Desde 2019: adolescentes



“La memoria de todos”    
Verónica Sukaczer 
 elevé ediciones 
 Col Aves del Paraíso

Cinco relatos crudos sobre momentos límites de la historia, sobre cuestiones que nos implican a todos, aunque querramos relativizarlas, con la mirada y la pluma crítica, ora clemente, ora compasiva, ora luminosa de una escritora que se atreve, tiene postura…y perspectiva.

El primer relato es el de un libro único, que se salva por primera vez en brazos de Hannah, que logra escapar por un agujero del guetto de Varsovia…la historia de su padre. Que se salvó otra vez cuando en 1976 se llevan de su casa a Julia, nieta de ese abuelo desconocido, víctima del genocidio judío…que es parte de los escombros de la AMIA, que recogen manos anónimas d alguno de los ochocientos voluntarios que trabajaron más de diez años para salvar libros, esculturas, obras de arte, fotografías, instrumentos…

El segundo, a mi ver el más logrado, el más literario, el más contundente, es la historia de una niña que por tradición adhiere adhiere a la doctrina del apartheid. Es hija del dueño de un poderoso medio de información. No tolera el principio de rebelión de los negros. Alienta y practica acciones de segregación… hasta que despierta pegada a una sombra NEGRA…de NEGRO. No puede separarse de ella, porque sufre, pero tenerla consigo significa ir al mundo oscuro, ver las condiciones injustas, oprobiosas en que viven los negros…Tal vez impelida por esa sombra, no podrá evitar contarles del avance de una rebelión pacífica, imantarse con el discurso, la prédica hecha carne por Martin Luther King, y cargará con su sombra, para redimirse, después de señalar “mira papá, todas las sombras SON NEGRAS”

Sonu y Vishal viven el primero y el último encuentro de sus vidas. Tienen una noche oscura, en un sitio oscuro, para tratar de conocerse: ¿por qué se miraron, si estaba prohibido?, ¿Por qué se buscaron, si ella estaba prometida a otro esposo?, ¿por qué él la eligió como sujeto de amor si ella era una fast y él apenas un brahmen, y ni los dioses consentían que se rozaran, se hablaran, se amaran?...Una noche primera, y la ´´ultima. Charlan mientras esperan la condena que sobrevendrá, para ambos, al amanecer. Será el padre de ella el que colgará a ambos, para lavar el honor… será el pueblo el que queme los sueños y lo que quede de ambos, para preservar tradiciones.



Hay más. Temas que importan, claro. La vigilancia. La seguridad de los estados, la libertad vigilada para medios de información. Pero lo dejo acá, para que te atrevas. Perturbador y valiente.
   



“El niño en la cima de la montaña”    
John Boyne 
 Salamandra

Cuando papá, asediado por voces y fantasmas de la guerra que pretendía ahogar con alcohol desaparece y mamá, que lo cuida con devoción, enferma de tuberculosis y muere…no hay más salida que dejar París y acogerse en el hogar de las hermanas Simone y Adele Durant.

El maltrato que sufre Pierrot en el orfanato lleva a Adele a buscar a Beatrix, la {única tía, quien se desempeña como ama de llaves en un enorme caserón en los Alpes de Baviera: el Berghof que es refugio de Adolf Hitler.

Además de olvidar su nombre – el Pierrot francés resulta inconveniente en el nuevo hogar, la nueva patria- el niño deberá olvidar también a Anshel y su mamá, sus vecinos judíos de la infancia parisina. Pasará a llamarse Pieter, y con el nombre, mutará también su personalidad, sin que su tía Beatrix ni ninguna de las personas que sirven en el Berghof pueda hacer nada por evitarlo.

Pieter se transforma en un perfecto idólatra del Fuhrer. Lo admira, lo secunda, lee lo que le aconseja, se endurece al punto de traicionar a su sangre.

No sentirá remordimientos sino cuando todo se desmorone, y se quede solo por meses en el inmenso caserón de la montaña, esperando que lo atrapen, porque sabe que fue parte de un régimen que sembró muerte, persecución, horrorosas torturas.

