Literatura para Adultos

De conjurar los miedos...



“Balada del aullador” 
 Gustavo Roldán 
Calibroscopio (Poemas para adultos)

Otro Gustavo Roldán. Dando manifiesto de un hondo dolor. Dolor de lobo herido. Soledad. Desasosiego y un mundo que se torna gris, ajeno, despojado. Poesía blanda para rescatar la tibieza de una comida en casa, un vaso de buen vino, el rincón de esperar la presencia querida.

Afuera casi se caen los pilares del cielo y se puebla la tierra de tristeza. Hay que convocar a las palabras, para que retornen los días de la dicha, para no aullar en la noche, para sobrevivir y volver a la dinámica del mundo.

Trece poemas para adultos. Un hallazgo. En uno, las criaturas conocidas de su monte chaqueño, para que haya un puente con el otro Gustavo, el que nos mostró un universo de alas, cantos, preguntas, ululares, la vital curiosidad que hace nacer los días, para que reconozcamos el rostro del optimista, y sea posible que maduren las sandías y las algarrobas, como se espera. Hondo, contenido a veces, desatado cuando avanzan las cenizas, entrañable siempre.

“Para que sepan de mí”  
Laura Devetach
 Calibroscopio (Poemas para adultos)

No todo es tersura adentro, en la trama de los versos que dan cuenta de la noche oscura del alma, del invierno ominoso y eterno que se instaló entre nosotros, que invadió nuestros días, hizo tan largas las noches, tan hondo el silencio y sin embargo también tejió redes de empatía, puso luz en las miradas, corrió un poco la niebla para que las palabras tuvieran calor y no olvidaran decir. Decirse.

Afuera un libro blando, con brote encendido de verde que nace, y adentro, una Laura que siempre supimos iba a defender el derecho a la alegría, la vocación de amor, la rebeldía del que no quiere andar en hilerita y se reserva momentos para oler manzanas, hacer bullir el puchero, tender la ropa con casi la misma convicción con que busca otra piel tibia y cómplice, para verter ahí las caricias, la cadencia de los versos.

La Laura que testimonia cómo hizo –cómo hicimos- para tender puentes, hacer andar las voces en esquelitas desnudas, no sucumbir a la tristeza y para eso imponer a veces la rabia, para no romperse por dentro.

Los versos y los pareceres que estuvieron escondidos en bolsillos y cajones, aparentemente olvidados en la esquina del desconcierto, se recuperan hoy en forma de Antología para Grandes, y rescatan clima, recuerdos, conciencia de un período que llevaremos para siempre como marca : 1979-1987.

De miserias y redenciones...

“Tiempo de Dragones: la profecía imperfecta” 
Liliana Bodoc  
Random House Mondadori
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En la lejana Terentigani los Dratewka ejercen el poder con la brutal certeza de la impunidad. Toscos y poderosos, toleran apenas la delicadeza de los tzarús, seres de perfecto rostro rectangular, ojos rasgados, entregados amorosamente al saber y los misterios, para cuyo ejercicio prefieren la soledad del norte montañoso.
Unos y otros precisan de los oficios de los palari pamá, que comercian uniendo territorios con grandes mulas, y los palari apá, que llevan y traen los bienes en sus grandes barcas.
Cuando la crueldad se imponga hasta pretender reducir a servidumbre incluso a los grandes aliados de los que Hobsyllwin, la gran dragona blanca, es líder indiscutido, diecisiete monjes, en un alejado monasterio en la montaña, imponen la profecía, antes de perecer bajo la espada inclemente de Skubas Dratewka.
 
Hobsyllwin es sometida, pero la providencia la pone al cuidado de Padure, que comparte la tarea de vigilancia con el amor que prodiga a Fara, prisionera tzarús, hija de un gran alquimista. Cuando la enigmática Figura intervenga, los mecanismos de la brutalidad serán remecidos, y su primera víctima será Skubas. La dragona gana el cielo, y la mar. Padure y Fara huyen. El va hacia la muerte, no sin antes dejar una semilla de ojos claros y rasgados. Ella estará destinada a dejar esa simiente, Antón, el sobreviviente de sus gemelo, en el sitio elegido para el refugio, para que el continente escogido por los grandes rebeldes tenga también sus alquimistas.
 
La violencia y el pavor se instalarán en Merec, el territorio verde y fecundo de los Arayé, porque ahí quiso guarecerse, en el gran ombligo, hendiendo el gran camino de cañas, la dragona y los sobrevivientes.
 
Los Arayé no pueden entender la escisión ni los contrarios que proclama la estirpe tzarús. No hay frío o calor, sino el tránsito hacia. No uno o dos…”no falta ninguno” “ninguno sobra”. Son pequeños, y su arma primigenia es la risa. Hablan dulcemente y saben golpear la superficie del agua para comunicarse a lo ancho y largo de su selva, que consideran hermana y hermosa. Danzan –siempre- sobre una tierra generosa que guarda el precioso ombligo desde el que se restituirán la justicia y lo diverso. Tolerarán con bailes, con mesura, la invasión de los linajes que vienen de lejos, imponiendo vileza y ninguneo. Se congregarán en el norte, aunque habrá mucha servidumbre consentida y no, mucha delación, en Ooras Vítor, la capital dratewka. Se vincularán con reticencia a los tzarús que todo lo dividen en opuestos. El mejor de sus hechiceros, Tucán el ejecutante, cuando tome a Fara como esposa, pondrá en marcha la profecía, que no se detendrá aunque se busque ligar a los linajes -el rigor bruto y la delicadeza-, aunque Mare Limba, la gura que para serlo traicionó a sus pares y mató a su madre, se convierta en lagarto para buscar el ombligo y la letra honda de los vaticinios.
 
Antón, que fue tan arayé como pudo, aunque su madre siempre hubiera querido evitarlo, guardará en el bolso de panza de oveja el pergamino de los monjes . Le llevará una vida estudiar los acontecimientos. Un día escuchará el llanto del elegido, lo recogerá para que crezca arayé en el regazo de Anuja, al amparo protector del monte y el ojo del Dragón.
 
El elegido entenderá todas las lenguas, escuchará la vastedad del mundo, porque un día deberá ponerse al frente de ejércitos diversos, de hombres y de pájaros.
Ya fueron los primeros cuatro golpes…fuego, cadenas, enfermedad, bodas que unieron lo que no debía unirse… Hubo pactos perversos y provisorios. Hubo enormes sacrificios…tucán, que muere por proteger lo que no comprende. El mundo está expectante. El ojo del dragón vigila.
Primera parte de otra saga portentosa de Bodoc. Apenas sí pude ponerla en estas palabras que quizá no alcancen para hablar de la vastedad hermosa de esta obra. Esperan Terentigani, apenas repuesta de la peste, se la merecen los pequeños danzarines arayés, los muertos de este intento de protección de lo bueno y todos los pueblos del continente nuevo, aguardamos nosotros un desenlace a la medida de los anhelos posibles de la justicia.

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Con prohibición de residencia en el olvido...

“Charlotte” 
David Foenkinos 
Alfaguara  

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¿Cómo habrá empezado el apasionamiento de David Foenkinos por esta criatura compleja, vital, lábil, contradictoria, sufriente, creativa que fue Charlotte Salomon?. Quizás porque Theodor Adorno dijo “Después de Auschwitz ya no habrá poesía”, es que eligió un tan peculiar estilo –frases muy breves, concisas y tan llenas de eso que no puede ver Adorno: Poesía- para narrar con lírica y devoción la vida de esta joven artista judío-alemana que murió en Auschwitz, el 10 de octubre de 1943, cuando su vientre esperanzado albergaba otra vida, a los veintiséis años, y que cuando presintió que la tragedia se abatía sin remedio sobre lo que quedaba de una vida de halagos, oportunidades, humillaciones, huida terror, dejó un legado que ella misma tituló “¿Vida? ¿O teatro?”
Toda su obra, concebida en una pequeña habitación prestada en su exilio en el sur de Francia, cobijada en una pequeña maleta que confió a su médico –“Es mi vida”, susurró al confiársela- para que el mundo supiera de ella.

Dibujos –Expresionismo- , escritos, apuntes con sugerencia de la música que debía acompañar cada pasaje de la puesta…
Foenkinos también se nos presenta en esta novela que adquiere la dimensión de un cantar de gesta, y es todo un hallazgo formal: ahí, perfilado en los escenarios en que vivió y gozó la niña, en que latió y sufrió la mujer, indagando entre los testigos, demudado por la fuerza vergonzosa de la delación. 
¿Huirá el pasado? ¿Lo ahuyentará la total hegemonía del ahora?. Foenkinos lo salva, para que no mueran el arte, la poesía, la posibilidad de redención. Porque como él mismo testimonia, hay grandes hechos y grandes miserias que “…son inmortales, o más bien, tienen prohibición de residencia en el olvido”.

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De amparar y ampararse...
“Evelina y las hadas” 
Simona Baldelli 
Rocaeditorial (www.megustaleer.com.ar)
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Sobre los cielos de Candelara , por los caminos que la vinculan a Pesaro, se cierne el horror de la guerra. Pero la campiña fecunda donde viven Evelina y su familia está protegida por la Negra y la Boba –seria , reflexiva y madura una; atolondrada y soñadora otra- , dos hadas vigilantes y hacendosas.
Evelina es pequeña –cinco años- y avispado testigo de los eventos que se desencadenarán en la finca: los desplazados elegantes e inútiles que su papá ,Aldo, albergará en el almacén; los partisanos, hombres que desde la clandestinidad resisten al duce y a los alemanes, y se presentan periódicamente para demandar víveres para poder sostenerse…
Los ojos de Evelina, la hermana de las hadas, pueden ver quiénes están destinados a la muerte temprana que impone un conflicto bélico: ve desaparecer una pierna, un brazo, hacerse trasparente una silueta hasta convertirse en puro humo. Por eso, cuando buscando la medallita de la virgen que le obsequió mamá –no la debe extraviar: mamá está enferma, escupe sangre y ella vio que también su pecho se tornaba trasparente- descubre en el establo una trampilla que oculta un sótano, y dentro, en la penumbra absoluta a Sara, que aunque tiene una pierna loca y usa pesados zapatos especiales, dice que es una princesa a la que nadie debe ver para no morir, decide amparar a esa niña que espera señales similares a las que protegieron a su pueblo cuando huyó de Egipto.
Ni las hadas podrán proteger a Candelara de los bombardeos, ni a Evelina y sus hermanos de la cruda visión de la muerte.
Cuando Evelina vea tres brujas pegadas al techo del sótano de Sara, sabrá que aunque las eras estén henchidas de espigas, aunque los campos estallen de dulces remolachas, aunque los desplazados y la familia entonen las fecundas canciones de la cosecha y la madre ya pueda levantarse y ver la luz del día…la primavera tardará en llegar.
La pequeña comunidad deberá soportar el asedio de los soldados y tolerar que de entre los desplazados surja la traidora que condene a Ángela, la joven responsable de ocultar a la pequeña que dice ser princesa.
Las trompetas y los cuernos, el júbilo del campesinado y los pueblos por la llegada de los aliados sonarán cuando la doliente Sara y otros buenos vecinos hayan estallado por los aires. Evelina no precisará certezas. Sara había visto todas las señales y se sentía limpia y dispuesta. Lo último que rescatará de su pequeña protegida serán sus grandes zapatos de lisiada…no los precisará, porque a la princesa judía le crecieron alas, y vuela secundada por tres brujas que se desvanecen en el aire, hacia la tierra prometida de las profecías…
Triste y bella. Realismo mágico para amparar la campiña italiana y sus sufridos labradores, para hacer un poco más clemente la visión de la muerte violenta e inesperada que imponen las guerras…

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De sanar el alma...

“Regreso al Café de los Corazones Rotos” 
Penélope Stokes 
B de Bolsillo Ficción.
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Atardece en Belladonna. Ha retornado la primavera y el sol brilla en una lágrima de la vieja Donna, ya reconciliada con la vida. Peach cierra su “Diario”. Ha debido tomar decisiones dolorosas y definitivas. En ese diario ha destilado los sentimientos –dolor, resentimiento, angustia, odio, gratitud- que golpearon duro cuando Robert, su marido por veinte años decide poner fin al matrimonio y la deja –cono también hizo su madre, toda la vida- pensando qué hizo mal.
Por recomendación de su psicoterapeuta, Peach regresa a la casa de la infancia, en Chulahachtie, Misisipi, desde donde partió escapando del control y las demandas de una madre que nunca pudo convertirla del todo en una “perfecta dama sureña”.
Vuelve remecida de escarnio, sin trabajo y sin objetivos a la vista, y cae otra vez víctima del control insatisfecho de esa dama influyente y perfeccionista. No puede irse como alguna vez hicieron sus hermanos Melanie y Harry, quienes solo volvieron a casa para el funeral del padre, un ser sensible y afectivo. No hasta curarse. El diario que escribe con unción a veces, con desesperación otras, con aspiraciones literarias siempre, le permitirá conocerse a sí misma. Desnudar esa relación conflictiva con su madre, con la vida. Odiar y odiarse de aratos.
Para avanzar y sanarse, elige una mesa apartada del Heart Break Café. Observará a Dell, su dueña, una mujer de probada resiliencia con quien nunca tuvo relación porque seguramente no era suficientemente buena para su madre. Verá el complejo ser que se esconde en Scratch, el manso ayudante negro. Compartirá mesa y momentos con Boone, un espíritu especial –tampoco bueno para una dama sureña: es gay- que el peor día de su dolida adolescencia la salvó del bochorno .
Comparará esas vidas simples y plenas con la suya, remecida de iras y frustraciones. Tendrá una aventura amorosa que se diluye en la nada…Tarde descubrirá que provocará dolor en quien será puntal de su sanación.
Cuando cree que recorrió de nuevo una infancia sin amigos y sin candor, una adolescencia de sometimiento a los caprichos de una BELL, una adultez de ceder espacios y seguir agradando, cuando sienta en lo profundo que está lista para una vida nueva, lejos, sobreviene el ictus de Donna, la madre, y todo deberá reacomodarse, a su pesar.
Azorada contemplará cómo puede un accidente cerebro vascular torcer dos destinos…
Otra mirada al “Café de los corazones rotos”. Esta vez, desde el interior de los cuadernos de Peach.
Entrañable. Lecciones de vida en forma de reflexión autobiográfica, necesariamente auto referencial. No pude menos que marcar muchas páginas, llenas de luz, pequeños mapas para atravesar los rigores de una vida que no siempre es cómoda y complaciente, para nadie.

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De amar amar amar...

“El amante japonés” 
Isabel Allende 
Sudamericana
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Alma nació para ser amada. La amó su adusto padre, cuando todavía era Alma Mendel, y la puso al cobijo del horror de la guerra que ya se abatía sobre Varsovia, en Sea Cliff, la mansión de sus parientes en San Francisco, en América.
La veneró Isaac Belasco, que no se atrevió jamás a confesar que la quería más que a sus propias hijas, que estaba dispuesto a todo para curar el corazón herido de los primeros meses, para nutrir después tanto anhelos como caprichos de esa sobrina política a la que el fanatismo nazi había dejado huérfana y desvalida.
Nathaniel Belasco, el benjamín de la familia de acogida fue elegido por la niña como fuente de afecto y seguridad. De su mano puedo la pequeña atravesar el estupor de los primeros días en otro continente, bajo otros cielos y otra lengua. Y cuando fue la desesperación de la juventud, el desasosiego de tener que asumir las consecuencias de una pasión arrasadora, fue Nathaniel otra vez el refugio: un esposo que no reprochó nunca. Un esposo hermano, la prolongación del cariño inefable de Isaac, el padre.
Amada hasta el paroxismo por Ichimei Fukuda, el menor de los hijos del jardinero de Sea Cliff. Un apego que nació en los días de infancia cuando los tres -Nat, Ichi y Alma- compartían juegos y rituales. Una pasión que sobrevivió a los oscuros días en que la población japonesa de los Estados Unidos fue exiliada en tenebrosos campos de concentración en lugares inhóspitos del país, consecuencia del ataque de Pearl Harbor; que pudo nutrirse de ternura, contemplación, placeres, devoción y absoluta entrega durante la encendida juventud, y sostenerse hasta la extendida adultez, el tiempo de la quietud, del amor reflexivo, cauto, agradecido. Latir aún cuando los amantes vivían días de labores y responsabilidades con las familias que pudieron formar, ella con Nathaniel, él con Delphine. Rehacerse mientras ella se convertía en afamada artista y criaba a Larry, el niño que engendró con Nat después de perder al bebé de Ichi, una criatura que no llegó a nacer y sin embargo encauzó la vida de su madre y el primo atento, y renovó el espíritu cansado de Isaac y Lilian.
Será adorada por Irina Vazili, otra migrante de los horrores –primero de la pobreza en Moldavia, donde vivía amparada por sus abuelos Petruta y Costea, y después de los abusos que no pudo, no supo, no quiso evitar Radmila, su madre- quien es demandada por Alma poco tiempo después de arribar por voluntad propia a Lark House, esa residencia de ancianos donde la joven encuentra por primera vez algo parecido a un hogar, además de un trabajo que la dignifica.
Por alguna razón que nadie entiende y sólo se develará cuando Alma abandone un cuerpo destrozado, después de acompañar con unción a Nathaniel, víctima temprana del sida, de compartir los últimos días de cuidado del esposo a quien la ligó un amor de hermanos, una amistad serena y agradecida con el amante de Nat, Lenny Beal, superados los ochenta, Alma se refugia en el ala de independientes de Lark House. Con lo indispensable y cajas de recuerdos que Irina y Seth –su nieto predilecto- deberán ordenar porque ella desea dejar impresa esta historia iluminada de fervores.
En el tiempo que sigue hasta el desenlace, la matriarca de Sea Cliff recibirá semanalmente una caja con tres gardenias, sus flores predilectas, y un sobre amarillo que hace desaparecer con discreción. Son cartas de Ichi, que trazan el derrotero de ese amor capaz de renacer en cada estación de la vida, sin contaminarse de deslealtades ni desazones…
Irina y Seth tal vez reciban el legado y puedan construir otra vida semejante de entrega y devociones. El tiene el espíritu de su abuelo y su bisabuelo, su misma bondad desinteresada, y ella las heridas que alguna vez tuvo Alma, para ser curadas con la lentitud beatífica de Ichi, el amante japonés.
 
