaba por una larguísima calle que se interrumpía…¡había que saltar!

“¿Saltaste?”, le preguntaron los papás…”Sí…pero se me quedó la zapatilla en el sueño. Que no, que imposible. Todos –hasta Griselda, la tortuga y Ticholo, su perrito- buscaron y buscaron la bendita zapatilla. ¡Nada!. Tan cansados terminaron todos que Lucas se acostó junto a Simón…y se quedó dormido. ¡Uh!. SOÑÓ. Estaba en una plaza, con Ticholo. De las hamacas se desprendieron volando. Aterrizaron en un escenario. Estaban rodeados de títeres y marionetas que eran el público. Ticholo se puso como loco, porque entre ese titerío ¡¡¡encontró la zapatilla!!!

Del sueño Lucas volvió con las dos zapatillas… pero sin Ticholo!!!!. ¡Ay! ¡y entonces?.

Entonces seguí solito esta GRAN aventura llena de MISTERIOS y ENIGMAS. Gracioso. La parte de los sueños puede asustarte un poqui-poquitito, negra como es…pero Lucas, siempre en colores, para que no te pierdas. ¡Genial!








“Una caja llena de”
 Laura Devetach O’ kif 
Editorial Sudamericana



De esta caja llena de usted puede sacar coplas, cuentos brevísimos, cuentos tontitos que terminan para volver a empezar y en eso está la gracia, piropos tamaño alpiste, versitos crespos, hondos, garabateados, TITULARES QUE SE LAS TRAEN, suspiritos y deseos… (“si el guardapolvos tuviera botones de pan/ si las zapatillas tuvieran cordones de tallarines…” ay, qué suspiro me provoca), versitos volados de barrilete, insistentes, de gotas tam tam que caen. Preguntas de profundo perfil filosófico de esas que sólo pueden hacer los chicos. En fin. Arrímese, saque lo que quiera y atrévase a poner SUS.





"Adivinanzas que danzan” 
 Florencia Esses Carolina Frías
 ALBATROS 
Col Tus Maravillas

Graciosas y calentitas. Divertidas y desafiantes, estas adivinanzas que inquieren a los chicos en versitos luminosos por cosas de su mundo.

Adivinanzas sobre cuentos por todos conocidos, sobre el cuerpo, comidas, postres, elementos de la cocina…Ordenaditas y tan apropiadamente ilustradas, desfilarán, en cuatro versitos, por tema, adivinanzas de frutas, flores, medios de transporte, oficios…¡colores

Para morirse de ternura y entusiasmo, adivinanzas de cositas de bebés, del baño, de los lugares adonde vamos a pasear, a comprar, a pasarla bien.







“Adivinanzas que avanzan” 
 Florencia Esses Carolina Frías 
 ALBATROS Col
 Tus Maravillas

Más y más adivinanzas, y ahí, esperando animando a que aciertes erizos, lechuzas, pajaritos…¡fantasmas y brujos!, mininos, bichos grandotes, mariquitas, tatucitos. Animando a que adivines sobre prendas de vestir, mundo de alas, herramientas, útiles…sobre el mundo brujo, las estaciones, las cosas riquísimas. Sobre instrumentos musicales, juegos y juguetes…Yo que vos me zambullo rapidito. Para leer en ronda, y que la musiquita de los versos oriente a la respuesta esperada.







“Chismorreo” 
 Pepe Maestro – Leire Salaberría
 EDELVIVES
 Aladelta Serie Roja
Bartolo jamás pronunció una palabra. Vivía en “Chismorreo”, una aldea en una montaña con forma de caracol, donde todo el mundo susurraba, vociferaba, discutía. El reverberar de voces era insoportable para quien había aprendido a escuchar, y por eso se refugiaba en el río, donde solo se oía el murmullo del agua…y un silencio que se agradecía.

Ahí Bartolo encontró la caracola y percibió por vez primera el sonido del mar. Fue entonces que –nadie supo por qué- de pronto, Chismorreo calló y lloró en silencio por tres días, hasta que un sonido de cascabeles empezó a subir, convidante, desde la zona del río. ..Ahí, Bartolo, nariz de payaso, un mimo excelso, montando para todos, solo con las manos y los gestos, una gran carpa de circo. Fue equilibrista, hombre forzudo, domador…El circo era silencioso y reparador.



Cuando el pueblo aprendió a ver y escuchar a Manolo, de a poquito, desde el aire, llegaron otra vez las palabras, frescas, renovadas, bailarina e hicieron aquello que nadie podría olvidar jamás.