Crecerá y deberá mirarse mucho. Mirar el horror de sus elecciones…Katarina le recordará su crueldad y volverá a rechazarlo. No podrá estar quieto ni establecerse en ningún lugar… Regresará a París y golpeará la puerta del niño que quería ser escritor para olvidar la sordera que lo obligaba a dibujar mensajes con las manos . El hombre, aquel pequeño judío, jamás dejó de ser Anshel Bronstein: preparará las plumas para un testimonio perturbador y oscuro…






“Lo más cruel del invierno” Chris Priestley Grupo Editorial Norma

Cuando el pequeño Michael Vyner pierde a su madre, el representante de su protector, un tal Tristán Jerwod se presenta para llevarlo a Hawton Mere, para que Stephen Claredon finalmente se haga cargo de él, tal como lo había prometido al padre del niño, quien en el transcurso de la guerra había dado su vida por Stephen.

Pronto Michael se verá envuelto se verá envuelto en un ambiente de terror, atrapado por fantasmas parecidos a los que demuelen a su protector, un hombre enfermizo que vive aislado en una torre, asistido solamente por Charlotte, su hermana.

Antes aún de llegar a la tenebrosa y enorme mansión, Michael ve a una extraña mujer que aborda el carruaje que los lleva a destino. No será la única presencia inquietante que lo aborde una y otra vez en el lago del foso que rodea el castillo. Sentirá junto así la sombra desesperada de un niño sin rostro, que solloza sordamente tras los muros, tanto como también se queja el propio Stephen, encerrado en su torre, con los ojos ocultos tras unos anteojos de un azul impenetrable.

Aunque el mayordomo, Mr Hodges, y los sirvientes tratarán de hacer llevadera la existencia y se alegren porque la presencia de un niño seguramente traerá calidez y contento a ese lugar rodeado de dolor, silencio, enfermedad, Michael vivirá atenazado por el horror.

Ocurrirán eventos que burlen toda lógica. El fantasma de Margaret Clarendon acechará al chico toda vez que se aventure al exterior. Parece querer decirle algo. Michael se librará una y otra vez de la muerte, asistido por el bueno de Clarence, un perrazo enorme que alguna vez perteneció a la joven esposa de Stephen, quien si antes de su muerte tenía ya una salud quebrantada por los malos tratos a que lo sometía un padre severo que no soportaba la debilidad casi femenina de su primogénito, no pudo sobrellevar el “suicidio” de su única fuente de felicidad y consuelo.

Michael deberá mantener el equilibrio, no doblegarse al terror, para descubrir los ominosos secretos de Hawton Mere, un sitio del que será único heredero por voluntad de Stephen.

Si podés enfrentar el acicate de los seres de ultratumba, si no te demuelen los sucesos que ocurrirán más allá de lo aceptable, te invito a recorrerlo. Lo harás sobrecogido de pavor y de misericordia. El clima de oscuridad acompaña también el diseño de este libro, con su sobrecubierta que reproduce las rejas que rodean la mansión, sus oscuros muros, sus tintas para encabezar cada capítulo. Prólogo y epílogo para esta novela escrita en primera persona, como testimonio vívido de una experiencia apabullante






“El santuario del pájaro elefante” 
 Heinz Delam 
 Edelvives 
 Colección alandar

Los pueblos primitivos solían ver el ndeke nzoku, un ave enorme, de ojos asombrados y poderosas patas. Fue desapareciendo y se transformó en leyenda. Pero Eloko, quince años, angoleño, lo descubrió en un reducto apartado, el Nzamba ya kobosana. Su propio padre –experto guía- había ocultado la existencia del pájaro elefante, para preservarlo de la codicia de los traficantes de especies exóticas.

Natalia –bastante a su pesar- acompañará a su padre, científico de una fundación que estudia, rotula y protege las especies desconocidas de la flora y la fauna africanas, a una misión que debe averiguar si el pájaro elefante es un mito, una especia extinguida, una posibilidad.