Asistimos acá al final esperable de dos vidas que fueron luminosas, atormentadas, queribles en su glorias y sus pequeñas debilidades. Pero tal es la potencia y la carga afectiva de que las dotó Isabel, que brillarán –eternas- en la constelación de la Literatura.
La recomiendo, tan amorosamente concebida, tan vitalmente sostenida, tan consagradamente culminada.

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De otras oportunidades...

“Reparar a los vivos” 
Maylis de Kerangal 
Anagrama - Panorama de Narrativas
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Simon Limbres ha remontado la mejor de las olas. Liviano, en esa tabla construída por Sean, su padre, descendiente de maoríes, amante del océano, la noche y las estrellas. Regresa aterido y gozoso cuando la muerte le sale al encuentro.
Yace ahora, su corazón latiendo apenas, conectado a máquinas de reanimación. Nada queda de él, sino la posibilidad de donar sus órganos.
Mariane y Sean deberán decidir, en medio del dolor, del desgarro. El cree que hay algo más, y que el cuerpo de Simon, bello y joven con ese tatuaje que lo ligaba a los ancestros, debe conservarse entero. Mariane será permeable al pedido de Pierre Révol –enfermero de reanimación, el primero en abordarlos- y de Thomas Rémige, médico coordinador de transplantes. Dudan, se debaten…lo ven brioso e íntegro , enamorado como estaba de Juliette, vivo para cuidar de Lou, su pequeña hermana…
De todo lo que se pone en juego cuando hay que tomar una decisión definitiva: en la familia que dona, en los que recibirán los órganos que prolongarán sus chances, en el equipo responsable de coordinar acciones, en quienes deberán realizar las ablaciones, movidos a pesar de todo por emociones hondas; en quienes pondrán un corazón joven y aguerrido en el cuerpo expectante de una mujer –traductora, culta, interesante- : cincuenta y un años, miocarditis que la pone al borde de la muerte, que sólo se apena de no poder agradecer ese legado, ni conocer siquiera sexo, edad, procedencia de quien le dará otra oportunidad.
Morosa. Reflexiva –acá metafísica y cotidianeidad cimbrean juntas, en extraña simbiosis- la autora se dio tiempo para mirar con ojos comprensivos a protagonista y agonistas. Los cincela en todas sus facetas, con sus pasiones, sus miedos, sus debilidades, sus pequeñas oscuridades, su gloria.
Bello pasaje el que marca el momento previo al pinzamiento que detiene momentáneamente el corazón de Simon…Thomas Rémige ha prometido a la familia comunicar al hijo amado que Mariane, Sean, Lou,. Juliette, Mamé, lo aman, y ha llevado una pista grabada con sonidos oceánicos…olas, cielos inmensos, mar que golpea, acantilados y cataclismos, aluviones y pequeñas caracolas, laola perfecta, la última, la apoteosis perfecta de una vida plena.
No se puede abordar con prisa. Nos detiene acá y allá, nos obliga a la relectura…un detalle, una metáfora, un fraseo que se ilumina entre la pura belleza literaria y la profunda filosofía. Humana y sensible.

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De corazones rotos...

“El café de los corazones rotos” 
Penélope Stokes 
Ediciones B De Bolsillo
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El mismo día en que descubre que Chase la traiciona, Dell se conmociona con la noticia de que ha muerto, de que pesa sobre ella una hipoteca que amenaza dejarla en la calle…¿qué hacer, si siempre estuvo bajo el cuidado de su marido? Lo único que siempre se le dio bien fue la cocina. Tiene el apoyo de Tony, Boone, Cuesco y Brenda, pero deberá hacer un doloroso duelo, y sobrevivir.
Entonces Boone la lleva a ver la fachada de un viejo local, majestuoso pero en ruinas. Le pide que lo observe con el corazón, y que lo imagine como aquel café de la canción de Elvis Presley “Heartbreak café”, el café de los corazones rotos, que lo haga suyo, que cocine para todos…
Así, trémula e insegura, apostando todos sus ahorros, con el entusiasmo de sus amigos como única fortaleza, Dell convierte la ruinosa propiedad del Banco de Chulahatchie, Mississipi, regenteado por un miserable compañero –más bien enemigo, no la dejará olvidar la hipoteca, ni los vencimientos de alquiler- de infancia, en un lugar acogedor donde buscan comida de la buena, cobijo, afecto y aventuras no solo los habitantes del pueblo, sino también visitantes de lejanos lugares.
Muchas pasiones y muchos dolores coincidirán en Heartbreak Café. Dell atravesará el infiernos de la angustia, la humillación, el desamparo en casi completa soledad, hasta que descubre que en el pequeño y desolado piso de arriba vive, como ocupa, un negro enorme, misterioso y noble, que se presenta como Scratch. El instinto la convida a confiar en él, pese a los continuos avisos de sus prejuicios de sureña que son casi parte de su constitución física.
Con el diligente y cauto Scratch como mano derecha, se atreverá a bucear en lo más hondo de su dolor. Se alejará temporariamente de su casa porque debe restañar confianza: otras pasiones, dramas, traiciones impensadas se desatan en su entorno afectivo, y no tiene fuerzas para enfrentarlas.
Será solo el principio. Harán falta más que las empanaditas de manzana, los bollitos de maíz, los bizcochos de mantequilla, el café cargado, el magro de cerdo y mermelada de fresas para curar un corazón roto. Tendrán que develarse más secretos, tendrán que operar las peores miserias humanas para que Dell decida luchar por ese espacio que le salvó la vida, por esos amigos que estuvieron siempre.
Deliciosa. Mesurada. Si gozaste de Bagdad Café, si te emocionaste con “Tomates verdes fritos”, esta es tu novela.
Como cierre, un breve recetario con los manjares que aliviaron heridas y sanaron el alma en el cobijo del caféde los corazones rotos.

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De duelos que se imponen...

“También esto pasará” 
Milena Busquets 
Anagrama Narrativas Hispánicas
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Blanca debe transitar el duelo por la muerte de su madre, una mujer luminosa, alegre, desprejuiciada, culta, providencialmente relacionada con el mundo, quede pronto se ve destronada de su lugar en la historia –Barcelona. Cadaqués, barca, playas, perros para los veranos- por una enfermedad que antes de derrotar un cuerpo glorioso, devasta una mente brillante y optimista.
Una enfermedad tan arrasadora enferma el entorno y deja a la familia sumida en el desconcierto. Hay que elevarse desde el dolor de la pérdida, desde la culpa de los reproches y el alejamiento, desde no haber estado ahí, tomando la mano de la madre que moría…
Blanca hará su duelo en Cadaqués, en la casa de las fiestas de su madre, en su barca, el pequeño Tururut; con la perra que sobrevivió a su dueña; con sus mejores amigas; sus dos hijos que honran de amor a esa abuela y fueron los únicos que atravesaron con ella el túnel de la demencia para comunicarse y comprenderla hasta el final; con sus dos ex esposos, Guillem, que se quedó con Patum, la perra huérfana, y trae a la cabaña su hombría mansa, sus frutos de la tierra, su amor de siempre por Blanca, que vive entrando y saliendo de cataclismos emocionales; con Oscar, su segundo ex marido, que espera otra oportunidad de convivencia para criar a Nico, vital y plantado en los días ; con Santiago, ese amante ocasional que no quiere perderla…
Un verano sin mamá en Cadaqués. Con playa, amigos, excesos –drogas, alcohol, promiscuidades- , ex esposos que siguen amparando, amante en retirada y dolor, profundo dolor que sólo podrá restañarse una alborada en que Blanca sube a los cerros que aíslan Cadaqués, y ve a la madre, feliz como en otra época, marchando por el muelle, seguida de sus perros, saludándola con alegría. Entonces recordará el relato con que la madre ahora ausente ayudará a superar la muerte temprana del padre: …Un poderoso emperador reúne a sabios de todas las disciplinas para que le brinden la frase con la que enfrentar todas las adversidades. Cuesta encontrarla… “También esto pasará”.
Es la expresión que la madre empleó para los duelos, los finales de aventura y alegrías. 
Pasarán el dolor y la culpa. Quedará la herencia de elecciones, valores, valentía. ..relentes de virtudes que mamá supo dejar en su tránsito gozoso por una vida plena y digna.

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Hacer raíces...

“Así en la tierra como en el cielo” 
Sandra Comino 
Sudamericana Joven Novela
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El regreso de Angelina a “Los Robles” –petición de la nona, que condujo la vida de todos con espíritu de hierro, arbitrariedades, una autoridad que nadie se animó a discutir nunca- desencadena en la joven un aluvión de recuerdos….dulces, desolados, angustiantes y finalmente reparadores, porque lo que quedó en el pasado y no se pudo resolver hay que asumirlo, y seguir.
Recuerdos que rescatarán una saga familiar que une tres generaciones, dos continentes y dos ámbitos: el urbano y el rural. Uno con su previsibilidad y su organización, otro con la cadencia sólo remecida por las fuerzas de la naturaleza –crecientes, tormentas, plagas-, por los avatares de la historia que se imponen con su furia, su injusticia, su prepotencia.

El roble estaba ahí cuando el bisabuelo Basilio llegó desde Italia. Le habían asignado un pequeño acre, y a fuerza de tozudez y labranza lo convirtió en un gran campo productivo. Cuando sus tierras se multiplicaron y hubo gran galpón y rancho blanqueado a la cal, hizo traer a la esposa que había desposado en Europa por acuerdo con su suegro. Teresa, una delicada mujer citadina no pudo soportar la rudeza del marido ni la del paisaje. No pudo con la tristeza del rancho de tierra apisonada, con el rigor del clima. Tuvo que parir a sus mellizos en plena tormenta, con el techo lloviendo hasta en el lecho donde Crispina la ayudó a alumbrar. Basilio no toleraba el llanto incesante de los niños, y cuando tres años después nació Gregoria, desde Italia llegó el alerta: el padre de Teresa se moría, y reclamaba la presencia de su primogénita.
La estancia duraría trece años, en el transcurso de los cuales unos y otros idealizarían a los ausentes. Basilio construyó la gran casona blanca, cerca del roble al que ninguna tormenta logró abatir, y ella olvidó la brusquedad del marido que dictaba las largas cartas que enviaba. Regresó con dos adolescentes de educación y hábitos europeos y una púber estoica y bien plantada, que no sucumbió a la desgracia que se derramó sobre la casa cuando uno de los mellizos pereció en un accidente ecuestre y el otro decidió alistarse en el ejército italiano. Teresa murió de tristeza bajo el roble, y Basilio dio a Gregoria en matrimonio a su buen vecino, Próspero.
Gregoria no heredó la debilidad de sus ancestros. Se dedicó a entender la tierra y sus ciclos. Aprendió a hacer frente a su destino, y después del desconsuelo de la muerte del primogénito tras la llegada de Adelita, primera de tantas niñas, regenteó los campos y la casa con ánimo combativo , sin cejar al desaliento jamás. Trajo al mundo a cuatro mujeres más y cuando los muertos –incluido Próspero, el esposo- empezaron a sumarse, se puso bajo su advocación y no permitió que nadie desafiara nunca su autoridad.
Todas las hijas –menos la que tuvo que quedarse a cuidar a la nona- se casaron y se fueron del casco. Todas regresaban con su prole en los veranos.
Ana, la menor, contrariando la voluntad de Gregoria, se casó con un compañero de facultad y militancia, y cuando el rigor de la dictadura del 76 se llevó a su pareja, los niños -Angelina, Juan, Claudio, Fernando y Delfina- debieron trasladarse al campo y someterse como todos a los arbitrios de la Nona, a los rigores, las costumbres, la religiosidad ramplona, los ciclos vitales de Los Robles. Sufrir los prejuicios, temer a Dios y a los muertos, arreglárselas para disfrutar de lo bueno de un ambiente rural.
Cuando también desaparece mamá, y pese a que alumbran los ojos de Gabriel, tan pequeño como ella y también con un papá desaparecido “por algo habrá sido”, Angelina cree que las puertas del futuro jamás volverán a abrirse.
Se abren. Los niños crecen , retornan a la ciudad y hacen su vida.
Cuando las fuerzas de la nona desfallezcan, hará llamar a la mayor de sus nietos, a la que más se le parece en tozudez y aplomo, para pedirle que conserve la heredad familiar.
Angelina acude con intenciones de pronto retorno a sus actividades. Pero llegará otra cruel e incomprensible inundación que barre sembradíos y esperanzas. La zona padecerá la corruptela de un político inescrupuloso que aprovechará el avance de las aguas –conoce su origen, sabe cómo combatirlo- para comprar por nada las tierras de los campesinos desahuciados. La nona se erguirá del lecho y comandará a su troupe de muertos familiares para restituir la justicia.
Acá los dejo. Vivos y muertos. Recuerdo, espectros, anhelos.
¿Tomará Angelina, que tiene una historia de pérdidas, desconciertos, ocultamientos, negaciones cuyo recuerdo amenazaron siempre por ahogarla , el mandato familiar?
 
Una saga como muchas que alumbraron con los primeros atisbos de poblamiento delas grandes extensiones del “granero de América”.
Reverbera en mi recuerdo todavía la belleza extraña y melancólica de “La casita azul”. Con ese espíritu, y con tanto compromiso literario y vital, esta novela de Sandra que fue finalista el Premio Norma – Fundalectura Colombia 1997.

aprender a desprenderse...

“Como de la familia” 
Paolo Giordano 
Salamandra Narrativa
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Cuando la señora A. –dura y hermética- avisa que no vuelve, el atribulado jefe de familia empieza a desovillar, en tono intimista, suave, en primera persona, la historia de esa relación que cambió a esta familia joven de manera definitiva.
Él, un físico que siempre vivió preocupado por su carrera, por la posibilidad de crecer profesionalmente en lugares estratégicos, no la ciudad de que Nora, su joven esposa –exitosa profesional también ella, diseñadora de interiores de fama internacional- se manifiesta feliz y realizada. Él, tan poco dado a la charla y a la expresión de afectos, ahora siente que la llegada de A. fue providencial. Estoica, pragmática, con una personalidad labrada a fuerza de golpes y necesidades, esquemática y más bien prejuiciosa a la hora de definir “lo masculino” y “lo propiamente femenino”, pudo sin embargo impregnar de callada ternura y de aceptar con complacencia las costumbres de esta pareja joven que la toma cuando Nora debe guardar reposo en el transcurso azaroso de su primer embarazo. 
Pasar de eficiente cuidadora de la madre a nana del niño, es casi natural. Criará a Emanuele con afecto y blandura, y hará fácil y ordenada la vida de todos en casa. Convertirse en Babette y guardarse sus propios dolores –vive sola en un piso frío y afectivamente estéril desde que perdió a Renato, el único ser capaz de conmover sus rígidos principios- es cuestión de vocación que emprende con decidida abnegación. Por eso cuando anuncia “No vuelvo”, la familia suma al desconcierto y la sensación de abandono y pérdida de timón, el dolor de no saber por qué.
Por qué es el cáncer de pulmón que se llevará de a poco a Babette. “Estoy floja”, dirá cuando le pregunten. Solo eso como queja y explicación.
De eses tránsito desde la fortaleza, la energía, a este irse desmoronando sin rencores, trata esta novela.
Babette irá perdiendo la voluntad de lucha, su cuidada cabellera, peso y carnadura, y la familia naufragará en el desorden y la desesperanza. Emanuele, el niño, deberá aprender a vérselas solo con sus problemas de pequeño sobreprotegido, y Nora y su pareja deberán ver cómo se sigue cuando en un último, aciago encuentro Anna –ese es el nombre- se despida pidiendo que resistan juntos, que se cuiden y velen por ese niño delicado y diferente que les ofrendó la vida…
De procesos que viven los cuerpos, los espíritus y los ánimos en esta agonía que sólo termina cuando pueden visitarla en el lugar elegido como morada junto al único amor, Renato, que vivió y murió como un anhelante…
 
Especialmente recomendada a quienes debemos aceptar el dolor de una pérdida… para hacerse de fuerzas para transitar el duelo que sobreviene para procurar la cura.