“Martín viaja al espacio”  
Nicolás Schuff  Rocío Alejandro  
EDELVIVES 
PequeLETRAS

La mamá sale y deja a Martín en lo de Cuca. Cuca es viejita y no tiene juguetes. Lo entretiene con dibujos un rato. Prende la tele y se va  a cocinar. Solo tres canales, aburridos.
Cuando Cuca regresa, sólo encuentra la nota en la que Martín explica que Bik y Buk lo llevaron a pasear en su nave especial…
-          ¡Qué lastima –dice Cuca- justo que hice una torta de…(el olor se eXpande) ¡¡¡¡chocolate y dulce de leche!!!!. Prontito regresa Martín, desde detrás del sofá. Charlan –mientras comen dos porciones cada  uno- de todo lo que hay en el espacio: perros plateados, toboganes larguísimos.  Cuando mamá regrese, se llevará a Martín y una gran porción de torta de choclate para Bik y Buk, que por ahí vuelven a visitarlo
¡Cuca es una campeona! Comprobalo abriendo este libro cuadradito, colorido, lleno de sorpresas. Todo en mayúsculas, como cada título de pequeLETRAS.




“La maldita pulga”  
Sandra Siemens  Viviana Garofoli   
Lúdico Ediciones  
Col. Huellas de elefante

No hay caso. La maldita pulga se mete en la cama de Felipe todas las noches. Felipe lucha con pis mortal. Por eso la cama aparece mojada todas las mañanas… y la pulga ¿de lo más campante!
Está preocupado, Felipe. Y triste. Ni ganas de jugar tiene. Ya está a punto de ir a primero…y la cama mojada todos los días.
Mamá le dice que no se preocupe,, que cualquier día…
Justo la última noche de vacaciones, la cama es un lago, y sin embargo mamá aparece con cara de gloria y algo chiquitito en la palita…
¿Qué será de Felipe, la pulga, la maldita pulga?. ¡Oia! No cuesta nada probar, porque el Felipe que veo en eeste libro bien cuadrado y colorido es adorable y tierno, aunque a menudo se duerma triste como un pajarito que esconde la cabeza entre las plumas.
Zoilo lo acompaña en los sentires y la que no ceja en el optimismo es esta mamá confiada y orgullosa. En mayúsculas grandotas y con ilustraciones maravillosas de las de Viviana Garofoli. Si te molestan las malditas pulgas ¡con más razón!





“Árboles de pan”
Julia Rossi  Nicolás  Arispe  
ComunicArte

Suavecito como la piel de las mejillas de una abuela, o como las miguitas blancas del pan, este libro verde verde con preciosa abuela y pajaritos en puro blanco , negro y gris, porque con tanta luz en la historia ¡para qué más!
La abuela toma sol y cantos en el jardín. Devolvía cientos y cientos de miguitas que hacían felices a zorzales, jilgueros, palomitas…cientos de avecillas. La adoraban los pajaritos. Por eso un día se la llevaron a un lugar que sólo ellos conocen.
Quedaron las miguitas…Un día brotaron, se hicieron árboles, y florecieron…MIGUITAS, claro.
Así es la vida: devuelve tanto y tan noble como se le da.
Compartí vos también las migas tibias de este lindo cuento. No importa cuántos años tengas, lo vas a disfrutar.






“El gigante llorón” 
 Oche y Ana Laura Califa  
 Ed Colihue 
 Col La pulguita curiosa




¡Pucha que llora este gigante!. En prosa rimada, a mares y lagunas, de amor despechado, llora. ¿y qué hace el enanito que lo acompaña, además de aguantar el chubasco de copiosísimas lágrimas? ¿eh?.
Una linda linda linda historia –del final vas a opinar solito, o con el enano- de las que la pulguita  –nos dicen- de a saltitos por el mundo nos trajo de entre un montón de historias planetarias.



“Una plaza un poco rara” 
 Ana María Shua  -  Luciana Feito 
 Alfaguara Infantil  
Col  Descubrimos  Primeros lectore


Rara rara…¡más que rara!.¡Si las mamás mamás –que no son pajaritos- sentadas en nidos, entibian huevitos!.
¡si pasa el caballo de la calesita vendiendo helados, lo más campante! ¡si los viejitos  jubilados se persiguen jugando a la mancha, de anteojos y con bastones!
Atrevete y enamorate de esta plaza TAN particular.