Eloko acompañará la misión, para orientarla. Sólo en el difícil , enmarañado, aislado territorio angoleño los científicos sabrán que la expedición anterior fue saboteada, que no quedó de ella más que un sobreviviente: el asesino infiltrado. Entre los muertos, el guía, padre de Eloko. El muchachito contará con Natalia para develar los misterios de un cuaderno que dejó el último en morir, con claves para desenmascarar al responsable de la masacre.

Dos chicos –española y blanca ella, congolés y negro él- deberán salvar la misión y preservar de la codicia el tesoro más entrañable de la selva congoleña.

Trepidante. En cada página, al borde del horror, la crueldad, la vileza, el amor , el misterio y la inefable hermandad de los buenos, que se impone.


Hay que ir con cautela y fortaleza, eso sí



“Niñas del viento” Patagonia secreta
 Franco Vaccarini Laura Michell Florencia Sola 
 Artemisa

Relatos que son versiones libres de leyendas y mitos australes, de nuestra lejana, ventosa, misteriosa Patagonia profunda. Una selección cuidad y un tratamiento literario que es pura belleza y lozanía. Está el viento, el esfuerzo de trepar la cuesta escarpada, la oscuridad que protege al bueno y también ampara del comportamiento deleznable de algunos hombres. El eco de la montaña, la fogata que alumbra para espantar la inquietud…

La niña quedó al amparo del Pillán, la montaña del oro, cuando perdió padre –aventurero, osado- y madre –deseosa de que el retoño se criara en el ambiente elegido por ese hombre valiente y atrevido que cruzó el océano para conquistar el sur. La montaña envió dos espíritus en forma de caballo negro de venturosas crines oscuras y un bravío toro rojo. Desde entonces la niña vive en el seno del Pillán, amparada y para proteger la entraña del Pillán de la codicia…

Fue mujer quien inventó el arma que facilitaría la caza en esa isla neblinosa y fría en que sobrevivir era el único estandarte posible. Tuvo que retar y envararse de furia para que los hombres comprendieran que el arma sola no basta, que hay que acompañar con persistencia y aprendizaje…

Kospi era bella, hospitalaria, humilde. El dios del Trueno la pretendió para sí, con violencia. Por eso la encerró en una cueva helada, hasta que suplicara y se sometiera. Pero ella se fundió con el hielo. Cuando la furia del trueno desarmó el iceberg, Kospi se derramó por cuestas y valles, por acequias y rumorosos cauces…desde entonces existen las flores que iluminan primaveras y veranos…

Cuando las alianzas se sostienen en el engaño, la burla, el abuso ¿pueden perdurar?. Kran y Akáinik eran apenas niños cuando ante los dioses prometieron decirse siempre la verdad. Crecieron para amarse. Él iba a ser un cazador proveedor y ella presidiría las tareas de sostener la fogata, cuidar a niños y ancianos, esperar por el amor. Cuando Kran tuvo que someterse a los rigores de la iniciación que lo convertirían en un hombre, y padecer con su compañeros la furia de Xalpe y los dioses, ella desesperó, como las madres. El volvió distante y con la vista nublada, hasta que se atrevió a contarle el engaño, la crueldad burlona y la promesa de poder ejercerla en la iniciación que seguiría…ceremonias sin dio y sin lumbre. Sabían que sobrevendía el castigo…la muerte. Para cuidar la simiente de la verdad se inició desde el sur profundo, el primer exilio.

El libro que se acaricia, se recorre con azoro y placidez es un objeto amoroso también por el aporte de las diseñadoras, Laura Michell y Florencia Sola, que potencian la belleza y la hondura de las palabras






Una delgada línea rosa" 
 Annalisa Strada
Grupo Editorial Norma 
 Zona Libre
El asombro, el azoro, la confusión, la rabia…Paula constata que tras un encuentro fortuito, caprichoso, rápido, decepcionante con césar, ha quedado embarazada.

Las sensaciones del cuerpo, la angustia, la soledad –sólo tiene a Allegra, su amiga- cuando constata el test. ¿Cómo contarlo en una casa que es casi constantemente una bomba de tiempo?

Suerte el amoroso abrazo del novio de la tía Bice, ese hombrazo grande como un oso, comprensivo como no puede ser su padre.