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Una travesía del amor al desamor...


“Nadie se salva solo” 
Margaret Mazzantini 
Alfaguara 
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Delia y Gaetano se amaron. Con pasión. Con necesidad. Con desesperación. Ella se recuperaba de la anorexia -madre que la abandonó de niña, padre sumido en la depresión-; él buscaba independencia –padres comprensivos, hogar acogedor- y la posibilidad de proyectarse en un arte –el cine, como guionista- para el que carecía de verdadero talento. Estaban empinándose desde sus dificultades, y creyeron uno en el otro. No precisaron más. Pasión. Deseo. Sueños. Dos niños: Cosmo - frágil, sensible, casi etéreo- y Nico –vital y aferrado a la tierra.

Pero las dificultades de la crianza, el desgaste de procurarse los días, los desencuentros minaron la relación, que derrapó en reclamos y laceró en silencios y negaciones.

Ahora, separados, Gae invita a Delia a cenar, solos, en un cálido lugar del barrio que los vio construir felicidad y familia. Uno frente al otro, mirando qué poco queda de ese fuego, de los proyectos, irán dando claves, buscarán razones en los agujeros oscuros del no diálogo.

Crónica triste del desmigarse de las razones de una pareja. Testimonio de cómo los tropiezos de la vida enuna sociedad ciega, aplastan las mejores intenciones. Desoladora, pero con pasajes de extraña luz por lo que se salva y dignifica lo que queda. Leerla con el corazón abierto y lucidez de espíritu, aunque desgarre

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De nublarse y desleírse...

“Siempre Alice” 
Lisa Genova 
Ediciones B -  Grandes novelas 
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Doctora en Psicología, especialista en generación y desarrollo del lenguaje, Alice vivía junto a John –científico, investigador como ella- una vida intelectual y afectiva plena. Una profesional de Harvard, prestigiosa y requerida a quien solo molesta la elección de Lydia, su hija menor, que contrariando el mandato familiar –graduarse en la universidad, como sus hermanos gemelos Anna y Tom- elige la veleidosa carrara de actriz y desaira una y otra vez a su atribulada madre.

Alice borda los cincuenta. Es fuerte, atractiva, sensual. Un día olvida una palabra clave en medio de una conferencia y muy poco después se desorienta mientras corre, a dos cuadras de su casa. “Menopausia”- piensa- “stress y agotamiento”, se tranquiliza, y acude a su ginecóloga de siempre. Pruebas, estudios, especialistas y un diagnóstico demoledor: Alzheimer temprano.

De la deconstrucción inclemente de un ser brillante, del proceso doloroso de azoro, aceptación y acomodo de la familia, los amigos, los colegas, trata esta novela que sin embargo tiene un mensaje amoroso para quienes tienen, tuvimos , un allegado avasallado por esta tremenda enfermedad que borra el ser inexorablemente. Detrás de la ausencia, persistirá –velada- la luz que fue. Lo dice Alice, cuando mira y toca sus propios escritos: “me echo mucho de menos”.

Cuando ya no recuerde el nombre de sus hijos ni los procesos más elementales para mantenerse viva, ni distinga a los seres que la cuidan, persistirán los olores y los sonidos sanadores –sus pequeños nietos- que la pondrán a resguardo de la ira y la crueldad del desconcierto mientras transita el desenlace.

La autora es doctora en Ciencias neurológicas, para ofrecer este salvoconducto fue minuciosamente asesorada, por lo tanto esta novela se erige en una manera distinta –documentada y seria pero sobre todo abrigada en la sabiduría y la belleza de la literatura, ese arte bello que cura y nutre- de abordar un mal para el que todavía no se avisora remedio en el horizonte del conocimiento humano. Acogerla con corazón , emociones y mente vitales y vírgenes de preconceptos.

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Aceptar seguir...

“La luz de las islas púrpura” 
Doris Cramer 
Ediciones B - Grupo Zeta 
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Amberes, Europa, 1520. Cuando Andrees Van der Meulen siente que la muerte le toca la espalda, arbitra los medios para que Lucia –bella, etérea, superficial, materialista- y Mirijam -su pequeña rebelde, batalladora, temperamental, pragmática, desinteresada y noble hija menor- viajen en unos de sus grandes barcos cargados de valiosas mercancías a Andalucia, donde las esperan –a Lucia para que contraiga matrimonio ya concertado y a la pequeña para completar su educación- nobles parientes. Confía todo –incluso la prosecución de su floreciente empresa- en la persona equivocada, porque su contador dispone todo para desmantelas la fortuna, empezando por el abordaje pirata a la nave que conduce a las chicas.

En algún lugar de la costa norafricana –esclavas ambas- se decide el destino de las Van der Meulen. Lucia es elegida para un harén… no sobrevivirá a la tragedia aunque su hermana lo va a saber sólo muchos años más tarde. Mirijam –vejada y medio muerta de hambre, dolor, humillación- puesta en venta en el mercado de esclavos. Quiere la suerte cruzarla con Alí Al- Mansur, viejo y sabio sanador morisco, que la adquiere por unas pocas monedas y se da a la trabajosa tarea de curarla, enseñarle todo lo que sabe mientras espera que la joven recupere el habla, perdida como consecuencia del trauma de los horrores padecidos.

Abú Alí adopta a Lala Aziza –así la llaman-, Antes de emprender una larga travesía que los pondrá a salvo en Mogador, donde se instalarán y forjarán una vida consagrada al estudio, a la medicina alternativa, y a florecientes negocios.

Cuando del pasado la joven conserve solo el pequeño tesoro legado por su madre –una historia de glorias y tragedias que conserva en viejos papeles amarillos- y los recuerdos, vendrán a su vida el capitán portugués que logrará contagiarle definitivamente e l gozo de “lo por venir”, y el tierno amigo de la infancia, como una sombra, justo en el momento más desesperado, cuando todo empieza otra vez a derrumbarse.

Un viaje azaroso por la oscura desazón, la clemencia, la villanía, la desmesura, el afán sin límites y el espíritu de conquista y los desbordes de un tiempo y una geografía en expansión, que preparan con su violencia y su fervor para la modernidad que llega. Una mirada sensible a una cultura en constante lucha por su dignidad.

Estamos en plenos siglo XVI. Europa se multiplica en colonias …la costa africana, la América recién descubierta, el comercio con las especias, las sedas, el exotismo de las Indias. Quizás se pueda reprochar una balanza demasiado inclinada en favor de la lógica y los intereses europeos. Son puntos de vista.

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“La excepción” 
Audur Ava Ólafsdóttir 
Alfaguara 
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Lo tenía todo. Un marido inteligente, buen mozo, presente en cada detalle de galantería. Después de ocho años de matrimonio y con trámites de adopción interpuestos, la maravilla de los mellizos, cuando desestimaba ya la posibilidad de concebir. El, especialista en Teoría del Caos, ella, dedicada a salvar niños víctimas de las guerras del mundo. Por eso, la noche de año nuevo-once años de felicísima pareja- en que Floki dice que se va a vivir con su amante –varón, compañero de trabajo-, el mundo de María se derrumba.

Perla, un ser excepcional en todo sentido –es literalmente una enana que a fuerza de resiliencia superó una infancia sin padre y madre trabajando a destajo, y las muchas miradas prejuiciosas y sorprendidas que además significaron quita de afecto y compañía- apuntalará los primeros los primeros pasos de la vida de “madre sola”. Porque Perla, además de buena vecina, es psicoanalista, especialista en problemas de pareja (en sus muchas horas vacías escribe abigarradas novelas negras para un escritor que las firma, así que siempre anda con una trama de crímenes y oscuridades en la cabeza). Con su cauta guía María empezará a atar cabos y descubrirá el por qué de tantas noches en soledad, tantas evasivas respuestas resueltas con un hermoso ramo de rosas blancas…

Cuando aprenda a sostenerse para seguir siendo la buena madre, la profesional sensible, aparecerá un padre biológico que quiere entablar contacto, y, apenas se construye el puente, él se muere o se quita la vida y la deja con la misión de trasladar sus restos a su rincón elegido, lejos de la isla helada donde María y su familia –dos padres azorados por el impacto de tantos vuelcos- hacen sus cotidianeidad. En medio de este querer rescatar un esposo bisexual, aparece la cita de adopción, cuando casi la olvidaban. Aprovechará el viaje para despedir a ese hombre elegante y sobrio que le dejó un legado genético

para conocer muchos detalles curiosos y desconcertantes…descubre que compartió lugares, juguetes, esa casa junto al mar, situaciones con ese otro Albert –papá de crianza también es Albert- que siempre tuvo pistas de esa hija, su familia, sus pequeños como testimonian tantas fotos. Volverá a casa limpia y segura, con la niña –otra víctima de la crueldad humana-que le han asignado. Una manera de sanar sanando, y de hacer con lo que le queda, una familia diferente. Bella, morosa, vital. Para leerla atenta a la riqueza de cada página. Hay seres excepcionalmente trazados en esta novela que dejará huellas en quien la aborde

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Pasiones que elevan y sanan...


“En brazos del enemigo” 
Canela 
Edhasa Novela 
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Lucía debió aprender a hacerse, a tejerse una trama de fortaleza y lumbre porque siempre la rondó el desamparo. Creció en Cuesta Blanca, Córdoba, en los dominios de la poderosa familia Nadal, donde su padre era puestero. Amaba a Nahuel, el hijo varón de los patrones, y cuando un accidente lo dejó parapléjico fue su contacto con el mundo hasta que el peso del infortunio hizo que la propiedad se vendiera y la familia Garabato se mudara a Buenos Aires con la débil garantía de una pequeña propiedad y trabajo en un haras para papá y Lisandro, su hermanastro. Nadie supo nunca que el “título” fue consecuencia del abuso del “correcto señor administrador”.

Buenos Aires. El extrañamiento pero también la posibilidad del Fernando Fader primero, el IUNA después. En el sótano húmedo -acondicionado por Anastasio, el papá que finalmente no logra amigarse con la ciudad- de esa casa barata, empezará a trazar un destino de artista. El empecinamiento la salvará cuando el hogar se desmigue y se quede sola en una ciudad que atrae y expulsa. En Plaza Italia se conectará con Primi –artesana ,boliviana, indocumentada- y en la feria de Palermo se hermanará con Charlie, que tras su máscara de explosiva alegría esconde la tragedia del rechazo del padre por la condición de gay.

Primero convivirá con Primi, y Charlie se cobijará con ellas cuando descubra que tiene sida.

La pequeña y peculiar familia que forman –todos participan de los ambiciosos proyectos de Lucía, entregada a atrevidas instalaciones- sorprenderá a Octavio, que llega al humilde barrio a rescatar a su hermano. Aunque él se resista y ella no quiera admitirlo, Lucía y Octavio –sociólogo culto, de clase- serán atraídos por una pasión que nublará el doloroso recuerdo de Nahuel, las desgraciadas circunstancias vividas por las familias, la culpa de que Charlie se deje morir cuando Lucía esté ausente, en el vértigo de una carrera que se abre promisoria, y de la que Charlie –de regreso a la casa de infancia, al cuidado de Sonia, su madre- sabe ya nunca podrá ser parte.

Una prosa poderosa y atractiva, con idas y vueltas en el tiempo. La mirada de un narrador clemente que mira desde afuera, el relato descarnado a veces, misericorde de a ratos, que hace la joven en primerísimo plano, hacen una novela que es también tributo al arte y su poder sanador. En la pequeña “Libreta roja” se dará cuenta de elecciones, aprendizajes, evoluciones de un ser que se forma en un mundo de elegidos.

La recomiendo de alma aunque la lectura –con buen cimiento y mejor levadura- no sea ni llana ni liviana. Para seguir creyendo en el hombre.

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Volver a creer...


"La gente feliz lee y toma café"
Agnês Martin-Lugand 
Alfaguara 
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Tal vez podamos hablar acá de “Literatura femenina” –aunque incomoden los rótulos- : un drama que se narra en primera persona desde el punto de vista su protagonista mujer.

Diane –joven, insegura, dependiente- perdió a Colin, su esposo, y a Clara, la pequeña hija de ambos, justo cuando empezaba a comprometerse con un café literario –“La gente feliz lee y toma café”-, tarea que comparte con Félix, un amigo con un espíritu especial –es gay- que la cobijará y seguirá lidiando con el emprendimiento cuando se hunda en la depresión y la abulia.

Al año de la tragedia, la joven decide que Paris ya no puede ser opción, y se muda a un pequeño pueblo marino irlandés: Mulrany. Alquila un cottage frente a la playa, y la vigilancia amorosa de Félix será reemplazada por la de sus caseros. Pero hay un vecino tan solitario, tan hosco y tal vez tan doliente como ella, que despertará todas las pasiones dormidas; ira, nostalgia, curiosidad…Diane deberá elegir otra vez. Su piel, sus sentidos, sus emociones deberán despertar para tomar las riendas de una vida rota. Jóvenes y adultos. La preferirán ellas…o varones con la sensibilidad de Félix. Las huellas indelebles del origen...

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"Mujer de barro" 
Carol Joyce Oates 
 Alfaguara
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Desgarrante. Una lectura que agobia, a la vez que seduce y genera pasiones.

Uno desfallece por ayudar a M.R.. Brillante, segura, con posturas claras a favor del pacifismo –lucha para que la Universidad conservadora , de la que es primera rectora por su formación a todas luces superior a las de sus colegas varones, se pronuncien contra de la guerra de Irak-, es una intelectual querida y respetada. Pero la fortaleza que ha construido empieza a resquebrajarse y el pasado amenaza filtrarse y corroerla. Antes fue “Niña de barro”, hundida por su madre en las marismas de un río fangoso, rescatada yerta y aterrada por un joven trampero. Ahora, el origen es una herida infecta. Recuerda con horror los días de violencia y miedo en su primer hogar de acogida; el rescate definitivo de Agatha y Konrad, una pareja de cuáqueros que cubren con la adopción el dolor por la muerte de la primera Meredhit Ruth y el temor a una vejez de abandono y soledad. No podrá sustraerse al pavor. Siempre será MUJER DE BARRO. Una realidad de pronto adversa y una psicosis creciente tejerán una red de dolor, confusión, locura…Vuelve a casa, a sanar junto al único padre que la quiso bien –Konrad-. ¿Podrá conservar su posición en la Universidad, recuperar a André, el amante, única forma de amor que pareció merecer? ¿Podrá rescatar su proverbial equilibrio, así como antes pudo burlar un destino –su madre biológica dictaminó “muerte”, sus padres de adopción “quédate y cuídanos”- trazado por otros?.

Leer a Oates con cuidado. No digo con devoción ni entusiasmo , porque esta literatura donde todo es liminar o extremo no despierta adhesión espontánea. En sí misma, en sus elecciones, encarna con cruda lucidez la problemática de la mujer por su inserción en la vida social en los dos últimos siglos.

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De pasión y compromiso...


"La ridícula idea de no volver a verte" 
Rosa Montero 
Seix Barral - Biblioteca Breve
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La lectura del emotivo diario que Marie Curie escribió durante un año para transitar el duelo por la pérdida de Pierre, esposo, compañero de búsquedas científicas, de denodados esfuerzos, de alborozadas sorpresas en el laboratorio, padre amoroso de Irene y Ève, suscita en la autora la necesidad de abordar la vida peculiar y sufrida de este matrimonio, investigar y comparar las biografías existentes y por fin dar testimonio de quien atraviesa el mismo dolor: la pérdida prematura, desoladora por lo imprevista, de Pablo, pareja de Rosa Montero por más de veinte años.

“La ridícula idea de no volver a verte” opera como un carving: la marca definitiva, diáfana, que Rosa Montero coloca prolijamente , con coincidencias sutiles –la manera apasionada primero, piadosa después, de amar y sobrevivir al amor- y pregnantes –las dificultades de género para abrirse paso en un mundo previsto y gobernado por hombres- sobre otra marca, delicadamente trazada ya con materia del tiempo por Marya Skolodowska, Manya, Marie Curie, para contarle al amado del transcurrir de la vida de la pequeña familia sobreviviente, en ese lacerante año de acostumbrarse a la ausencia.