“¿Adónde va el príncipe?”   
Graciela Repún   Florencia Esses  Valeria Cis
ATLÁNTIDA MINI

Grandote, durito, IMPORTANTE. Con señalador de cinta y castillito, mirá.
Va el príncipe, apurado, y sin perder la compostura y la APOSTURA. Por montañas, selvas, laberintos y túneles, volando, sin ser pájaro. Hasta el fin del mundo, va…(ay, que te lo quiero  contar todo todo…). Bueno…a buscar algo IMPORTANTÍSIMO que se le perdió a su hermanita, la princesa bebé!!!!!
Una deliciosa aventura que recorre el mundo con TODOS sus paisajes y unos cuantos GRANDES desafíos. Fresquito y peinado regresa el príncipe ¿que tal?





“Cuatro brujas y un gato negro”   
Canela  Daniel Roldán  
ComunicArte  
Col Bicho Bolita

En verso rimado –a veces duetos, los más, cuartetos-  Canela te cuenta de la bruja que tiene escondida en su cabeza…¡tremenda!. A veces regresa malhumorada y no acierta la llave de abrir pestañas.
Te informa de otra, que caza palabras perdidas y las mezcla en su caldero, las hierve, las condimenta con acentos bien picantes y un puñado de puntos y aparte.
¡Ay! ¡se treve a contarte, en verso, sí, pero completa, agobiante, de MIEDO, la historia de la temible Baba Yaga y su cabaña montada en dos patas de gallina ¡uy! ¡qué temblor!. Menos mal que el gato negro del título ayuda a escapar de los hechizos y el apetito de la Baba.
¿Tendría que  terminar con algo de amor decís?. Pues sí. El amor de la aprendiz y el aprendiz de brujos, mirá, que al final huyen contentos con un soplito del aire porque “el amor es un sendero / de piedrecitas doradas / cuando al fin se pone el sol / no se pierden ni se apagan”…Después hay un montón de “si…” y cositas que no te cuento…¡pero están buenas!!!





“Como todo gato”  
Silvina Rocha  Pablo Tombuscio  
 Del Naranjo  Col Luna de Azafrán


Acá sí que se pusieron a jugar Silvina , Pablo y el gato, que es todito negro, de ojos amarillo farol.
Se desliza el michi por una ventana que desaparece, hacia un jardín que se tiende, hacia un muro ¡ups! Que se ondula, se ondula y se hace ¡alfombra voladora!
Muchas aventuras PRODIGIOSAS va a vivir este gato curioso, paseandero, atrevido COMO TODO GATO.





“Pichón de Argentinosaurio”
 Florencia Esses   Gerardo Baró 
 ALBATROS


Mamá se ilusionaba: ¿tendrá la dulce mirada de la abuela?...Lo que tuvo fue un ENORME tamaño, y disposición para CRECER TODOS LOS DÍAS. La abuela decidió que era hora de ir a la escuela, y le bordó el nombre en el guardapolvos: “ARGI”

Argi fue creciendo por el camino, se llevó por delante y por detrás TODO. Lloró MUCHO de soledad.

Volvió al otro día con un guardapolvos más grande y mientras caminaba , temblaba la PREHISTORIA. La escuela y los compañeros eran más chicos. Se colocó en un rinconcito, para no hacer lío, y se quedó dormido con la cabeza apoyada en un armario alto.

Entonces descubrió qué podía hacer en la escuela, que no molestara a nadie…¡¡¡GENIAL!!!!

Y después, información VERÍDICA, CIENTÍFICA sobre los dinosaurios más grandes de la Patagonia Argentina, para que ubiques a nuestro amigo en el mundo y en la (pre)historia.






“¡Un ratito más!”
 Graciela Repún – Florencia Esses – Valeria Cis

Hay demasiado quehacer en el castillo. En la cocina el panadero hace esperar a su pequeño aprendiz. En las puertas levadizas esperan los hijos de los guardianes. En la biblioteca pregunta la hijita de la mucama, munida ya de escobita y pala. En su caballito de madera se impacienta el hijo del caballerizo… “¿FALTA MUCHO, PAPÁ?”

La princesita también se inquieta, en el salón real.

Asi en cada sector. En la sala de música, en el cuarto de la princesa, donde un pintor retrata a la pequeña. En el jardín, los chicos preguntan “¿FALTA MUCHO?”. En todos lados resuena ¡UN RATITO MÁS!.

Un ratito más…¿para qué?

Delicioso y democrático en su inquirir, en su inquietarse. Para jugar largo rato en cada abigarrado cuadro





“La princesa quejosa” 
 Oche Califa
Col. Libros de la pulguita curiosa
¡Ay! todo en prosa breve y rimada. Cortita y quejica la historia de la princesa… “Que la fruta no es rica, que la sopa está sosa. Que se queja y se requeja la princesa quejosa”. En mayúsculas. Gracioso .¡Si la vieras, chillando, pataleando, haciendo jaleo por poca cosa. Para quejosos y bienhumorados de cualquier edad, desde que uno puede empinarse en su propio ego.