Del respeto por la persona, el cuerpo, los sentimientos. De la necesidad de cobijo. De la valentía de enfrentar situaciones. Del respeto por las decisiones.



Hay que tener cierta serenidad de espíritu para abordarla. Sacude, lacera, conmueve –a mí me abrumó hasta la angustia, tal vez era otro el momento de leerla- . A veces ácida: Paula es cruel e inclemente consigo misma, no puede perdonarse la debilidad, la estupidez ; y a veces luminosa y tan certera para dar cuenta del clima de confusión y culpa que estas situaciones desatan.






“Tormenta de verano” 
Fernando Alcalá Suarez  
Edelvives  Aladelta Verde




Blanca inicia enfadada ese período de vacaciones en el pequeño pueblo de los abuelos, Hubiese preferido quedarse en la ciudad, con sus amigos. Pero mamá es inflexible.

Obligada por las circunstancias –ha decidido escapar, y falla en el intento- es que descubre la vieja mansión que se rumora “está embrujada”. Molesta es como ve a Pablo, tan autosuficiente, tan desafiante y a la vez tan protector y solidario. Resignada estrecha vínculos con Nuria, una chica frágil, temerosa, que vive con su madre junto a la casa misteriosa.

Para mostrarle a Pablo que es atrevida y valiente, ingresará la jardín, a la casa, verá la luz del “fantasma” que se dice habita el sitio abandonado desde la tragedia de la guerra que llegó con estallido de bombas y se llevó la vida del pequeño benjamín de la familia, motivó maldición y abandono. Se ha propuesto develar el misterio.

Además, vivirá el gozo y la confusión del primer amor. Una novela de “enigmas”, con la dosis justa de terror, con pistas ciertas, distractores, con apuestas muy jugadas. Como las de los grandes, para chicos, de alguien que conoce a los niños: sus intereses, sus pasiones, sus temores, su fuerza, su entusiasmo.









Cocodrilo con flor rosa” 
 Sandra Siemens 
 Grupo Editorial Norma Zona Libre

Se dieron dos coincidencias. La visita al geriátrico en que Iris recordó los malfatti y el sillón verde que costaba limpiar…con rabia recordó, ella, que había olvidado todo y era responsable de que también el tío Amadeo viviera ahí, y las clases de pintura que empezó a tomar con Margo.

Margo no era del pueblo. Adaptó la casa de la familia y la transformó en un hermoso atelier. Cuando puso a Teresa delante de la tela blanca , la invitó a bocetar lo que quisiera. Al principio Teresa no supo por qué el sillón verde, y esa rabia, ese dolor sordo.

Ya no pudo respirar hondo, como quería la maestra de yoga. Nadar. Eso sí. Nadar, nadar con Antonio, porque Diana, su hermana mayor estaba en Rosario, estudiando.

Lavarse. Lavarse mucho y obsesivamente las manos con jabón de gardenias. La culpa se lavaba.

En casa se organizaba el cumpleaños de Amadeo, Ochenta cumplía. Una memoria d elefante, y qué bien tocaba el piano. Todo el barrio preparaba el agasajo. Y ella, con los recuerdos que afloraron de golpe. El sillón verde de la casa de amadeo.

Margo la vio mucho tiempo delante de la tela. Al sillón le surgieron patas y garras afiladas, y una cabeza de cocodrilo…las borró…pero las hizo reaparecer, con fuerza… “Tenés que contar, Teresa”, dijo Margo, y contó lo que le había pasado a ella, cuando eran tan chiquita como Teresa en las siestas del sillón.

A papá, que le decía que tenía lindos caballos amarillos en los ojos, no. Se moriría de pena. A mamá. Pero mamá no se lo puede creer. Está obstinada con amadeo, ese tío que dejó una carrera brillante en Buenos Aires para cuidarla cuando la muerte de los abuelos…

¿Cómo se habla de abuso? ¿Cómo se alerta? ¿Cómo decir que los niños son víctimas, no culpables?.