No es una biografía, sino notas esenciales acerca de la lectura de muchas. Reflexiones sobre una vida dura y azarosa, sobre el dolor –bellísimas construcciones para hablar del dolor, de la pena, de la soledad, del elevarse tozudamente desde las dificultades-, sobre un derrotero de obstáculos que debió vivir María Curie para dejarnos un camino abierto, a las mujeres principalmente, pero también a los osados que siguen hurgando en los misterios y tienen siempre más preguntas que respuestas.

Iluminado por la identificación, por la comprensión amorosa, por la admiración. Leer, leer, leer.

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De ensimismarse y abrirse al mundo...

"La mujer que buceó dentro del corazón del mundo "
Sabina Berman 
 Editorial Destino - Colección Ancora y Delfín
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De belleza extraña y lacerante. Pasajes que desgarran hasta el hueso y trayectos de conmovedoras certidumbres. Una novela tan peculiar como única su protagonista. Vívidamente hermanada con lo no-humano de la realidad. No comprende ni tolera metáforas y eufemismos. No soporta el contacto físico con las personas y siente una cálida atracción por el mar donde transcurre su vida, desde el rechazo primitivo de su madre que la condena al ostracismo, convertida en una pequeña bestia autista, hasta el rescate de su tía que bruñe con ternura y paciencia infinitas la joya que encierra esta niña con capacidades especiales.

Verterá luz y plenitud en quienes comprendan su razonar duro y pausado. Algunos verán en ella solo la posibilidad de enormes negocios. Ella, desde la soledad estoica de su condición –casi idiota, casi genio- salvará a sus hermanos atunes, delfines… pero antes devolverá con creces la devoción de Isabelle, su tía, cuando la agarroten la enfermedad y la agonía. Dirá por ella las palabras necesarias cuando se le pierdan, la cobijará, le dará alimento, higiene, abrigo, y después de devolverla mansamente a la tierra –sola- resolverá sus diferencias con el mundo, para por fin poder entablar amistad con el universo. Atrapa, desde la dureza y el despojamiento. La tibieza, el confort, el alborozo, fluyen con la lectura paciente. Adultos.

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 Del dolor del alma...

“Los años de peregrinación del chico sin color”  
Haruki Murakami  
Tusquets Editores - Colección Andanzas
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Cuando Tzukuru Tazaki siente que se hunde en la soledad y el abandono, cuando se cree un ser anodino y sin color, se sienta en las estaciones de tren para verlas funcionar, complejas, cronometradas, vitales, precisas…El es parte de ese orden. Prepararse para proyectarlas y construirlas le salvó la vida  cuando sin que mediara explicación, en uno de sus regresos a Nagoya –vive en Tokio, donde estudia- sus  amigos  de siempre se negaron a volver a verlo . Estuvo seis meses al borde del abismo, transformado en apenas la sombra de quien fuera. Y un día, a pasos dela disolución, de dejar de ser, despertó para volver a integrar el mecanismo que mueve el universo., como un eficiente ingeniero en construcciones especiales.

Transcurrieron dieciséis años. Sufrió otros abandonos . Se ató a los días escuchando con unción “Los años de peregrinación” de Liszt, para conservar algo de la luz del pasado junto a Aka, Ao, Shiro y Kuro. Ahora tiene a Sara. Si no quiere perderla deberá  hurgar en su pasado. Reencontrar a sus amigos. Saber qué pasó para que lo borraran. Sara sugiere, colabora, abre caminos. Deberá volver a Nagoya y viajar a Helsinki para  rehacer una historia que restañe una herida que duele todavía.

Acá lo dejamos, sentado en una de las  estaciones que diseñara con gozo para el infinito orden, antes de la cita en que Sara –tal  vez-  abra la puerta hacia un camino con color, sonidos, presencias que no se borren nunca.

Como la vida, esta lectura. Hunde en abismos  desgarradores, eleva a la gloria delos sentimientos más claros, Y al final, una luz pequeñita y los sentidos del mundo, para convidar otros principios.

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“Memorias impuras” 
Liliana Bodoc 
Suma de letras - Primera y segunda parte. Edición definitiva
(Presentación de la segunda parte “Los huérfanos”)
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Memorias impuras – Los Padres, de 2007, daba cuenta de una revolución encendida por la llegada de un cometa. De su sofocamiento y de la luz en ciernes por el alumbramiento de una princesa . Esta nueva versión aparecida en 2013 contiene esa primera parte, y su continuación, “Los huérfanos”.

La blandura que el amor por Bérnaba había impuesto en el ánimo de Crispino, y se tradujo en tolerancia para el pueblo, es apenas recuerdo lejano. Junia desvaría de soledad y resentimiento. Cayo Catarina –con Rumiñavi preso y los maestros derrotados- recuperó protagonismo y gobierna otra vez con fiereza. Zucas Huayna ha perdido su optimismo. Zope Zopahua no hace bailar la cuerda de Tovar. Lejos de donde bulle la vida, en la vieja carreta donde se amparó con los hijos de Bérnaba

-dos momias y una profecía-, Cusi siente que su hermosura se desvanece en hastío y desesperanza. Solo Anas palpita. Está completando su formación con Largo Yanga, su tío, el gran príncipe cue cue, cura con devoción y alegría y sabe echarse a soñar para interrogar al tiempo.

Entonces regresa Mizquiel de la metrópoli. Viene con la nostalgia de la revolución rota, a despertarla para que tanta muerte -Colibrí, su maestro; Quili Perdiz, su madre, tanto cue cue, tanto cambujo, tanto mitimae caído- no sea en vano. Vuelven a escucharse los tambores de las madres del son, y la Logia Bagual conspira con entusiasmo contra la crueldad infinita del orden virreinal de Rodal Crudo. Albora se despereza . Pero también retorna Cuevas, con la aviesa intención de torcer rumbos e imponer un nuevo régimen en el que los viejos métodos se suavicen e incorporen tal vez la sustancia de la poesía de Zope, la luz de la profecía de Anas.

La suerte está echada. Lo viejo y lo nuevo no pueden trenzarse como los dibujos de la cuerda de Tovar. Habrá traiciones, pero alumbrarán lealtades que se impondrán sobre la sangre derramada. Anas Huayna y Mizquiel enarbolarán una nueva bandera, y la inmolación de Cusi, Zucas, Zope, Quili, Colibrí, marcará el camino.

Bella. Militante. Una prosa limpia y honda, para narrar la generosa gesta de pueblos que se juntan a tejer sueños de libertad.

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 De principios y descubrimientos...


“Ellos y” 
Esteban Valentino 
Ediciones Abran cancha - Colección Caballo bayo
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Lo terreno y lo celeste. La familia primigenia –padre, madre, hijo, hija- puesta en un mundo en que todo está por descubrirse. La preocupación por la sobrevivencia –padre caza las carnes caminantes, madre busca ese sabor que la llenará de gozo, porque en el cocido ella pone riesgos y esperanzas-; la hondura de la búsqueda más allá de lo telúrico -hijo teme hasta la angustia la nada que sería sin la presencia de la luna , hija sabe que ya nada será igual desde que conoció la mar y ese sonido y ese aroma la envolvieron para siempre-. Aprender a quererse y a veces desquererse para fijar prioridades. A nombrar lo que hay y lo que se siente. Aprender de distancias y separaciones. Del amor que duele, conmueve, eleva. Del dolor que somete y acalla. De ansiedades y pesquisas. Aprender a morir y despedirse.

Casi no hallo palabras mansas, bravías, claras, oscuras, altivas, inocentes para hablar de la belleza de estos breves “episodios”. Relatos brevísimos, sugestivos, que se leen una y otra vez, para descubrir en cada abordaje algo nuevo y convidante. Se pueden tomar como eventos independientes. –Todos cierran maravillosamente ajustados, pero juntos hacen el trayecto vital de “ellos”. Una humilde y brillante cosmogonía. Jóvenes y adultos. Paro volver a cautivarse con esta lengua de gleba y cielo que nos puebla.

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Jugar  y colaborar...

“El juego de Ripper” 
 Isabel Allende 
 Editorial Sudamericana
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Amanda quiere mucho a Indiana, su madre, aunque reconozca que suele ser un desastre en el manejo de sus afectos y su economía. Esa mujer exuberante, genéticamente buena, que se entrega con devoción a la aromaterapia, los masajes sanadores y cuya simple presencia es un bálsamo de quietud para su variada clientela de la Clínica Holística, es un extraño ejemplar de confianza y optimismo, que a menudo debe pedir socorro a Blake Jackson, su padre, o a Bob Martín, su ex marido, ahora Inspector jefe de la policía de San Francisco. Amanda es mucho más perspicaz, intuitiva y terrena que su madre. Confía ciegamente en su abuelo, a quien adora. Blake –Kabel cuando hace de “esbirro” en el juego que guiará la vida de todos, y los llevará del estupor y la desesperación a la tranquilidad de la paz recobrada- es su confidente y refugio.

Cuando empieza a conectarse con otros cinco jovencitos –todos especiales, todos raros y brillantes, de distintos y distantes lugares del planeta- para jugar al Ripper, un juego de rol para investigar crímenes resonantes de la historia, será la “Maestra”. Se toman un poco en broma la profecía de Celeste Roko acerca del “baño de sangre que asolará San Francisco”.

No imagina que deberán ayudar a su padre, a la policía de San Francisco y todos sus equipos de investigación a descubrir que los crímenes no son casualidades, que responden a un patrón, que están vinculados y que detrás hay un solo asesino serial, un psicópata prolijo, obsesivo, de una inteligencia que raya la genialidad.

Amanda se desdoblará: la pequeña que padece el secuestro de su madre, víctima definitiva del asesino, con conductas regresivas, con ausencias que la doblan en dos y la dejan cada vez más pequeña a causa del dolor , y la sagaz maestra de Ripper que descubrirá la identidad del “Lobo”, el momento justo que ha elegido para ultimar a Indiana y que por eso pondrá a Ryan Miller, un recio combatiente sobreviviente de las peores guerra, un hombre conmovedoramente enamorado de <indiana, en la ruta del rescate, que será a costa de su vida.

Con el estilo, las marcas, la capacidad de crear ambiente y personajes de Isabel Allende, que hace tan queribles sus criaturas, nunca planas, siempre plenas de contradicciones, sensibilidad y magnetismo.

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El tiempo sana y ahonda...

“Y las montañas hablaron” 
Khaled Hosseini 
Salamandra Novela
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Pari fue arrancada del abrazo protector de Abdulá, su hermano mayor, cuando Sabur, el padre, aceptó venderla a la familia de Suleiman Wadathi para garantizar la vida del resto de la familia durante los crudos inviernos en Shadbagh. Crecerá observada por Nabi , hermano de su madrastra, que sirve en casa de los nuevos padres, hasta que la desgracia derrumbe el esplendor de los días en Kabul. Suleiman yace discapacitado y Nila huye de la realidad y se lleva a la niña a París.

Nila , exquisita poetisa, será admirada y querida, pero siempre la asediarán el dolor y la adversidad: amantes que no puede retener, alcohol, autodestrucción. Pari aprenderá a cuidarla, a ponerse fuera del alcance de su desamor, a vivir sin ella se quite la vida. Se convertirá en una mujer sana, cauta, capaz de formar una familia amorosa y brillará con luz propia como eminente científica.

Nabi cuidará de Suleimán hasta el fin, y hará clemente su muerte. Atravesarán juntos el horror de las guerras y la destrucción de Afganistán. Cuando lleguen Markos Varvaris y un equipo de médicos dispuestos a la recuperación delos niños, Nabi, que siente que su hora se acerca, cederá la casa y pedirá el cirujano que encuentre a su sobrina. El –un griego que creció en la isla de Tinos con su madre y una niña extraña y poderosa desde un accidente que le desfiguró el rostro- cumplirá el encargo y quitará los velos a esa sensación de una gran ausencia que siempre acompañó los días de Pari.

Ella, prematuramente envejecida a causa de una viudez temprana y una artritis deformante que agarrota sus manos, buscará a su hermano y lo encontrará en San Francisco, perdido en la niebla implacable del Alhzeimer. Pero para rescatar la historia de la familia estará la otra Pari, su sobrina y entonces sonará la vieja canción de cuna con que Abdulá la consolaba de pequeña … “Encontré un hada pequeñita y triste / bajo la sombra de un árbol de papel…”

Las Pari –Pari es hada en farsi- cerrarán en París el triste destino de los desencuentros mientras abren el legado del hermano: la vieja lata repleta de delicadas plumas que la niñita cobijaba como único tesoro de una infancia huérfana y despojada. Tibia. Lacerante. Historias de desgracias y portentos que se engarzan en un tapiz formidable de destinos. Amor, abandonos, lealtades, sufrimientos, legados. Protagonistas que se elevan desde la adversidad y pelean por una vida digna y mejor desde geografías y culturas diferentes: Afganistán, Grecia, Francia, América, en el medio siglo que transcurre entre otoño de 1952 e invierno de 2010

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Tras las huellas de un misterio...

“El perro del peregrino” 
 Liliana Bodoc 
 Alfaguara Serie Roja
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El peregrino salva al séptimo cachorro de la camada lanzada al lago Tiberíades, y lo lleva donde Sara, la prostituta, para que lo prohije y consiga quien lo amamante. El pequeño tiene el color y la entereza de un león, pero es frágil como una miga.

Cuando pase a recogerlo, Miga de Pan será un perro fuerte y agradecido. Seguirá los pasos de su padre por caminos, aldeas, desiertos y cavernas. Testimoniará una vida de prédicas, pláticas, marcha incesante, pequeños milagros . Aceptará a su lado al desgraciado Salsifí cuando su dueño –otrora poderoso comerciante- perezca de hambre junto al templo. .

Verá los sucesos desde la altura de sus ojos y será testigo del encuentro de su señor con rebeldes y seguidores. Estará a su los pies de la cruz cuando le llegue la muerte, después de la traición de Judas.

Ahí se quedará. Por eso no verá a Sara caminando tras las pistas del amado que padece el martirio mientras se acaricia el vientre do0nde pugna una vida nueva. Ni acompañará a Damiel, el eunuco, que tras haber perdido primero la virilidad y después el favor de su protectora, hija de Herodes, buscar la libertad tras ayudar a Mircia a enterrar al pequeño Simón, víctima de la lepra. Nada le queda a Mircia, ni su antigua rabia ni su duro juicio por todo lo que consideró impuro ¿Cómo, si la salva el más impuro?. Irán juntos a Egipto. Miga de León no los seguirá. Se quedará a defender al hijo de María del furor del perro del extranjero de lengua cautivante, el que engatusó al buen padre que quería respetar la voluntad de su única hija, y a la hija instándola a romper las reglas…

Muchos destino, hermanados y paralelos en la antigua Galilea, desde los ojos, el olfato y el andar sobrio del perro amigo.

Una bella semblanza del hombre que fue Cristo. Una personificación magistral del demonio y su capacidad de seducción. Una pintura magnífica de época y geografía de un tiempo signado por rebeldía y claudicaciones. Un Bodoc tan intenso como amoroso y mesurado. Simplemente bello.

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Para amantes del cine de autor...

“Atardecer en París” 
 Nicolas Barreau 
 Editorial Planeta
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Alain Bonnard no puede creer tanta dicha. La chica del abrigo rojo, la que asiste a todas las sesiones de miércoles –películas de amor, porque “para buscar el amor vengo al Paradise”, dice ella—del Cinema Paradise, ha dejado de ser simple anhelo para ser presencia, aunque conserve gran parte de su misterio y lejanía. El director de cine Allan Wood, se acerca una noche al Paradise junto a su actriz fetiche, Solène Avril, manifestando su interés por grabar escenas de su próximo filme en el ambiente candoroso, nostálgico y tibio de la vieja sala que heredara del magnífico tío Bernard. De pronto, la vida parece encenderse. Por él y por su pequeña sala se interesan todos los principales diarios que han inventado incluso un romance con Solène, francesa, de regreso desde Norteamérica para esta esta “Recuerdos de París” que ha de consagrar su carrera; le llueven propuestas de las grandes cadenas de cine, de las que venden palomitas y publicidad.

Y justo cuando el mundo parece entender que el cine es arte y es pasión que merece un escenario especial –el Paradise es eso-, cuando el amor de Alain por los viejos puentes, los boulevares, los pequeños paseos, los viejos rincones con historia encuentra compañía…la chica del abrigo rojo y delicada sonrisa desaparece sin dejar otra huella que el recuerdo de una noche única.

De increíbles coincidencias, de sucesos que parecen responder a eso que llamamos “destino”, del dolor inenarrable de las pérdidas, de la búsqueda inclaudicable, de la fuerza de la pasiones –el amor romántico, el buen cine, la belleza de la vieja París, la amistad perdurable- trata esta bonita novela de un joven escritor francés que ofrece además un repertorio de filmes de amor de distintas épocas, como festivo cierre de su propuesta. Entretenida, romántica, aunque alguien pueda etiquetarla de liviana y pasatista

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En dos planos...