“Cuando sea grande” 
 Magdalena Helguera Graciela Burin 
 Calibroscopio 
 Destacado ALIJA 3013
Todo en versos. Desenfadados. Un poco zafados, algunos. Irreverentes, casi siempre. Muy reflexivos, a menudo. Hilarantes, las más veces.

De lo que la nena quiere y no quiere ser cuando sea grande. De lo que quiere tener. De lo que prefiere NO TENER. De lo que pretende hacer y quisiera no tener que hacer.

De su pelo largo y suelto, de su casa con mascotas y quereres. De elegir y preguntar. Un poquitín atrevido, porque se trata de imaginarse de grande ¡¡¡¡cuando se es chica!!!!!. Yo no me lo perdería.




“La noche de los ruidos” 
 Estela Smania Carlos Nine 
 Primera Sudamericana 
 Col Los Caminadores

¡Oh! ¡cuánta fantástica cincelaron Estela con palabras y Nine con imágenes que son pura magia e imaginería!...miren que dibujar las burbujas de los ruidos….

La cosa es que Jacinto se va a la cama MUY enojado. La mamá se llevó la cuna del bebé y lo dejó solo en ese cuarto GRANDE Y OSCURO. Durmió, sí, pero de pronto abrió los ojos: estaba la luna cabezota asomada a la ventana…las estrellas colgaban como uvas…NINGÚN RUIDO.Todo quieto…¿o no?. NO. Sobre la cama un montón, pero montón de burbujas de colores, con formas raras, que se presentaron así : “¡Somos las burbujas de los ruidos!” . Y explicaron que trabajaban de día, y jugaban de noche. Jacinto jugó con ellas a aserrín aserrán, a las adivinanzas, a fabricar barcos de papel…Se contaron cuentos colorado colorín…

Ups. El sol se levantó colorado y enorme y las burbujas no tuvieron tiempo de volar a sus lugares. Jacinto ayudó. A la azul, la colocó TIC TAC en un reloj. A la amarilla PI PIII en la jaula del canario… a la marrón CLINK CLINK en la canilla…¿Dónde habrá puesto la verde, tan voladora, la roja, la blanca, la negra…?

Justito tenía la rosada cuando llegó mamá. La puso en su boca para que ella dijera ¡¡¡Arriba dormilón!!!!

Todavía tenía algo que decidir Jacinto: ¿seguí enfurruñado o mejor compartía con mamá su secreto?



“Sapo de Navidad”
 Cecilia Pisos María Lavezzi
 EDELVIVES      PequeLETRA

Más tierno, imposible. Sapo espía los preparativos de Navidad en una casa.. Cuando regresa a la laguna ya lo tiene decidido: ¡va a festejar la Navidad ahí, CON TODOS. Habrá arbolito, guirnaldas, regalos. Tanto se empeña. El flamenco no se inquiete, total, debe hacer lo de siempre: quedarse quietito. Con unas lindas ramas verdes, será pinito. ¿Lucecitas? ¿guirnaldas? ¡ah…entrenará a las luciérnagas, para que brillen!. La serpiente, siseante, le recuerda lo que falta: ¡la estrella!. Con una red de algas pesca una chiquita, que pone delicadamente sobre la cabeza del flamenco. Contrata a los grillos y sus amigos sapos hacen un coro afinado para el “Noche de Paz”. Se esfuerza para que nadie pille los regalitos -hay para todos-. La serpiente - que recibe cascabel y le gusta- insiste “Sí, pero, ¿y Papá Noel?

Se le empañan los ojitos al sapo…PAPÁ NOEL…¿vendrá a la navidad verde de la laguna vede, del bosque verde papá Noel con su trineo mágico?




Una fiesta de luz, de buenas intenciones, de entrega. Ni los más chicos, ni los grandes deberían dejar de participar de los aprontes y de esta emotiva fiesta con final de apoteosis

“Bebeto”
 Ana María Machado Sabina Alvarez Schürmann
 Primera Sudamericana 
 Biblioteca Ana María Machado

Bebeto se cansó de obedecer y de ser carnero. Por eso cuando el granjero lo llamo para esquilarlo, escapó a la montaña. Decidió que así, blanco, bien podía ser una nube. Fue bueno pasear, cambiar de forma…pero el viento quería mandonearlo, así que mirando el mar decidió…”espuma, que blanco ya soy”. Como un montón de gotitas de lluvia bajó, para ser espuma, y ver gaviotas, y sentir peces y flotar y dejarse llevar. Se cansó, porque la ola decidía siempre dónde ir. Se trepó a otra olita y llegó a la playa. Ahí encontró a Memelia…¡habrá querido volver a cambiar de apariencia?...Ah, no sé.