El jabón de gardenias no lava el dolor, que se mitiga sólo si se comparte. Diana, la hermosa hermana mayor, trae jabón…pero también el abrazo, la apertura, la comprensión.

Cruda, contenida y a la vez tan profundamente bella y misericordiosa.



 



“Mientras no muera tu nombre”
Liliana Cinetto 
 Grupo Editorial Norma
 Zona Libre
Marina se siente amada, protegida, valorada por Milo. Tocó el cielo con las manos cuando él la eligió. Debe esforzarse para estar a su altura. Él es seguro, independiente, tiene mundo y una formación envidiable. Buscando un libro –debe leerlo porque Milo le reclamó su ignorancia- descubre una vieja foto de dos nenas. Una foto un poco triste. La comparte con Belén, su hermana menor, que se parece a Milo en independencia, aunque ella es en verdad protectora de esa hermana vulnerable que es Marina. Juntas abordarán a mamá, Gabriela. Gabriela, melancólica como no la conocían les cuenta que son ella y Cecilia, su hermana mayor, muerta a los treinta y dos años, antes de que nacieran las chicas… “¿Por qué murió tan joven?”…”porque no pude salvarla”.

Mientras averiguan y buscan pistas, la relación con Milo se to0rna demandante, enfermiza, tóxica….con formas sutiles, en apariencia tiernas, amorosas, él le va quitando a Marina todo…la había invitado a concurrir a un Taller de Escritura. Cuando vio que todos celebraban la sensibilidad, la soltura, el delicado manejo de recursos en los poemas, le sugirió que lo abandonaran: “Mónica –la coordinadora- es trivial…todos son obvios y mediocres. La acobardó al punto de callar su voz. Le molestaban sus amigos, la manera de vestirse, sus lecturas…

Solo Belén ve que su hermana se va convirtiendo en un nudito frágil de inseguridad y aislamiento. Dedicadas como estaban por recuperar la memoria de Cecilia, por hurgar en su historia de los últimos años, a Gabriela se le fue pasando que su hija mayor no comía, vestía grandes pulóveres para esconder su figura, otrora preciosa y armónica.

Marina adoraba los bucles rubios de su larga cabellera. Es lo que más cuidaba de su apariencia… a Milo le parecían demasiado insinuantes. El día que Gabriela encontró a su hija acurrucada, con la cabeza rapada, supo: no había podido salvar a Cecilia, anulada por César, esa pareja que le había quitado carrera, familia, presencia, vitalidad…ahora su hermana, que sonreía triste en esa última foto, con el pelo al rape, la ayudaría a recuperar a su hija. Si antes se había negado a poner en contacto lo que quedaba de su familia con la de César, era el momento de movilizarse. Con Belén y Antonio, ex pareja, padre de las chicas, lograrán recuperar un cuaderno.

No era un diario, como creían. Era un cuaderno de poesía. En él se podía rastrear la historia de esa hermana brillante, vital, que no había podido escapar de las garras de una relación invasiva a punto tal de perder en ella hasta el mínimo impulso vital…

¿Podrá la lectura de esos versos, hondos, desesperados, auscultadores de la propia mirada, del propio reflejo, del interior profundo y de la más inquietante desesperanza dialogar con la delicada avidez, la despojada tristeza de Marina?

Ahí te dejo. Tres maneras de abordar la problemática del maltrato, de la violencia de género, más terrible cuando se ejerce de forma sesgada, disfrazada de protección y ternura… La propia voz de Marina en primera persona, narrando sus días con Milo… los desplantes, las negaciones, los enojos, la sutileza para arrinconarla. La mirada de un testigo que cuenta el entorno y la búsqueda de la familia para que no se borre la presencia de la hermana, la tía querida, el lento desbarrancarse de Marina, el paralelismo del destino de tía y sobrina… y los bellos poemas que al final sabemos son los del cuaderno de Cecilia.



Te pido que la leas . Todo es bello y delicadamente abordado. Un placer un poco lacerante los poemas de Liliana, su hija Flor y Cecilia Pisos, que celebra esta magnífica novela para jóvenes con el poema de cierre. Hay que atreverse con estos temas perturbadores, y hacerlo con altura, sensibilidad y profunda comprensión.