“Diciembre, Súper Álbum” 
 Liliana Bodoc 
 Alfaguara Juvenil
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A ver si logro traducir la densidad, la extrañeza, el magnetismo de esta novela. La revista en la que se publica –en formato de historieta- la historia de Santiago, su pueblito perdido, su cementera, su decadencia, cambia de dueño y éste decide que ya no habrá continuidad para la serie que narra una búsqueda casi obsesiva. Guionista y dibujante deberán cerrar el ciclo en el Súper Álbum de diciembre.

Entonces, junto al destino del protagonista y del parque que motiva la pesquisa, leemos los enfrentamientos de guionista -que se va- y dibujante, que se esmera en un final apoteósico para una saga que se desarrolló en viñetas –blancos, negros y grises- por muchos años. Magistral trabajo de la autora, que puede sostenernos en dos planos: el argumento de la historieta y las labores de guionista y dibujante sobre la misma, y a veces –con maestría- hacerlos uno en el trazo de personajes, climas, geografías, tragedia… porque en tanto se nos cuenta con la técnica del relato los sucesos que se viven, se nos dice que se esbozan las figuras en negro, en el fondo, o que la crueldad de Lupe aparece en primer plano, o que el beso de Santiago y Natalia ocupará tres viñetas y aún se prolongará a una cuarta.

El guionista impondrá para el Súper Álbum de diciembre el final abierto de siempre. El dibujante tendrá que dejar a Santiago dentro de su auto rojo de viajante, preparado para ir a cualquier rincón donde le den pistas de un viejo parque regenteado por húngaros.

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A prueba de todo...un amor para siempre...



“La educación de un hada” 
Didier van Cauwelaert 
Alfaguara
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No es un libro reciente. De 2001. Ojalá Alfaguara lo tenga en catálogo, porque es una pequeña joya capaz de engarzarse en tus dolores, en tu hondura, para llenarte de luz. Una novela de hadas, para adultos.

Nicolas toca la felicidad absoluta cuando conoce a Ingrid y a su pequeño hijo. Es inventor de juegos, y con los royalties de “Creo el mundo” puede ufanarse de una vida desahogada. Ha recuperado con esfuerzo la granja de la familia , el sitio ideal para que Ingrid pueda montar su laboratorio y estudiar el comportamiento de las aves –es una ornitóloga prestigiosa y dedicada-, y para que Raoul crezca en un ambiente sano y amigable, y alardear de ser el único niño con padres que viven juntos.

Un día Ingrid anuncia que ya no quiere esa vida, aunque Raoul siempre será el hijo querido de ambos.

La vida de Nicolas se derrumba. No sabe por qué le da por meditar si situación haciendo compras caprichosas en el super del pueblo. Siempre pasa por la caja 13, donde lo atiende afablemente una joven menudita, delicada, diferente. Es Cesar, inmigrante irakí que escapa de un destino de guerra y violencia: Irak, Jordania, Vancouver. París. Espera ahora obtener su residencia y el permiso para iniciar sus estudios universitarios.

Una chica que padece callada, es capaz de ser casi invisible, de intuir, de comprender. Los acontecimientos llevan a que padre e hijo confíen en ella. A Raoul el clima de casa no le ha pasado desapercibido. Aunque ahora se muestre hosco y lejano, cree en las hadas, y cuando crea encontrarla le pedirá tres deseos. Cree porque Nicolas, el padre elegido fue afanoso en la educación de ese niño sencillo y perceptivo, y lo ha llenado de magia y entereza.

¿Podrá esa hadita morena y sufriente conceder dones y aún conseguirlos para sí, para que los días de todos recobren vitalidad y confianza?. Leerlo es regalarse a uno mismo la ventura.

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Todo puede desmoronarse...

“El aromo caído” 
Ovidio Lagos 
 Editorial El Ateneo
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Ovidio se nos fue a fines de 2012. Y nos dejó entre otras muchas cosas –periodista, escritor, investigador histórico- esta bellísima novela que es un homenaje sentido y lúcido a la amistad, y un testimonio descarnado de época, el convulsionado siglo XX en la Argentina.

Enrique Castro visita por última vez La Albertina, señorial estancia que alguna vez fue dominio de los Henderson, a cuyo alrededor y por su iniciativa se asentó el pequeño pueblo, el ferrocarril, el correo, el bar…

Ahora que La Albertina es apenas un fantasma y solo queda la vieja casera para cuidar el casco, Enrique mira los campos y rememora su propia historia, y la de la familia gestora de ese poderío derrumbado: hijo de un respetado catedrático que nunca supo qué hacer con ese niño solitario que recorría silenciosas bibliotecas de la casa cuando tan temprano faltó una madre , lo puso de pupilo en un prestigioso colegio inglés. Ahí Enrique coincidió con Carlos, el primogénito del acaudalado estanciero Federico Henderson, hombre de temple, culto. Amante de la tierra criolla pero vasallo absoluto de su cultura anglosajona.

Carlos está ahí porque don Federico quiere doblegar su rebeldía. No lo conseguirá nunca y la relación entre ambos será siempre tensa y dura. Federico maneja campos, hombres y familia con manos de hierro y a su muerte sólo heredará el amor por la tierra a Isabel, quien cuando todo se desmadre rescatará un campo aledaño en Lobos, para culminar una vida mansa en La Laguna, su propia versión de La Albertina.

Marjorie, la bella esposa de oscuro pasado y Ronnie, el hijo menor, un diletante entre una homosexualidad culposa y sombría y la pasión por una vida de placeres, retornarán Estados Unidos cuando la dictadura del 76 –un gobierno aplaudido por la familia, a la que siempre horrorizó el populismo nacionalista del peronismo- secuestra , tortura y desaparece a Carlos, funcionario incorruptible que descubrió una estafa a gran escala y pagó con la vida su negativa a solaparla.

Será Enrique, el amigo, el confidente, alguien que también debió desafiar la autoridad paterna que vio en el periodismo –la carrera elegida por el hijo- una forma muy por debajo de su cultura para ganarse la vida, quien deba descubrir la suerte de Carlos, y ser testigo de la lenta y dolorosa disolución del imperio de una aristocracia que nunca se avino a formas democráticas de relación.

Una mirada fraterna, apasionada y misericorde. Ovidio, como su personaje Isabel Henderson, también eligió un campo de la provincia de Santa Fe para vivir sus últimos días. 

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Vivir a pesar del dolor...

“Alice” 
Milena Agus. 
Edhasa  (ahora también por Alfaguara)
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Alice ha sobrevivido a duras penas al dolor del suicidio de su padre y a la pérdida de cordura de su madre. Desde entonces es víctima de segregación y desconfianza. Por eso su tía –transformada en tutora- y sus primos, prefieren la bella Cagliari para las vacaciones. Ahí todos pueden ser quienes son, sin señalamientos. Cuando Alice puede elegir, opta por q quedarse ahí, en ese piso de viejo edificio junto al mar. Mientras restaña sus propias heridas mediará entre las de Mr Jonhson –eximio violinista que huye del éxito y del reconocimiento- y las de Ana, que aún enferma, trabaja incansablemente como doméstica, sin perder sueños ni alegría.

Cuando la señora Johnson abandone a su esposo en el piso de arriba, -Alice ofrecerá a Ana, del piso de abajo, que se haga cargo de las necesidades de delicado señor. Ambos ancianos nacen a una vida nueva y Alice deberá calmar los ánimos de Natascha, que teme otro fracaso amoroso de su madre, y recibir con alborozo a Johnson Junior y el pequeño Giovanino, un niño clemente y místico. Entonces cree encontrar el alma gemela que la animará en el logro de sus metas, pero deberá desengañarse pronto: Junior es gay. Podrá ser su confidente, su guía, su consuelo,. Le hará f alta cuando en el escenario vuelva a irrumpir Miss Johson, reclamar su lugar en la historia.

Así, en medio de desdichas y arrebatos de unos y otros, logrará conciliar y encontrar hogar y familia para todos. Su delicadeza y su oído atento lograrán acomodar la vida de los de arriba y los de abajo. Su cauta mansedumbre le forjará un destino en Cagliari, frente a la playa más hermosa. Los días le darán oportunidad de proyectos y de concretar sueños.

Melancólica y bella. Milena Agus tiene una competencia peculiar: entiende sentimientos, a menudo cargados de contradicciones, tormentas, paz fortuita, negaciones. Adultos

 

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Que leer sea una tarea fecunda...

“El taller de escritura creativa –en la escuela, la biblioteca, el club”  
María Teresa Andruetto - Lilia Lardone  
ComunicArte - Colección Pedagogía y Didáctica
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Un pequeño -¡pero cuán valioso-valiente!- tratado sobre el poder liberador, la seducción, la potencia sanadora de la Palabra y su territorio-cobijo: la Literatura, de cuya lectura y profundo gozo no deberían privarse maestros, profesores, bibliotecarios, talleristas.

Tres partes. Diría que más valiosas que la batería central de propuestas de juego –y son ochenta, variadas, con la lírica ,con el relato, con instructivos y normas- con la palabra y el encuentro con los textos, son la primera: una reflexión sobre por qué Literatura -no simple cáscara, libro objeto, sino , carnadura, belleza, fluir de valores y temas que tienen que ver con el vivir, el batallar y el amor del hombre- en casa, en la escuela y en los posibles espacios de encuentro. Sobre por qué Talleres de Escritura Creativa –ese manar libre, sorprendente, azaroso- - más que clases de literatura. Sobre el clima de ese espacio y tiempo especial. Sobre las características que debiera reunir el coordinador… Y el cierre: un convite jubiloso y nutricio de reflexiones, pequeños ensayos, breves poemas, simple “aforismos” de gente se entregó y tendió puentes don la palabra.

Para la consulta y el disfrute permanente. Tenerlo a mano todos los días, si uno es Maestro.

Estirpe de mujeres aguerridas...

“La  bastarda de Estambul”  
Elif Shafak  
Editorial Lumen Narrativa
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El clan Kasanci convive como puede en el konak decrépito de altos techos, en una Estambul cosmopolita que a Asya a veces se le antoja un inmenso barco que navega en el mar Negro, recibiendo a unos, despidiendo a otros.

Banu, la hermana mayor, prestigiosa vidente, curadora del alma y del cuerpo, soporta sobre los mismos hombros en que se aposentan sus dos yinnis, el peso de los terribles secretos de la familia. Cevriye se ha transformado en una adusta profesora de Historia Nacional desde que la fatalidad de los Kasanci –los hombres de la familia mueren temprano y trágicamente- le ha arrebatado a sus pequeños gemelos. Feride convive con los fantasmas de su esquizofrenia. Zeliha ha decidido muy precozmente tener a la hija bastarda y defender su libertad de mujer independiente, desenfadada., atea en un entorno devoto. No la atan más que las cadenas de los dolores pasados. Asya es su hija. Ha heredado su genio, su fuerza, su valor, pero no la imponente belleza de la mujer que jamás le ha dicho quién es su padre, y a quien también llama “tía”. También están la madre, Gulsüm, que apenas sobrelleva el dolor de la ausencia del único varón, exiliado en Norteamérica para romper la desgracia que amenaza a los hombres del clan, y Petite Ma, una viejecilla que un día supo ser la luz más luminosa de Estambul.

Ignoran cómo se van a conmover los cimientos cuando llegue Armanoush, hijastra de Mustafá, el varón protegido, y cuántos secretos tremendos enlazan en sangre y tragedia a las dos familias –turca una, armenia la otra-.

Un fresco maravilloso de dos culturas históricamente enfrentadas desde el genocidio armenio. Y mucho para descubrir en las calles y los rincones de Estambul, una metrópoli que cobija turcos, armenios, griegos, judíos, rusos, que vienen y se van, en incesante romería. Bella, profunda, conmovedora. Un canto a la tolerancia, a la capacidad de perdón y redención.

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Otra oportunidad para la vida...

“La delicadeza”  
David Foenkinos   
Seix Barral - Biblioteca Formentor
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Cuando Nathalie y Francois se encuentran y ajustan tan bien el uno con el otro, sienten a veces que tanta felicidad no es de este mundo, y se lanzan vivirla a bocanadas. Cuando la tragedia llega y arrasa hasta el más definitivo abatimiento, Nathalie

simula vivir. Es hermosa, elegante, pregnada de una fuerza poderosa. Rota por dentro, es eficiente y creativa en el trabajo, único sostén de una vida vacía, hasta que su sangre , sus células, su ser entero la reclaman para la vida.

Markus llega con los avances del expediente 114… y se va florando, en estado de éxtasis, con el calor de los labios de su jefa, vivo y encendido en su boca perpleja. El beso, fortuito, apenas un impulso que se pretendió olvidable, será el “ábrete sésamo” a días de plenitud y redescubrimientos, porque detrás de ese hombre de apariencia desmañada, de ese físico más bien desagradable, apegado a rutinas un poco obsesivas para que nada en él sobresalga, hay un ser exquisito, obsequioso, que hace de la delicadeza una sabia manera de hombría. Pequeños gestos, ciertas complicidades, una ternura que se brinda mansa, abrirán camino y Nathalie sentirá que ya nada malo podrá ocurrir, que esa ecuación física de dos es un antídoto contra la muerte. Y Markus, tan grande y desgarbado, se hará delicadamente pequeñito para esconderse en el corazón de todas las Nathalie que podría ser ella.

Una discreta, delicada , deliciosa epifanía del amor. Leerla liberado de cualquier preconcepto, y abrir caminos a la Maravilla.

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Fantástica para grandes...

"La niña de nieve”
Eowyn Ivey 
Grijalbo Narrativa
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Mabel y Jack deciden conjurar el dolor de la muerte de su niño forjando una vida nueva de labranza y denuedo en Alaska, ese territorio inhóspito, bello y hechizante. Será más duro de lo esperado. La tierra se niega a ofrendar frutos fáciles, el cuerpo y el alma sufren la noche eterna, el frío, el viento. Una noche blanca, de nieve exquisita y extraño magnetismo, como respondiendo a una pulsión atávica, gozoso y entregados bajo la nevada, los dos construyen una niña de nieve. La visten con mitones, un abrigo azul , una bufanda, después de que Jack esculpe en ella un rostro delicado y etéreo.
¿Es la vieja leyenda rusa que se despereza en la Alaska indómita?. Porque al otro día, como en ese relato que recuerda Mabel ,aparece la niña, salvaje e inasible, con el abrigo legado esa noche, los rasgos perfilados por Jack, en compañía de un zorro rojo semejante al que Mabel recuerda haber visto en el libro de piel azul que muchas veces le leyera su padre, cuando niña.
Faina -su nombre indica el extraño fenómeno de la primera nevada completa de cada temporada- vendrá a ellos en invierno, y se irá en primavera, a su antojo. No aceptará más cobijo que un rato cerca del hogar, una buena comida, abrigo nuevo cada temporada, y momentos de relax acompañando a Mabel cuando dibuja con delicadeza lo que la niña le pide que eternice en el papel. Después se alejará, para desesperación de la pareja, secundada por su zorro y el misterio.
Aceptará quedarse cuando se convierta en una preciosa joven trasfigurada por el amor…El verano la abrazara´, la abrasará, para transformarla otra vez en leyenda. Bella. Misteriosa. Fecunda. Con levísimas huellas de Fantástica dibujadas en la nieve eterna. Con la luz de las auroras boreales. Con la dosis justa de angustia y templanza para sostener una lectura gozosa y atrevida.

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De cómo se imponen los imperios...