Delicioso como carnero, como nube, como espuma. Alguien que se arriesga a probar, a cambiar, merece que se lo acompañe, me parece. Desde los seis, para volar, sumergirse, pensar.





“Cordelia y los arañijos” 
 María Cristina Ramos 
 Ruedamares 
 Primeras letras

Madraña vivía cerca de una nube. Tenía un ovillo grande y transparente que descolgaba para tender la ropa de sus arañijos. Tejía telas azules para los vecinos que se hacían sombreros, telas brillantes con que las golondrinas cubrían el redondel de los relojes. Cuando la noche era un carozo de sombras, la araña juntaba a sus hijos…a leer.

Así, hasta el momento en que debieron aprender la gran lección. Todos se envolvieron en un gran capullo…sólo Paco logró tejer una estrella, que se desramó con el jaleo de sus hermanas…Que arruinaran su primer intento lastimó tanto al arañijo, que decidió escabullirse. Sólo los lamentos y las lágrimas lo convidaron a la trama familiar.

Hubo tejido de toboganes y redes de salto para celebrar, y la voz pausada y paciente de Cordelia, invitando…

Un aro grande

un aro fino

una lazada

como un camino

Con maña y gusto

con gusto y maña

así se teje

en punto araña



Delicioso. ¡Y qué ingenioso un mundo pergeñado con tintas por Viviana Bilotti! . Lindísimo desde el primer capullo hasta el final bien tramadito de hilos, lunas, noches y palabras. Una GRAN TERNURA EN GRANDES LETRAS MAYÚSCULAS, para los que empiezan a hilar…ehmmm…a leer!!!


 




“Chiquitina” 
 Adaptación de Caterina Valriu
 La Galera
 Col Popular

Una simpática –y castiza- versión de “Pulgarcita”, de Hans Christian Anderssen…

Había una vez una mujer que no podía concebir. Una hechicera le aconsejó sembrar un grano de cebada en una maceta. Un día asomó una preciosa flor de pétalos amarillos. Cuando se abrieron, descubrieron una graciosa niña, tan diminuta, que su madre le hizo una cuna con media nuez. Hojas de violeta fueron colchón, y un pétalo de rosa, cobertor.

La descubrió una rana, y se la llevó para su hijo. Chiquitina viajaba en una hoja, temiendo su destino. Los peces se condolieron y la arrastraron lejos. Ayudó una linda mariposa.

Un gran escarabajo quiso desposarla, pero la familia la encontró defectuosa, con solo dos patitas…La llegada del otoño obligó a la pequeña a refugiarse en la cueva de una rata, que tenía por vecino al topo, dispuesto a casarse con ella.

Eran buenos y protectores los amigos, pero el topo vivía en un mundo oscuro y sombrío.

Un día Chiquitina descubrió una golondrina muerta. Quiso cobijar su cuerpecito de la lobreguez de la tierra…¡el ave solo estaba aterida!. La niña procuró abrigo y cuidados, y el pajarillo, agradecido, no sin antes ofrecer llevársela lejos, se fue: Chiquitina debía lealtad a Ratita y Topo.

Cuando las arañas tuvieron listo el ajuar y el novio todo dispuesto para la boda, la pequeña salió a despedirse del sol, de las flores. Quiso la suerte que por ahí pasara, fortalecida y grácil, la golondrina…hasta acá, para que acompañes a la chiquita en lo que queda de este gran periplo.

Lindo, porque los personajes que dialogan se identifican con una siluetita que hace las veces del clásico guión.



Ahí estarán la bruja, el sapo, el escarabajo…todos, dejando huellas en este relato maravilloso.


“El nene y la sombra” 
 Guillermo Saccomanno María Wernicke 
 Ed. Planeta 
 Planeta Lector Col Planeta Amarillo

Una linda manera de sumergirse en el mundo de las preguntas que sí importan. Los chicos son sabios filósofos elementales…se interrogan por lo que hay más allá de lo que se ve, como los genuinos pensadores.

Este nene tan magníficamente perfilado por Wernicke, se interroga por su sombra…¿es una proyección de él? ¿lo obedece? ¿cuándo es más sombra…bajo el solo o cuando –tenue- ilumina la luna? ¿tiene nombre, la sombra de cada nene?

