Desde 2019. para pequeños...



Carolina Cacerola    
Martín Cristal O’ Kif C
omunicaArte 
 Col bicho bolita

Le encantaba jugar con las cacerolas, bols, coladores de la abuela. No cocinaba, no. Hacía torres, pueblos, le daba a la batería. Un día se puso una cacerola de casco para conquistar la luna…¡ups!. Nadie pudo sacársela ya de la cabeza. Carolina oía ruidos metálicos, no veía nada de nada, le costaba lavarse el pelo…eso sí : ¡ni un piojo!

Cuando ingresó a la escuela hubo quienes la ayudaron, y quienes la llamaron “Carolina Cacerola”…y rieron. Le olían las chanzas y el maltrato, pero no se quejaba. Para moverse por el mundo, su perrito Frankfurt.

Entonces sobrevino el evento e la burla mayor. La maestra y los papás tuvieron que intervenir…Carolina volvería a la escuela…¿y entonces?...

¡Memorable!. Tierno, gracioso, muy original. Una manera bastante extraña de abordar cosas como bullyng, altruismo y necesidad de revisar actitudes, desde chiquitos.





“Ahora que lo pienso” 
 Martín Blasco   Ximena García 
 Grupo Editorial Norma 
 Col Buenas Noches

Que era un sol. Que más bien la luna. Que más bien la luna cargada de lluvia…que mejor una nube dispuesta a derramarse. Que no: que un árbol, una montaña de colores… ¿una flor! Mmmm.. una mirada penetrante...



¿Qué, quién puede ser tantas cosas tan hermosas, fuertes, delicadas, protectoras, así, tan simplemente?. Mucha ternura, mucha hondura. Una nube generosa de ingenio, una montaña grandota de sabiduría.






“Las canciones de Constanza” 
 Antonio Santa ana     Lara Dombert 
 Grupo Editorial Norma 
 Col Buenas Noches



Ay ay ay…Constanza es una gatita de pelo rojo y grandes ojos verdes. Si querés, abrí este libro , la ves y vas con ella a ver el atardecer, encima de los techos. Podrás mirar con Constanza las lindas formas de las nubes, Podrás ir con la gatita al puerto, a ver cómo se mueven los pescadores, y las formas caprichosas de las olas. Pero sobre to podrás escuchar cómo entona cancines a las muchas lunas que conoce, mientras imagina…imagina ¿qué?. Pucha que es linda, curiosa, mimosa. No sé. Quiero creer que maúlla con cierto encanto. ¿Regresará a casa en algún momento? ¿Y si la acompañás? Hay tanto para ver con ella…





“Una gota de azul”
 María Cristina Ramos - Carolina Farías 
 Edelvives
 PequeLETRA
Acá vas a poder develar los misterios del baile de los cangrejos, esos que guardaban un secreto que de agua no era, y lo preservaban como una luna trasparente y delicada.

Roberto llora porque perdió su bolita, transparente y con una gota de azul. La busca incansable, con su hermano… mamá le recuerda los juegos a orillas del río.

Cuando retorne, no sólo no intentará recuperar su punto de azul, sino dejará una luna redonda del color de las algas.

Como cualquier historia de María Cristina, dulce, misteriosa, plena





“El milagro del oso”
Wolf Erlbruch
 Los libros del Zorro Rojo

Oso se levantó hambriento cuando el viento sopló y trajo la primavera. Apenas se sació se puso a pensar qué tan buen papá oso sería. Pero ¿cómo hacer para tener un hijo?...

La liebre le dijo que los hijos se conseguían en un sembradío, entre dos nabos pequeños, con sólo estar atento a la aparición de dos orejas… “¡¡¡Qué tontería!!! –lo desalentó la urraca- se pone un huevo y se empolla.

De veras lo intentó. Nada. Un salmón, con lengua de agua y bastante burlonamente le dijo que esparciera azúcar en el alfeizar de una ventana y esperara a la cigüeña…

¿Alfeizar? ¿ventana?. Al menos sí sab{ia de la cigüeña, que lo desengañó: “yo cazo ranas y paso el invierno en el África ¡nada más!

Entonces vio una nube rosa y recordó el relato de su madre sobre oseznos que jugaban en una nube antes de llegar al mundo. En eso estaba cuando se acercó ella…

De una inenarrable y ENORME, ENORMÍSIMA TERNURA PELUDA.



Wolf se encargó de todo: historia y maravillosas ilustraciones: oso flaco después del invierno, oso portentoso, oso preocupado, confundido, desalentado… ¡¡¡¡oso feliz!!!!




Ramiro espera
José María Gutierrez Pablo Zweig 
 SM El Barco de Vapor 
 Col Los piratas 
(para empezar a leer)

Ramiro está triste. Ya es tarde…

En tanto , Coco se cepilla los dientes, Reinaldo busca una media en tanto desorden, Esteban se distrae cantando bajo la ducha, Bartolo cruza una calle y lee, Jimena espera un tren que no llega, Alejandra mira la tele, Tobías duerme –remolón-, Horacio debe volver: equivocó el rumbo…Graciela espera en una cola infinita…y sigue la lista. ¿Qué pasa con Ramiro, que está impaciente y cabizbajo?

¡Ja!. Delicioso. Estos animalitos se parecen sospechosamente a una infinidad de chicos remolones, distraídos, empecinados, aventureros, desordenados que conozco…y vos seguramente también. Con mucho mucho mucho humor, muchos lindos personajes, mucho color, poco texto en amigables MAYÚSCULAS, para que puedas solo y solita.



No hay comentarios:

Publicar un comentario