“Memorias impuras. Los Padres” 
Liliana Bodoc Grupo 
Editorial Planeta
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En Rodal Crudo vuelve a desperezarse la Rebelión del Calabacillo. Ahí conviven Mitimaes originarios, Crudos invasores, Cuecués traídos de allende los mares y Cambujos, mezcla de razas gestada en el virreynato. En Albora, sede del gobierno virreynal, se muere Crispino, y con él el tiempo de tolerancia y blandura. Cayo Catarina, Primer Ministro, reimplantará sus leyes de terror. Junia, la viuda resentida, impondrá su capricho. Por eso la rebelión despierta, azuzada por Zope Zopahua, poeta, y por Quili Perdiz, maestra tutora, del Círculo de los Despenados; por Largo Yanca, príncipe cuecué confinado en Isla Mansión, territorio liberado, del Círculo de los Tambores; por el prudente Maestro Colibrí, del Círculo del Centro. Algunos adhieren por convicción: Zucas Huayna, artesano; Sayri Rumiñavi, juglar. Otros, arrastrados por una sensibilidad hasta por ellos desconocida, como Cusi, alcahueta de Junia.
La Rebelión necesita manifestarse cuando el gran eclipse, durante la visita del Imperio, y consolidarse con una nueva princesa que nacerá del vientre agotado de Bérnaba, hermana traidora de Largo Yanca, princesa cuecué que juega en esta historia el papel de Malinche, amante jubilosa del lujurioso Crispino.
Leer esta saga es iluminarse y volver a creer en el destino de libertad de los pueblos oprimidos, y llenarse de una estela de belleza, de una lengua que cautiva, eficaz en su lírica creadora de mundos posibles, queribles. Un Bodoc que se celebra.
Adultos y aún adolescentes que confían en el poder liberador de la lectura

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De cómo se aprende a escribir... Docentes


“Describir el escribir”
Daniel Cassany  
Paidós Colección Comunicación Vol 37- 1º Edición 1997
Edición original en catalán 1987 – 1988
Traducción Pepa Comas
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¿Es la escritura resultado de esperar a las musas, o consecuencia de un rapto de inspiración? ¿Es la palabra escrita que apresa simplemente una primera idea, esa impresión fresca, espontánea, antes de que desaparezca? ¿ o es un proceso complejo, de idas y vueltas, un lento ir apropiándose de otro código con leyes propias, producto de un laborioso trabajo de com-posición, revisión, tachaduras, rescate de uno , dos. tres más borradores? ¿Cómo es que alguien puede convertirse en un escritor eficiente? ¿por qué otros fracasan en el intento?. De estas y otras cuestiones trata este trabajo minucioso de Daniel Cassany, profesor de la Universidad de Barcelona, que constituyó justamente su Tesis.
Consiste en el análisis comparativo de teorías, ensayos e hipótesis de importantes estudiosos del problema de la Escritura y su apropiación por parte de quien lee y escribe.
Un interesante material de consulta al que agrega su propio aporte personal. Una guía estimulante para no desalentarnos y persistir. Todos podemos ser buenos escritores si antes nos empecinamos en ser mejores lectores, es la tesis de Cassany.

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 Marcas indelelebles



“El hijo del acordeonista”
Bernardo Atxaga
Editorial:  Alfaguara  (Santillana Ediciones Generales)
Idioma original de la publicación : vasco
Traducción: Asun Garikano  y Bernardo –Atxaga
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Bellísima novela que relata el tránsito desde la infancia feliz en la pequeña comarca de Obaba, ámbito rural del país vasco de Joseba y David, el hijo del acordeonista: la adolescencia, la juventud y la búsqueda de la identidad, la lucha militante por la independencia de la República Vasca.
Una amistad que se sostiene, madura, trasciende a pesar de la terrible sombra que sobre la psiquis de David ejerce la conducta en el pasado del acordeonista de Obaba.
Desde finales de los 30 –la guerra civil española y su secuela de muertes y abusos- hasta fines del siglo XX en California. el proceso de inmigración vasca y la explotación de la ganadería –principalmente la cría de caballos selectos- en las granjas norteamericanas.
La memoria, la nostalgia, el dolor de las partidas y el enfrentamiento de la inexorabilidad de la muerte. Dos miradas –David y Joseba-, dos “manuscritos”, dos “Carving” (la marca que se impone al ganado) que se hacen uno en la lúcida y emocionada mirada de Bernardo Atxaga.
Contribuye a sostener el clima de nostalgia y homenaje el hecho de que Atxzaga participe en la traducción de su novela al español. No se pierde nada del estilo que el autor quiso imprimir a esta premiada novela honda e intimista (Premio Crítica 2003 – Premio Euzkadi de Plata 2003).

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Entrañables...


“Libro de lectura : crónicas de una docente argentina”  
Angela Pradelli. 
EMECE Ensayo


Ensayos breves que destellan con un manejo exquisito de nuestra lengua. Los que hablan de Literatura y Vida, los que dan cuenta del encuentro  con escritores y con el material  -las conversaciones, los intercambios en las ferias, los murmullos en los colectivos- para hacer Literatura son sobrios, bellos, contenidos. Acaban en el momento justo y quedan latiendo en la sensibilidad del lector.
Los que hablan de la calamidad de la destrucción de un sistema educativo que supo ser envidia del mundo, precisan otro tono: son más explícitos, menos cincelados. Sin embargo la lucidez y la angustia por lo que perdimos no resulta en desesperanza, sino también en una invitación para que muchos cientos de docentes comprometidos sigamos intentando poner en pie nuestros mejores anhelos, que son por mejores vínculos, con una relación más seria con el trabajo, los saberes, el mundo.
No es un libro de publicación recientísima. Pero un docente –Pradelli lo es, además de narradora, ensayista, poeta- debe tener esta pequeño ensayo del 2005 en su biblioteca personal.

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 Maneras del amor



“La imperfección del amor” 
Milena Agus 
Editorial Edhasa
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Tres hermanas viven con sus sueños, sus fantasmas, la desgracia de haber ido perdiendo todo lo que alguna vez las mimó con galanura: un título de nobleza, un hermoso castillo, su glamoroso mobiliario, su vajilla, sus brocados. Del castillo conservan sólo los departamentos en los que viven con estrechez y nostalgia. El título nobiliario es apenas una curiosidad para los vecinos.
Noemí, jueza, adusta y seca, lucha por recuperar lo que han debido vender hasta que a sus días llega Elías, sobrino de la Tata, otrora gobernanta de la casa, para conmover sus rígido sistema de valores.
Madalena muere por ser madre. Vive para ese anhelo y para adorar a Salvatore, que la seduce con imaginación y entusiasmo cada día como si fuera el primero.
La “condesa de ricota” es la menor y la más débil de las tres. De ahí su apodo: de ricota ,blanda y pálida. Ha tenido a Carlino, un niño un poco tonto al que todos evitan hasta que el “vecino” descubre sus envidiables condiciones para la música. La condesa quiere amar y ser amada. Quiere que acepten a Carlino. Quiere ser capaz de enfrentar los días sin hacerse un bollito de angustia…
Milena Agus pone a vivir a estos personajes queribles en la bella Cagliari. Hace pasear a las hermanas por la campiña que es patria chica de la Tata-gobernanta y por la orilla del mar que rodea Cerdeña. Las incita a luchar con sus temperamentos e imponerse con lo mejor que tienen para empinarse sobre sus dificultades.
Lírica, intimista, sobria. Una nouvelle de alguien que conoce el alma femenina y mira a sus criaturas con un amor respetuoso y delicado.

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 De redenciones posibles



“El mejor mundo posible” 
Milena Agus 
Editorial Edhasa
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Una bella y delicadísima filigrana para atrapar a la vez que el majestuoso sonido del mar, la potencia de la tierra y sus generosos frutos, los matices de la playa, pedregales, islotes y cielo profundo y nostálgico. Y para abrirnos a la historia de “Madame”, la única que junto al abuelo no quiere vender su tierra, en la hermosa Cerdeña, para que allí construyan amplios resorts con caminos accesibles hasta la colina y todos puedan volverse ricos. “Madame”, que es amorosa anfitriona de su hotel para ocho huéspedes, y los agasaja con pequeñas magias para que sus vidas nos sean “solamente espanto”.
Para contarnos –desde la voz de la nieta que narra esta breve nouvelle- del abuelo, el único capaz de construir el hombre nuevo con su carácter y su templanza. El abuelo, que ama a Madame –de hecho da su vida por ella- y admira al mayor y al menor de los hijos de sus indolentes vecinos.
Para que sepamos que es bueno que cada cual elija su destino, más allá de encorsetadas imposiciones sociales, y que todos tenemos algo diferente y peculiar por lo cual merecemos ser amados.
Vital y refrescante. Una voz la de Milena Agus que como la de Susanna Tamaro, conviene escuchar con el alma abierta como un cielo.

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 Cuando la lectura es redención...


“La  ladrona de libros” 
Markus Zusak 
Editorial Lumen
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Una  mujer desolada y dos niños desesperados hacen una travesía interminable en tren. El niño no resiste y muere. En la interrupción de la solitaria exequia, la niña se apropia de un libro, sin sospechar que es su primer acto de redención.
Antes de desaparecer de la historia, la madre pone a la niña al cuidado de Hans Hubermann, un hombre entero, afectuoso, de sólidos principios, y de Rosa, su esposa, quien esconde la ternura debajo de la ristra de improperios y brusquedad de sus actos cotidianos.
Hans Hubermann resiste con hombría los embates del nazismo. Tiene una deuda de honor con un judío que murió en su lugar y cuya familia le legó el acordeón que ejecuta con unción casi religiosa, en bares y plazas, después de ofrecer servicios de pintura y arreglos menores. Mientras Rosa lava y plancha para familias acomodadas del pueblito alemán en que viven, sin dejar de protestar un solo instante, Hans se da a la tarea de rescatar del terror a la niña, Liesel Meminger. En el pequeño sótano de la casa dibuja grandes letras de colores –los restos de pintura y las brochas sirven a ese fin- para que Liesel se apropie de sus formas y aprenda a leer. Juntos en la noche leen ese primer libro robado: un Manual del buen enterrador.
Cuando el nazismo avance y lo acorrale, Hans cometerá su segunda y definitiva gran osadía: dará refugio en el sótano de las lecciones a Max, el hijo perseguido de su amigo muerto.
Liesel y Max, dos sobrevivientes, trabarán una relación inquebrantable en torno a la lectura de libros que la niña roba –ese es la palabra adecuada- en situaciones límite, como un acto de provocación y venganza…y de redención.
Habrá muchas otras amistades indestructibles y mucha más resistencia.
Cuando los bombardeos obliguen a la aldea a guarecerse en los refugios, Liesel leerá para todos, y los salvará del horror de la guerra…Hasta que solo le quede salvarse a sí misma.
Una novela atrapante, con una narradora a la vez implacable y clemente, que echa una mirada diferente e inquietante sobre los hechos que narra: La Muerte.
Un maravilloso testimonio de la gratitud, la honestidad, los principios por los que vale la pena vivir y morir. De un autor australiano –reside en Sidney- joven, que se inspiró en los sucesos vividos por su abuela en la Alemania nazi.
Adultos y adolescentes que buscan caminos y razones.

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De gratitudes


"Cometas en el cielo"  
Khaled Hosseini  
Salamandra
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Cuando Amir nace, muere su madre, y el corazón de Baba se quiebra para siempre. Cuando Hassan llega al mundo sonriendo con la repulsiva mueca de su labio leporino, provoca la ternura de Alí, su padre y el rechazo de su indolente madre que abandona a ambos con sorna : “¡Ya está, ya tienes un hijo idiota que sonría por ti!”.
Baba pone a ambos bajo el cuidado de la misma nodriza. Eso unirá a los niños para siempre, a pesar de que Amir es un pastún, hijo de un poderoso empresario a quienes todos aman en Kabul por sus obras de caridad y sus aportes a la cultura y la economía, y Hassan es un hazara, la clase más baja en la escala social, hijo del criado cojo de la gran casa blanca en que crecerán juntos como antes se criaron Baba y Alí.
Amir lo tiene todo. Hassan, que crece bajo el mismo techo, es analfabeto. Amir es a menudo cruel con Hassan, quien carece en absoluto de maldad y ha dado muestras de una lealtad a prueba de todo. Es que Amir sospecha que Baba quiere a Hassan más que a él, porque el hijo de Alí tiene virtudes de las que él carece. Cruel -con reticencias y remordimientos que sólo comprende Rahim Kan, el sabio amigo de la familia- hasta el punto de provocar la partida del fiel sirviente y de ese niño bondadoso que no delata ni se queja.
Tendrá que cernirse el horror sobre Afganistán: el abuso de la realeza, la guerra civil, la invasión rusa, regímenes de terror. Tendrán que olvidarse lugares queridos, partir al destierro, soportar el dolor del desguace de las familias. Tendrán, los que se quedan -Hassan, Ali, Rahim Kan- que ver la destrucción de su cultura, sus paisajes, sus pueblos. Deberán, los que se van –Amir, Baba- asumirse sujetos de otra cultura y recordar con dolor, con nostalgia, con culpa.
Tres décadas después, ya fallecido Baba en la tierra de acogida, habrá una llamada de Rahim Kan que está muriendo y no puede dejar que Amir ignore la magnitud y las consecuencias de los actos del pasado. Y un exhorto: “Hay una forma de volver a ser bueno”.
Sólo entonces Amir vuelve a Afganistán para descubrir las verdades ocultas bajo escombros y silencios: Hassan es su hermano y sus ojos, su bondad y ese profundo sentido de lealtad perviven en Sohrab, su hijo, otra víctima de todos los horrores… la guerra, la muerte, los penosos abusos.
Hassan fue en definitiva lo mejor de Baba, y la forma de redimirse y redimir a su padre es que Amir rescate a ese niño triste y taciturno, y lo convierta en el hijo que le negó el destino, aún a costa de arriesgar en ello la vida.
Sólo cuando Amir remonte cometas con Sohrab en la patria de adopción como lo hizo con Hassan bajo el claro cielo de Afganistán, sabrá que puede perdonarse, y que “hay una manera de volver a ser bueno”.
Soberbia y conmovedora. Una novela que denuncia arbitrariedades, pondera solidaridades y arrojos que también son parte del hombre.
Personajes hondos, complejos, nobles hasta el martirio, impávidos hasta la desesperación, crueles hasta la pavura. No se podrá ser el mismo después de esta lectura. La sonrisa partida de Hassan, su mirada serena, alumbrarán siempre nuestros azorados corazones. Y sus palabras -“Por ti lo haría mil veces”- acariciarán por siempre nuestro espíritu atribulado con la inmensidad de su entrega.

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Las camelias en su lecho de musgo... 


"La elegancia del erizo” 
Muriel Barbery 
Seix Barral - Biblioteca Formentor
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Es difícil para mí encontrar los vocablos adecuados para hablar de este encuentro con una propuesta peculiarísima, hermanadora, que logra complicidades profundas. Con guiños, reflexiones que cuestionan el absoluto, pasajes de gracia y espacios de cauta solemnidad.
En el bonito palacete de ocho pisos de lujo, en el 7 de la calle Grenelle, París, conviven, sin sospechar una la luz de la otra, una portera que es un cuenco precioso de sabiduría y sensibilidad, empeñada en disimularlo al límite para poder sobrevivir en ese ambiente líquido y superficial, y una niña de doce años, igualmente sagaz, extrañamente dotada, cultora de una fina ironía. Tendrá que mudarse al edificio la delicadísima persona de Kakuro Ozu -entre otras cosas Renee, la portera, y Paloma, la niña comparten un amor militante por la cultura japonesa- para que ambas se encuentren. Kakuro será un generoso puente tendido que reconciliará a Renee con el mundo , con su triste historia y con su rica interioridad, y obrará el milagro de que Paloma decida vivir, por gratitud y convicción.
Aunque el final colme de un llanto que limpia como una fresca lluvia de verano, hay que iniciar este camino y descubrir las camelias en su lecho de musgo. Mucho, muchísimo más que una novela excelsa.

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De amor y de guerra


"La palabra más hermosa” 
Margaret Mazzantini 
Lumen Narrativa
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Cuando en casa de Gemma, en una Roma aún dormida, suene el teléfono y dieciséis años después ella vuelva a escuchar la voz gruesa y sugerente de Gojko, todo vuelve a aflorar con la contundencia de los destinos trágicos.
Gojko le dice que debe volver a Sarajevo, porque la ciudad organiza una retrospectiva fotográfica, y habrá trabajos de Diego.
Ella volverá con Pietro, que la llama mamá, que nació ahí, en medio de la más atroz guerra étnica. Ambos llegan a una urbe llena de cicatrices y huellas de la muerte para que Pietro recupere su historia .Gemma ignora cuánto deberá descubrir ella misma de ese pasado que creía dolorosamente transparente. Nosotros la acompañaremos en la reconstrucción de una gran historia de amor y desgarramientos.
Surgirán nombres y recuerdos entrañables: Vidas que una guerra inclemente, fratricida, irracional, barrió con impiedad, y que quedan ahí, eternizadas en las imágenes de Diego, el pequeño y pasional fotógrafo de Génova, que hizo de Sarajevo y de Gemma sus dos pasiones.
Diego –solo ahora lo sabrá Gemma, cuando se reencuentre con Aska y con todo lo que desconoce de ese pasado tortuoso- y una culpa perdurable que decidió su no retorno, su muerte prematura.
Cuando todo se haga angustiante epifanía, Gemma podrá redimirse con su futuro y adquirir las fuerzas necesarias para poner a Pietro ante la verdad definitiva, la que aún ella ignoraba.
Un canto al Amor. Una denuncia. Una lírica invitación a volver a abrazar la vida, aunque duela y cueste.
Para adultos, exclusivamente. La recomiendo con toda el alma.