Esta sombra, además, enseña cosas valiosas…el ruido del mar es una caracola, el sonido de las olas y le viento, la alegría de las ballenas, el miedo…



Va más allá, el nene…¿tiene sombra, la sombra? ¿tiene voz? ¿cuál, cómo?. Hondo, hondo, hondo.





El oso marrón” 
 Mempo giardinelli Virginia Piñó
 ComunicArte
Bellísimo…y triste. Con el color, la textura, el ritmo de una obsesión.

Un hombre, granjero de New Hampshire, se juró a sí mismo abatir a Sixteen Toons, el enorme oso marrón que por su sagacidad se había transformado en admiración de los lugareños.

Durante tres años no hace sino estudiar sus movimientos, sus hábitos. Sabe dónde come, por dónde circula, pero nunca logra avistarlo.

La imponente bestia se transforma en un único objetivo. Pat –tal es su nombre- , se arma minuciosamente, y comienza la persecución.

La cuarta temporada de caza encontrará al hombre destrozado de dolor y de culpa…

Los bellos paisajes, los cielos, el fragor del bosque tienen acá los tonos del ocre al encendido siena del maravilloso pelaje de Sixteen Toons, a quien no veremos en toda su potente presencia sino abatido en la camioneta del cazador, cuando el llanto desesperado de amor del hombre ya no convoque a la vida…

¿Por qué destruímos lo que precisamos, por qué molesta lo que no controlamos?. Para chicos, que lo van a disfrutar, y para grandes, que se van a conmover.





“Nanas para otros bichos” 
 Liliana Moyano Jorge Cuello 
 ComunicArte Col Bicho Bolita

Nanas para bichos en que nadie ha pensado a la hora de dormir .

Para la langosta nana saltarina la lan gos la lan gos…Hada verde y roja, langosta

Para el buey, ese bue-nazo de grandes cuernos que ara y se lame bien solo solito.

Para el mosquiiiiiiiito nana finita y molesta iiiiiiiiiiii. Para la ratita que desdora soles, quesitos, aromas.

¿Quiquiquiriquiere cantar nanas el gallito madrugador?

Nana con cielo, verde, vaca para el toro.

Nana de mamá mona para quien hace monadas y no hace nono.

Nana dura y oscura para el huraño del escarabajo.




Y una nana paseandera, con tejado, ovillitos, corriditas de ratón para gato montés, siamés de rioba…nana con luna para los gatiños (¿es que precisamos que duerman un ratiño!)



“¿Sois vosotros los reyes magos?
 Paco Abril María Luisa Torcida 
 La Galera Ea (Editores asociados)
 Col. La mar

Era la tercera vez en su vida que salía sola. Siete años. Se sentía muy muy mayor. A la panadería iba, cuando se los topó. Extrañísimos y acogedores. ¡Supo!...¡¡Los reyes magos, con todas sus características: uno negro, uno de largos cabellos blancos, clarísimo, y un moreno de negra melena!!! . Los tres. No los confundió. En plena calle, apenas iniciada la primavera, tan lejos de la Navidad y de las tierras de oriente. Ella fue curiosa, preguntona y amable. Ellos respondieron con ternura, y con regalos…una cajita para guardar tristeza, un elefante de la suerte…¡una alfombra voladora!.



¿Cómo hará Alba –niña del amanecer, la llamaron Melchor, Gaspar y Baltasar- para explicar esos regalos recibidos de extraños, en la calle, a su preocupadísima madre?. ¡Si vieras el entusiasmo de la niña, la cara entre azorada y desconfiada de mamá! ¡Y qué elegantes dibujó María Luisa a estos reyes bonachones ytan bien dispuestos a la charla! IM-PER-DI-BLE.





“Nadie ve las cosas como Rosalin” 
 Paloma Sánchez Ibarzábal - Emilio Urberuaga
 Edelvives 
 Aladelta Rojo

“Un conejo bonito” “un ratón encantador” “un gato imponente” ¡grrr!. Rosalin hierve de furia. NADIE entiende su dibujo. Por eso se ampara junto a la abuela, que con paciencia arma el gran álbum de fotos de sus viajes. Papá pasa , mira la caja de fotografías y opina “está medio vacía ya: antes del anochecer el álbum estará completo”. Viene el abuelo con un gran ramo de rosas “uh, la caja está medio llena todavía…hoy no lo vas a terminar”. Contrariada, Rosalin busca tesoros en los bolsillos dela abuela. Encuentra un ojo de abeja, y todo lo ve multiplicado por seis…un ojo de perro que lo pone todo en gris. La abuela aclara que los únicos ojos que le quedan para ver diferente son los suyos, pero no se los puede quitar. La nena le muestra su dibujo…vaya vaya con esa mirada atenta y sabia. Parece que Rosalin está satisfecha.