“La fiesta” 
 Sandra Siemens
 Santillana 
 loqueleo

Son tan diferentes. Cada cual vulnerable a su modo . Discretos y reservados unos -Rober, Tuti- ,expansivos -Juan, Fiorella-, analizadores y críticos –Lola, Germán- . Pueden convivir y quererse, con esas manifiestas diferencias.

Todos son conscientes de que a Juan –hermoso, delicado, genial en sus apreciaciones, lábil y un tanto arrojado para un mundo tan prejuicioso- los días se le van a poner difíciles, porque el común no puede entender su compleja personalidad, esa inclinación a la provocación en el andar, el vestir, el opinar, el elegir futuro. Es confidente de Roberta. Sólo ella y Tuti se permiten decirle “Chifle”.

Roberta es su opuesto: reservada, nada atractiva en lo físico, descuidada en el vestir y sin embargo tan delicada, querida, sensible, tan cuidadosa en el trato con quien sea. Es que aprendió. Padres –en realidad abuelos: todos saben que es hija de quien considera su hermana mayor- grandes. Mamá devastada por el alzheimer, papá laborioso y contenedor.

El Tuti es del margen. Habla mal, pero no se le corrige, porque nunca emite un juicio que no sea adecuado, aunque diga “almóndiga”. Tuvo sus problemas con las drogas y vínculos muy negativos. Lo salvan el padre Luis y Lola, tan cerebral, voluntaria y militante de causas valiosas.

Ha descubierto algo que lo deja en trance. Confiará en Juan –Chifle, tal vez en Rober. Hoy no podrá tocar con la banda que lo redimió del pozo…tiene lindos temas propios, compone y cante…pero hoy no

Germán es obsesivo en sus logros. Lo condicionaron siempre demasiado en casa. Le cuesta manejar sus emociones. No admite frustraciones. Sabe que no debe romper raquetas si los resultados que esperaba no se dan…pero no se controla. Ahora suma la preocupación de todos por Fiore…jamás opinó del trasero de la compañera, obsesiva con su figura. Ahora Lola, a quien adora porque es todo lo que él no: naturalmente equilibrada, atlética, elástica, racional y a la vez emotiva, cree que es responsable de la recaída de Fiore…

Fiorella no puede ser diferente, si hasta tiene -en opinión de Germán- un ridículo nombre de muñeca. Es como Gabi, su mamá. Solo tienen una meta: ser divinas. Gabi parece hermana de su hija, lo logra a base de cirugías y rigurosas dietas. Fiore espera sus quince con ansiedad: el “caquita” de papá, que no abraza como el de Rober, que casi ni la registra, le prometió lolas como las de mamá.

Mientras tanto, se aferra a la ilusión de que Germán la vea hermosa, aunque deba desquiciarse corriendo, vomite lo que consume con culpa…La fiesta es su última chance.

Lola corre a veces para disciplinar el cuerpo, para sentir sus músculos sanos, el poder de sus pulmones, la fortaleza de sus piernas, el oxígeno purificando todo…rodea el bosque ocho veces, cuando está concentrada en ello. A veces lo hace para ordenar sus pensamientos, sus emociones. Sabe que todos se cuelgan un poco de su racionalidad, de su equilibrio…Tiene que resolver su relación con Germán (lo hará cuando se junten para la fiesta), y mientras tanto seguir apadrinando a Tuti y a los vulnerables del mundo, y velar por Fiorella, tan superficial, pobre, y vigilar que nadie quiebre a Juan, que no es para este entorno un poco brutal donde viven, donde vivimos todos.

Tantos capítulos como protagonistas. Seis monólogos en la diversidad, el tono, el estilo de cada uno para expresar sus angustias, sueños, entusiasmos, dolores…Y uno final: la fiesta, que mirarán todos desde afuera, porque los acontecimientos que tocan a uno –Tuti- finalmente envuelven solidariamente a todos.

El mundo de los adolescentes. Con sus claves, sus esperanzas, sus muchos desengaños, su peculiar mirada …


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