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 "Las carpetas” 
Márgara Averbach 
Editorial Edelvives - Colección Alandar
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Antes. Durante. Después.
Antes: una cuadra que es un otrora bello y singular callejón. Once casas de las que Lara abriga cuatro en sus afectos: la de Cata y sus gatos, la de Héctor, la de Amanda, la de Pablo el okupa, hasta que llega el “quinto” para pintar la cuadra como si cada casa fuera una extraña e irreal fotografía.
Durante: una guerra en dos geografías. En la base militar y arriba, en un cielo de aviones y de bombas. Abajo,en las ciudades y en la cuadra donde hay que guarecerse en los sótanos cuando suenan las sirenas.
O dos guerras: también la del desamparo, la del desamor, la de la delación, en una y otra geografía.
Después: una cuadra derruida en una ciudad en ruinas. Los sobrevivientes en refugios inspirados por la urgencia. Las ausencias, el vacío. Y un sueño:reconstruir la Cuadra “Monumento Histórico”. Lara, desde la pequeñez de sus once años, lo hará posible porque obrará lo imposible para rescatar el pasado del pasaje en las bellas pinturas del “quinto”, que es presencia ya sólo en las telas de esa carpeta. Lo hará sobreponiéndose a la ausencia de Héctor, tan niño como ella, presente ahora en el último esbozo, caminando con Lara hacia una puerta abierta.
Otro Averbach que conmueve, que desnuda prejuicios, injusticias, crueldades, sinrazones, con el empleo singularísimo del lenguaje, con la construcción de sintagmas llenos de símbolos, pistas y –aunque los temas duelan- alborozada belleza.
Esta novela es continuidad de la preciosa “Una cuadra”, en la que la utora pone a funcionar la utopía de un espacio ganado para las familias,para gozo del alma de quienes la pueblan.

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Una apuesta por la comunión y la belleza


“Una cuadra” 
Márgara Averbach 
Adriana Hidalgo Editora.
Premio Biblioteca Nacional de Novela “Eugenio Cambaceres”.
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Un pasaje de apenas una cuadra; calle de adoquines que reúne once casas y el lúgubre paredón de fondo de lo que alguna vez fue una gran fábrica. Once historias. La soledad, el nido vacío cuando se van los hijos, la sensación de vértigo cuando se pierde el trabajo y uno queda al borde del mundo, las consecuencias sociales y familiares de la desaparición forzosa de personas, el abuso y la intolerancia, la discriminación, la marginalidad social de los ocupas, los amores diferentes, la orfandad, son temas que se tocan con delicadeza y mesura, y constituyen la problemática privada de cada casa.
Casas e historias que empiezan a enlazarse en torno a un maravilloso proyecto que de a poco se va haciendo colectivo: recuperar la estética del callejón, darle una tibia identidad.
Surgirán maquetas, colores, motivos, discusiones…Se hermanarán frentes y portales…y destinos.
Dos miradas: la de Lara, que antes de irse para huir de la soledad que atenaza su hogar y de un doloroso desengaño toma una instantánea espiritual de su callejón triste y desangelado… La de Lara, que retorna a una calle y a un paisaje de lazos y calidez que reconforta y facilita la partida definitiva y la de una narradora que observa desde afuera, con ojos que saben, celebran, comprenden, toleran y animan y visualizan futuros comunes.
Leer a Averbach es siempre una aventura estimulante, porque Márgara juega con el lenguaje, lo desviste hasta el hueso, lo viste de fiesta y de sorpresa y nos asombra, y nos conmueve . Adolescentes y adultos.

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Una advertencia arropadade belleza y hondura


"La charla” 
Márgara Averbach 
Pictus Lectosfera - Serie Marfil


Una lectura ardua, lenta, que constituye desafío, gozo, dolor lacerante… y esperanza de brotes, y viento, y aire despejado y nuevos horizontes.
Cuando Bosque ya no soporta la angustia de la mengua de tantos árboles que caen y caen y van lánguidamente arrastrados por Río, cuando en Ciudad ha quedado confinado a un cuadrado en lo alto, con solo cuatro grandes ejemplares vigías, sobreviene el temblor que destroza todo y trae seis sobrevivientes para quienes abrirá la generosa grieta de los sueños comunes, que guiarán los pasos de todos hacia la creación de algo nuevo…un nuevo lenguaje de brotes y semillas, un lento hermanarse con la tierra y sus criaturas, un tratar de interpretar lo que precisan el río, los bosques, los vientos… y los hombres que van ser.
Los que sobreviven primero al terremoto, y a la gran tormenta, a la inundación y el frío que acuchilla, guiados por los sueños comunes que para ellos abre Bosque, deberán aprender a convivir y acordar. Alejarse de esa isla y buscar tierra firme para otro comienzo en una balsa construida con ramas que no los aplastaron cuando los vientos arrecieron, y estuvieron ahí, para ser usadas.
Alberta –maestra en el tiempo de antes-, Marta –protectora cuando fue menester-, se retirarán del proyecto común apenas este comience a gestarse. Quedarán Alejandra –dolida en su espantosa soledad-, Anahí –ese ser moreno y distinto que habla y procede como hubiera precisado el planeta-, Pablo y Javier –que siempre vivieron en los márgenes de todo-. De ellos será la labor de sembrar, para que Bosque recupere alas, garras, escamas, trinos y vuelos. Cuando los dejemos en el valle, a orillas del gran lago, quedará pendiente la búsqueda de otros sobrevivientes –los padres de Ale, antes que nada- ahora que se respira la esperanza, desde que vieron llegar hasta ellos el perro flaco que alguna vez se cruzó con Alejandra antes del fin de lo que fue.
Cuatro voces para una historia compleja y sombría…con final vitalizante : la de Bosque, para que sepamos el por qué de la tragedia, la de un humano que mira todo desde arriba y ve la evolución de los eventos, la de Alejandra, que habla de los sueños de todos…y la indómita voz que narra desde los sueños.
Para preocuparse por lo que hacemos con el mundo, y para ocuparse de lo que queda, porque “son principios los que precisamos”.
¿Se puede hablar de Fantasy en esta nouvelle?. En todo caso de fantástica con raigambre en la problemática ambiental y en la complejidad de las relaciones entre hombres y cosmos. Para jóvenes sensibles,. Para adultos que confían en que podemos cambiar.

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Puentes para conservar sentidos y pertenencia...


“Puente” 
Márgara Averbach
ComunicArte Editorial - Colección Veinte escalones.
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“Querida Márgara: 
inicié la lectura ilusionada de “Puente” con “la emoción de lo nuevo”, y no dejé de sorprenderme ni un solo instante. Extasiada todavía, te agradezco este inmenso regalo de belleza y hondura. Como bien dijo alguien, uno no puede anclar en ningún asombro, porque muchos más esperan en el camino… Esta primera recorrida fue para hermanarme con los protagonistas , las historias trenzadas, con los sucesos, con la tragedia, con el poder de la hermandad hecha canción de muchos y de confines. Reiniciaré otra vez “el Camino Sobre” para saborear los sintagmas transparentes a veces, llenos de tornasol y vericuetos que esconden la hermosura en lo hondo…”

Verónica, febrero 2 de 2010

Verónica: “Puente"… la quiero mucho. Fue mi segundo intento de Fantástica después de la saga y me gustó hacerlo y terminarlo de una… y extraño un poco cuando pienso en ese mundo. Todo porque un día, con la lapicera en la mano, vi una grieta en la tierra a mis pies (estaba bajo los árboles, donde más me gusta escribir) y me imaginé en un costado, muy chiquita, tratando de cruzarla. No sabía adónde me iba a llevar todo eso. Gracias. Gracias de nuevo

Márgara, febrero 6 de 2010-02-26

Los seis Nuevos juegan y crecen a orillas de la grieta, al amparo de la Madre Alta, cerca del bosque, del acantilado del norte. El sur es un enigma, igual que lo que hay después de ese tajo hondo que da nombre a la aldea: Pozo Largo. Quieren ignorar que seis casas redondas –Arbol, Pájaro, Tiempo, Tierra, Aire, Agua y la Casa -una de seis ángulos de los Consejos- son pocas, a pesar de la preocupación de Medianos y Viejos.
Cuando llegue la noche del espanto, los seis nuevos –Raíces, Alas, Día Rayo, Río y Piedra-, uno por cada casa, deberán hacerse grandes y fuertes para cambiar un destino de soledad y destrucción. Buscarán el puente que los una al Este, redimirán su relación con los valles, detrás de la Madre Alta por mediación de los sufridos acarreadores.
Te cuento esto, que es apenas la médula vibrante de este relato fantástico, para invitarte a entrar a un nuevo mundo con suenes, aranes, trilos… grandes árboles; de cautivantes sistilas, rensis, linolinos, aves misteriosas… en el que los Viejos -Viento, Enredadera, Sal, Bosque, Calma…- enseñan con sabiduría, sin sospechar que generan una saga de encuentros con los del Este -Velejos, Palmabierta, Aguaquebaja, Llegantes…-
Adolescentes y adultos. Lectura que subyuga

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Para recuperar centros... 


“Umbrales” 
Márgara Averbach 
Alfaguara Juvenil
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Para que las lantas azules vuelvan a anunciar la llegada de las serpientes amarillas de alas de puntas rojas, para que esos seres benéficos se sumerjan en el Lago Encendido y dulcifiquen las aguas y reinicien el ordenado ciclo de la vida, alguien tendrá que animarse a cruzar la línea dura que separa el norte y el sur. Alguien tendrá que recuperar la magia sureña, la posibilidad de hablar la lengua de la lluvia. Alguien deberá poner en marcha el NO y abrir los caminos hacia el norte. Para eso estarán Púa-Luna, Montes, Huella, Nidos y Tallo, que se atreverán al viaje, sabiendo que viajar es siempre volver. 
Alguien deberá iniciar la Rebelión en el norte, que para que prosperen su objetivo de no-sueño, de vida entera, expolia el Desfiladero Azul para trasladar las piedras de fuego sureñas con las que la Fábrica de Arriba produce el no-sueño de la vigilia permanente. Hay costos: se ha prohibido la magia separada de las mujeres y exiliado a sus líderes –Fagua,, Abrisa, Rafugia-
Se ha cerrado el camino a Puntas Rojas, el único bosque de árboles que son mapas, mensajes, que esconden el valle de las chispas, el lugar donde las serpientes amarillas se hunden en la arena para recuperar alas y unir lo que nunca debió separarse.
Cuando la enfermedad de las manchas violetas sea el mapa visible de los desaciertos,Pantor, el Consejero Mayor, iniciará la Rebelión, con pocos aliados y muchos enemigos. El también enviará a su viajero –Dúo- al sur y hermanará magias –del sur y del norte, de varones y mujeres-.
Una saga maravillosa. “Fantasy” es el género para que quede en potente epifanía el gran anhelo de Márgara: recuperar los centros, unir lo artificialmente separado, rescatar el lenguaje que nos liga profundamente con la tierra y sus criaturas, con los elementos.
En cada página un bello asombro en el que no se puede uno anclar, porque siempre hay más esperando.
Como “Puente”, como “Una Cuadra “ o “Las carpetas”, como la “Saga de los Cuatro Rumbos”, mundos plenos de hondura, mística y oscuridades que se manifiestan con la lengua tersa de la Esperanza. Una pequeña joya de la literatura, cuyo brillo naciente apenas empieza a celebrarse.

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El último aprendizaje


 “Cómo decir adiós” 
Debra Adelaide
Lumen Narrativa
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Delia ha protagonizado lacerantes fatalidades y profundas glorias. Madre adolescente, decide criar sola a su hijo en un proverbial pueblo del norte de Australia donde imaginó reencontraría a su pareja y donde a cambio halla la sobria calidez de algunos amigos, y donde pocos años después se abate sobre ella la desgracia de la pérdida de su niño en un accidente. No lo sabe todavía, pero al donar el pequeño corazón de Sony, abre un camino de epifanías y ventura. Ahí estará Archie, para vigilar que esa entrega no se malogre, y para construir con ella el delicioso jardín de la vida: dos hermosas niñas, su pequeña casa con su parque umbrío, su ponderado gallinero. Cauta y sigilosa los acompañará Jean, la madre rescatada en la hora del dolor más hondo.
Cuando su carrera de escritora de “Guías del buen vivir”: la cocina, la colada, el jardín… esté en su mejor momento, un cáncer bilateral de mama con metástasis múltiples la pone a prueba otra vez.
Entonces decide atar los cabos sueltos. Con sus últimas fuerzas viajará sola a Amethyst para recuperar el recuerdo de Sony y lo único vivo que queda de él, para hacer un tributo especial a quienes formaron parte de su existir en esa alquería de ensueño, mientras acomete la ciclópea tarea de despedirse con la mejor de sus Guías: “Guía del buen morir”, para ayudar a quienes transitan ese inevitable trance a aprender a desprenderse de lo superfluo, sostener el hueso fundante del vivir.
Sabe que el tiempo se termina, y “Cómo decir adiós” será su labor póstuma. No habrá tabúes en la guía: hablará naturalmente de dolores acuciantes, pérdida de aptitudes físicas y psíquicas, menoscabos, olores, sabores y sensaciones que acompañan el proceso.
En tanto, preparará su partida y dejará el mejor legado a sus hijas, su madre, su increíble compañero. Nada quedará abierto, porque hasta sentirá latir el corazón del hijo perdido en el pecho de Amber Morgan, pocos días antes del final, que llega –ella no lo imaginó así: creyó que habría la música elegida y un libro favorito entre las manos- con un huevo y una pluma aún tibios que entre sus dedos pone Archie como tributo, el canto sereno de las ranas de Daisy en el estanque y el dulce trajinar de los suyos en el cuarto verde nilo que todos prepararon para ese momento calmo y definitivo del morir.
Un verdadero homenaje -sobrio, cálido y hasta festivo- a la vida. Una crónica delicada y fresca del buen vivir, del glorioso aceptar lo que la vida trae. Un valiente testimonio del BUEN MORIR. Y una fecunda celebración del Amor y la Amistad.

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De enigmas, amores y desamores


 “Los hijos de Anansi” 
Neil Gaiman Roca
Bolsillo ficción
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¿Querés una novela de intrigas, un policial? : esta. ¿Acaso una serie de historias fantásticas, al estilo de “Las mil y una noches”? : esta. ¿Una novela con toques románticos? También. ¿Una novela “psicológica”?: Acá. Anansi, la araña. La que con su sagacidad venció al tigre y se hizo dueña de las historias. Anansi, un viejo dilettante, practicante eximio de todos los goces, ha muerto. Su hijo, gordo Charlie irá a sus funerales a regañadientes. Nunca pudo sostener una relación fluída con su padre, ni pudo comprender su dandismo, su aparente liviandad, su extraño sentido del humor (fue quien antepuso lo de “gordo”, un mote a su criterio odioso que se pegó para siempre a su vida). Pero ahí va, a despedirlo, aunque no puede creer en su muerte (¡lo bien que hace!).
Llega tarde, pero se entera de que tiene un hermano y una rara forma de convocarlo. La curiosidad puede más que la acostumbrada sensatez. Cuando “Araña”, el hermano, llega a su vida se desencadena este relato frenético, que no da respiro, que nos lleva acá y allá, que perfila complejos personajes y luminosos y oscuros destino.
Habrá que atreverse para conocer a este autor inglés, joven, que se las trae. Para adolescentes y adultos con ganas de asomarse a la Fantástica.

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De discriminaciones y márgenes 


“Presagio de carnaval” 
Liliana Bodoc
Grupo Editorial Norma. Colección: La otra orilla
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“En las cercanías de una tragedia la cáscara de la rutina se resquebraja”. La rutina se quiebra en una plaza vieja de una gran ciudad, en verano, cuando muere el carnaval que juega con la muerte.
Toda tragedia se hace con fidelidades y traiciones, y teje fatalidades. Esta precisó anudar:
• la traición taimada de Mijaíl, que quiso escapar de un origen mentiroso
• la culpable ingenuidad de Graciela , que quiso espantar un destino de soledad
• la desesperada necesidad de autoafirmación y suficiencia de Renzo para superar la imposición “tenés que llegar a”, aunque ello implique someter al mundo a su capricho
• la voluntad de respetar la voz y la dignidad de los ancestros. Por eso Sabino Colque, yuyero huyó de su pueblo, Tarabuco, Bolivia y llegó a este país, a esa plaza.
• la tristeza honda y cada vez más blanca de Ángela, quien presa de su debilidad y su hermosura, buscó en Sabino Colque al sanador que había en él.
La tragedia reclama muerte. Va a tener la de Sabino y su perro. Antes habrá danzas de carnaval. Las máscaras serán portadas por quienes no participarán de ese frenesí. Máscaras que caen cuando alguien cuenta, alguien acusa, alguien dispone, porque “en las carnosidades de la lengua y por su néctar prosperan las tragedias”.
Sin decir “discriminación”, “marginalidad”, “tráfico de influencias” “anorexia” “abuso” hablará de todo eso… y de más. Leerla es mirarse en un espejo que nos devuelve una dolorosa imagen de lo que también somos.
Una tragedia clásica, con la hondura poética que es ya marca de Bodoc, una voz diferente de la literatura que debemos atesorar.
Adolescentes y adultos. Lectura imprescindible.