Yo que vos me siento con las dos, a charlar sobre diferentes miradas y variados puntos de vista.



Delicioso, todo el libro y esta abuelita mansa que aplaca la rabia dela temperamental niñita. Si ya aprendiste a leer, podrás solito, porque seguro que algo algo de Rosalin también tenés.







“Alina, maga del mandarino” 
 Laura Escudero – Viviana Bilotti 
 SM Barco de Vapor Serie Blanca

Alina es inquieta e imaginativa. No quiere ser nena siempre, solo nena…pero parece que con solo pensar no puede volverse gata, por ejemplo. Pronto descubre que la magia está en el mandarino, que cobija pájaros que tienen nidos, pájaros que fueron huevo y pudieron ser otra cosa. El mandarino, que cuida orugas que después son mariposas, que pueden extender Lars ramas y llenar sus dedos de florcitas blancas que serán mandarinas…

Ahí, la magia. Por eso, debajo del mandarino escribe los grandes secretos para convertirse en maga en el gran libro de las transformaciones mágicas.

Así devela que una taza puede ser la casa abrigo de una semilla, que la semilla puede ser planta si la visita la luz de las gotas de agua, que la planta puede tener flores, desde la que volarán libélulas transparentes… Debajo del mandarino está el callado mundo de las hormigas, que ocultan secretos verdes de hojas y granitos. En el mandarino ve cómo se fabrican los vientos, con alas de bichitos de san Antonio, y cómo un paraguas puede ser hongo, pagoda china, pileta para las gotas de lluvia. Así, Alina ronronea de alegría, mueve la larga cola, los bigotes brillantes, las orejas, el hocico y justo cuando se descuelga la luna llena, salea pasear por los tejados, cerca de las estrellas.



Cuando regresa, apunta en su libretita de las transformaciones mágicas, y se enrosca a dormir, toda nido junto a la ventana...Para nenas y nenes que tiene la imaginación ronroneando dormida por ahí, y para los que la tienen volando en alas de vaquitas, libélulas y pajaritos.









“Puro Pelo: Todos somos monstruitos” 
 Juan Chavetta Fabián Sevilla 
 Quipu
De la serie “Puro Pelo”, esa nena imaginativa que tiene amiguitos reales -Reni, Amalia- y amigos imaginarios que no la dejan nunca: Pirincho, la niña amiga de las estrellas, Señor Cuco, está preocupada: sus amigas, que celebran que seamos diferentes y podamos tener gustos y hábitos variados, tienen terror el “CUCO” : es malo, asusta, es un MONSTRUO…

Decide consultar con el diccionario, y con mamá y papá. Así descubre que todos hacemos cosas un poco monstruosas: nos agredimos, ignoramos a los otros, lastimamos, contaminamos…¿qué hará para cambiar la visión de sus compañeritas, para tranquilizar a Señor Cuco, para sentirse mejor?.

Son “más que viñetas”, para chicos de + de 7. Para pensar, enternecerse y sumergirse en el mundo mágico de los chicos.





“Puro Pelo: Pintora de sueños”
 Juan Chavetta Fabián Sevilla 
 Quipu

Viñetas y algo más, la marca de la serie. Amigos de la “realidad real” con los que en este caso se habla de sueños y pesadillas, y amigos peculiarísimos, imaginarios: Señor Cuco, el monstruito; Pirincho, la niña de cabellera de Luz, Achuj…

Puro Pelo descubre que sus sueños son grises…y pone manos a la obra para tenerlos de colores: intervendrá su dormitorio, con pinturitas de mamá, con papeles de colores, con lucecitas…Nada: sueños en blanco y negro. Deberá recurrir al dulce recuerdo de su abuelita y dejar de preocuparse para recuperar los tonos hermosos de la vida, y seguir soñando con ser artista.

Un lindo despliegue de técnicas, estilos, obras de arte muy conocidas y un precioso mensaje: todos tenemos derecho a los sueños, a disfrutar del arte, tan cerca de los sueños. A los chicos les va a encantar. Historieta- relato- arte- literatura.





“Puro Pelo: El viejo de la bolsa” 
 Juan Chavetta Fabián Sevilla
 Quipu
Van a tener que trabajar mucho Puro Pelo y sus amigos Señor cuco, Pirincho de las estrellas, Oink, Piopá, cuadro a cuadro. Van a tener que ayudar la mesura de papá, su cariño, para superar el miedo de la amenaza. Es que la mamá de una de las amiguitas “reales” advirtió: a la hora de la siesta, ni ruidos ni aventuras, porque si no ¡¡¡¡se las lleva el viejo de la bolsa!!!!

Papá dijo que era un mito para asustar a los chicos, nada más. Pero es que justo cuando Reni falta dos días a la escuela…¡aparece el viejo, con su larga barba y su bolsa! ¿qué hacer?.

En compañía de papá, Puro Pelo derrumbará prejuicios y conocerá a un ser entrañable que vive al margen, sereno y nostalgioso, avergonzado y pobre.

Precioso. En su cuidada gráfica, en la adecuada intervención de la maravilla, en la naturalidad con que se asume la necesidad de afrontar preconceptos.

Juan y Fabián, “conocen el paño”: la fantasía, los miedos, las ocurrencias, las necesidades y las travesuras propias de los chicos, y están dispuestos a ayudarlos a crecer con imaginación, juegos y la dosis adecuada de cautela.




“¡NO!”  
Marta Altés   
Thule  Calibroscopio

¡No!  ¡Noooo!, lo llaman. Le gusta. ¡No!, si tira y tira de la soguita para llevarlos a donde él prefiere. ¡No!, si prueba la comida antes que nadie. ¡No!, si calienta las camas de la familia… Solo algo le resulta curioso: ¿por qué en su collar ponen RUFUS, eh?.


Grandotas las letra, marcadas, subrayadas, para que el  AMOR y las ACCIONES de NOOOO te quede claritas claritas (ups!)



“La selva loca”  
Tracey  y Andrew Rogers 
 Grupo Editorial Norma  
Col Buenas Noches

Mono es hacendoso y dedicado. Por eso, una linda mañana de sol y viento ofrece sus servicios de lavado a todos los animales de la selva. Lava, tiende, seca, plancha. ¡Ay! Pero también es distraído y parece que los trajes no calzan bien en sus dueños…Hubo gruñidos, chasquidos, graznidos, siseos, exclamaciones;  hubo zancadas, trompetazos, hubo…  ¡aventurarse para saber!. Muuuuuy graciosas las peripecias de cada quien intentando vestir un traje equivocado…




“Una cena elegante” 
 Keiko Kasza  Grupo 
Editorial Norma 
Col Buenas noches


Tejón revisa su cuevita: lombrices, manzanas, raíces…¡qué ganas de tener una cena elegante!. Sale a procurársela. ¡Uh, taco de topo con salsa!...ups, el topo escapa y encuentra un agujerito. ¡Oh! Hamburguesa de ratón con queso…ratoncito burla las tenazas de tejón, y se escabulle en un hoyo. No importa: banana Split y conejo al chocolate calie…¡uau! ¡qué salto!
Pobre tejón. Tanto esfuerzo redobla su hambre…”Me comería un caballo”. Y el caballo aparece, ofendido…y lo retorna rapidito al punto de partida.
“Bueno, al menos tengo manzanas, lombrices, raíces” se conforma, peeeero…
Es que a  veces hay que ponderar lo que se tiene a mano. Le toca a tejón aprenderlo. Mientras tanto, quién le quita a uno la diversión: sueños, escaramuzas, saltos, huidas, escondites. Completita la aventura.






La gorra” 
 Joaquim Carbó
 La Galera Col Grumetes

Catalina sale finalmente de ese hospital gris de grandes pabellones tristes en el que estuvo largos meses. Le cuesta despedirse de otros chicos que se quedan allí, esperando el tiempo de la curación o…. Ha hecho amigos ahí. Ha sabido querer a las enfermeras, los médicos, otras mamás.

Es lindo ver vida en las calles: niños y jóvenes en bicicleta, una nena paseando con su perrito, el viento, los pájaros, las risas. Es lindo estar en casa, recuperar el apetito, que los cachetes se le pongan colorados y rozagantes, que la siga visitando su señorita, con novedades, tareas…e invitaciones

Hay que volver a la escuela…¡tiene tantas ganas de seguir aprendiendo, porque es lista y curiosa!. Ay, esa cabeza que parece una bola de billar…¿qué dirán los bromistas de siempre? ¿qué pensarán todos los demás de su aspecto?. Mamá le compra una borra alegre y colorida…pero la nena sabe que todos saben que debajo hay una calva brillante y nada más. Irá, sí, decidida y sin la gorra que guarda en un bolsillo de la mochila…¡¡¡vaya sorpresa la que la espera!!!

La cuento porque parece ficción, pero fue realidad para un adolescente que conocí de cerca. Un acto de amor y solidaridad digno de destacar. Para Stefan, que dio batalla y triunfó, para los que siguen luchando… para que podamos ayudar, con naturalidad y cariño





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