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No siempre la niñez es un paraíso


“Algo que domina el mundo” 
Franco Vaccarini
Grupo Editorial Norma. Zona Libre


“…a veces, algunas veces, tenemos un encuentro real con lo que domina el mundo…”¿será qué eso que domina el mundo? ¿acaso la soledad y el desamparo de esos dos náufragos: Rodolfo y Vilma, en esa enorme casa de habitaciones yertas, que a veces parece llenarse de agua?. Rodolfo, quince años; Vilma, su hermana mayor –tutora y madre cuando hace falta-, sobrevivientes de una tragedia: mamá Julia, que soporto por años la violencia de papá, víctima del alcohol, se desmoronó cuando él pereció en julio de 2000, París, en lo que fue el último vuelo del Concorde. Papá murió sin pedir jamás perdón. La cordura de Julia no pudo tolerarlo. Ahora está recluida en un psiquiátrico, y en los breves momentos de lucidez canta … “no me entran los pies en los zapatos/ las manos tampoco en los bolsillos…/ el paso se me traba, no me sale/ por más que lo intente no me sale…”
¿Qué hacer cuando se imponen pesadillas y recuerdos negros, y ese “algo que domina el mundo” arrasa? . Llegará la calidez de Federica, dulce epifanía de primavera, y con ella traerá la música del flaco Spinetta, los paseos, y todo el sabor del mundo, para que otras cosas –la pintura, los sueños- también puedan ser reales.
Una novela que ni soslaya ni elude: enfrenta con literatura y alto vuelo los temas que quisiéramos soterrar. Adolescentes, papás y docentes… para que nos entren los pies en los zapatos, y podamos “llevar esta tristeza al parque”

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De entereza abrigada por lecturas


“Un árbol crece en Brooklyn” 
Betty Smith 
Lumen Narrativa - Editorial Sudamericana
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Cuando Katie Rommely alumbró aquella criatura frágil, hija del intenso amor que protagonizó con el sensible e imprevisible Johnny Nolan, su madre aconsejó “que tus hijos superen nuestra ignorancia y nuestra oscuridad. Deberás contarles todas la leyendas que yo –analfabeta- supe atesorar, y leerles cada día una página de la obra de Shakespeare y una de la Biblia”…Sólo la educación puede vencer al infortunio, creía sabiamente aquella suave mujer.
Katie leyó por años y años con sus hijos Francie y Neely, mientras Johnny cantaba en un bar, se emborrachaba en otro, pero siempre tornaba amoroso, con las monedas para el sustento, al seno de ese hogar pobre protegido sólo por la entereza.
La vida de los Nolan, encaramándose desde la más horrible miseria. La de tía Sissi, su fuego vital, sus sucesivos maridos, sus diez hijos muertos y su empecinarse en la vida. La de tía Evy y tío Willie. La tibia mansedumbre de la abuela Mary presidiendo cada mudanza –siempre en Broooklyn- con agua bendita y buenos deseos. La respetuosa espera del oficial Mc Shane, para que la ausencia definitiva de Johnny no se llevara la valiente vitalidad de esa pequeña familia, sobreviviente de toda penuria.
Una saga contenida y brillante. Una mirada piadosa y llena de admiración por la tenacidad con que las familias inmigrantes –irlandeses, italianos, judíos, alemanes franceses…-supieron hacerse de una patria, tan lejos de sus orígenes.

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 Que "el mundo de afuera" no lastime tanto... 


“Mientras duerme el tiburón” 
Milena Agus 
Edhasa


Triste. Melancólica. Brumosa. La familia Sevilla Mendoza no encaja en un mundo “funcional”, consumista, superficial.
Papá vive viajando y su utopía salvadora es la América pobre. Mamá es un ser casi etéreo: le cuesta orientarse, se tropieza y es torpe y a menudo el desconsuelo la lleva a dejar de comer. Es profundamente feliz frente a sus telas y sus paletas grises y azules, y en el jardín que cultiva amorosamente en la terraza, combinando rojos, blancos, amarillos. La tía se angustia porque no puede retener el amor: sus novios se enamoran inevitablemente de su sutil hermana. El hijo huye por los caminos de la música. Cura las agresiones que recibe con Beethoven, Bach. La hija –cronista de esta historia de muchos desasosiegos- cree no merecer otra clase de amor que una enfermiza relación sadomasoquista, hasta que el conmovedor cariño de Mauro de Cortes, delicado caballero amigo de la casa, la disuade de esa obsesión y le hace comprender lo bella persona que es, protegiendo como lo hace a su frágil familia. Sólo la abuela tiene una mirada y una actitud crítica, y una postura absolutamente terrena. Hará falta cuando toda parezca desintegrarse y solo quede “el feo mundo de afuera”
Con ayuda de Mauro y la abuela, todos deberán salir de ese desgraciado vientre “mientras duerme el tiburón”.

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Amores que pregnan...


“La historia del amor” 
Nicole Krauss
Salamandra Narrativa
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Difícil de abordar. Indómita. Seductora. Historias amarradas por lo que alguna vez fue un tímido intento de dar cuenta de un amor sublime. Amor de niños, de adolescentes en la Polonia asediada y finalmente destruída por los nazis.
Alma Mereminski inspira un pequeño y luminoso manuscrito: “La historia del Amor”. Zvi Litvinof –periodista- logra escapar y llevar consigo el escrito, para ponerlo a salvo. Su amigo -Leo Gurski- le confía lo mejor que tiene.
Pero Zvi, para conjurar angustias, empieza a traducir el manuscrito del yidis al español. Cambia nombres y detalles, pero nunca el de Alma. Lo hace para salvarse. Cuando se case con Rosa, ella, que lo cree el autor, lo incita a publicarlo. El ya no se anima con la verdad, y aunque vivirá una vida de remordimientos, accede. Pocos libros, que corren suerte dispar. Pero uno es adquirido en Buenos Aires por un joven ingeniero aventurero, que se lo regala a su esposa inglesa porque “es el libro que hubiera querido escribir para vos”.La primera hija de la pareja – instalada en Nueva York. Se llamará Alma. Alma Singer… que pierde a su padre a los siete.La madre sumida en una tristeza infinita, se refugia en su profesión de traductora, y en la lectura de “La historia… “para que los niños no olviden a papá.
En tanto, Leopold Gurski, el autor del manuscrito, ha salvado la vida y ha ido en busca de “su” Alma. Cuando dé con ella en Nueva York, Alma le dirá que tienen un hijo –Isaac-, pero que es tarde para ellos. Leo –cerrajero- vivirá una larga vida para ese amor y ese hijo, que nada sabe de él, y se convertirá en un eximio escritor.
Muchos años y muchas cosas deberán pasar para que Leo recupere su novela, para que Alma sepa por qué lleva ese nombre… para que busque a Isaac Moritz –que un día escribió como Jacob Markus a mamá. `pidiéndole la traducción al inglés de “La historia…”, para que –por esos caprichos del destino- conozca al verdadero autor del libro que leyó tantas veces en busca de rastros, que vio tantas veces en manos de mamá, que se lo leía con devoción y nostalgia para que papá no muriera del todo.
Cuatro voces: la de Leo Gurski, que no quiere morir sin ser visto. La de Alma , que a punto de cumplir quince y con la misión de que mamá deje de estar triste, apunta sus ideas y planes en un diario. La de un narrador testigo que observa con infinita compasión y desde lejos a Zvi Litvinof, porque sabe de su dolor por la traición al amigo. La de Bird, pequeño hermano de Alma, que interviene al final para probar que es un enviado de Dios, y posibilita encuentros. Y los párrafos extraños de “La historia del amor”, para que sepamos que la literatura mueve destinos.
A mí me hizo falta una segunda gozosa lectura. Así de fecunda es esta segunda novela de Nicole Krauss

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De nostalgias y desprendimientos


“Háblame del fantasma del faro” 
Tina Blanco  
Edelvives Aladelta. Serie Verde
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Este es un sentido homenaje a los dolorosos pasajes. Jano y Tea se despiden de la blanda algarabía de la infancia, ese verano diferente y por momentos lacerante, en Piedrasnegras. Aurora, que siempre fue guardiana del faro, debe afrontar la madurez. Una computadora la ha reemplazado en un quehacer que siempre estuvo en manos de alguien de la familia, y también ella debe llenar vacíos y espantar nostalgias. Cuando lleguen los chicos a sus acostumbradas vacaciones en el mar, la encontrarán tratando de conservar al menos la rutina del recorrido.
Tea también ha perdido la luz y la inocencia del pasado. Al menos es lo que siente Jano, que no puede aceptar esa brumosa lejanía, ese empecinarse en negar todo lo que los unió en los largos veranos que compartieron en esa playa. Ya no habrá historias de Tristante, al amigable fantasma del faro. Y no meriendas y juegos con Aurora.
Los acercará un último intento para que la guardiana recupere su sitio y su razón, hasta que comprenden que es una necedad que pone en peligro a todos cuando la devastadora tormenta de ese estío extraño.
La misma Aurora asume, consuela, ilumina… “es bueno guardar en el corazón las ilusiones infantiles. Que crezcan contigo…pequeños faros que dibujan caminos de luz a lo largo de nuestra vida. Y hay que hacer lo que sea para que se mantengan encendidos. ¡Cómo de oscura si no sería la vida!”…
Hay bastante más. La recomiendo fervorosamente porque volví a vivenciar esa extrañeza del “pasaje” que entonces me hizo sentir un poco infeliz, un poco fuera de mí misma, un poco culpable. Cuesta desprenderse de los quereres niños y empezar a abrazar causas y motivos nuevos, y uno necesita que lo ayuden. Por eso. Para los que inician la travesía de la pubertad, y para quienes tienen que tender puentes de comprensión y luz.

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Más Bodoc, alumbrando la maravila, confidente de sus mejores criaturas


“Oficio de búhos”
Liliana Bodoc
SUMA de letras
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Para quien amó entrañablemente la Saga de los Confines y se dejó conmover con la sabiduría de Kush, la tibia valentía de Dulkancellin, la infinita entrega de Cucub, los lulus, el pueblo de pastores, las mujeres sirenas, los Bóreos y sus sabios astrónomos, la resistencia en las Tierras Antiguas… Acá, relatos de la Tierra del Sur, del glorioso Imperio del Sol y su recia y arrasada capital, la Beleram del pueblo zitzahay.
Para que sepamos qué fue de Cucub y de la gloriosa descendencia de Dulkancellin: el lacerante dolor de Nanahuatli, prisionera de dos mundos, y la impotencia de Tünghur, su lastimado esposo; de Kush, que enhebra un collar sin sentido junto a la Sombra, para torcer todavía algunos destinos de zozobra… De cómo alguna vez esta viejecita indómita pudo concebir al más grande guerrero y provocar el crecimiento de Kupuka, el más querido de los brujos de los confines. Para ver otra vez el amor casi inasible de Welenkín y Wilkilén, ahí, al borde de la eternidad. Para saber cómo nació la desconfianza de los lulus y su alejamiento y cuál fue el origen de la impiedad de Drimus y los vasallos del hijo de la Muerte. Para atestiguar la rebeldía de Aro y Vara en las Tierras Antiguas, y sufrir con el dolor de las nuberas.
Para que ese mundo siga latiendo y confortando, estos relatos hondos, de un tiempo arcano de luchas y esperanzas. Para dar cuenta de algunos inicios y dejar reverberando algunas historias que no queremos que terminen.
¿Qué decir?. Un Bodoc. Intenso. Cadencioso. Revelador e inasible al mismo tiempo. Pura lírica y amor.

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Miradas que desnudan


“Voces en el parque” 
Anthony Browne
Fondo de Cultura Económica. 
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Sí. El de los monos y los gorilas. Habrá cuatro voces, que es decir cuatro miradas sobre un encuentro en el parque. La mamá de Carlos cuenta del paseo con Victoria, perra de pura raza, y su niño, la tarde en la que la perra se lió con un cuzquito y Carlos se atrevió a jugar con una niña harapienta. ¡Puf! ¡Qué contrariedad!, tuvo que regresarlos antes de lo convenido. El papá de Mancha, la harapienta, cuenta de cuando quiso quitarse el malhumor de la falta de trabajo llevando a la pequeña y a Alberto a distraerse, en el parque. Y de lo alegres que volvieron el chucho y la niña. 
Carlos cuenta cómo disfrutó Victoria sus correteos con el perrito, de qué buena era Mancha en el tobogán, y columpiándose en el pasamanos…¡y eso que era niña!. Lástima que mamá los sorprendió juntos, lo reprendió y tuvo que volver tan pronto a casa. Y Mancha… Mancha es capaz de ver la tristeza y el aburrimiento en los ojos de Carlos, y cuenta que por eso lo invitó a jugar, para que no tuviera que ver desde el banco lo bien que lo pasaban su perrito y esa cachorra tan majestuosa que trajo la señora al parque.
Cuatro miradas. Desde la soberbia. Desde la resignación. Desde la admiración. Desde la libertad de una niñez casi sin corsés. Para que nuestras miradas y nuestras voces empiecen a desembarazarse de los prejuicios ¿no?.
Desde los ocho. Para chicos, pero especialmente recomendado para los grandes, que siempre creen saberlo todo. 

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Para entender de lejanías irremediables


“En la laguna más profunda” 
Oscar Collazos
Grupo Editorial Norma. Zona Libre
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La abuela siempre fue una mujer alegre, activa, elegante, aferrada a lo mejor de la vida. Y de pronto empieza a olvidar esto y lo otro, a confundir lo real con lo que siempre produjo su frondosa imaginación, a tener miedos infundados, a enojarse por nada, a padecer accesos de ira defendiendo lo imposible. Alejandra no puede entender este trocar la ternura en indiferencia, las cálidas confidencias de los paseos en este dejarse llevar. No la quiere perder detrás del velo tristón de su mirada gris, y decide rescatar toda su vida hurgando en álbumes de fotos amarillentas. A veces cree que la mirada de la abuela vuelve a brillar cuando le pone delante alguna imagen. A veces confía haberla escuchado murmurar algo. Por mucho tiempo le bastará sentarse junto a ella todo el rato que se lo permitan, para darle el calor de vida que irremediablemente se pierde.
El proceso de la “enfermedad del olvido”, Alzheimer, desde la amorosa, desesperada, mirada de su nieta. Porque se trata de eso, de sumergirse de a poco en una laguna profunda, hasta no volver jamás a la superficie.
Recomendable, porque sin ser un tratado médico, ayuda a comprender una dolencia que enferma y llena de culpas y angustias también al entorno; a tolerar mejor el prolongado tiempo de acompañar a quien debe hundirse en la laguna, sin llevarse consigo el aliento y la alegría de quienes acompañaron siempre.

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De extrañamientos y gratitudes


“La noche del polizón” 
Andrea  Ferrari
Grupo Editorial Norma. Zona Libre
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Karmo Dwala –con ayuda de la comisión de refugiados, con el entusiasmo de Dalma- ha logrado que la Cruz Roja ubique a Momo, su hermanito, que sigue en Liberia, en Monrovia, del que se separó abruptamente una trágica tarde en que un grupo de insurgentes llegó, incendió el pueblo, sembró el terror…
Mientras aguarda que esa comunicación –anhelada por cinco años- se produzca, repasará su historia. La ha anotado obsesivamente en un cuaderno, igual que cosas del vocabulario, y recetas, como le recomendó Gustavo, su profesor de castellano. ¿Qué contarle a Momo -que si él tiene diecisiete, debe tener doce-, para no asustarlo. En la tensión de la espera –el teléfono debe sonar ahí, en casa de Gustavo- revive la huía de días y días, confiando sólo en sus piernas. La llegada al puerto de una ciudad de otro país africano. La decisión de embarcar como polizón con Sekou, para ir a “América”, un país rico donde se habla inglés, que él maneja rudimentariamente. La horrorosa travesía en el hueco que deja el gran eje del timón. El hambre, la sed, el frío… las tempestades crueles, la fiebre, el delirio. El desembarco en un país equivocado y la muerte del amigo. ¿Podrá relatarle todo a Momo?. ¿Contarle de la soledad de la vida de un refugiado, negro en un país de blancos y por lo tanto blanco de todas las miradas?. No. Mejor hablarle de la solidaridad de Dalma, de Gustavo, de su historia con Lucía, lo más parecido al amor desde que perdió tan temprano a papá –maestro de la aldea- y a mamá y su voz cantarina esa tarde de la huida. Mejor confiarle que se puede ir a la escuela y aprender el idioma, que aunque se trabaja en negro, se puede confiar en que un día un negro trabaje “en blanco”…¿Se podrá concretar la llamada? ¿Serán más claros los días de Karmo?. Leer este Zona Libre, porque trata de otro tema “perturbador” que la literatura para jóvenes aborda con valentía y con belleza sustantiva.